Y los mechones a lo Cruella de Vil.Qué hermosa era María Teresa. No entiendo cómo una persona puede cambiar tanto. La María Teresa de antaño parece una persona distinta a la de hoy. Allí parecía una muchacha con clase, estirpe, distinción. Ahora se ve ordinaria, especialmente cómo se viste [como, por ejemplo, para esta boda] con todo ese gel en el cabello y esa lechuga [diga flor] mas grande que la cabeza y todo ese bronceador.