Hace aproximadamente unos 7 años.
Yo trabajaba de coordinadora en un Spa de un hotel en el que Su Majestad Melendi se hospedaba. A Su Majestad se le puso en punta que cerráramos la zona termal para su propio uso exclusivo. Sin reserva, sin aproximación de hora... a partir de cuando se le pusiera en punta hasta cuando a Su Majestad se le pusiera en cóncava.
La menda tuvo que doblar turno, se quedó sin comer por decisión de otra cojonud* realeza que por entonces era directivo del hotel... para... por si acaso venía la escoria de Su Majestad Melendi.
No habrá día en el que no me haga caca en La Real Majestuosa persona de caca de Melendi que me dejó sin comer, sin descansar y esperándole hasta la hora de cierre a las 9 y media de la noche sin pisar por allí y sin avisar.
Le vi al día siguiente, efectuando su Majestuosa, Presuntuosa y Soberbia salida del hotel. Allá hagas caca por tu boquita algún día, Alteza Ponderal Melendi . La caca blanda, a ser posible, sí, y por la boca.
Desde entonces, no solo le guardo rencor. Le guardo un millón de cosas más.
Yo trabajaba de coordinadora en un Spa de un hotel en el que Su Majestad Melendi se hospedaba. A Su Majestad se le puso en punta que cerráramos la zona termal para su propio uso exclusivo. Sin reserva, sin aproximación de hora... a partir de cuando se le pusiera en punta hasta cuando a Su Majestad se le pusiera en cóncava.
La menda tuvo que doblar turno, se quedó sin comer por decisión de otra cojonud* realeza que por entonces era directivo del hotel... para... por si acaso venía la escoria de Su Majestad Melendi.
No habrá día en el que no me haga caca en La Real Majestuosa persona de caca de Melendi que me dejó sin comer, sin descansar y esperándole hasta la hora de cierre a las 9 y media de la noche sin pisar por allí y sin avisar.
Le vi al día siguiente, efectuando su Majestuosa, Presuntuosa y Soberbia salida del hotel. Allá hagas caca por tu boquita algún día, Alteza Ponderal Melendi . La caca blanda, a ser posible, sí, y por la boca.
Desde entonces, no solo le guardo rencor. Le guardo un millón de cosas más.