12 millones de los que, además, tuvo que repartir una parte con Doña Sofía, la princesa Irene y su tía, la princesa Catalina que vivía exiliada en Londres. Aunque Doña Sofía renunció a su parte en favor de sus hermanos y su tía.El gobierno griego solo le dio 12 millones de euros, tampoco tanto para el tren de vida de esta gente.