Buscaré las memorias de Paco Rabal. La autobiografía de Alfredo Landa es recomendable.Como sabeis, si alguien cuenta algo, no vuelve a trabajar en su pinche vida, por eso sólo alguien desesperado como Lozano ha contado lo de la mano negra, y que en Milán le agarraron del paquete y propusieron cosas "entretenidas".
Quizás alguien jubilado cuente verdades, las memorias de Paco Rabal dicen que son muy escabrosas. Yo no las he leido.