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Lo digo, lo he dicho, y me vuelvo a repetir una vez más nuevamente y otra vez: esta pareja, a su relativamente corta edad, educación limitada (él) y promedio (ella), poca experiencia y limitada perspectiva, se perciben, genuinamente, como los Obama y que se merecen y tienen la capacidad de lograr lo que han hecho una vez salieron de la Casa Blanca, incluyendo cómo han monetizado su situación.
Pero no saben contemplar el factor de que los Obama, cuando llegaron a Casa Blanca, tenían cuarenta y tantos años y traían como currículo diplomas de Columbia, Princeton y Harvard Law School. Ella una carrera exitosa de abogada en un despacho prestigioso y luego alta ejecutiva en un sistema de hospitales. Él experiencia como organizador comunitario, autor, profesor de derecho en Harvard Law School y Senador por el estado de Illiniois. Al dejar la presidencia, según los sondeos hasta este momento, siguen siendo dos de las personas más admiradas y respetadas de los EEUU. (No estoy expresando opinión al respecto, solamente estoy trazando unos paralelismos que veo desde el principio, sé que hay foreras que detestan a los Obama y seguramente hay otros sondeos que los dejan mal parados, no es el tema del hilo ni de mi post.)
Michelle Obama escribió un libro que fue un éxito monumental en ventas y no ha parado de hacerse visible en foros, congresos, eventos sobre temas y causas que apoya, un "book tour" nacional, etc. Todas estas cosas dejan dinero, no es vender imanes para el refri. Barack Obama escribió un libro que no se ha publicado, la editorial lo mandó 6 meses a las Maldivas o equivalente para que lo escribiera tranquilo. Juntos la pareja firmó un contrato multimillonario con Netflix para generar contenido, es decir, producir. Han comprado dos casas multimillonarias. Una en su barrio de Washington, DC y otra en donde veranean, no sé si Martha's Vineyard o Hamptons.
Pero aunque Harry sea royal, no tiene currículo y no tiene inteligencia. No puede escribir un libro ni producir para Netflix. En EEUU la gente está hambrienta de entretenimiento y contenido y Harry está vacío. En EEUU la gente entiende lo que es ser un ex-royal. El brillo se pierde rápido. Meghan no es Michelle Obama ni en preparación, ni en experiencia profesional y de vida, ni en aptitudes. Y es una tristeza ver a una pareja que pudiera estar haciendo mucho bien cumpliendo su misión y reclamando con respeto, seriedad y fundamentos más espacio y visibilidad para los temas que supuestamente tienen más cerca del corazón, mire a otra pareja en condiciones muy diferentes y superiores y piensen que son víctimas de una grave injusticia porque ellos deberían estar ahí afuera libremente ganándose todo el mismo dinero que los Obama y siendo celebrados por la prensa, las élites liberales y la opinión pública como los más queridos y los más influyentes.
Otros de sus nuevos amigos, como Oprah, se han auto-perpetuado en la cima por su preparación, décadas de trabajo e inteligencia. Cuando Oprah ve que alguien no aporta, no vende, es peso muerto, los deja y sigue ella. Así es ese mundo. La amistad con los Clooney creo que es manufacturada. Los invitaron a la boda y no iban a decir que no. Pero recuerden que tan amigos que eran George Clooney y Brad Pitt, cuando Amal Clooney, intelectual y exitosa abogada y humanitaria de renombre, activó todas las inseguridades de Angelina Jolie, actriz sin educación ni conocimiento ni comprehensión profunda de los temas políticos y humanitarios, porque Amal pensaba que Angelina era ingenua e ignorante y carente de profundidad, se acabó la amistad entre George y Brad.
Si cuando se comprometieron lo primero que dijo Meghan era que juntos iban a cambiar el mundo, ¿por qué la razón de dejar la BRF es ser económicamente independientes? Se peinan o se hacen rolos. Monetarizar no es vender productos que ni las fans en EEUU comprarían. Es monetarizar su imagen. Dar un TED Talk y que les paguen. Aparecer en un retiro de ejecutivos y que les paguen, que su fundación auspicie un foro internacional de desarrollo o del medioambiente y que les paguen, que le paguen a Meghan las marcas de la ropa que se pone, que puedan recibir regalos como mercancía, servicios, viajes, etc. Que les paguen por ser portavoces de organizaciones, que les paguen por estar en juntas directivas que les paguen por ir a alfombras rojas, entregas de premios y otros eventos. Esa es la independencia económica. Pero no es cambiar el mundo. Una tristeza. Mucha prisa, siempre mucha prisa.
Pero no saben contemplar el factor de que los Obama, cuando llegaron a Casa Blanca, tenían cuarenta y tantos años y traían como currículo diplomas de Columbia, Princeton y Harvard Law School. Ella una carrera exitosa de abogada en un despacho prestigioso y luego alta ejecutiva en un sistema de hospitales. Él experiencia como organizador comunitario, autor, profesor de derecho en Harvard Law School y Senador por el estado de Illiniois. Al dejar la presidencia, según los sondeos hasta este momento, siguen siendo dos de las personas más admiradas y respetadas de los EEUU. (No estoy expresando opinión al respecto, solamente estoy trazando unos paralelismos que veo desde el principio, sé que hay foreras que detestan a los Obama y seguramente hay otros sondeos que los dejan mal parados, no es el tema del hilo ni de mi post.)
Michelle Obama escribió un libro que fue un éxito monumental en ventas y no ha parado de hacerse visible en foros, congresos, eventos sobre temas y causas que apoya, un "book tour" nacional, etc. Todas estas cosas dejan dinero, no es vender imanes para el refri. Barack Obama escribió un libro que no se ha publicado, la editorial lo mandó 6 meses a las Maldivas o equivalente para que lo escribiera tranquilo. Juntos la pareja firmó un contrato multimillonario con Netflix para generar contenido, es decir, producir. Han comprado dos casas multimillonarias. Una en su barrio de Washington, DC y otra en donde veranean, no sé si Martha's Vineyard o Hamptons.
Pero aunque Harry sea royal, no tiene currículo y no tiene inteligencia. No puede escribir un libro ni producir para Netflix. En EEUU la gente está hambrienta de entretenimiento y contenido y Harry está vacío. En EEUU la gente entiende lo que es ser un ex-royal. El brillo se pierde rápido. Meghan no es Michelle Obama ni en preparación, ni en experiencia profesional y de vida, ni en aptitudes. Y es una tristeza ver a una pareja que pudiera estar haciendo mucho bien cumpliendo su misión y reclamando con respeto, seriedad y fundamentos más espacio y visibilidad para los temas que supuestamente tienen más cerca del corazón, mire a otra pareja en condiciones muy diferentes y superiores y piensen que son víctimas de una grave injusticia porque ellos deberían estar ahí afuera libremente ganándose todo el mismo dinero que los Obama y siendo celebrados por la prensa, las élites liberales y la opinión pública como los más queridos y los más influyentes.
Otros de sus nuevos amigos, como Oprah, se han auto-perpetuado en la cima por su preparación, décadas de trabajo e inteligencia. Cuando Oprah ve que alguien no aporta, no vende, es peso muerto, los deja y sigue ella. Así es ese mundo. La amistad con los Clooney creo que es manufacturada. Los invitaron a la boda y no iban a decir que no. Pero recuerden que tan amigos que eran George Clooney y Brad Pitt, cuando Amal Clooney, intelectual y exitosa abogada y humanitaria de renombre, activó todas las inseguridades de Angelina Jolie, actriz sin educación ni conocimiento ni comprehensión profunda de los temas políticos y humanitarios, porque Amal pensaba que Angelina era ingenua e ignorante y carente de profundidad, se acabó la amistad entre George y Brad.
Si cuando se comprometieron lo primero que dijo Meghan era que juntos iban a cambiar el mundo, ¿por qué la razón de dejar la BRF es ser económicamente independientes? Se peinan o se hacen rolos. Monetarizar no es vender productos que ni las fans en EEUU comprarían. Es monetarizar su imagen. Dar un TED Talk y que les paguen. Aparecer en un retiro de ejecutivos y que les paguen, que su fundación auspicie un foro internacional de desarrollo o del medioambiente y que les paguen, que le paguen a Meghan las marcas de la ropa que se pone, que puedan recibir regalos como mercancía, servicios, viajes, etc. Que les paguen por ser portavoces de organizaciones, que les paguen por estar en juntas directivas que les paguen por ir a alfombras rojas, entregas de premios y otros eventos. Esa es la independencia económica. Pero no es cambiar el mundo. Una tristeza. Mucha prisa, siempre mucha prisa.