El expediente de divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se guarda en una caja fuerte

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Jaime le daba a la coca por eso se separaron, además que dicen que es bisexual. Una joyita, vaya... Después le dió un ictus por la mala vida...
Hay muchos mas nobles que le dan a la coca y es una pena. Pero se habla poco de estos temas, ya que les da una imagen malisima.

Eligieron fatal a sus parejas los 3 hermanos. Se casaron con ellos por el interés, posición y dinero.

Por qué el expediente de divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se guarda en una caja fuerte con medidas de seguridad excepcionales​

Este 2022 se cumplen 15 años del ya famoso «cese temporal de la convivencia matrimonial» de los por entonces duques de Lugo. A día de hoy, sigue preocupando que el contenido de los documentos de su divorcio vea la luz.​

Por qué el expediente de divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se guarda en una caja fuerte con medidas de seguridad excepcionales


ELENA DE LOS RÍOSLunes, 11 abril 2022, 17:08
Tras trece años de matrimonio y dos hijos en común, la infanta Elena y Jaime de Marichalar decidían en noviembre de 2007 dar el primer paso hacia su divorcio con el anuncio de su «cese temporal de la convivencia matrimonial». Una estrategia de comunicación adoptada por la casa real española para intentar ganar tiempo y gestionar así el que iba a ser el primer divorcio de un miembro de la monarquía patria.

Los por entonces duques de Lugo habían protagonizado una boda de cuento de hadas en la catedral de Sevilla en marzo de 1995 y posteriormente su relación había contado con el beneplácito de prensa y sociedad. El estilo de Jaime de Marichalar, su camaradería con los medios de comunicación y lo compenetrado que parecía estar el matrimonio en sus salidas públicas hicieron que la pareja se ganara el afecto del público.
Todo ello provocó que su divorcio supusiera todo un reto para la Casa Real y llevó a la misma a tomar la decisión de guardar en una caja fuerte de grado de seguridad IV en el Juzgado de Familia número 22 de Madrid el expediente de divorcio una vez firmado por la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Una medida nata habitual de la que se hizo eco la periodista Cote Villar en La Otra Crónica de El Mundo.

¿Qué contienen esos documentos que no deben salir a la luz?​

Las especulaciones que rodearon el proceso de divorcio del matrimonio fueron, para la época (y nunca mejor dicho) brutales. Fue la revista Época la que aseguró que la infanta Elena podría haber alegado contra Jaime de Marichalar «consumo ocasional de cocaína para justificar la solicitud de nulidad católica». Sin embargo, y al no trascender ningún dato sobre el acuerdo alcanzado en el proceso de divorcio puramente legal, los medios de comunicación especularon con un posible ataque judicial de la infanta sacando a colación sus hipotéticos problemas con las drogas.
En palabras más simples: si la infanta Elena dejaba constancia de algo así en el divorcio legal, luego resultaría mucho más sencillo que el Vaticano le concediese una posible nulidad eclesiástica. Es decir, que en esos documentos guardados bajo llave aparecería la palabra cocaína.

«Elena de Borbón alega que desconocía, en el momento del compromiso, el consumo de cocaína», escribía Eugenia Viñas, autora del reportaje de Época. Sin embargo, en el mismo artículo se detallaba que el por entonces duque de Lugo había aportado una prueba notarial para desmentir la supuesta afirmación de la infanta. «No quiere perder su estatus social porque quiere seguir siendo yerno del rey».

Unas líneas que no tardaron en obtener respuesta formal por parte de Jesús Sánchez Lombás y Concha Sierra, los abogados de la infanta Elena y Jaime de Marichalar: «Son absolutamente falsas y carentes de base alguna las pretendidas iniciativas, supuestamente en curso, sobre el divorcio o demanda de nulidad matrimonial ante tribunal eclesiástico alguno, a petición de cualquiera de las partes«.

Añadían también que «son absolutamente falsos los hechos narrados en el reportaje como supuestos de una inexistente demanda de nulidad canónica del matrimonio«.

Desavenencias sobre la educación de Victoria Federica y Froilán​

El otro gran rumor que persiguió a los duques de Lugo durante su proceso de divorcio es que la llegada de sus dos hijos hicieron mella, y mucha, en su relación. Algo que a día de hoy sería una razón totalmente entendible para que una pareja decidiera separar sus caminos, en aquel momento se vio como un posible revés para la imagen pública de la infanta Elena y Jaime de Marichalar.

Por no hablar de que en el expediente de divorcio podría haber quedado plasmado un posible acuerdo para que ninguna de las partes implicadas pidiese jamás la nulidad eclesiástica. Esto se debería al escándalo que supondría en término de relaciones realeza-Iglesia.
Sea como fuere, lo cierto es que pasados 15 años del anuncio de divorcio, nadie sabe a ciencia cierta qué contiene el expediente de divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Lo que sí es seguro es que seguirá bajo llave durante muchos años más.
 

Jaime de Marichalar ya ha cumplido 59 años: así le beneficia soplar las velas alejado de la familia real española​

así le beneficia soplar las velas alejado de la familia real española​

El exmarido de la infanta Elena disfruta de una vida de privilegios, sin la presión de ser miembro royal. Su divorcio fue lo mejor que pudo pasarle a Jaime de Marichalar.​

Jaime de Marichalar ya ha cumplido 59 años: así le beneficia soplar las velas alejado de la familia real española

MARÍA JIMÉNEZViernes, 8 abril 2022, 07:28
Cuando Jaime de Marichalar hizo repaso a sus 59 años al soplar las velas de su tarta de cumpleaños, tal vez esbozara una ligera sonrisa pensando en lo diferente que habría sido su vida de haber seguido casado con la infanta Elena. Una vida que estamos seguros no se parecería en nada a la de ahora, con su hija Victoria Federica como influencer en ascenso y de la que probablemente también se ha arrepentido su ex concuñado Iñaki Urdangarin.

Habrá quien piense que casarse con un miembro de la realeza tiene más beneficios que contras. Craso error. Por mucho que uno tengo acceso a vacaciones en palacios, audiencias con la realeza internacional y sea tratado de Excelentísimo Señor (o Señora), lo cierto es que uno se enfrenta a una vida que será examinada con lupa y cuyos fracasos serán considerados como fracasos monárquicos y no personales. Es decir, la imagen pública de uno mismo desaparece para confundirse con la real, de realeza. Pero parece que Jaime de Marichalar ha sabido ser mucho más feliz fuera de ese círculo royal de lo que era dentro. ¿Por qué? Dentro pruebas.

Su vida, sus normas​

Si por algo se rompió el matrimonio de los por entonces duques de Lugo es porque mientras que la infanta Elena prefería madrugar para ir a montar a caballo, Jaime de Marichalar se decantaba por la nocturnidad de fiestas repletas de alta sociedad y famosos. Algo que, a todas luces, no era del agrado de su mujer ni de su familia política. ¿El marido de la hija de un rey de fiesta hasta el amanecer por Madrid y sin su esposa?

Aunque cabe decir que Jaime de Marichalar se las ingeniaba para no ser captado por las cámaras con ayuda de amigas como Naty Abascal, lo cierto es que su vida nocturna no quedaba bien en las páginas del papel cuché, ni en las páginas de la historia de la realeza española. Pero Jaime de Marichalar, del que aseguran que la reina Letizia le tiene un inmenso cariño, prefirió dar un solo escándalo como royal, que vivir rodeado eternamente de ellos. Así pues, y con el beneplácito de la infanta Elena, quien tampoco deseaba seguir casada, la Casa Real Española anunciaba el martes 13 de noviembre de 2007 el « cese temporal de su convivencia matrimonial».

Un término que ha pasado a la historia como la manera educada y fina de decir, obviamente, divorcio. El escándalo estaba servido, pero tanto la infanta Elena como Jaime de Marichalar sabían que una vez pasado el temporal, cada uno podría vivir su vida a su manera. Una clara victoria para el padre de Victoria Federica y Froilán dado que conservaría todos sus contactos y sus conexiones reales, pero ya desde el otro lado: el de la libertad total de movimientos.

De «esposo de» a «padre de»​

Aunque pueda parecer una obviedad, no es lo mismo ser el marido de la infanta Elena que pasar a ser el padre de los hijos de la hija de un rey. La diferencia es absolutamente abismal. Jaime de Marichalar sigue conectado, obviamente, a la familia real, pero desde el momento en el que su divorcio se ratificó, sus decisiones pasaron a ser suyas y de nadie más. Como consejero delegado de varias empresas jamás podrá ser acusado, por ejemplo, de tráfico de influencias en relación a sus conexiones reales como ya le pasara a Iñaki Urdangarín. Por no hablar de que su vida sentimental ya no interesa. ¿Cuánto hace que no leemos un artículo sobre una posible ilusión del ex de la infanta Elena? Y no es porque no la tenga o la deje de tener, es porque a nadie le importa si el exesposo de la hija de un rey tiene el corazón ocupado.

Socialité y creador de la primera influencer royal española​

Como comentábamos al principio de este artículo, el mundo de la noche siempre ha fascinado a Jaime de Marichalar. Aunque no en el mismo sentido en el que le interesa a su hijo Froilán. Apasionado de la moda, las artes y la cultura, el exmarido de la infanta Elena adora rodearse de mecenas, modelos, artistas y todo tipo de perfiles culturales emergentes en fiestas privadas y eventos a los que solo unos pocos tienen acceso. Es por ello que Jaime de Marichalar es, a día de hoy, lo que podríamos llamar un socialité en toda regla.

Por no hablar de que tiene manga ancha para manejar la carrera como influencer de su hija Victoria Federica como le plazca. Sin el peso de la realeza bajo sus hombros, Jaime de Marichalar está usando sus contactos para ayudar a posicionar a su única hija como la primera (y de momento única) instagrammer real española.
 
Jaime le daba a la coca por eso se separaron, además que dicen que es bisexual. Una joyita, vaya... Después le dió un ictus por la mala vida...
Hay muchos mas nobles que le dan a la coca y es una pena. Pero se habla poco de estos temas, ya que les da una imagen malisima.

Eligieron fatal a sus parejas los 3 hermanos. Se casaron con ellos por el interés, posición y dinero.

Por qué el expediente de divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se guarda en una caja fuerte con medidas de seguridad excepcionales​

Este 2022 se cumplen 15 años del ya famoso «cese temporal de la convivencia matrimonial» de los por entonces duques de Lugo. A día de hoy, sigue preocupando que el contenido de los documentos de su divorcio vea la luz.​

Por qué el expediente de divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se guarda en una caja fuerte con medidas de seguridad excepcionales


ELENA DE LOS RÍOSLunes, 11 abril 2022, 17:08
Tras trece años de matrimonio y dos hijos en común, la infanta Elena y Jaime de Marichalar decidían en noviembre de 2007 dar el primer paso hacia su divorcio con el anuncio de su «cese temporal de la convivencia matrimonial». Una estrategia de comunicación adoptada por la casa real española para intentar ganar tiempo y gestionar así el que iba a ser el primer divorcio de un miembro de la monarquía patria.

Los por entonces duques de Lugo habían protagonizado una boda de cuento de hadas en la catedral de Sevilla en marzo de 1995 y posteriormente su relación había contado con el beneplácito de prensa y sociedad. El estilo de Jaime de Marichalar, su camaradería con los medios de comunicación y lo compenetrado que parecía estar el matrimonio en sus salidas públicas hicieron que la pareja se ganara el afecto del público.
Todo ello provocó que su divorcio supusiera todo un reto para la Casa Real y llevó a la misma a tomar la decisión de guardar en una caja fuerte de grado de seguridad IV en el Juzgado de Familia número 22 de Madrid el expediente de divorcio una vez firmado por la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Una medida nata habitual de la que se hizo eco la periodista Cote Villar en La Otra Crónica de El Mundo.

¿Qué contienen esos documentos que no deben salir a la luz?​

Las especulaciones que rodearon el proceso de divorcio del matrimonio fueron, para la época (y nunca mejor dicho) brutales. Fue la revista Época la que aseguró que la infanta Elena podría haber alegado contra Jaime de Marichalar «consumo ocasional de cocaína para justificar la solicitud de nulidad católica». Sin embargo, y al no trascender ningún dato sobre el acuerdo alcanzado en el proceso de divorcio puramente legal, los medios de comunicación especularon con un posible ataque judicial de la infanta sacando a colación sus hipotéticos problemas con las drogas.
En palabras más simples: si la infanta Elena dejaba constancia de algo así en el divorcio legal, luego resultaría mucho más sencillo que el Vaticano le concediese una posible nulidad eclesiástica. Es decir, que en esos documentos guardados bajo llave aparecería la palabra cocaína.

«Elena de Borbón alega que desconocía, en el momento del compromiso, el consumo de cocaína», escribía Eugenia Viñas, autora del reportaje de Época. Sin embargo, en el mismo artículo se detallaba que el por entonces duque de Lugo había aportado una prueba notarial para desmentir la supuesta afirmación de la infanta. «No quiere perder su estatus social porque quiere seguir siendo yerno del rey».

Unas líneas que no tardaron en obtener respuesta formal por parte de Jesús Sánchez Lombás y Concha Sierra, los abogados de la infanta Elena y Jaime de Marichalar: «Son absolutamente falsas y carentes de base alguna las pretendidas iniciativas, supuestamente en curso, sobre el divorcio o demanda de nulidad matrimonial ante tribunal eclesiástico alguno, a petición de cualquiera de las partes«.

Añadían también que «son absolutamente falsos los hechos narrados en el reportaje como supuestos de una inexistente demanda de nulidad canónica del matrimonio«.

Desavenencias sobre la educación de Victoria Federica y Froilán​

El otro gran rumor que persiguió a los duques de Lugo durante su proceso de divorcio es que la llegada de sus dos hijos hicieron mella, y mucha, en su relación. Algo que a día de hoy sería una razón totalmente entendible para que una pareja decidiera separar sus caminos, en aquel momento se vio como un posible revés para la imagen pública de la infanta Elena y Jaime de Marichalar.

Por no hablar de que en el expediente de divorcio podría haber quedado plasmado un posible acuerdo para que ninguna de las partes implicadas pidiese jamás la nulidad eclesiástica. Esto se debería al escándalo que supondría en término de relaciones realeza-Iglesia.
Sea como fuere, lo cierto es que pasados 15 años del anuncio de divorcio, nadie sabe a ciencia cierta qué contiene el expediente de divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Lo que sí es seguro es que seguirá bajo llave durante muchos años más.
Menos mal que tomaron esa decisión porque sino estaría hasta la última coma, desde hace años, hasta en Salvame...
 

Jaime de Marichalar ya ha cumplido 59 años: así le beneficia soplar las velas alejado de la familia real española​

así le beneficia soplar las velas alejado de la familia real española​

El exmarido de la infanta Elena disfruta de una vida de privilegios, sin la presión de ser miembro royal. Su divorcio fue lo mejor que pudo pasarle a Jaime de Marichalar.​

Jaime de Marichalar ya ha cumplido 59 años: así le beneficia soplar las velas alejado de la familia real española

MARÍA JIMÉNEZViernes, 8 abril 2022, 07:28
Cuando Jaime de Marichalar hizo repaso a sus 59 años al soplar las velas de su tarta de cumpleaños, tal vez esbozara una ligera sonrisa pensando en lo diferente que habría sido su vida de haber seguido casado con la infanta Elena. Una vida que estamos seguros no se parecería en nada a la de ahora, con su hija Victoria Federica como influencer en ascenso y de la que probablemente también se ha arrepentido su ex concuñado Iñaki Urdangarin.

Habrá quien piense que casarse con un miembro de la realeza tiene más beneficios que contras. Craso error. Por mucho que uno tengo acceso a vacaciones en palacios, audiencias con la realeza internacional y sea tratado de Excelentísimo Señor (o Señora), lo cierto es que uno se enfrenta a una vida que será examinada con lupa y cuyos fracasos serán considerados como fracasos monárquicos y no personales. Es decir, la imagen pública de uno mismo desaparece para confundirse con la real, de realeza. Pero parece que Jaime de Marichalar ha sabido ser mucho más feliz fuera de ese círculo royal de lo que era dentro. ¿Por qué? Dentro pruebas.

Su vida, sus normas​

Si por algo se rompió el matrimonio de los por entonces duques de Lugo es porque mientras que la infanta Elena prefería madrugar para ir a montar a caballo, Jaime de Marichalar se decantaba por la nocturnidad de fiestas repletas de alta sociedad y famosos. Algo que, a todas luces, no era del agrado de su mujer ni de su familia política. ¿El marido de la hija de un rey de fiesta hasta el amanecer por Madrid y sin su esposa?

Aunque cabe decir que Jaime de Marichalar se las ingeniaba para no ser captado por las cámaras con ayuda de amigas como Naty Abascal, lo cierto es que su vida nocturna no quedaba bien en las páginas del papel cuché, ni en las páginas de la historia de la realeza española. Pero Jaime de Marichalar, del que aseguran que la reina Letizia le tiene un inmenso cariño, prefirió dar un solo escándalo como royal, que vivir rodeado eternamente de ellos. Así pues, y con el beneplácito de la infanta Elena, quien tampoco deseaba seguir casada, la Casa Real Española anunciaba el martes 13 de noviembre de 2007 el « cese temporal de su convivencia matrimonial».

Un término que ha pasado a la historia como la manera educada y fina de decir, obviamente, divorcio. El escándalo estaba servido, pero tanto la infanta Elena como Jaime de Marichalar sabían que una vez pasado el temporal, cada uno podría vivir su vida a su manera. Una clara victoria para el padre de Victoria Federica y Froilán dado que conservaría todos sus contactos y sus conexiones reales, pero ya desde el otro lado: el de la libertad total de movimientos.

De «esposo de» a «padre de»​

Aunque pueda parecer una obviedad, no es lo mismo ser el marido de la infanta Elena que pasar a ser el padre de los hijos de la hija de un rey. La diferencia es absolutamente abismal. Jaime de Marichalar sigue conectado, obviamente, a la familia real, pero desde el momento en el que su divorcio se ratificó, sus decisiones pasaron a ser suyas y de nadie más. Como consejero delegado de varias empresas jamás podrá ser acusado, por ejemplo, de tráfico de influencias en relación a sus conexiones reales como ya le pasara a Iñaki Urdangarín. Por no hablar de que su vida sentimental ya no interesa. ¿Cuánto hace que no leemos un artículo sobre una posible ilusión del ex de la infanta Elena? Y no es porque no la tenga o la deje de tener, es porque a nadie le importa si el exesposo de la hija de un rey tiene el corazón ocupado.

Socialité y creador de la primera influencer royal española​

Como comentábamos al principio de este artículo, el mundo de la noche siempre ha fascinado a Jaime de Marichalar. Aunque no en el mismo sentido en el que le interesa a su hijo Froilán. Apasionado de la moda, las artes y la cultura, el exmarido de la infanta Elena adora rodearse de mecenas, modelos, artistas y todo tipo de perfiles culturales emergentes en fiestas privadas y eventos a los que solo unos pocos tienen acceso. Es por ello que Jaime de Marichalar es, a día de hoy, lo que podríamos llamar un socialité en toda regla.

Por no hablar de que tiene manga ancha para manejar la carrera como influencer de su hija Victoria Federica como le plazca. Sin el peso de la realeza bajo sus hombros, Jaime de Marichalar está usando sus contactos para ayudar a posicionar a su única hija como la primera (y de momento única) instagrammer real española.
Yo no me creo ni la mitad de las cosas negativas que dicen de Marichalar.
Estar casado con Elena no debe haber sido un camino de rosas!
 
Yo no me creo ni la mitad de las cosas negativas que dicen de Marichalar.
Estar casado con Elena no debe haber sido un camino de rosas!
Lo de la coca y lo de que era/ es bisexual yo si que lo había oído. Que después de ictus se le avinagró el carácter tb, pero si sabía la mitad de lo que se sabe ahora de esta panda de manipuladores estaría hasta los cocos del favoritismo con que trataban a urdanga y familia.
Ahora pensará que el por lo menos no acabo en la trena y con su intimidad en boca de todo el mundo.
Le salvo la famosa “herencia”de la tía para poder mandar a todos a la mierda. Ahora me pregunto si no fue un pacto con emérito para salir sin líos
 
Jaime de Marichalar....
  • Es el único de los tres consortes con pedigri al ser de una familia de la nobleza española.
  • Es el único que prefirió divorciarse y no seguir aguantando a la mafia que son los Borbones.
  • Es el único que ha llegado a un acuerdo con la familia de su ex y se mantiene al margen, por eso lo dejan vivir en paz.
  • Es el único que fue maltratado públicamente con el divorcio.... Acusaciones sobre drogas y la retirada de su figura de cera.
Tendrá sus cosas, pero los otros dos consortes (Iñaki & Letizia), no les llegan ni a la suela del zapato.
 
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