Tus defensas hay que dejarlas reposar para situarse, porque pones en el candelero lo de desviar la mirada y pareces no darte cuenta de que es justamente lo que estás intentando.
Ni ahora ni en ningún momento habrás leido un solo comentario mio citando a Sanchez, pero parece ser un buen asidero para comparar, suele tener respuesta porque sirve para separar el centro del tema, pero se da la circunstancia de que yo no voy por ahí máxime cuando se trae a colación sin venir a cuento. En primer lugar porque una Jefatura de Estado hereditaria no tiene similitud con una presidencia de Gobierno elegida, por lo que si todas tus ideas promonárquicas se basan en los comportamientos que citas, esa disensión puedes comentarla con quien quieras, eso sí, pero nunca sentarlo como veraz y básico para una defensa monárquica.
El rey, como Jefe del Estado que es, tiene la santísima obligación de procurar y fomentar la unidad de la ciudadanía, que nunca ha de estar sujeta a sus berrinches y amenazas de mal paterfamilias.
Y, a mayor abundamiento, que tendrá aquí ver la soberbia de Leticia.
