Concepción Cochrane Blaquier

Es fea fea la choripan con chimichurri

PASADO SU BROTE PSICOTICO INDUCIDO POR LAS DROGAS, LLEGO EL MOMENTO DE INTERNAR A CHORIPANE
by | Jun 8, 2014 | Sin categoría

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TEXTO DE HOLA! INTITULADO: CONCEPCION BLAQUIER, SUEÑO CON VESTIR A LA PRESIDENCIA CRISTINA

La sangre que corre por sus venas es transgresora. Sus orígenes se remontan a Thomas Alexander Cochrane (1775-1860), décimo conde de Dundonald, marqués de Maranhão, más conocido como Lord Cochrane. “Muchos me conocen por mi lado Blaquier, pero pocos saben que mi chozno fue un político tajante y oficial naval británico. Un hombre que está considerado uno de los capitanes más audaces de las guerras de la Revolución francesa y que en los círculos militares lo llamaban ‘El lobo de los mares’. Con orgullo llevo el apellido de un liberal que abandonó la Royal Navy y viajó al Nuevo Mundo para unirse a los ejércitos independentistas de Chile y Argentina”, cuenta Concepción Cochrane Blaquier (31) desde la pequeña casa del campo familiar de Lobos –a unos kilómetros del casco de “La Concepción”, la legendaria estancia edificada por Juan José Blaquier y Mercedes de Elizalde–, donde se refugia cuando se cansa de la ciudad.

Fanática de la moda y considerada la única argentina que tiene acceso al selectísimo grupo de los Casiraghi, la hija de Lair Wallace Cochrane y Dolores Blaquier habla por primera vez de su relación con los hijos de la princesa Carolina de Mónaco. En una producción cinematográfica, posa para ¡Hola! Argentina con vestidos de su creación y revela su mayor anhelo: vestir a la presidenta Cristina Fernández.

LA NATURALEZA, SU CABLE A TIERRA

–¿Te considerás una mujer de campo?

–El campo es parte de mis raíces, de mi infancia y de mi presente. Soy una mujer criada en el campo que, aunque eligió la ciudad para vivir, siempre consideró a la naturaleza como su único cable a tierra. Además, el campo representa para mí un punto de encuentro con la familia y la mayor fuente de inspiración al momento de diseñar. Mi carácter se forjó entre vacas y tractores, y disfruto por igual de estar en un cóctel con los príncipes de Mónaco como arreando ganado. En pocas palabras, soy una mujer todoterreno que es feliz andando a caballo o montada sobre tacos altísimos.



–¿Cómo nació tu pasión por la moda?

–En “La Concepción”, que fue la casa donde me crie. Recuerdo que había un cuarto repleto de baúles en los que mamá guardaba prendas viejas de todos nuestros antepasados. Yo me refugiaba en esa habitación y me pasaba la tarde probándome todo lo que encontraba. Un día encontré una galera, de la que me enamoré y que uso hasta hoy. Ahí me di cuenta de que la moda era lo mío.

–¿Cuál es tu mayor inspiración a la hora de diseñar?

–Quien más me influyó fue mi abuela Malena [Nelson], una mujer a la que admiro muchísimo. Ella me enseñó muchas de las cosas que conozco sobre el diseño de indumentaria y no tengo dudas de que heredé la pasión por la moda de ella. Fue una transgresora, una mujer moderna que rompió las reglas de su época y que, por ejemplo, jamás guardó el luto ni conoció los tabúes. Es muy fuerte y yo soy un poco como ella porque la vida para nosotras es acumular momentos plenos de felicidad. “Mima”, como le decimos sus nietos, armó un guardarropa increíble y tuve la dicha de que me haya regalado algunas cosas. Como fue una mujer muy malcriada por su marido, jamás le negó nada y la dejó vestirse como le diera su gana. Tenía una colección de tapados fascinantes. ¡Y ni hablar de sus joyas! Siempre que nos vemos me repite la misma frase: “Preocupate cuando la gente no hable de vos”. Ella me enseñó a ser una mujer libre. Era tal su amor por la ropa que tenía entre sus colaboradores a una costurera que vivía en su casa. “Rosario, hágame una pinza, un punto disfraz…”, escuchaba que le pedía cuando algún modelo que había comprado no le gustaba.

SER UNA DE ELLAS

Además de su abuela Malena, la socialité brasileña Betsy Monteiro de Carvalho –su madrina de bautismo– es uno de sus máximos referentes al momento de vestirse. Foto: Pilar Bustelo
–¿Qué representa llevar un apellido tan emblemático como Blaquier?

–Desde muy chica que las Blaquier –Mercedes, Magdalena, Dolores, María Teresa, Agustina, Marina y Julia– eran un ícono de belleza y elegancia. Además, mi abuela era considerada “la embajadora” del polo argentino en el mundo y en su estancia recibía a las grandes personalidades que llegaban al país. Desde el príncipe Felipe de Edimburgo hasta Winston Churchill pasaron por “La Concepción”. Sin duda, se convirtió en una de las grandes anfitrionas argentinas del siglo XX. A mí también me gusta recibir amigos de todo el mundo.

–¿Cómo definirías tu estilo?

–Creo que es “freak & chic”, una mezcla de elegancia con locura. Porque dentro de mi ropero podés encontrar cosas atemporales confeccionadas en todo tipo de géneros. Desde muy chica fui muy quisquillosa a la hora de elegir mi ropa y me di cuenta de que no me gustaba lo que había en las tiendas. Siguiendo los pasos de mi abuela Malena, empecé a mandarme hacer todo lo que uso. Me gusta tener algo distinto al resto de la gente porque para mí lo importante no solo es llegar a una fiesta y que no haya alguien con el mismo vestido, sino que no pueda estar colgado en ningún ropero. Me inspira un cuadro de Dalí hasta uno de caza de zorros, todo puede arrojarme una idea. Trato de estar siempre en lugares que me parezcan bellos, ya que es la única forma de alimentar todos mis sentidos.

–¿Quiénes son tus mayores referentes?

–Me encanta el estilo de Daphne Guiness, la heredera del imperio cervecero que lleva su nombre, y el de María Antonieta, que tuvo la más maravillosa colección de zapatos de la historia. También mis heroínas de la infancia –She-Ra, la hermana de He-Man, y Xuxa– han influenciado mi creatividad. Recuerdo que siendo chica me marcó mucho Scarlett O’Hara, que se hizo un vestido con las cortinas de su casa, y al igual que ella sigo buscando a un Rhett Butler que me malcríe. [Se ríe]. También me marcaron personajes como Mary Poppins, cuya valija me volvía loca, y la Novicia Rebelde.

UNA ARGENTINA EN MONACO

–¿Cómo nació tu relación con los Casiraghi?

–Surgió cuando terminé el colegio y me fui a vivir a Europa. Mi madre me dio su agenda y empecé a llamar a sus amigos más cercanos. Una de esas personas fue la madre de Tatiana Santo Domingo, que al igual que mi padre, es brasileña y se conocían de toda la vida. En uno de mis viajes a París armé programa con Tatiana y sus amigos y desde entonces se convirtieron en mi círculo. Después volví a Argentina, pero seguí en contacto con ellos y hasta hoy nos vemos cada vez que podemos.

–Volviendo a tu pasión, ¿te considerás una diseñadora de moda?

–Sí, claro. Más allá de que estudié Diseño de Moda, soy una diseñadora de alma. Tuve la suerte de que, con el paso del tiempo, algunas amigas empezaron a pedirme que les diseñara algunas cosas. Después surgió la idea de colaborar con algunas marcas reconocidas y de crear algunas colecciones cápsula, algo que me encantó. Mi desafío ahora es abrir mi propia tienda, pero aún estoy esperando el momento justo para poder hacerlo a lo grande.

–¿Cuál sería uno de tus mayores desafíos?

–Me encantaría vestir a la presidenta de la Nación, ya que es la representante de nuestro país y su imagen dice mucho de nosotros. Es una mujer que tiene un estilo definido, pero me parece que podría jugar más y, aunque hay toda una estética que cuidar por su investidura, le propondría un estilo un poco más osado. Ella debería marcar tendencia, una Jackie Kennedy que genere admiración, porque en la política la moda puede convertirse en una poderosa y efectiva estrategia de comunicación.•

Texto y producción: Rodolfo Vera Calderón

Fotos: Pilar Bustelo

Asistente de fotografía: Matías Salgado

Maquillaje y peinado: Joaquín López Patterson

Agradecimientos: Pérez Sanz.
 
Yo la vi en Lucky Ladies ( si, miro cualquier cosa) pero para quien la quiera ver en movimiento, hablando y tratando de vender las carteras que diseño (ponele):
 
Yo la vi en Lucky Ladies ( si, miro cualquier cosa) pero para quien la quiera ver en movimiento, hablando y tratando de vender las carteras que diseño (ponele):


Me pone muy nervioso que lleve gafas de sol en un recinto cerrado. Es algo que no me gusta nada, los bolsos bastante feos la verdad. Habla bastante normal, no es estilo Tamara Falcó que habla súper pijo.

Lo que más me ha gustado es cuando dice "yo siempre digo que la moda es lo que a uno le queda bien", pues debe tener una distorsión de lo que a ella le queda bien.
 
Me pone muy nervioso que lleve gafas de sol en un recinto cerrado. Es algo que no me gusta nada, los bolsos bastante feos la verdad. Habla bastante normal, no es estilo Tamara Falcó que habla súper pijo.

Lo que más me ha gustado es cuando dice "yo siempre digo que la moda es lo que a uno le queda bien", pues debe tener una distorsión de lo que a ella le queda bien.
Para mi ella mona de cara, es una pena que se la tape constantemente con anteojos de sol y sombreros, plumas, tocados tiroleses y todas las porquerias que se tira encima basicamente............
 
ay... pero ya se informa que ha tenido internamientos por toque de toxicos.
es que tiene algo extraño en las fotos, y además una evolución muy cambiante: en las fotos de boda de Margarita Missoni es casi irreconocible.
 
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