Judaísmo

No sé, además, si esa zona tiene riesgo sísmico. Pero, por lo que veo, no sólo es que hayan construido malamente a toda prisa en un momento concreto de necesidad, sino que hacen chapuzas como construirse una habitación más de un piso sacando una terraza cubierta a la calle y poniendo unos pilares para sujetarla. No encuentro ahora una foto de ello, pero lo he visto.
Encontré un mapa en el que se detallan las zonas con riesgo sísmico de Israel (por ejemplo, Haifa): https://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-5305088,00.html

Y aquí una noticia de 2001 en la que se dice que por lo que pasó en el derrumbe del salón Versalles, decidieron tiran otro salón de bodas parecido en Haifa. Vamos, que en esa ciudad también construyeron edificios con el método Pal-Kal, a pesar del riesgo sísmico: https://www.jta.org/2001/05/30/lifestyle/wedding-hall-disaster-sparks-inquiry

¿Lo de la terraza es reciente? Yo creía eso mismo, que el problema era que construyeron muy rápido en la época de la inmigración masiva por necesidad y que habían preferido usar técnicas como el método Pal-Kal para ahorrar dinero, a pesar del riesgo... Y que derrumbar/arreglar todos los edificios declarados inseguros requeriría un dinero que no tienen/prefieren gastar en otras cosas. Pero ya veo que 22 años después del derrumbe del salón Versalles, siguen con ese caos en las leyes de construcción...

Y sí, a mí también me sorprende mucho este aspecto caótico de los israelíes, con lo eficientes que son para otras cosas.
 
Encontré un mapa en el que se detallan las zonas con riesgo sísmico de Israel (por ejemplo, Haifa): https://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-5305088,00.html

Y aquí una noticia de 2001 en la que se dice que por lo que pasó en el derrumbe del salón Versalles, decidieron tiran otro salón de bodas parecido en Haifa. Vamos, que en esa ciudad también construyeron edificios con el método Pal-Kal, a pesar del riesgo sísmico: https://www.jta.org/2001/05/30/lifestyle/wedding-hall-disaster-sparks-inquiry

¿Lo de la terraza es reciente? Yo creía eso mismo, que el problema era que construyeron muy rápido en la época de la inmigración masiva por necesidad y que habían preferido usar técnicas como el método Pal-Kal para ahorrar dinero, a pesar del riesgo... Y que derrumbar/arreglar todos los edificios declarados inseguros requeriría un dinero que no tienen/prefieren gastar en otras cosas. Pero ya veo que 22 años después del derrumbe del salón Versalles, siguen con ese caos en las leyes de construcción...

Y sí, a mí también me sorprende mucho este aspecto caótico de los israelíes, con lo eficientes que son para otras cosas.
En este vídeo, en el minuto 4:05, se ve un anexo que han construido fuera del bloque de pisos con pilares para sujetarlo. A eso me refería con lo de la terraza.

Hay una fiesta judía (la fiesta de las cabañas, creo que se trata), en la que construyen cabañas en las terrazas para vivir ahí para recordar su destierro por el desierto. Pero creo que este anexo es permanente, tiene pinta de que se han pillado una habitación más.



Me da la impresión de que son muy creativos y muy buenos en los negocios y la innovación, posiblemente debido al alto CI que tienen muchos de ellos, pero en los eventos, salvo cuando es algo muy religioso, me parecen caóticos, y también en las calles. En trabajo dicen que son muy serios y competentes.

Curiosamente, los sombreros que llevan los ultraortodoxos jasídicos se fabrican en Sevilla y los dueños de la fábrica dicen que los mayoristas judíos que los compran negocian mucho el precio, pero luego pagan bien y a tiempo, que son muy serios como clientes.
 
En este vídeo, en el minuto 4:05, se ve un anexo que han construido fuera del bloque de pisos con pilares para sujetarlo. A eso me refería con lo de la terraza.

Hay una fiesta judía (la fiesta de las cabañas, creo que se trata), en la que construyen cabañas en las terrazas para vivir ahí para recordar su destierro por el desierto. Pero creo que este anexo es permanente, tiene pinta de que se han pillado una habitación más.
Acabo de ver el anexo. Madre mía, eso no parece seguro en absoluto. Mismamente, una de las razones del derrumbe del salón Versalles fue cerrar una zona que originalmente iba a ser parte del tejado y convertirla en una habitación más, a pesar de que el suelo, al haber sido diseñado como un tejado, no estaba preparado para carga viva. Y esa parte fue precisamente donde estaban celebrando la boda en 2001 - se derrumbó el suelo con todos los invitados encima.

Y eso es solamente la punta del iceberg con las negligencias que hubo en el caso del salón Versalles - unos días antes, hubo una boda en el mismo sitio que luego se derrumbó, y los invitados avisaron a los dueños del edificio de que el suelo se estaba hundiendo... A los propietarios no se les ocurrió otra cosa que intentar solucionarlo con empaste y relleno adicional, aumentando aún más la carga sobre la estructura.

¿Será que tienen una legislación muy laxa con respecto a este tema?
 
Acabo de ver el anexo. Madre mía, eso no parece seguro en absoluto. Mismamente, una de las razones del derrumbe del salón Versalles fue cerrar una zona que originalmente iba a ser parte del tejado y convertirla en una habitación más, a pesar de que el suelo, al haber sido diseñado como un tejado, no estaba preparado para carga viva. Y esa parte fue precisamente donde estaban celebrando la boda en 2001 - se derrumbó el suelo con todos los invitados encima.

Y eso es solamente la punta del iceberg con las negligencias que hubo en el caso del salón Versalles - unos días antes, hubo una boda en el mismo sitio que luego se derrumbó, y los invitados avisaron a los dueños del edificio de que el suelo se estaba hundiendo... A los propietarios no se les ocurrió otra cosa que intentar solucionarlo con empaste y relleno adicional, aumentando aún más la carga sobre la estructura.

¿Será que tienen una legislación muy laxa con respecto a este tema?
Es un barrio ultraortodoxo y creo que ahí lo dejan en manos del Creador si se cae o no. No creo que sea así en Tel Aviv o zonas en donde no se confía en los milagros.
 
Es un barrio ultraortodoxo y creo que ahí lo dejan en manos del Creador si se cae o no. No creo que sea así en Tel Aviv o zonas en donde no se confía en los milagros.
Jajaja sí y no, la legislación actual es bastante estricta para las construcciones, también hay un montón de subvenciones para construcciones más segura, pero, estos barrios casi que son un propios país, con su propio "gobierno" y normas, básicamente hacen lo que quieren en éstas cuestiones, como el ejemplo que pusiste antes de las galerías, aveces la hacen de un día para otro o en una noche incluso, para no tener que pasar inspecciones, son muy cabezotas en ese sentido.
 
Es un barrio ultraortodoxo y creo que ahí lo dejan en manos del Creador si se cae o no. No creo que sea así en Tel Aviv o zonas en donde no se confía en los milagros.
Lo del salón de bodas Versalles fue en un barrio de Jerusalén (Talpiot), pero claro, ya pasaron veintidós años. Supongo que ahora serán más estrictos con las leyes de construcción...
 
A mí, ver vídeos religiosos me produce el efecto contrario al buscado: me hago más atea.

Todo esto, respetando la religión como algo, que no llevado a los extremos, es beneficioso porque da paz, un sentido a la vida, y tiene un código moral de comportamiento que, en muchos casos, sirve para convivir en sociedad y preservar la supervivencia de la tribu o comunidad. Por eso, la religión, aunque está dedicada al individuo, no es individualista porque prevalece el interés de la comunidad siempre.

Pero, como individualista, tengo difícil eso de sacrificar mi vida en interés de la comunidad sin, tan siquiera, hacerme preguntas. Por eso, yo no podría llevar una vida religiosa. Aunque me gusta mucho la música sacra: la clásica, y ahora que voy descubriendo, la judía.

Y es eso de estar disfrutando de música religiosa, siendo cada vez más atea, lo que debe parecer una blasfemia o algo. El mensaje me llega, pero pasa por mi y se lo lleva el viento, sólo me quedo con la melodía.

Doy gracias a Dios, No Dios, o lo que sea que Es o No Es (que yo tampoco doy pa tanto como para decidir si existe o no), por haber podido vivir, quizás los mejores años que se han vivido en la historia, con una época de apertura en los 80, fiesta y diversión en los 90, vida estable en las 2 primeras décadas de los 2000. Porque antes, aunque hubo momentos buenos, la vida era mucho más dura... Y después...

Las cosas están mal. Incertidumbre, guerra, cada vez más mala educación y una arrogancia sin conocimientos no sólo de las nuevas generaciones, sino de gente que se supone estudió con libros, no con tabletas, y que se ha apuntado a la cultura del click.

Realmente, no sé si educarse con libros, como fue mi caso, es una buena idea. Porque esos libros daban unas pautas morales caballerescas que son muy distintas de la vida. Tampoco parece una buena idea educarse con la prensa, porque lo que leíamos en los 90 no es lo mismo que se lee ahora. Había una ilusión por crear una clase media, por cambiar las cosas para mejor. Ahora lo que se lleva es prohibir por nuestro bien, mentir por nuestro bien, empobrecernos por nuestro bien, que nos traguemos toda la delincuencia y violencia que nos metan forzadamente de la forma más chachi.

En los años 80 se hablaba de la hipocresía de la Iglesia, de la gente religiosa que decía una cosa y hacía otra, pero ahora se ha rizado el rizo de la hipocresía que denuncia la hipocresía de otros de la forma más hipócrita posible. Y viendo por donde van los políticos me temo que muchos problemas de ahora, que en lugar de solucionarse se están agudizando, van a acabar en violencia. En ese sentido, los judíos a los que la violencia no les pilla de sorpresa dada su terrible historia, tienen ahora una ventaja, y es que no se andan con tonterías a la hora de defenderse. Vemos Israel como un lugar violento, en guerra permanente, pero quizás en 20 años sea más seguro vivir allí que aquí.

Y no, para eso no estoy preparada.

Mientras tanto, en ratos que me lo pueda permitir, aunque cada vez creo menos, quiero disfrutar de esta belleza.

 
Última edición:
Pero, como individualista, tengo difícil eso de sacrificar mi vida en interés de la comunidad sin, tan siquiera, hacerme preguntas. Por eso, yo no podría llevar una vida religiosa.
Aunque me llaman mucho la atención las religiones, yo no soy capaz de adherirme a los preceptos de una de ellas precisamente por eso. Si, por ejemplo, me gustan ciertos aspectos del budismo, no quiero tener que seguir otras directrices que no me agradan, solamente para poder vivir de manera religiosa.

Efectivamente, las religiones traen consigo muchos beneficios: encontrarle un sentido a la vida, una respuesta a la eterna pregunta de la existencia tras la muerte, un sentimiento de comunidad, unión en la familia si llevan siguiendo esa religión desde hace varias generaciones... Pero no soy capaz de encontrar nada que me convenza del todo, o lo suficiente como para aceptar según qué directrices que puedan limitarme en mi vida personal.
Realmente, no sé si educarse con libros, como fue mi caso, es una buena idea. Porque esos libros daban unas pautas morales caballerescas que son muy distintas de la vida. Tampoco parece una buena idea educarse con la prensa, porque lo que leíamos en los 90 no es lo mismo que se lee ahora. Había una ilusión por crear una clase media, por cambiar las cosas para mejor. Ahora lo que se lleva es prohibir por nuestro bien, mentir por nuestro bien, empobrecernos por nuestro bien, que nos traguemos toda la delincuencia y violencia que nos metan forzadamente de la forma más chachi.
Al final, supongo que todo recae en los propios individuos. Le eduquen con libros o con ordenadores, es responsabilidad de cada uno informarse bien, contrastar los datos, y desarrollar un sentido crítico - es decir, aprender a interpretar esa información con la que le están intentando educar. Creo que si alguien es zafio, lo será sin importar con qué se haya criado.
En los años 80 se hablaba de la hipocresía de la Iglesia, de la gente religiosa que decía una cosa y hacía otra, pero ahora se ha rizado el rizo de la hipocresía que denuncia la hipocresía de otros de la forma más hipócrita posible. Y viendo por donde van los políticos me temo que muchos problemas de ahora, que en lugar de solucionarse se están agudizando, van a acabar en violencia. En ese sentido, los judíos a los que la violencia no les pilla de sorpresa dada su terrible historia, tienen ahora una ventaja, y es que no se andan con tonterías a la hora de defenderse. Vemos Israel como un lugar violento, en guerra permanente, pero quizás en 20 años sea más seguro vivir allí que aquí.

Y no, para eso no estoy preparada.
Desde que se anunció lo de Ucrania en febrero de 2022, pienso mucho en todas esas personas que se vieron envueltas en un conflicto bélico en algún punto de sus vidas: Yugoslavia, por ejemplo. Una semana antes estás con tu rutina diaria y, de repente, te arrastran a un conflicto a que arriesgues tu vida para el beneficio de los de siempre. O te quieren echar de tu barrio en Sarajevo por ser serbio, cuando estuviste viviendo con esos bosníacos durante décadas; pero ya no te ven como a su vecino, sino como un enemigo.

También recuerdo una entrevista de la BBC con un sacerdote ortodoxo serbio que había decidido ir a la guerra por el asunto de Kosovo. Decía que "si no combatimos, dentro de diez años no viviremos en estas tierras. Yo voy a coger un rifle para que mis nietos no tengan que hacerlo." Y a pesar de la sangre derramada en el conflicto, ciertos países de los Balcanes siguen siendo lugares bastante conflictivos, especialmente Bosnia. Parece que una vez se planta la semilla del conflicto, es extremadamente difícil eliminarla - por lo menos, a medio plazo.

Yo también veo a la sociedad occidental extrañamente crispada, dividida. Cansada de que intenten enfrentarnos y de que las cosas no hagan más que empeorar. Por otro lado, hay muchas personas que se creen religiosamente la propaganda actual y no hacen más que señalar a los demás con excusas que cada vez son más absurdas, mientras los problemas reales reciben poca atención.
 
Aunque me llaman mucho la atención las religiones, yo no soy capaz de adherirme a los preceptos de una de ellas precisamente por eso. Si, por ejemplo, me gustan ciertos aspectos del budismo, no quiero tener que seguir otras directrices que no me agradan, solamente para poder vivir de manera religiosa.

Efectivamente, las religiones traen consigo muchos beneficios: encontrarle un sentido a la vida, una respuesta a la eterna pregunta de la existencia tras la muerte, un sentimiento de comunidad, unión en la familia si llevan siguiendo esa religión desde hace varias generaciones... Pero no soy capaz de encontrar nada que me convenza del todo, o lo suficiente como para aceptar según qué directrices que puedan limitarme en mi vida personal.

Al final, supongo que todo recae en los propios individuos. Le eduquen con libros o con ordenadores, es responsabilidad de cada uno informarse bien, contrastar los datos, y desarrollar un sentido crítico - es decir, aprender a interpretar esa información con la que le están intentando educar. Creo que si alguien es zafio, lo será sin importar con qué se haya criado.

Desde que se anunció lo de Ucrania en febrero de 2022, pienso mucho en todas esas personas que se vieron envueltas en un conflicto bélico en algún punto de sus vidas: Yugoslavia, por ejemplo. Una semana antes estás con tu rutina diaria y, de repente, te arrastran a un conflicto a que arriesgues tu vida para el beneficio de los de siempre. O te quieren echar de tu barrio en Sarajevo por ser serbio, cuando estuviste viviendo con esos bosníacos durante décadas; pero ya no te ven como a su vecino, sino como un enemigo.

También recuerdo una entrevista de la BBC con un sacerdote ortodoxo serbio que había decidido ir a la guerra por el asunto de Kosovo. Decía que "si no combatimos, dentro de diez años no viviremos en estas tierras. Yo voy a coger un rifle para que mis nietos no tengan que hacerlo." Y a pesar de la sangre derramada en el conflicto, ciertos países de los Balcanes siguen siendo lugares bastante conflictivos, especialmente Bosnia. Parece que una vez se planta la semilla del conflicto, es extremadamente difícil eliminarla - por lo menos, a medio plazo.

Yo también veo a la sociedad occidental extrañamente crispada, dividida. Cansada de que intenten enfrentarnos y de que las cosas no hagan más que empeorar. Por otro lado, hay muchas personas que se creen religiosamente la propaganda actual y no hacen más que señalar a los demás con excusas que cada vez son más absurdas, mientras los problemas reales reciben poca atención.

Mañana te contesto, que a estas horas ya estoy medio frita.
 
Eso que comentas lo veo en internet, sobre todo en gente conspiracionista. Pero es fruto de los tiempos convulsos que se viven, en los que hay decisiones que no se entienden y se ha frivolizado el conocimiento demasiado, de forma que por ver un vídeo muchas personas piensan que conocen un conflicto en profundidad. Como, además, se dan muchas visiones sesgadas, es más fácil dejarse llevar por la visión sesgada que más te guste sin ir a plantearse algo más allá.
El negacionismo del Holocausto, por desgracia, es una realidad en los temas de conspiraciones. A mi esos temas me apasionan pero jamás estaré de acuerdo (ni comulgo con esa afirmación) con quienes proclaman que el Holocausto no existió, que no sufrieron tanto los judíos, que exageraron, que se aprovecharon de la culpa, etc.
Sufrieron horrores, les hacían cosas indecibles, abominables, monstruosas, tantos perdieron a toda su familia, sus amigos, el mundo como lo conocían.
Miles vieron cómo su gente, su familia eran asesinados con indiferencia como si no fueran personas, como si fueran bichos inmundos...
La maldad en estado puro la sufrieron en carne propia, algunos sobrevivieron y cuentan con pesar que quizá no se lo merecían, que había muchos otros mejores que ellos que no resistieron y fallecieron en los campos, en los ghettos. A mi estos temas me superan, he leído muchas obras de supervivientes y estudiosos del tema, he conocido en persona a algunos, he escuchado su testimonio, las fotos de las atrocidades pero también las fotografías de la vida que se marchó para no volver, los retratos de la cotidianidad, uffff, se te hace un hueco en el corazón...
Por eso jamás comprenderé cómo existe una corriente dentro de las conspiraciones que sostiene que nada de eso fue cierto, que lo planearon ellos mismos.
Claro, vas a colaborar con un montaje y obligarás a tu bisabuelo a comerse sus propias heces en público y azotarás contra la pared a un bebé de 7 meses.
Perdón por la crudeza, primas, pero es inmoral e inhumano pensar que ellos mismos lo orquestaron y participaron gustosos.
 
El negacionismo del Holocausto, por desgracia, es una realidad en los temas de conspiraciones. A mi esos temas me apasionan pero jamás estaré de acuerdo (ni comulgo con esa afirmación) con quienes proclaman que el Holocausto no existió, que no sufrieron tanto los judíos, que exageraron, que se aprovecharon de la culpa, etc.
Sufrieron horrores, les hacían cosas indecibles, abominables, monstruosas, tantos perdieron a toda su familia, sus amigos, el mundo como lo conocían.
Miles vieron cómo su gente, su familia eran asesinados con indiferencia como si no fueran personas, como si fueran bichos inmundos...
La maldad en estado puro la sufrieron en carne propia, algunos sobrevivieron y cuentan con pesar que quizá no se lo merecían, que había muchos otros mejores que ellos que no resistieron y fallecieron en los campos, en los ghettos. A mi estos temas me superan, he leído muchas obras de supervivientes y estudiosos del tema, he conocido en persona a algunos, he escuchado su testimonio, las fotos de las atrocidades pero también las fotografías de la vida que se marchó para no volver, los retratos de la cotidianidad, uffff, se te hace un hueco en el corazón...
Por eso jamás comprenderé cómo existe una corriente dentro de las conspiraciones que sostiene que nada de eso fue cierto, que lo planearon ellos mismos.
Claro, vas a colaborar con un montaje y obligarás a tu bisabuelo a comerse sus propias heces en público y azotarás contra la pared a un bebé de 7 meses.
Perdón por la crudeza, primas, pero es inmoral e inhumano pensar que ellos mismos lo orquestaron y participaron gustosos.
Sobre eso del negacionismo hay una película basada en hechos reales que se llama "Denial" (me imagino que "Negación" en castellano, pero ya sabéis cómo va a veces lo de la traducción de títulos). La protagonista es Rachel Weisz (que es judía, por cierto) y es una maravilla. De mis preferidas, y súper informativa y bien documentada.
 
Aunque me llaman mucho la atención las religiones, yo no soy capaz de adherirme a los preceptos de una de ellas precisamente por eso. Si, por ejemplo, me gustan ciertos aspectos del budismo, no quiero tener que seguir otras directrices que no me agradan, solamente para poder vivir de manera religiosa.

Efectivamente, las religiones traen consigo muchos beneficios: encontrarle un sentido a la vida, una respuesta a la eterna pregunta de la existencia tras la muerte, un sentimiento de comunidad, unión en la familia si llevan siguiendo esa religión desde hace varias generaciones... Pero no soy capaz de encontrar nada que me convenza del todo, o lo suficiente como para aceptar según qué directrices que puedan limitarme en mi vida personal.

Al final, supongo que todo recae en los propios individuos. Le eduquen con libros o con ordenadores, es responsabilidad de cada uno informarse bien, contrastar los datos, y desarrollar un sentido crítico - es decir, aprender a interpretar esa información con la que le están intentando educar. Creo que si alguien es zafio, lo será sin importar con qué se haya criado.

Desde que se anunció lo de Ucrania en febrero de 2022, pienso mucho en todas esas personas que se vieron envueltas en un conflicto bélico en algún punto de sus vidas: Yugoslavia, por ejemplo. Una semana antes estás con tu rutina diaria y, de repente, te arrastran a un conflicto a que arriesgues tu vida para el beneficio de los de siempre. O te quieren echar de tu barrio en Sarajevo por ser serbio, cuando estuviste viviendo con esos bosníacos durante décadas; pero ya no te ven como a su vecino, sino como un enemigo.

También recuerdo una entrevista de la BBC con un sacerdote ortodoxo serbio que había decidido ir a la guerra por el asunto de Kosovo. Decía que "si no combatimos, dentro de diez años no viviremos en estas tierras. Yo voy a coger un rifle para que mis nietos no tengan que hacerlo." Y a pesar de la sangre derramada en el conflicto, ciertos países de los Balcanes siguen siendo lugares bastante conflictivos, especialmente Bosnia. Parece que una vez se planta la semilla del conflicto, es extremadamente difícil eliminarla - por lo menos, a medio plazo.

Yo también veo a la sociedad occidental extrañamente crispada, dividida. Cansada de que intenten enfrentarnos y de que las cosas no hagan más que empeorar. Por otro lado, hay muchas personas que se creen religiosamente la propaganda actual y no hacen más que señalar a los demás con excusas que cada vez son más absurdas, mientras los problemas reales reciben poca atención.

El budismo lo conocí muy joven, por un miembro de mi familia, pero fue un conocimiento superficial. Algunos años después llegué a la conclusión de que no me convencía nada porque lo vi muy contrario a lo que yo soy. No el tema de la reencarnación, que puede estar muy bien. La supresión del deseo, el conformismo con el karma que te tienes que aguantar son muy contrarios a mi forma de pensar. Tiendo más a pensar en la teoría de la evolución y como somos animales a los que nos acaba saliendo el instinto. En ese sentido, creo que las ideologías y las religiones, con sus reglas morales (muchas veces incumplibles) tienden más a reprimir al ser humano -también es cierto que más que el ser humano les preocupa la continuación de la comunidad- que a entenderlo y a ayudarlo a ser más real y menos hipócrita. Ante semejantes reglas éticas y morales la hipocresía está servida.

En ese sentido, prefiero malo conocido que bueno por conocer. El catolicismo tiene un oscuro pasado y reglas incumplibles (sólo para los santos), con lo que la hipocresía está servida. Pero yo no me creo los dogmas de fe ni tampoco las reglas, la mayoría de las cuales no voy a cumplir. Sin embargo, voy a una iglesia y por su construcción, sus obras de arte, su órgano, su liturgia, sé que hay mucho de sagrado. Porque muchas personas que rezan allí, en el momento de rezar creen, (después a saber lo que hacen), porque los arquitectos las construyeron con el mayor cuidado y amor a lo sagrado, porque las obras de arte fueron una inspiración de los cielos, porque la música sacra es divina. Lo que lo hace sagrado es que hubo y hay gente que lo construye, cuida, que cree, que lo mima con devoción, que le da otra dimensión: es la gente.

Cierto que eso ocurre en templos de otras religiones, bellísimos, llenos de emoción, también sagrados, porque la devoción humana es igual en todas partes, pero lo que yo "domino" es mi cultura, mi territorio. Somos animales territoriales y las raíces tienen una gran importancia.

Hace años, en una salida con el cole de mi hija al magnifico museo de Bellas Artes de Bruselas (no tan conocido, pero con unas obras impresionantes), les enseñaron a los niños la perspectiva y el uso de la luz en la pintura. Para ello usaron obras de arte del siglo XVII, que evidentemente, son religiosas. Cuadros magníficos. Pues un crío de 8 años se negó a hacer un dibujo (se le pedían 4 líneas, la perspectiva) porque él no era religioso, su familia era atea y se negaba a dibujar algo religioso. Y el padre, que venía conmigo me dijo todo ufano: "A él le gusta el arte contemporáneo".

El niño, a día de hoy, es un arrogante al que no me atrevo a calificar de gilipuertas porque no sé si se siente una puerta en su interior. El caso es que lo enseñaron bien a limitarlo, pero de la forma más guays.

Sí, lo de Serbia fue espantoso. Aunque, de forma menos violenta, también ocurrió algo parecido en la URSS, cuando la gente, acostumbrada a un sistema que no funcionaba bien, pero se mantenía en la inercia, se vio, de repente, en el abismo de los 90. Tanta gente que, como pudo, tuvo que emigrar o intentar adaptarse a un sistema y una vida completamente distinta y llena de problemas que antes no conocían. Ese cambio, cuando te pilla ya más mayor, no es algo a lo que puedes hacerle frente, sobre todo, si estás acostumbrada a vivir relativamente bien, con estabilidad.
 
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