Funerales del príncipe Richard zu Sayn-Wittgenstein, esposo de la Princesa Benedikte de Dinamarca.

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Pues a mi me ha dado la impresión de ser franco y de que le gustaba burlarse de todos. Debía tener un sentido del humor bastante particular....
Por eso digo que hay que conocer contexto situacional y personalidad del declarante. Además, que usara la acidez cuando hablaba o que fuera mordaz no implica que necesariamente alguien sea mala persona. En fin, nadie sabe si era excelente o malísimo pero ciertas apreciaciones me parecen un poco fuera de lugar en el medio de un entierro.
 
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