Veo que da exactamente igual que una pase sin entrar unos días: al volver, me esperaban, como siempre, otro capítulo de Pasión de Gam-Birra-nes, roña, trastos, trolas y desorganización a todos los niveles y por todas partes. Vamos, lo de siempre. Pero me he reído mogollón con la supuesta nevera que al final era un ordenador: ¿os imagináis que se ponen una neverita en el dormitorio como los universitarios de EE. UU. en sus dormitorios?