Pienso que tenés toda la razón. Pero si nadie se anima a ponerle la lupa a todas las problemáticas y opresiones, ¿quién lo va a hacer? Es clave que haya asociaciones que, aunque se financien con laburos externos, sigan metiéndole fichas a la lucha, sacando a la luz lo incómodo y necesario. Pero claro, cuando no se consiga cubrir todo, habrá que aplicar lo que planteás. Es una fórmula que, sin dudas, puede traer más éxito.Saludos.
Tras formar parte internamente de varios santuarios, y tener información de buena mano de otros, expongo aquí mi opinión.
¿Por qué unos reciben más ingresos y otros apenas pueden pagar sus gastos mensuales?
El error, sigue siendo el de siempre. Gestionar los santuarios como centros de rescate de animales subvencionados por el gobierno, o grandes empresas.
Si fuera así, cada santuario podría enfocar su mensaje o su manera de gestionar las situaciones en la manera que le plazca.
Pero la realidad no es esa.
He oído decir, en boca de la directora de un santuario, que cada santu lo hace a su manera. Cuando se le comentó como otro santu funcionaba mejor, cuando éste primero siempre tienen problemas de dinero, y el otro no.
¿Qué sentido tiene seguir llevando de la misma forma un santuario o un negocio logrando que genere muy pocos ingresos? Pues no hay tanta diferencia. Todos los santuarios, son dirigidos por una o dos personas, cual jefes en una empresa. Tienen y necesitan voluntarios para realizar los trabajos necesarios del santuario, igual que una empresa con sus trabajadores. Ambos necesitan dinero para sobrevivir y crecer.
Pero la realidad, es que no son subvencionados por nadie más que por personas trabajadoras, en un país capitalista. Personas que seguramente llegan a final de mes con lo mínimo, o quizá con un poco de suerte, en los tiempos que corren, para poder tener algún ahorro para su propia familia multiespecie.
Crear un santuario, es relativamente fácil. Lo difícil es crecer en ingresos y personal, pensando que, por el mero hecho de tener carencias en un santuario, los demás las van a suplir sin tener en cuenta si les atrae o no el proyecto y su imagen. Como si la gente no tuviera en cuenta la manera de enfocar los temas del santuario, la imagen que se muestra de éste y de los animales, etc. La imagen, lo es todo hoy día y más aún si se quiere vivir de donaciones.
Eso es como creer que la gente comprará en tú tienda por tener artículos a la venta. Pues dependerá de otros muchos factores: Los precios, la imagen del local, la limpieza y el orden del mismo, la amabilidad, el respeto, ser agradable con los clientes entre otros factores.
"Nos gusta incomodar" Dijo una directora de santuario. Refiriéndose a las publicaciones que sube a redes. Personalmente, si un local me incomoda, es improbable que vuelva, y mucho menos que le compre algo. Y me atrevería a decir que no sería el único.
No se puede pretender obtener donaciones únicamente de los veganos y, a la par, intentar concienciar incomodando a los que no lo son. Es ilógico pensar que de esa manera uno crecerá financieramente.
No se debería de seguir acogiendo animales cuando ya se ha demostrado que los ingresos son insuficientes en un santuario. Antes habría que solventar dicho problema, cambiando el enfoque, la imagen, mejorando la estancia a los voluntarios, etc.
Porque de poco sirve enfocar todo los gastos únicamente a los animales. Los voluntarios también son parte importante de un santuario igual que un trabajador debe ser así considerado en una empresa. Si cuidas de tus trabajador@s, ellos cuidaran de tu empresa. Lo mismo con los voluntarios de corta y sobretodo de larga estancia.
La gente solo apoya a los santuarios grandes, dicen algun@s. Hay que recordar que esos santuarios antes eran pequeños y muy poco conocidos, pero encontraron la manera de visibilizar a los animales y el santuario de una manera productiva y rentable. Parece que hoy día, se mire con recelo y rabia a esos. Cuando se podrían ver como una forma de inspiración, de aprendizaje y crecimiento. Pues si ellos pudieron, otros también pueden.
Los santuarios deberían de estar y sentirse unidos, siempre. Mucho se habla de los animales, y sus gastos, pero poco de la envidia y rabia que sienten unos hacia otros. Debemos aprender, y trabajar unidos. Pues al fin y al cabo, el objetivo es el mismo. Subsistir por y para ellos.
Recordar, que ésto no pretende ofender, atacar ni herir a quien se pueda sentir aludido. Sino, manifestar lo que varias personas pensamos por el bien del futuro de los santuarios y los animales.
Cuando algo no funciona, se cambia.
No resiste el más fuerte, sino el que mejor se adapta.