A POBRA - La madre pudo discutir con Diana Quer para que no volviera a salir tras regresar a su casa
Diana López-Penil se abrazó a Valeria tras la desaparición de su otra hija
CHECHU LÓPEZ A POBRA
08 DE SEPTIEMBRE DE 2016 (00:30 H.)
Diana López-Penil, la madre de la joven madrileña desaparecida hace 18 días en A Pobra, pudo mantener una discusión con su hija para tratar de que no volviera a salir a la calle después de haber regresado a la vivienda de veraneo a cambiarse de ropa, sin lograr retenerla.
Diana López-Penil, la madre de la joven madrileña desaparecida hace 18 días en A Pobra, pudo mantener una discusión con su hija para tratar de que no volviera a salir a la calle después de haber regresado a la vivienda de veraneo a cambiarse de ropa, sin lograr retenerla. Esto último se pudo saber ayer después de que, por razones que se desconocen, la progenitora mantuviese durante la mayor parte del tiempo que su niña no había vuelto al domicilio y que negase que el pantalón corto rosa con el que había salido por primera vez esa noche lo habían encontrado en la habitación de Diana Quer.
Cabe la posibilidad de que la progenitora pudiera volver a dormirse después de que su hija se fuera haciendo caso omiso a sus órdenes y que empezó a preocuparse cuando se despertó a las ocho y media de la mañana y comprobó que no regresara. Atendiendo al contenidos de las palabras que pudieron cruzar madre e hija, la reacción inmediata de la primera fue la de llamar a la Guardia Civil. Fuentes próximas a la madre indicaron que uno de los mayores sufrimiento de la madre se pueda deber a su impotencia al no haber conseguido que Diana no volviera a salir aquella madrugada.
En las últimas horas ha trascendido que la joven a la que se le perdió la pista en la madrugada del 22 de agosto, además de sustituir el pantalón corto rosa por otro vaquero largo, cogió una cazadora oscura, posiblemente con el objetivo de protegerse de unas temperaturas más bajas. Aunque esa noche de verano no era especialmente fría, ni mucho menos, pero se cree que se llevó esa prenda ya que un chico al que conocía, con el que quedó y con la que se subió a un coche -podría haber algunos más pertenecientes al círculo poco recomendable con el que se relacionaba y que bordean la ley-, le propuso desplazarse a un sitio donde no hiciera demasiado calor.
Es por ello que se apunta como una de las hipótesis que ella y sus acompañantes pudieron ir hasta algún punto de A Curota para montar su propia fiesta, pues la del pueblo estaba tocando a su fin. Así se podría entender que entre los lugares en los que se llevaron a cabo labores de búsqueda figurase esa montaña barbanzana con los indicios que se fueron obteniendo, después de que inicialmente se peinasen los alrededores de la vivienda en el lugar de Cabío-O Xobre. Lo que pudo pasar a partir de ese encuentro en esa sierra es algo sobre lo que, por el momento, no hay demasiadas pistas. Sin embargo, una de la teorías pasa porque se truncase esa fiesta y Diana Quer pudiera ser víctima de un acto violento.
Debido a que no se destaca ninguna línea de investigación, otra de las hipótesis sobre las que se trabaja es que la joven desaparecida comenzase su fuga de manera voluntaria, ayudada por esas otras personas que iban con ella en el coche y que la llevasen hasta algún sitio o incluso que pueda contar con el apoyo de algunos de los muchos conocidos que tiene por España, y que en ambos casos la ayuden a mantenerse oculta sin acceso a los medios de comunicación y nuevas tecnologías, siendo ajena a todo lo que está sucediendo en torno a su desaparición.
De esa manera no le estarían llegando los mensajes que, de forma directa le estuvieron mandando sus padres, sobre todo Juan Carlos Quer, que mantiene contacto permanente con los investigadores y que, posiblemente por ello se dirigió a su hija para decirle: “si hay algún problema que crees que es irreversible y que te impide volver, simplemente llama y di ‘soy adulta, mayor de edad y he decidido vivir en Constantinopla, simplemente porque aquí me siento mejor’ y yo lo respetaré, pero que sepamos que te encuentras bien”.
Respecto a la investigación, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de Madrid permanecen en la comarca realizando averiguaciones, pero no han vuelto a recoger testimonio, pues parece que ya recabaron los suficientes para sus averiguaciones, y tampoco están previstos nuevos rastreos o batidas a corto plazo. Siguen trabajando sobre los indicios con los que cuentan para tratar de resolver este caso que lleva camino de alargarse.
Diana López-Penil se abrazó a Valeria tras la desaparición de su otra hija
CHECHU LÓPEZ A POBRA
08 DE SEPTIEMBRE DE 2016 (00:30 H.)
Diana López-Penil, la madre de la joven madrileña desaparecida hace 18 días en A Pobra, pudo mantener una discusión con su hija para tratar de que no volviera a salir a la calle después de haber regresado a la vivienda de veraneo a cambiarse de ropa, sin lograr retenerla.
Diana López-Penil, la madre de la joven madrileña desaparecida hace 18 días en A Pobra, pudo mantener una discusión con su hija para tratar de que no volviera a salir a la calle después de haber regresado a la vivienda de veraneo a cambiarse de ropa, sin lograr retenerla. Esto último se pudo saber ayer después de que, por razones que se desconocen, la progenitora mantuviese durante la mayor parte del tiempo que su niña no había vuelto al domicilio y que negase que el pantalón corto rosa con el que había salido por primera vez esa noche lo habían encontrado en la habitación de Diana Quer.
Cabe la posibilidad de que la progenitora pudiera volver a dormirse después de que su hija se fuera haciendo caso omiso a sus órdenes y que empezó a preocuparse cuando se despertó a las ocho y media de la mañana y comprobó que no regresara. Atendiendo al contenidos de las palabras que pudieron cruzar madre e hija, la reacción inmediata de la primera fue la de llamar a la Guardia Civil. Fuentes próximas a la madre indicaron que uno de los mayores sufrimiento de la madre se pueda deber a su impotencia al no haber conseguido que Diana no volviera a salir aquella madrugada.
En las últimas horas ha trascendido que la joven a la que se le perdió la pista en la madrugada del 22 de agosto, además de sustituir el pantalón corto rosa por otro vaquero largo, cogió una cazadora oscura, posiblemente con el objetivo de protegerse de unas temperaturas más bajas. Aunque esa noche de verano no era especialmente fría, ni mucho menos, pero se cree que se llevó esa prenda ya que un chico al que conocía, con el que quedó y con la que se subió a un coche -podría haber algunos más pertenecientes al círculo poco recomendable con el que se relacionaba y que bordean la ley-, le propuso desplazarse a un sitio donde no hiciera demasiado calor.
Es por ello que se apunta como una de las hipótesis que ella y sus acompañantes pudieron ir hasta algún punto de A Curota para montar su propia fiesta, pues la del pueblo estaba tocando a su fin. Así se podría entender que entre los lugares en los que se llevaron a cabo labores de búsqueda figurase esa montaña barbanzana con los indicios que se fueron obteniendo, después de que inicialmente se peinasen los alrededores de la vivienda en el lugar de Cabío-O Xobre. Lo que pudo pasar a partir de ese encuentro en esa sierra es algo sobre lo que, por el momento, no hay demasiadas pistas. Sin embargo, una de la teorías pasa porque se truncase esa fiesta y Diana Quer pudiera ser víctima de un acto violento.
Debido a que no se destaca ninguna línea de investigación, otra de las hipótesis sobre las que se trabaja es que la joven desaparecida comenzase su fuga de manera voluntaria, ayudada por esas otras personas que iban con ella en el coche y que la llevasen hasta algún sitio o incluso que pueda contar con el apoyo de algunos de los muchos conocidos que tiene por España, y que en ambos casos la ayuden a mantenerse oculta sin acceso a los medios de comunicación y nuevas tecnologías, siendo ajena a todo lo que está sucediendo en torno a su desaparición.
De esa manera no le estarían llegando los mensajes que, de forma directa le estuvieron mandando sus padres, sobre todo Juan Carlos Quer, que mantiene contacto permanente con los investigadores y que, posiblemente por ello se dirigió a su hija para decirle: “si hay algún problema que crees que es irreversible y que te impide volver, simplemente llama y di ‘soy adulta, mayor de edad y he decidido vivir en Constantinopla, simplemente porque aquí me siento mejor’ y yo lo respetaré, pero que sepamos que te encuentras bien”.
Respecto a la investigación, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de Madrid permanecen en la comarca realizando averiguaciones, pero no han vuelto a recoger testimonio, pues parece que ya recabaron los suficientes para sus averiguaciones, y tampoco están previstos nuevos rastreos o batidas a corto plazo. Siguen trabajando sobre los indicios con los que cuentan para tratar de resolver este caso que lleva camino de alargarse.
