Lo que sí pudiera ser interesante sería escuchar una conversación de estas lumbreras acerca de sus compis. Aunque como son tan desconfiados seguro que hasta entre "grandes amigos" andan con mil ojops por si alguno es un topo.
La solución es esperar a que se pongan "contentos" y la bida haga su efecto seguro que entonces largan a toda mecha.
Estos no sueltan prenda. Delante de Mila al menos tienen que tener cuidado, porque cuando entra en brote misterioso suelta lo que dijeron aquí, allí, y allende los mares.