17 de enero, miércoles. Un anticiclón nos acompaña, Madrid.
Hola pistach@s. No pensaba contaros mis avances semanales hasta el viernes que viene. No, no quería hacerlo porque luego os acostumbráis a mi compañía y parece que tengo que estar ahí, saludando, escribiendo, para que no os sintáis solos y vacíos, lo que viene a ser unas piltrafillas.
Y eso me llena, pero también ¡me cansa! ¡Me cansa mucho! Yo no he venido a esta vida para cansarme. Aún así como os quiero, y sobre todo porque me lo pedís mucho, no por escrito, pero lo siento en mi palpitar desde la distancia, he decidido contaros algunos avances y curiosidades de esta semana ¡De nada, he nacido para hacer el bien social!
Sigo en el Piñopolitan. Me va genial, en el tiempo que antes me sacaba tres selfies, ahora me saco seis. Y los planos picados casi no me dan agujetas. Así que tengo ya un colchón de fotos inmenso, para lo que surja.
Me siento muy motivada y he decidido que me vendría bien, ahora que me levanto pronto, volver a trabajar, pero en un trabajo de los de verdad, de esos que no tienes tiempo para nada pero te llenan como ser humano, como ISA SA. Sí, así que el otro día tras ir a Piñopolitan, volví a casa, saqué las tostadas que hice la semana pasada, que las tenía bajo el jarrón de porcelana china del Hiper Asia. ¿No os he hablado de él? Me lo regaló mi gallito de corral, porque dijo que sus sutiles formas le recordaban a cuando revoloteo alrededor de él . (Le comooo la caraaa ) Bueno, pues saqué la tostada de debajo, que salen muy buenas para impedir que se te ralle la madera, y le dí un golpe de calor. He dicho que iba a comer rico como ISA, y soy una mujer de palabra.
¿Qué pasa? Que con tantos "recados" no me da tiempo a nada, que si el gimnasio, la ducha, los desayunos "ricos", se me va el día y no me entero. Me sonó el teléfono, y a pesar de que mi jefe está muy benévolo gracias a la intervención de @Gracieta días atrás, me preguntó que dónde estaba, que eran las 11 de la mañana y no me veía por la oficina... Bueno, me recorrió un escalofrío ¿las 11 de la mañana? Ya no me daba tiempo al caldo con picatostes.... Él seguía hablando de algo de responsabilidades y compromiso, palabras poco familiares en mi vida últimamente, así que dije lo primero que se me ocurrió, que había salido un momento y estaba en la primera planta hablando con "compras". No me creyó...
No me creyó, me preguntó varias veces ¿seguro? ¿seguro? Y yo mentí piadosamente, no quiero que le suba la tensión, es un hombre ya de esos que hacen sobremesas. Me sorprendió diciéndome que le mandara una foto por whatsapp que confirmara mi presencia. Uauuu, me encanta que me pidan fotos, me volví loca de la emoción. Como voy al Piñopolitan tengo fotos a tutiplen. Salgo monísima, con mis brillos y mi Canal de la Mancha en primer plano. Puedo pasarme horas haciéndome fotos y mirándolas, a veces lo hago mientras nos dan cursillos de formación en la empresa, con el bla bla bla de los ponentes voy pasando mis fotos y "orgasmando" (va por ti @Gracieta) al verme. Así que cogí en la que me vi mejor, pensé que con esa, quizá, hasta me subían el sueldo. Y le dí a enviar... ¡Ante todo soy una mujer de recursos!
Algo raro pasó, recibí tres puntos suspensivos y luego una cara de esas rojas. Cierto que igual no estaba sonriendo en la foto, pero salía muy mona. No entendía qué podía estar pasando. Y esperé un rato. Lo malo es que él también esperó. Ese silencio incómodo era insoportable.
Así que como mujer capaz de hacer las cosas SOLA SOLA SOLA cogí el toro por los cuernos y le dije... ¿Si quieres te envío otra?
Me contestó que si estaba vacilándole, que si le tomaba por tonto... Y le jure y perjuré que estaba en la oficina mientras me iba calzando y abrochando el abrigo por la calle dirección al Metro. Pero él me decía que iba vestida de gimnasio, que estaba todo oscuro, que había espejos y máquinas... Eso me costó un poco más justificarlo. ¿Cómo no me había dado cuenta? Igual si hubiera enviado la de Ibiza que tenía luz natural y era en exteriores, con un tono, así, azul mar, muy habitual en Madrid, habría colado... Jamás pensé que se fijaría en el fondo estando yo en primer plano tan divina. ¿Qué tipo de persona es mi jefe? ¿Un extraterrestre? Un triste desde luego, cualquier hombre y mujer, de bien, se habría fijado en las sutiles formas de mi cuerpo y la geografía de mis canales, a la par que mi pizpireta mirada...
Muy mal rato pistach@s, muy mal rato pasé. ¿Me pregunto yo para que me sirve tener tanta foto en el Piñopolitan si ahora resulta que para justificar que has estado en un sitio, si subes foto, tiene que ser en el lugar? Con la cara que tengo, que es para ponerme tres pisos, un cachopo y dos Chewkakas, que vale un potosí y se me fijan en si está oscuro, si hay hojas o está el mar. ¡Cómo están las cabezas!...
GO GO GO...
Hola pistach@s. No pensaba contaros mis avances semanales hasta el viernes que viene. No, no quería hacerlo porque luego os acostumbráis a mi compañía y parece que tengo que estar ahí, saludando, escribiendo, para que no os sintáis solos y vacíos, lo que viene a ser unas piltrafillas.
Y eso me llena, pero también ¡me cansa! ¡Me cansa mucho! Yo no he venido a esta vida para cansarme. Aún así como os quiero, y sobre todo porque me lo pedís mucho, no por escrito, pero lo siento en mi palpitar desde la distancia, he decidido contaros algunos avances y curiosidades de esta semana ¡De nada, he nacido para hacer el bien social!
Sigo en el Piñopolitan. Me va genial, en el tiempo que antes me sacaba tres selfies, ahora me saco seis. Y los planos picados casi no me dan agujetas. Así que tengo ya un colchón de fotos inmenso, para lo que surja.
Me siento muy motivada y he decidido que me vendría bien, ahora que me levanto pronto, volver a trabajar, pero en un trabajo de los de verdad, de esos que no tienes tiempo para nada pero te llenan como ser humano, como ISA SA. Sí, así que el otro día tras ir a Piñopolitan, volví a casa, saqué las tostadas que hice la semana pasada, que las tenía bajo el jarrón de porcelana china del Hiper Asia. ¿No os he hablado de él? Me lo regaló mi gallito de corral, porque dijo que sus sutiles formas le recordaban a cuando revoloteo alrededor de él . (Le comooo la caraaa ) Bueno, pues saqué la tostada de debajo, que salen muy buenas para impedir que se te ralle la madera, y le dí un golpe de calor. He dicho que iba a comer rico como ISA, y soy una mujer de palabra.
¿Qué pasa? Que con tantos "recados" no me da tiempo a nada, que si el gimnasio, la ducha, los desayunos "ricos", se me va el día y no me entero. Me sonó el teléfono, y a pesar de que mi jefe está muy benévolo gracias a la intervención de @Gracieta días atrás, me preguntó que dónde estaba, que eran las 11 de la mañana y no me veía por la oficina... Bueno, me recorrió un escalofrío ¿las 11 de la mañana? Ya no me daba tiempo al caldo con picatostes.... Él seguía hablando de algo de responsabilidades y compromiso, palabras poco familiares en mi vida últimamente, así que dije lo primero que se me ocurrió, que había salido un momento y estaba en la primera planta hablando con "compras". No me creyó...
No me creyó, me preguntó varias veces ¿seguro? ¿seguro? Y yo mentí piadosamente, no quiero que le suba la tensión, es un hombre ya de esos que hacen sobremesas. Me sorprendió diciéndome que le mandara una foto por whatsapp que confirmara mi presencia. Uauuu, me encanta que me pidan fotos, me volví loca de la emoción. Como voy al Piñopolitan tengo fotos a tutiplen. Salgo monísima, con mis brillos y mi Canal de la Mancha en primer plano. Puedo pasarme horas haciéndome fotos y mirándolas, a veces lo hago mientras nos dan cursillos de formación en la empresa, con el bla bla bla de los ponentes voy pasando mis fotos y "orgasmando" (va por ti @Gracieta) al verme. Así que cogí en la que me vi mejor, pensé que con esa, quizá, hasta me subían el sueldo. Y le dí a enviar... ¡Ante todo soy una mujer de recursos!
Algo raro pasó, recibí tres puntos suspensivos y luego una cara de esas rojas. Cierto que igual no estaba sonriendo en la foto, pero salía muy mona. No entendía qué podía estar pasando. Y esperé un rato. Lo malo es que él también esperó. Ese silencio incómodo era insoportable.
Así que como mujer capaz de hacer las cosas SOLA SOLA SOLA cogí el toro por los cuernos y le dije... ¿Si quieres te envío otra?
Me contestó que si estaba vacilándole, que si le tomaba por tonto... Y le jure y perjuré que estaba en la oficina mientras me iba calzando y abrochando el abrigo por la calle dirección al Metro. Pero él me decía que iba vestida de gimnasio, que estaba todo oscuro, que había espejos y máquinas... Eso me costó un poco más justificarlo. ¿Cómo no me había dado cuenta? Igual si hubiera enviado la de Ibiza que tenía luz natural y era en exteriores, con un tono, así, azul mar, muy habitual en Madrid, habría colado... Jamás pensé que se fijaría en el fondo estando yo en primer plano tan divina. ¿Qué tipo de persona es mi jefe? ¿Un extraterrestre? Un triste desde luego, cualquier hombre y mujer, de bien, se habría fijado en las sutiles formas de mi cuerpo y la geografía de mis canales, a la par que mi pizpireta mirada...
Muy mal rato pistach@s, muy mal rato pasé. ¿Me pregunto yo para que me sirve tener tanta foto en el Piñopolitan si ahora resulta que para justificar que has estado en un sitio, si subes foto, tiene que ser en el lugar? Con la cara que tengo, que es para ponerme tres pisos, un cachopo y dos Chewkakas, que vale un potosí y se me fijan en si está oscuro, si hay hojas o está el mar. ¡Cómo están las cabezas!...
GO GO GO...