Si ven a la señora de falda azul con las bragas que se le marcan, fíjense en los pies, le pasa igual que a Meghan, el talón es tan pronunciado hacia atrás, que llegando a la altura del tobillo ningún zapato le entalla bien y parece que fuese el zapato grande, pero no, lo que pasa que necesitan esa talla para que entre el talón! Es el síndrome de las hermanastras de cenicienta…