Queridas primas,
Os vengo a exponer mi debate interno porque para mi es una odisea de contradicciones.
Las apariencias pueden ser muy relativas, y se pueden aplicar a cualquier situación en la vida.
¿Hasta qué punto las apariencias pueden ser positivas o negativas?
En mi caso, le doy muchas vueltas porque me afecta directamente. Me pregunto hasta qué punto soy capaz de mantener las apariencias y el por qué lo hago.
Muy pocas personas saben cuales son mis problemas personales y el calvario que estoy pasando hace tiempo, aún así, siempre me mantengo sonriente, hago mi vida con “normalidad” sin perder las alegría de vivir.
Digamos que de cara a los demás no tengo problemas, aparento ser feliz, tenerlo todo, estar completa, mantengo una imagen limpia y elegante, pero cuando llego a casa me quito esa careta.
Por un lado mantener las apariencias me hace relativizar los problemas, pero por otro lado me siento una impostora conmigo misma, una cínica de la realidad, aunque la solución no esté en mis manos.
Os vengo a exponer mi debate interno porque para mi es una odisea de contradicciones.
Las apariencias pueden ser muy relativas, y se pueden aplicar a cualquier situación en la vida.
¿Hasta qué punto las apariencias pueden ser positivas o negativas?
En mi caso, le doy muchas vueltas porque me afecta directamente. Me pregunto hasta qué punto soy capaz de mantener las apariencias y el por qué lo hago.
Muy pocas personas saben cuales son mis problemas personales y el calvario que estoy pasando hace tiempo, aún así, siempre me mantengo sonriente, hago mi vida con “normalidad” sin perder las alegría de vivir.
Digamos que de cara a los demás no tengo problemas, aparento ser feliz, tenerlo todo, estar completa, mantengo una imagen limpia y elegante, pero cuando llego a casa me quito esa careta.
Por un lado mantener las apariencias me hace relativizar los problemas, pero por otro lado me siento una impostora conmigo misma, una cínica de la realidad, aunque la solución no esté en mis manos.