Aún tengo en la retina la mirada fulminante de Sophie a la MeMa antes que llegara la Reina. Un espectáculo.Me imagino el recibimiento a estos si tienen el valor de asistir a los actos de los cumpleaños de sus abuelos: Carlos genuinamente contento por ver a su hijo y a su nuera (que no se olvide que a Carlos la chica le caía muy bien) Camilla, la futura reina consorte, siguiendo las pautas que le marque la institución; la reina con la misma cara que pone siempre, sea para inaugurar una exposición floral o para estrechar la mano del líder del Sinn Fein, el príncipe Felipe recluido en su casa que con la edad que tiene no tiene el pito para cascabeles...y el resto, imperturbable, con la gelidez amable de los muy bien educados...pero que se note, igual que en el último acto en Westminster en los que compartieron espacio.
En privado podrán volar las sillas, en público se puede decir mucho sin hacer nada. Buckingham no da puntada sin hilo, creo