No es la simpatía personificada; ha tenido sus problemas (ya solucionados, pero exagerados por la prensa de la caverna) con Hacienda. Pero no va de divo; se mantiene fiel a los suyos y al club al que se lo debe todo. Siendo el más grande, es el más humilde. No como cierto mamarracho exblanco que no le llega ni a la suela del zapato.