Cuando en 1981 Lady Diana Spencer se casó con el príncipe Carlos de Inglaterra, el mundo entero recordó cuán romántico podía llegar a ser un ajuar de novia.
La princesa Diana, “Lady Di”, estaba tan radiante en su vestido de tafetán adornado con miles de lentejuelas, flores y encaje antiguo y sus mas de siete metros de cola
El gran vestido blanco había regresado y que cambió para siempre el curso de la historia de los vestidos de novia y cuyos maravillosos diseños daban vida nuevamente a la más auténtica “novia princesa”.
Para cuando llegaron los noventa, los excesos y las ostentaciones que caracterizaron los años ochenta comenzaban a hacerse menos populares y por tanto también así los vestidos de novia muy ornamentados que en su lugar empezaron a adoptar líneas más sensuales, sencillas y desenfadadas.
Más entrada la década, los vestidos de corte A o con mucha caída ganaron popularidad y junto a ellos, los cortos, los toques de color y los trajes de pantalón y chaqueta.
Cuando Carolyne Besset se casó con Jhon F. Kennedy Jr. en un sencillo vestido de crepe de seda diseñado por Narciso Rodriguez, el mundo entero comprendió que ese tipo de vestido era también una opción y que, ahora más que nunca, la elección de vestido de una novia era el más auténtico reflejo de su personalidad
Adentrados en el nuevo milenio, la moda nupcial solo puede ser descrita como una fantástica fusión de lo antiguo y lo nuevo, de diseño clásico y de toques atrevidos y modernos.
Hay algo para todos los gustos, desde un vestido pegado al cuerpo y con la espalda descubierta para una novia sensual y atrevida, hasta otro de corte A con diáfanas capas para la bohemia o, desde un ensamble asimétrico para una audaz minimalista hasta una gran falda de túl para la consumada princesa.
La novia lució un vestido de seda diseñado por la diseñadora de moda francesa con sede en Londres Catherine Walker El amplio escote se inspiró en la arquitectura del lugar de la boda en la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor.
El vestido de novia presentaba un bordado inspirado en la Kent Pearl y la Diamond Fringe Tiara que llevaba la novia, completó su look nupcial con un collar de perlas y diamantes y pendientes a juego.