Es impresionante lo diferente que piensa el que hace el staging de la foto con respecto a mí (para no abarcar a toda la cultura occidental, hablo solo de mi punto de vista).
Los sientan de espaldas a una pared vacía, todo en colores tierra, incluyendo la ropa, como para que nada se destaque, ni siquiera los fotografiados. Y les hacen contemplar unos cuadros colocados en una mesa para simular que están conversando sobre los mismos.
Siempre es igual, colocan algo aburridísimo al frente para hacer ver que están "departiendo"
Imagino que las paredes que están detrás son muy comunes en los hogares japoneses, pero a mí me recuerda a las paredes en las que colocamos las herramientas.
A Masako la veo con gran sonrisa y de verdad espero que Aiko esté bien. Esa niña me inspira mucha ternura.