Un chalecito de los años sesenta muy normal y digno pero que ella se ha empeñado en convertir en la casa de Pedro Picapiedra! Ella y sus delirios de vida sostenible, sana, natural y consumista 100%, así es ella; él, un cero a la izquierda, hedonista, vago, sucio y Tumbaito todo el día (menos cuando va en bici o nos enseña su pistachito en el gim!También, prima, también. No diría tanto como chaletazo pero su nueva casa que andan arreglando. Eso si, con una ubicación envidiable, al lado de una carretera importante y en la alto de una cuesta que a lo lejos ven el mar pero que se tienen que dar su pasito para llegar. La envidia de cualquiera... NO.