Caroline y Charlotte en la ceremonia de entrega de premios de la Fundación Prince Pierre.
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Es aceptar el paso del tiempo, tener el pelo blanco no la hace más mayor de lo que ya es, casi 65 años...
¿Y qué se supone que debe ser una mujer de 64 años con 7 nietos? Más o menos siendo contemporánea de Ana Obregón, a ésta la han molido a palos por seguir vistiendo y con estilismos juveniles (incluido el tinte del cabello)
A mi me parece el hecho de que ya no quiera teñirse su cabello (sea del color que sea), no le quita ni lo guapa, ni lo estilosa, ni lo elegante, ni lo glamourosa; así como teñirlo tampoco le quita lo abuela, ni los casi 65 años que ya trae encima.
Creo que esa distorsión sobre la imagen exterior con la que muchas mujeres ya mayores pretenden engañarse a sí mismas (porque ni a los demás ni al tiempo pueden engañar), tratando de ocultar su edad física bajo tintes, cirugías, tratamientos, haciéndose "fitness de maratón" a los 60 y demás barbaridades en las cuales acaban por diluir su propia personalidad y machacan más su cuerpo (para no ir lejos, Charlene), y el hecho de que se digan a si mismas que hoy los 40 son los nuevos 20, y los 60 los nuevos 40, es algo irreal, y que cuando les cae la realidad como balde de agua fría encima (reumas o enfermedades propias de la tercera edad), es más frustrante y genera más resistencia a la aceptación del paso de los años, porque por más que digan que a los 40 ó 50 se sienten como si tuvieran 20 años menos, la realidad es que el cuerpo y todo empieza a degenerarse después de los 40, en algunos casos gradualmente, en otros abruptamente, pero al final a todos nos espera la vejez, en caso de que tengamos la suerte de vivir hasta entonces. Y por más que tengamos una edad mental juvenil, el cuerpo tarde o temprano pide tiempo fuera, y es normal. Creo que no puede haber nada peor que vivir consigo mismo sin aceptarse tal cual, incluidos nuestros años a cuestas.
Obviamente, cada quien es libre de opinar lo que quiera, pero para mi, lo más elegante que puede haber es la naturalidad y la aceptación de uno mismo, con virtudes, defectos y años encima; y esa le sobra a Caroline. A lo mejor me gustaría ver cómo luce su cabello ahora si se lo cortara como en 1997, cuando le empezó a crecer después de su período de alopecia. Creo que su bello rostro y el tono de canas que tiene tan parejo y bonito, se lo permitirían, algo como del estilo de Helen Mirren cuando trae sus canas cortas, pero con forma o como Judi Dench, si prefiere algo más sencillo. Caroline los aguantaría perfecto ambos estilos.
