Secretos a voces

Señoras que... tienen Balenciagas​


Al fin abren el Museo Balenciaga. Exactamente en una semana. Por eso entrevisto a Sonsoles Díez de Rivera, vicepresidenta de la Fundación homónima. Una señora que..., junto al Ministerio de Cultura, el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Guetaria (Guipúzcoa), ha conseguido sacar adelante un proyecto del que se lleva hablando hace más de una década.

Desde que tengo uso de razón, se especula sobre la apertura de este enorme tributo al modisto. Y digo desde que tengo uso de razón porque estoy muy unida a Zarautz, el pueblo más cercano a esta villa pesquera del Cantábrico donde no sólo nació Balenciaga, sino también Juan Sebastián Elcano. Sonsoles es la mayor coleccionista en España de modelos del 'couturier'. Hija de la marquesa de Llanzol, ha donado al museo 75 piezas de su amplio vestidor, entre ellas muchas que heredó de su madre. En deferencia con EL MUNDO.es, la hermana de Carmen Díez de Rivera (musa de la Transición) posa con el traje de chaqueta que le hizo Balenciaga para la comunión de su hija en 1965. Subida a unos tacones 'nude' de Pilar Burgos pero que en ella parecen Ferragamos, no ha cambiado de talla. Demos gracias al cielo porque su descendencia (Sonsoles hija y Sonsoles nieta) haya decidido no interesarse como lo hubiese hecho Tamara Mellon (o cualquiera) por este fondo de armario de valor incalculable. Así lo podremos admirar todos 'ad eternum' en las vitrinas del Palacio de Miramar, que es donde está ubicado el templo Balenciaga, por cierto residencia de verano de los marqueses de Casa Torres, padres de Fabiola de Bélgica.

Mi conversación con Sonsoles Díez de Rivera dio mucho de sí. Me encantó conocer a una de esas señoras que... tienen servicio doméstico y se dirigen a él de usted, señoras que... que padecen 'horror vacui' y llenan de casa de antigüedades que equiparan Sotheby's a una tienda de 'souvenirs', señoras que... reconocen que tanto se visten de Venca como de Prada o señoras que... hablan tanto con la pescatera del mercado como con Hubert de Givenchy. A pesar de la pompa de jabón en la que vive mucha gente de la alta sociedad como ella, Sonsoles pincha de vez en cuando esa burbuja con uno de los alfileres con los que Balenciaga le cogía los bajos de los vestidos. Está al cabo de la calle. A su manera, pero lo está. Aunque mire desde el balcón.

Me habló de todo, del culebrón que ha provocado el enorme retraso de la inauguración del museo (en el que no faltan ingredientes propios de novela de Danielle Steelle como corrupción, romances, alcaldes nacionalistas y arquitectos cubanos), pero sobre todo de la figura de Cristóbal [Balenciaga], su amigo, que es lo que a esta menda realmente le interesa.

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Qué poca justicia se ha hecho a la figura de Balenciaga.


En España. Porque fuera a los modistos sólo les falta ponerse de rodillas cuando hablan de él. Tiene un prestigio impresionante. Además, hasta hace poco la moda era algo efímero y para señoras [que...]. Ahora es tan importante que hay pinturas que se pueden datar gracias a los trajes de las mujeres que están retratadas.

¿Quién tiene más tirón, Balenciaga o Chillida?

Son dos cosas distintas. Y eso que siempre se dijo que la costura de Balenciaga era arquitectónica. Sus 'toiles' parecían planos con ángulos, bieses... Pero últimamente tienen mucho éxito las exposiciones de trajes.

¿No le ha costado desprenderse de sus Balenciagas?

¿Pero a dónde voy yo así ahora? A ninguna parte. No es desprenderme, es ponerlos en un sitio donde los van a cuidar. Una vez me puse una bata de cola con peinetas para la exposición de Armani en el Guggenheim y el mismo Armani se quedó bizco. Allí llegué yo vestida de Lola Flores entre tanto minimalismo.

¿Quién es el mayor coleccionista de Balenciagas en el mundo? Porque en España, es usted.

Hamish Bowles (editor de Vogue), Givenchy... Quizás yo, pero también tengo unas amigas en Bilbao, las Echevarría, que tienen muchos. Aún se los ponen porque siguen muy delgadas.

¿Y la duquesa de Alba?

No. Le pregunté, pero no se hizo muchas cosas con él.

No es su estilo.

No.

¿Cómo era Cristóbal en las distancias cortas?

La gente decía que era muy retraído, pero yo no tenía esa impresión. Venía mucho a comer a casa. He tenido más relación con él que con un tío carnal. Era muy, muy amigo de mi madre. Yo iba mucho con él a los anticuarios y al Rastro. Cuando yo veraneaba en Zarautz casi tres meses al año y libraba la niñera alemana que contrataba para mis hijos, me acercaba a su villa de Monte Igueldo a verlo y dejaba a los niños corriendo por su jardín. Conservo cartas que le escribió a mi madre contándole mis visitas. He estado en su casa de París, he ido con él a comprar pescado al mercado de la Brecha de San Sebastián. Hasta sé que hablaba euskera.

¿Sigue yendo a Zarautz?

Me marché en los 70, cuando viví un tiroteo en plena playa. Fue horrible. Tenía un piso precioso. Allí fuimos felicísimos.

¿Cómo conoció su madre a Balenciaga?

Se solía vestir allí. Una vez estando embarazada de uno de mis hermanos, pidió que le hicieran una rebaja en el vestido para que lo pudiera reutilizar cuando diera a luz. Le dijeron que no y, cuando se cruzó a Balenciaga por el pasillo le insistió. Cristóbal le contestó que él no tenía la culpa de su estado, se hicieron gracia y desde entonces se hicieron íntimos. Se divertían una barbaridad. Yo le he visto carcajearse con mi madre en cabarés de París. Era pequeña y me moría de sueño. Me llevaban con ellos como si fuera mayor.

¿Cuál es el vestido más emblemático de su colección?

Mi traje de novia. Es más Balenciaga que el de Fabiola. Me lo hizo él personalmente sobre un maniquí de mi talla para llevárselo con él a todas partes y hacerle todas las pruebas posibles. Quería que fuera perfecto. Me decía que yo parecía una virgen sevillana de Semana Santa porque era muy morena, así que lo bordó todo en plata.

Su última obra conocida es precisamente un traje de novia, el de Carmen Martínez-Bordiú para su boda con el duque de Cádiz.

Se lo hizo Felisa cuando la casa Balenciaga estaba cerrada. Ella vive y cumple 100 años pronto. Vive en el edificio del Teatriz, que es propiedad de mi familia.

¿Conoció a Ramón Esparza, el compañero sentimental de Balenciaga?

Muchísimo. Lo he tenido aquí sentado millones de veces. Venía de Lesaka (Navarra) a ver a mi madre y ella no lo podía soportar. Me lo mandaba y me acompañaba a todas partes. Iba a rastras de mí. No entendíamos que estuviera con él. Pero era muy servicial con Cristóbal, estaba completamente dedicado a él. Balenciaga murió en sus brazos.

No fue, entonces, lo que Pierre Bergé para Yves Saint Laurent.

Nada que ver. Era muy elemental. No hablaba más que del ¡Hola!, ésa era su conversación. Y me preguntaba por qué no me buscaba un millonario.

Pero a Balenciaga, sin embargo, no se le notaba su origen de clase.

Nada. Era un ser refinadísimo. Un gran, gran señor.

¿Qué hito le debemos a este señor en el mundo de la moda?

Llevó la Alta Costura a lo más alto. A un nivel tan máximo que no se puede superar. Lo ha dicho Givenchy, Chanel y Dior.

Entonces, ¿no hay heredero?

Hablan de un chico que se llama Joaquín Trías, que es nieto de una maniquí guapísima que trabajaba para Balenciaga y se llamaba Frida, con unos ojos verdes impresionantes. Hubo familiares suyos que intentaron continuar su legado, pero no pudo ser. Ramón Esparza trabajó en Chanel pero fue un fracaso.

¿Cuál era la labor de Esparza en Balenciaga?

Era dibujante. Y muy bueno.

¿Se daba por hecho que era la pareja del modisto?

No, no, nada. Yo nunca vi nada. Vivían juntos... pero me pasa como ahora con Givenchy y Philippe Venet, que viven juntos pero cada uno en su sitio de la casa. Puede que sean pareja, y mira tú qué bien, pero no se notaba nada. Eran dos señores, compañeros. Como si vives con una amiga.

¿Es verdad que Givenchy trabajó con Balenciaga?

No, nunca. Lo intentó, pero Mademoiselle Renée [encargada de la 'maison' Balenciaga en París], todo un dragón, no le dejó acceder a él. Se conocieron después en Nueva York en una fiesta cuando Givenchy ya tenía casa abierta. Le dijo que había intentado trabajar con él pero que el 'telón de acero' de Renée se lo impidió. Entonces se hicieron amiguísimos. Vivían enfrente el uno del otro en la Avenida George V, y Balenciaga le enviaba a sus oficialas para que le ayudaran.

¿Qué opina de Nicholas Guesquière, primer espada de Balenciaga hoy (la marca fue comprada por el holding de lujo PPR)?

No conozco nada de su obra. Dicen que está bien, pero no sé más.

¿Y cómo es el Museo? Adelántenos algo.

Va a ser precioso. Espectacular. Es como una gran vitrina de la que cuelgan tres cubos opacos para que no haya luz porque estropea las telas. Hay un recorrido sinuoso con una iluminación que no se sabe de dónde viene. A cada traje que se va a exponer le han hecho especialmente su maniquí. Los fondos [hay más de 1.200 piezas] se van a ir rotando por temporadas para que no siempre esté expuesto lo mismo. Tiene una primera parte con los modelos más antiguos, sus principios. Luego hay una parte de día, otra de tarde, otra de cóctel, otra de trajes de noche, otra de trajes de novia y otra con los modelos más significativos de la firma.

Su madre, marquesa de Llanzol, tendría de todos. Fue una de las mujeres más elegantes de su época.

Ella vivía para eso. Le encantaba la proporción, iba siempre con sombrero para equilibrar la figura, como decía Balenciaga. Todos los trajes que heredé me los he puesto alguna vez. Cuando murió, sólo cabía yo porque mi hermana había engordado y se quedó únicamente un par de de cosas. Recuerdo que una vez me puse un abrigo suyo de linces siberianos blancos con pelo larguísimo. Lo saqué a la calle por lo menos para airearlo. Pero era para ir con chófer, que era lo que tenía ella. Hasta mecánico. No tenía bolsillos, no encontraba el cambio, ni las llaves... Lo mandé inmediatamente al museo. Mi madre era una señora a la antigua usanza. Siempre decía que en El Corte Inglés no encontraba nada. Ten en cuenta que este traje de chaqueta que llevo puesto tiene tres o cuatro pruebas y yo ahora no tengo tiempo para eso.

Usted vivió al 'prêt-à-porter' y ella no.

A mí el que me gusta es Felipe Varela, pero mucho antes que a Doña Letizia. Pero estoy fastidiada porque han quitado el 'corner' de El Corte Inglés y me han hundido en la miseria. Ahora tengo que ir hasta su tienda. Me gusta porque sé que cojo la talla 36 o la 38 y salgo con ella andando.

¿Dónde compra habitualmente?

Hasta en Venca y La Redoute. Le he cogido el aire y sé qué pantalones me van. Pero tengo tal fondo de armario que ya no compro casi.

¿Ha ido de tiendas por internet?

He entrado en Pucci, que me encanta, pero prefiero comprar allí cuando voy a Italia. El otro día intenté comprarme unos zapatos de Ferragamo pero no tenían lo que quería.

¿Qué hizo su madre cuando Balenciaga cerró?

Pues Felisa continuó viajando a París, trayendo telas y cosiendo aquí, así que se vistió de ella hasta su muerte. También de José Luis, el peletero de Balenciaga. Y de Elio Berhanyer, que le gustaba mucho. Era joven e ilusionante.

Una pena que haya cerrado su negocio.

Sí, pero es que tiene un problema de visión. Además creo que los socios que tenía le han salido rana.

¿Quién es la mujer más elegante de España ahora mismo según su criterio?

Me gusta mucho Naty Abascal. Siempre va estupendamente vestida, aunque vaya de sport.

¿Y Carmen Lomana?

Es muy vistosa. Pero distinta a Naty.

¿Y alguien más joven?

La Infanta Elena. Además es fantástica, porque es la más regia de toda la familia. Tiene estatura y se atreve con todo.

¿No cree que desde que se divorció de Marichalar no es tan estilosa?

Al contrario, cogió inercia y viste muy bien.

¿Asistirá el ex duque de Lugo a la inauguración?

Por supuesto, es muy amigo mío. Él consiguió los trajes de Balenciaga de Grace Kelly. Se los pidió a Carolina en una cacería.

¿Charlene o Catalina?

Charlene.
 
Vaya, yo no sabía que Carmencita fuese una pilingui profesioná de alto nivel. Al menos mira, ya ha trabajado y tiene algo que poner en su CV, aunque sea de eso.

Y lo de la señora de alcurnia amiga de Balenciaga, ¿esa no es la ex de un duque ped*filo, borracha que quería mucho a todo el mundo?. De esta he leído el rumor que más bien era la madama que facilitaba contactos entre el comprador y la pieza de su interés.
Creo que la señora de alcurnia no es esa, me da que se refiere a una marquesa que tuvo una hija supuestamente, con un político allegado de la collares y Paquito.
 
Bingazo; es que la paguita que le pasaba la exsuegra y el excuñado no pagaba todo lo que la señora queria…lo de alcurnia porque se casó con el Duque sino tampoco
Vaya, yo no sabía que Carmencita fuese una pilingui profesioná de alto nivel. Al menos mira, ya ha trabajado y tiene algo que poner en su CV, aunque sea de eso.

Y lo de la señora de alcurnia amiga de Balenciaga, ¿esa no es la ex de un duque ped*filo, borracha que quería mucho a todo el mundo?. De esta he leído el rumor que más bien era la madama que facilitaba contactos entre el comprador y la pieza de su interés.
La que mencionas como señora de alcurnia y eso de que era madama no lo sabía. Flipo.
 
Bueno, también se dijo que el piso de un Búlgaro (que estuvo casado con una mujer que ahora se dedica al mundo del arte, muy amiga de un diseñador italiano) era en realidad un picadero.

Todo salió a raíz de la noticia de que un chico era muy "amigo" de empresarios, vamos, que se hacían fotos con él echándose la siesta.

Lo que siempre se ha dicho es que en realidad se acostaba con esos señores, y luego estos eran chantajeados por los servicios de inteligencia.

Más grave además, ya que el chico era todavía menor de edad cuando pasó todo.
 
Bueno, también se dijo que el piso de un Búlgaro (que estuvo casado con una mujer que ahora se dedica al mundo del arte, muy amiga de un diseñador italiano) era en realidad un picadero.

Todo salió a raíz de la noticia de que un chico era muy "amigo" de empresarios, vamos, que se hacían fotos con él echándose la siesta.

Lo que siempre se ha dicho es que en realidad se acostaba con esos señores, y luego estos eran chantajeados por los servicios de inteligencia.

Más grave además, ya que el chico era todavía menor de edad cuando pasó todo.
Pero el búlgaro sabía lo del picadero o tenía alqulado el piso?
 
Pero el búlgaro sabía lo del picadero o tenía alqulado el piso?
Me imagino que lo sabría.

Todos estos chupópteros de las monarquías europeas se dedican a corruptelas y negocios turbios.

¿Qué hizo el Bourbon? El padre se supone que no tenía un duro, y ahora es uno de los hombres más ricos de Europa. Pues gracias a que utilizan las instituciones para medrar. Se ha hecho millonario haciendo negocios con los árabes y llevándose comisiones.

Si ha eso le sumas que nunca le han investigado por ser quién era (para que luego digan que todos somos iguales ante la ley...).

El búlgaro igual. Se tienen pillados por los huevos unos a otros.
 

Señoras que... tienen Balenciagas​


Al fin abren el Museo Balenciaga. Exactamente en una semana. Por eso entrevisto a Sonsoles Díez de Rivera, vicepresidenta de la Fundación homónima. Una señora que..., junto al Ministerio de Cultura, el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Guetaria (Guipúzcoa), ha conseguido sacar adelante un proyecto del que se lleva hablando hace más de una década.

Desde que tengo uso de razón, se especula sobre la apertura de este enorme tributo al modisto. Y digo desde que tengo uso de razón porque estoy muy unida a Zarautz, el pueblo más cercano a esta villa pesquera del Cantábrico donde no sólo nació Balenciaga, sino también Juan Sebastián Elcano. Sonsoles es la mayor coleccionista en España de modelos del 'couturier'. Hija de la marquesa de Llanzol, ha donado al museo 75 piezas de su amplio vestidor, entre ellas muchas que heredó de su madre. En deferencia con EL MUNDO.es, la hermana de Carmen Díez de Rivera (musa de la Transición) posa con el traje de chaqueta que le hizo Balenciaga para la comunión de su hija en 1965. Subida a unos tacones 'nude' de Pilar Burgos pero que en ella parecen Ferragamos, no ha cambiado de talla. Demos gracias al cielo porque su descendencia (Sonsoles hija y Sonsoles nieta) haya decidido no interesarse como lo hubiese hecho Tamara Mellon (o cualquiera) por este fondo de armario de valor incalculable. Así lo podremos admirar todos 'ad eternum' en las vitrinas del Palacio de Miramar, que es donde está ubicado el templo Balenciaga, por cierto residencia de verano de los marqueses de Casa Torres, padres de Fabiola de Bélgica.

Mi conversación con Sonsoles Díez de Rivera dio mucho de sí. Me encantó conocer a una de esas señoras que... tienen servicio doméstico y se dirigen a él de usted, señoras que... que padecen 'horror vacui' y llenan de casa de antigüedades que equiparan Sotheby's a una tienda de 'souvenirs', señoras que... reconocen que tanto se visten de Venca como de Prada o señoras que... hablan tanto con la pescatera del mercado como con Hubert de Givenchy. A pesar de la pompa de jabón en la que vive mucha gente de la alta sociedad como ella, Sonsoles pincha de vez en cuando esa burbuja con uno de los alfileres con los que Balenciaga le cogía los bajos de los vestidos. Está al cabo de la calle. A su manera, pero lo está. Aunque mire desde el balcón.

Me habló de todo, del culebrón que ha provocado el enorme retraso de la inauguración del museo (en el que no faltan ingredientes propios de novela de Danielle Steelle como corrupción, romances, alcaldes nacionalistas y arquitectos cubanos), pero sobre todo de la figura de Cristóbal [Balenciaga], su amigo, que es lo que a esta menda realmente le interesa.

Ver el archivo adjunto 2101278

Qué poca justicia se ha hecho a la figura de Balenciaga.

En España. Porque fuera a los modistos sólo les falta ponerse de rodillas cuando hablan de él. Tiene un prestigio impresionante. Además, hasta hace poco la moda era algo efímero y para señoras [que...]. Ahora es tan importante que hay pinturas que se pueden datar gracias a los trajes de las mujeres que están retratadas.

¿Quién tiene más tirón, Balenciaga o Chillida?

Son dos cosas distintas. Y eso que siempre se dijo que la costura de Balenciaga era arquitectónica. Sus 'toiles' parecían planos con ángulos, bieses... Pero últimamente tienen mucho éxito las exposiciones de trajes.

¿No le ha costado desprenderse de sus Balenciagas?

¿Pero a dónde voy yo así ahora? A ninguna parte. No es desprenderme, es ponerlos en un sitio donde los van a cuidar. Una vez me puse una bata de cola con peinetas para la exposición de Armani en el Guggenheim y el mismo Armani se quedó bizco. Allí llegué yo vestida de Lola Flores entre tanto minimalismo.

¿Quién es el mayor coleccionista de Balenciagas en el mundo? Porque en España, es usted.

Hamish Bowles (editor de Vogue), Givenchy... Quizás yo, pero también tengo unas amigas en Bilbao, las Echevarría, que tienen muchos. Aún se los ponen porque siguen muy delgadas.

¿Y la duquesa de Alba?

No. Le pregunté, pero no se hizo muchas cosas con él.

No es su estilo.

No.

¿Cómo era Cristóbal en las distancias cortas?

La gente decía que era muy retraído, pero yo no tenía esa impresión. Venía mucho a comer a casa. He tenido más relación con él que con un tío carnal. Era muy, muy amigo de mi madre. Yo iba mucho con él a los anticuarios y al Rastro. Cuando yo veraneaba en Zarautz casi tres meses al año y libraba la niñera alemana que contrataba para mis hijos, me acercaba a su villa de Monte Igueldo a verlo y dejaba a los niños corriendo por su jardín. Conservo cartas que le escribió a mi madre contándole mis visitas. He estado en su casa de París, he ido con él a comprar pescado al mercado de la Brecha de San Sebastián. Hasta sé que hablaba euskera.

¿Sigue yendo a Zarautz?

Me marché en los 70, cuando viví un tiroteo en plena playa. Fue horrible. Tenía un piso precioso. Allí fuimos felicísimos.

¿Cómo conoció su madre a Balenciaga?

Se solía vestir allí. Una vez estando embarazada de uno de mis hermanos, pidió que le hicieran una rebaja en el vestido para que lo pudiera reutilizar cuando diera a luz. Le dijeron que no y, cuando se cruzó a Balenciaga por el pasillo le insistió. Cristóbal le contestó que él no tenía la culpa de su estado, se hicieron gracia y desde entonces se hicieron íntimos. Se divertían una barbaridad. Yo le he visto carcajearse con mi madre en cabarés de París. Era pequeña y me moría de sueño. Me llevaban con ellos como si fuera mayor.

¿Cuál es el vestido más emblemático de su colección?

Mi traje de novia. Es más Balenciaga que el de Fabiola. Me lo hizo él personalmente sobre un maniquí de mi talla para llevárselo con él a todas partes y hacerle todas las pruebas posibles. Quería que fuera perfecto. Me decía que yo parecía una virgen sevillana de Semana Santa porque era muy morena, así que lo bordó todo en plata.

Su última obra conocida es precisamente un traje de novia, el de Carmen Martínez-Bordiú para su boda con el duque de Cádiz.

Se lo hizo Felisa cuando la casa Balenciaga estaba cerrada. Ella vive y cumple 100 años pronto. Vive en el edificio del Teatriz, que es propiedad de mi familia.

¿Conoció a Ramón Esparza, el compañero sentimental de Balenciaga?

Muchísimo. Lo he tenido aquí sentado millones de veces. Venía de Lesaka (Navarra) a ver a mi madre y ella no lo podía soportar. Me lo mandaba y me acompañaba a todas partes. Iba a rastras de mí. No entendíamos que estuviera con él. Pero era muy servicial con Cristóbal, estaba completamente dedicado a él. Balenciaga murió en sus brazos.

No fue, entonces, lo que Pierre Bergé para Yves Saint Laurent.

Nada que ver. Era muy elemental. No hablaba más que del ¡Hola!, ésa era su conversación. Y me preguntaba por qué no me buscaba un millonario.

Pero a Balenciaga, sin embargo, no se le notaba su origen de clase.

Nada. Era un ser refinadísimo. Un gran, gran señor.

¿Qué hito le debemos a este señor en el mundo de la moda?

Llevó la Alta Costura a lo más alto. A un nivel tan máximo que no se puede superar. Lo ha dicho Givenchy, Chanel y Dior.

Entonces, ¿no hay heredero?

Hablan de un chico que se llama Joaquín Trías, que es nieto de una maniquí guapísima que trabajaba para Balenciaga y se llamaba Frida, con unos ojos verdes impresionantes. Hubo familiares suyos que intentaron continuar su legado, pero no pudo ser. Ramón Esparza trabajó en Chanel pero fue un fracaso.

¿Cuál era la labor de Esparza en Balenciaga?

Era dibujante. Y muy bueno.

¿Se daba por hecho que era la pareja del modisto?

No, no, nada. Yo nunca vi nada. Vivían juntos... pero me pasa como ahora con Givenchy y Philippe Venet, que viven juntos pero cada uno en su sitio de la casa. Puede que sean pareja, y mira tú qué bien, pero no se notaba nada. Eran dos señores, compañeros. Como si vives con una amiga.

¿Es verdad que Givenchy trabajó con Balenciaga?

No, nunca. Lo intentó, pero Mademoiselle Renée [encargada de la 'maison' Balenciaga en París], todo un dragón, no le dejó acceder a él. Se conocieron después en Nueva York en una fiesta cuando Givenchy ya tenía casa abierta. Le dijo que había intentado trabajar con él pero que el 'telón de acero' de Renée se lo impidió. Entonces se hicieron amiguísimos. Vivían enfrente el uno del otro en la Avenida George V, y Balenciaga le enviaba a sus oficialas para que le ayudaran.

¿Qué opina de Nicholas Guesquière, primer espada de Balenciaga hoy (la marca fue comprada por el holding de lujo PPR)?

No conozco nada de su obra. Dicen que está bien, pero no sé más.

¿Y cómo es el Museo? Adelántenos algo.

Va a ser precioso. Espectacular. Es como una gran vitrina de la que cuelgan tres cubos opacos para que no haya luz porque estropea las telas. Hay un recorrido sinuoso con una iluminación que no se sabe de dónde viene. A cada traje que se va a exponer le han hecho especialmente su maniquí. Los fondos [hay más de 1.200 piezas] se van a ir rotando por temporadas para que no siempre esté expuesto lo mismo. Tiene una primera parte con los modelos más antiguos, sus principios. Luego hay una parte de día, otra de tarde, otra de cóctel, otra de trajes de noche, otra de trajes de novia y otra con los modelos más significativos de la firma.

Su madre, marquesa de Llanzol, tendría de todos. Fue una de las mujeres más elegantes de su época.

Ella vivía para eso. Le encantaba la proporción, iba siempre con sombrero para equilibrar la figura, como decía Balenciaga. Todos los trajes que heredé me los he puesto alguna vez. Cuando murió, sólo cabía yo porque mi hermana había engordado y se quedó únicamente un par de de cosas. Recuerdo que una vez me puse un abrigo suyo de linces siberianos blancos con pelo larguísimo. Lo saqué a la calle por lo menos para airearlo. Pero era para ir con chófer, que era lo que tenía ella. Hasta mecánico. No tenía bolsillos, no encontraba el cambio, ni las llaves... Lo mandé inmediatamente al museo. Mi madre era una señora a la antigua usanza. Siempre decía que en El Corte Inglés no encontraba nada. Ten en cuenta que este traje de chaqueta que llevo puesto tiene tres o cuatro pruebas y yo ahora no tengo tiempo para eso.

Usted vivió al 'prêt-à-porter' y ella no.

A mí el que me gusta es Felipe Varela, pero mucho antes que a Doña Letizia. Pero estoy fastidiada porque han quitado el 'corner' de El Corte Inglés y me han hundido en la miseria. Ahora tengo que ir hasta su tienda. Me gusta porque sé que cojo la talla 36 o la 38 y salgo con ella andando.

¿Dónde compra habitualmente?

Hasta en Venca y La Redoute. Le he cogido el aire y sé qué pantalones me van. Pero tengo tal fondo de armario que ya no compro casi.

¿Ha ido de tiendas por internet?

He entrado en Pucci, que me encanta, pero prefiero comprar allí cuando voy a Italia. El otro día intenté comprarme unos zapatos de Ferragamo pero no tenían lo que quería.

¿Qué hizo su madre cuando Balenciaga cerró?

Pues Felisa continuó viajando a París, trayendo telas y cosiendo aquí, así que se vistió de ella hasta su muerte. También de José Luis, el peletero de Balenciaga. Y de Elio Berhanyer, que le gustaba mucho. Era joven e ilusionante.

Una pena que haya cerrado su negocio.

Sí, pero es que tiene un problema de visión. Además creo que los socios que tenía le han salido rana.

¿Quién es la mujer más elegante de España ahora mismo según su criterio?

Me gusta mucho Naty Abascal. Siempre va estupendamente vestida, aunque vaya de sport.

¿Y Carmen Lomana?

Es muy vistosa. Pero distinta a Naty.

¿Y alguien más joven?

La Infanta Elena. Además es fantástica, porque es la más regia de toda la familia. Tiene estatura y se atreve con todo.

¿No cree que desde que se divorció de Marichalar no es tan estilosa?

Al contrario, cogió inercia y viste muy bien.

¿Asistirá el ex duque de Lugo a la inauguración?

Por supuesto, es muy amigo mío. Él consiguió los trajes de Balenciaga de Grace Kelly. Se los pidió a Carolina en una cacería.

¿Charlene o Catalina?

Charlene.
O sea, que la pareja de Balenciaga, no les hacia ninguna gracia, a estas rancias...
 
Bueno, también se dijo que el piso de un Búlgaro (que estuvo casado con una mujer que ahora se dedica al mundo del arte, muy amiga de un diseñador italiano) era en realidad un picadero.

Todo salió a raíz de la noticia de que un chico era muy "amigo" de empresarios, vamos, que se hacían fotos con él echándose la siesta.

Lo que siempre se ha dicho es que en realidad se acostaba con esos señores, y luego estos eran chantajeados por los servicios de inteligencia.

Más grave además, ya que el chico era todavía menor de edad cuando pasó todo.
Ese matrimonio , siempre me pareció un paripé...el del búlgaro y la amiguita de Valentino, xD
 

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