No comparto el sentimiento de culpa de Occidente o del Primer Mundo.Estos viajes me producen sentimientos contradictorios.... por un lado, la actitud de madre e hija es estupenda, eso es innegable; los belgas saben venderse. Por otro, me parece bien que la princesa salga de palacio y vea cómo sufren millones de seres en el planeta, es muy educativo. Y por último, siento una gran tristeza por todas esas personas a las que no les importan quiénes sean esas mujeres blancas, sino cómo sobrevivir un día más. Pero de eso va esto, ¿no?, el Primer Mundo oprime y explota al Tercer Mundo sin piedad. Qué pena.
No tenemos nada que hacernos perdonar, si a lo largo de los siglos, a través de nuestra inteligencia, nuestro trabajo muy arduo, las guerras y toda nuestra historia, hemos llegado a donde estamos.
África es un continente muy rico en recursos naturales, también ellos tendrán cierta responsabilidad por sus condiciones de vida.
Y no me gusta este asistencialismo buenista y toda la retórica de la ayuda humanitaria, porque la premisa es que no saben cómo hacerlo por sí mismos. Hay un cierto sentido de superioridad mal ocultado de Occidente.
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