No entiendo la obsesión de Victoria con los moños y coletas. ¿Tendrá algún complejo no superado? Me recuerda a la reina Isabel y sus bolsos y broches: siempre omnipresentes, salvando las diferencias. En la reina inglesa es parte de su marca. En Victoria, los moños son parte de su desastre estilístico. Alguien debería asesorarla con el pelo para que lo cambie.