Utopia, de Tomas Moro

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En la Inglaterra de Enrique VIII, un hombre sabio, un humanista, amigo de Erasmo de Rotterdam y del propio rey, abogado y filósofo, tomó el esquema de "La República" de Platón para crear la sociedad ideal en una isla imaginaria, llamada Utopia = U - topia = en ninguna parte.

Ese hombre fué Sir Thomas More, Santo de la Iglesia católica.





"Utopia es la descripción de una sociedad ideal, basada en los ideales filosóficos y políticos del mundo clásico y el cristianismo. Esta creación intelectual es presentada mediante la narración y descripción realizada por un exploraro, llamado Raphael Hythlodaeus (Hithloday en la traducción inglesa, Hitlodeo en la castellana), al regresar a la sociedad europea.

En Utopia la propiedad es común, evitando asi los conflictos por esa causa. Las autoridades también son elegidas por voto popular aunque con diferencias al modo de hoy dia.

Tiene 54 ciudades-estado, como las antiguas polis griegas, describe la naturaleza y geografia de la isla,su agricultura, arquitectura y el sistema patriarcal de poder.

La población se organiza en familias con un sistema patriarcal, donde el integrante masculino de mayor edad tiene la autoridad. Por cada treinta familias o granjas los ciudadanos eligen anualmente a un jefe, al que llaman sifogrante (de etimología discutida, podría provenir del griego anciano, o bien del eólico sabio). Cada grupo de diez sifograntes con sus treinta familias dependen de un jefe, o traniboro (del griego franco y glotón, probablemente porque preside la mesa), que es también elegido anualmente. En cada ciudad, el total de los sifograntes, en número doscientos, elige por voto secreto al príncipe, entre cuatro candidatos elegidos por el pueblo, uno por cada cuarto de la ciudad. El cargo de príncipe es vitalicio, pero puede ser depuesto bajo sospecha de tiranía. Los traniboros se reúnen regularmente, si no existe urgencia, en el Senado con el príncipe, llevando a dos sifograntes, en cada oportunidad una pareja distinta. Las consultas acerca de la república fuera del Senado en cualquier lugar se castigan con la pena de muerte, buscando evitar las conspiraciones y la tiranía. Los asuntos importantes, son llevados por los sifograntes a las familias a su cargo, donde se discuten para que el sifogrante presente luego la opinión común en el Consejo. Existe asimismo un Senado para toda la isla, ubicado en la capital, donde temas que afectan a la totalidad de Utopía son tratados.

Organización laboral

Todos los ciudadanos aprenden el arte de la agricultura y pueden elegir más oficios, según sus aficiones, aptitudes y las necesidades de la ciudad. La jornada laboral es de seis horas, suficientes para proveer a la comunidad de las cosas necesarias para la vida y para la comodidad. Todos los ciudadanos aptos, hombres y mujeres, trabajan. De las horas restantes del día, dedican ocho al sueño y las horas libres como deseen, pero son estimulados a realizar actividades que desarrollan la creatividad y la inteligencia, como lectura, música, conversación, juegos matemáticos, etc.

Religión
Libertad religiosa. Tolerancia y respeto por las diversas religiones de la isla. Condena de las conversiones forzosas y de la violencia por causas de religión. Moral hedonista y pacifista.

Críticas a su tiempo

Es posible encontrar en el relato de Tomás Moro ciertas críticas encubiertas a la sociedad de su época, para lo que utiliza al personaje de Hythloday. Un ejemplo de ello tomado del texto sería:


Así, cuando miro esas repúblicas que hoy día florecen por todas partes, no veo en ellas - ¡Dios me perdone! - sino la conjura de los ricos para procurarse sus propias comodidades en nombre de la república. Imaginan e inventan toda suerte de artificios para conservar, sin miedo a perderlas, todas las cosas de que se han apropiado con malas artes, y también para abusar de los pobres pagándoles por su trabajo tan poco dinero como pueden. Y cuando los ricos han decretado que tales invenciones se lleven a efecto en beneficio de la comunidad, es decir, también de los pobres, enseguida se convierten en leyes.


Sin embargo, cuando fué canciller del rey, se mantuvo firme en su fidelidad a Roma cuando el rey quiso la anulación del matrimonio de Catalina de Aragon. Y no dudó en hacer quemar a herejes protestantes. Por su fidelidad a su fé y a la verdad, fué decapitado al dia siguiente que el obispo Fisher y hay un libro de ultimas cartas a su familia en las que muestra sus argumentos para preferir la muerte a jurar el Acta de Supremacia del Rey en la Iglesia de Inglaterra.



En la época soviética, su nombre brilló en la atea Plaza Roja de Moscú, junto a Marx y Lenin, como precursor del comunismo.

Una película le ensalzó maravillosamente:

"Un hombre para la eternidad"







 
Sí, y si os fijais en la portada de la edición elegida, dicha edición tiene textos (anotaciones) de Ursula k. LeGuin - recientemente fallecida gran dama de la Ciencia-Ficción, y una introducción de China Miéville, joven genio actual del citado género.

El enseñó a sus hijas cultura de gran erudición, pero es asombroso que su conciencia le impidiese salvar su vida. En las cartas habla de que tenia miedo del momento, pero más miedo le daba seguir viviendo tras haber traicionado a Cristo, el que consideraba auténtico, el de la Iglesia Católica. Su ultimo alegato en su juicio fué impresionante, avergonzando a quienes le juzgaban y que habian jurado el Acta de Supremacia. Con la misma seguridad con que habia mandado quemar a los herejes protestantes. Moro era humanista pero también un hijo de su tiempo respecto a la importancia de la religión en su vida.
 

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