Felipe VI cumple 50 años el 30/1/18. Vídeo. Imposición del Toisón de Oro a Leonor.

yo debo estar muy radicalizada o ya es la senectud gruñona que me está invadiendo pero lo veo una tomadura de pelo edulcorada...en fin...intentaré retomarlo cuando esté más tranquila y tras un cafetito ...a las que os ha gustado pues me alegro de verás por vosotras...ya os digo ..lo mismo soy yo
 
La princesa Leonor se hace mayor: recibirá el Toisón de Oro y podría entregar los premios en Asturias
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Felipe VI acudió al palco del Vicente Calderón junto a su hija, la princesa Leonor. (EFE)
Imposición del Toisón de Oro del Rey a su hija Leonor el próximo 30 de enero va a ser el estreno de la niña como princesa de Asturias. Un acto lleno de simbolismo que Felipe VI ha querido que tenga una proyección pública el día en que él cumple 50 años y que se enmarca también dentro de la celebración a lo largo de este año del 80 aniversario de don Juan Carlos y doña Sofía. La concesión del Toisón de Oro, máxima condecoración que otorga la Corona española, a la Princesa Leonor se produjo hace un año y tres meses, el 31 de Octubre de 2016, día del undécimo cumpleaños de la primogénita de los Reyes. Fue un regalo de aniversario del actual monarca a la niña que en el futuro sucederá a Felipe VI cuya entrega será el martes que viene.

El escenario será el Salón de Columnas del Palacio Real, un espacio que ha sido escenario de actos tan solemnes como el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, la Conferencia de Paz sobre Oriente Próximo y más recientemente la firma de abdicación de Juan Carlos I a favor de su hijo Felipe VI. También en el Salón de Columnas el anterior Jefe del Estado impuso el Toisón al entonces presidente francés, Nicolás Sarkozy. La ceremonia va a tener una doble vertiente: por una parte será un acto muy familiar en la que estará la Familia Real al completo con los Reyes anteriores, los actuales y sus dos hijas. Pero también tendrá un carácter institucional al que asistirán altos representantes de los poderes del Estado: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Todo ello sin olvidar el aspecto entrañable que lleva consigo la entrega por parte del Rey a su hija de una distinción que han llevado los monarcas españoles desde hace cinco siglos.

No es casual que el acto se produzca este año, cuando la heredera de la Corona cumplirá 13 años el próximo 31 de octubre. La misma edad que tenía su padre, el Rey Felipe, cuando don Juan Carlos se lo concedió a su hijo. En aquella ocasión, la entrega de la condecoración se celebró en privado y no tuvo trascendencia pública. Pero quizá en esta ocasión el monarca ha querido que los ciudadanos españoles tengan constancia del simbolismo que entraña un acto que muestra uno de los signos más exclusivos que distingue a la monarquía española. El Toisón de Oro, vino a los reyes españoles de manos de Carlos I de España que lo heredó de su padre el emperador Maximiliano de Austria.

La vida de la Princesa de Asturias está empezando a cambiar. Este otoño quizá sea ella la que entregue por primera vez los premios que llevan su nombre. Estará a punto de cumplir esos 13 años que marcaron el inicio de la concesión de los galardones por parte de su padre, Felipe VI. Y su aparición en actos públicos dejará de ser en una excepción para convertirse en algo normal, dentro de sus obligaciones como heredera de la Corona española.

https://okdiario.com/espana/2018/01...-oro-podria-entregar-premios-asturias-1741751
Irá a la entrega de premios es el momento de incorporar nuevos personajes a la comedia.
El padre leerá el discurso y hará alusión a la menina con miraditas de complacencia y la menina a por uvas.
 
Felipe VI: así es el hombre detrás del Rey

ANA ROMERO

27 ene. 2018 03:16
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15 comentariosVer comentarios

Felipe VI, el primer Rey de España con licenciatura además de formación militar. Un hombre desconfiado y paciente, amable, correcto y reflexivo

La fiesta por los 50 años del Rey Felipe, en el aire

Detrás de un jarrón, una cortina o un camarero, del Rey no hay escapatoria. Su altura -casi dos metros de largo- le da ventaja, una especie de efecto grúa que le permite detectar a los que intentan esconderse.


-Acabo de saludar a tu hermana gemela.

-???

-Sí, en la otra sala, es exactamente igual que tú.

Era una broma. Ocurrió en el otoño de 2016 en la residencia del embajador de España en Lisboa durante su primer viaje al extranjero con la reina Letizia tras la formación del Gobierno de Mariano Rajoy. El Rey estaba haciendo el llamado paseíllo 3x1-saludo, sonrisa y selfie- por las estancias de uno de los edificios oficiales más hermosos del país. Ya me había tocado estrechar su mano en la sala anterior y ahora me daba pudor volverlo a importunar, pero la masa lo aproximaba inexorablemente. Intenté desviarme de su recorrido buscando refugio en un rincón con ventana y visillos. Desde arriba, me descubrió de inmediato.

Cuatro años antes, en la residencia del embajador en Panamá, hubo una escena similar.

-¿Por qué te escondes detrás del jarrón?

Entonces era príncipe de Asturias, estaba hablando en un corrillo con el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y yo me hacía la invisible entre flores y una copa de vino. Se fijó enseguida, y al repetirse la anécdota en distintos momentos y países, empecé a indagar en ese sentido del humor en sordina, sin estrépito, que desemboca en un sarcasmo light ajeno a la incomodidad que a veces provoca su padre. Una suavidad en los modales que le ha convertido en icono de señoras de todas las edades, atraídas por ese aire calmo, cool y un punto desvalido, como si necesitara una dosis extra de cariño.

Una manera de ser contenida como de inglés que ha estado interno desde los 7 hasta los 18 años en un boarding school entre madrugones, duchas frías y disciplina. De adultos, como Felipe VI, lucen formas exquisitas que algunos identifican con una cierta debilidad. De ahí la supuesta sorpresa del 3 de octubre de 2017: el jefe del Estado firme, áspero y sin concesiones del famoso discurso catalán que se superpone al hipster de aspecto californiano. Mano de hierro, guante de seda.

Felipe el hombre, Felipe el Rey. Es difícil aproximarse al lado oculto, ése que no aparece en los gestos oficiales, manufacturados en la fábrica de símbolos de La Zarzuela. A falta de acceso, hay que observar, observar mucho aunque sea detrás de un jarrón. Y preguntar, a los que le conocen o creen conocerlo, a los que le tratan, a los que le escuchan y a algunos que le aconsejan. Inevitablemente, se le compara con su padre, Juan Carlos I, y se le interpreta en función de la esposa que ha elegido, la reina Letizia. Dos caracteres fuertes y expansivos que le hacen palidecer y ser definido como el reverso de la moneda.

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Los Reyes, con sus hijas, en un almuerzo privado

Se construye así el cliché del hijo poco carismático y del marido a las órdenes de la mujer. Del hombre inseguro, incómodo con su voz, su altura, sus orejas o su parecido a Bashar el Assad. También ocurre lo contrario. Se exageran sus virtudes, su talento y sus conocimientos. Un superhombre con superpoderes, como lo fue prácticamente hasta el final su padre. El Preparado, el primer Rey de España con licenciatura y máster además de formación militar. Tras su actuación en Davos, el "mejor embajador de España", según la expresión manida y rancia. El que toma decisiones y nunca se equivoca.

En medio de los dos estereotipos emerge quizá el hombre detrás del Rey. El ser esforzado y minucioso, un poco lento en sus aproximaciones, que se avergüenza de los adjetivos complacientes y desconfía de los oportunistas. Se siente más cómodo con su cuadrilla de las academias militares. Son gente de fiar, de palabra, sin intereses ocultos y fortaleza moral. En el resto de los gremios profesionales, sobre todo entre periodistas y políticos, su cuidado es extremo: ellos son los más interesados en cultivar su amistad.

"La gente se cree que los reyes no son seres humanos, y lo son. Tienen de todo, de lo bueno y de lo malo. Como todo el mundo, guardan en casa un baúl. Y en ese trousseau hay de todo, ropa limpia y ropa sucia", me explica una persona que parece conocerlo y me ayuda a caminar de puntillas por encima del retrato robot del tipo desconfiado y paciente, amable y frío, cercano y correcto, reflexivo y calculador.

Pocos saben que el Rey Felipe duerme en los aviones oficiales con la camiseta de sus hijas porque no puede viajar con ellas a bordo. Un detalle revelador del hombre extremadamente privado, al que no le gusta la prensa a pesar de estar casado con una antigua presentadora de televisión. La manía de los medios de indagar en su vida ha contribuido a arruinarle relaciones sentimentales. Ahí quedan los nombres de Isabel Sartorius, Gigi Howard, Gwyneth Paltrow, Eva Sannum.

El veterano periodista Jonathan Dimbleby tuvo acceso durante año y medio a la vida del príncipe Carlos de Inglaterra y escribió The Prince of Wales: A Biography (William Morrow & Co, 1994): "Lo que define a los príncipes y a los reyes, a todos, es el sentido del deber que les arraigan desde pequeños". Aplico esta premisa a Felipe de Borbón y pienso en el niño rubio al que su madre llevaba todos los días un poco más tarde al colegio para evitar la atención de todos al entrar. A él lo diseñan, cuál hombre biónico y por primera vez en la historia de España, para ser Rey. Se lo dan todo, pero el privilegio viene con una etiqueta -no hay otra opción- y con una tara, una familia desestructurada.

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Otro momento de la comida familiar de los Borbón Ortiz

Le dieron los mejores puestos en las monterías, le pagaron las copas, le presentaron a las chicas más guapas. Pero él siempre guardó cierta distancia. "Ni el más rápido ni el más simpático ni el que tiene que quedar por encima de todos. Un tipo sosegado al que, por supuesto, se le da todo hecho", según la descripción de alguien que compartió salidas y entradas. Pasan los años, y una tarde diciembre de 2001, el niño rubio- "era ideal, monísimo", recuerda una compañera de Los Rosales- aparece transformado en el comandante Esteban al que alguien encuentra perdido junto a una ventana.

-¿Cómo está?, pregunta el conocido.

-Mal, responde el Príncipe.

Después se queja y se duele de sus padres, de palacio, de los medios, de las fuerzas que han conducido a su ruptura con Eva Sannum, la modelo noruega de 26 años con la que quiso casarse. ¿Sentido del deber o resignación? ¿Lo dejó él o ella? Hay versiones oficiales, sólo él conoce la verdad.

No han pasado ni dos años de esta escena cuando el Príncipe se compromete con una periodista plebeya y divorciada, Letizia Ortiz. "Se enamoró mucho de ella, y sigue estándolo", afirma una persona que conoce bien el carácter a veces difícil de la reina consorte. Su paciencia y su "carácter pacífico" están detrás de una decisión que tomó de muy joven y que se acrecentó tras el drama de Sannum: casarse por amor y no por conveniencia dinástica como sus padres, Juan Carlos de Borbón y Sofía von Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, princesa de Grecia y Dinamarca.

Complementarios
De puertas para fuera, lo tiene fácil. En ese matrimonio, él es el bueno y ella la mala. El decide pero a ella se le atribuyen las decisiones más polémicas, como la sobreprotección de las hijas, el hermetismo informativo o la ruptura absoluta con la infanta Cristina. ¿Es esto así? Los que me informan son unánimes: "Ella puede llegar a ser muy pesada, pero el que tiene la última palabra, el que decide es él". Ella le da la seguridad que le falta, él le proporciona sosiego.

Este retrato de Felipe, el hombre, es sólo una aproximación. Nadie ha creído adecuada ni oportuna la idea de aprovechar su 50 cumpleaños para incluir en el vídeo distribuido por la Casa del Rey al hombre que juega al pádel, cena con sus hijas y bebe gin-tonics. Su prudencia natural se ve catapultada por un entorno envuelto en cierto halo de mala suerte. La historia de su corto reinado es una sucesión de crisis políticas, de viajes cancelados y de renuncias personales -su hermana, su gran amigo López Madrid-. Su cumpleaños, maldita suerte, coincide con con la sesión de investidura del endiablado problema catalán. Esta semana, Soraya Sáenz de Santamaría ha subrayado lo que ella cree es la principal característica del Rey: "La capacidad de sobreponerse a todo". ¿Qué más tendrán que soportar, el hombre y el Rey?

'El rey ante el Espejo', de Ana Romero (ed. La Esfera de los Libros), ya está a la venta.

http://www.elmundo.es/loc/casa-real/2018/01/27/5a6b5778e2704e50778b469d.html
 

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Todo mas ficticio que Fictizia, actriz de segunda. La casa es un horror, pretenciosa, fría, anodina, cuando no de mal gusto, como la pareja que vive allá, el vestibulo de entrada abajo las escaleras sin adornos y sombrío. Leonor parece tener cuatro años. Leti con sus consejos de etiqueta rocasolana, como lo de soplar la sopa caliente, está educando a la futura reina a lograr el ridículo. Todo un poco cutre.
 
El video es totalmente ficticio de principio a fin. El comedor parece improvisado, sobre todo viendo el resto del mobiliario, la mesa camilla improvisada al lado de la ventana...
No es el día a día normal, de una familia normal. La mayoría de los días no llevan a sus hijas al colegio ni lo hacen los dos juntos.
La comida familiar entiendo que es del sábado 13, no de un día de diario, que creo que las niñas comen en el colegio.
Las conversaciones con las niñas sobre deberes...falta espontaneidad...El no saber si tiene examen de "natu" ni la hora hace patente que ese día no había ningún examen y que la conversación fue improvisada totalmente. Creo que eran imagenes del 10 de enero, y no me creo que tuviese un examen el tercer día de volver de vacaciones de Navidad.
A Letizia no la veo natural, siempre está ahí dando indicaciones: dad un beso a vuestro padre...De modales no entiende: soplar la sopa, y marear la comida todo el rato con la cuchara.
Lo único creíble para mí es que las niñas adoran a Felipe, es el único punto donde veo espontaneidad. A Leti no me la creo dando el masajito, me parece más un acto propio de las niñas que enseguida que ella lo dice, saltan al cuello de su padre, y el reflejo de éste al decirles "cuidado con la chaqueta" me parece más que es algo que ocurre con el padre y sus hijas.
Veo a Leonor muy encariñada con Felipe, en la escena que van al colegio, baja las escaleras agarrada de la mano a él. No sabemos si cuando falleció Erika, que Leonor tenía un año y unos meses, si Felipe estaba muy pendiente de ella y eso fortaleció el vínculo entre ambos. Aparte de que al ser la heredera, ahí Letizia poco tiene que decir. Seguramente es Felipe quién le habla constantemente a su hija de lo que significará ser reina en el futuro.
 
Qué horror de video! Acaban de editarlo y no se vé a Leti desde el principio. Antes se veía perfectamente. Pregunta Felipe: Ummmmm....qué tenemos para comer...???....y Leti, con un tono de niña de 2 años y boca de pato...contesta: Soopita de no sé qué !!! Está fatal, en serio. Luego a su hija Leonor...la llama Sofía, cuando se quema...y después la llama Leonor....:whistle:
 
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