El 10 de mayo marca tres momentos clave en la historia de Rumanía: el comienzo del reinado de Carol I de Hohenzollern-Sigmaringen, la independencia del Estado y la coronación del primer rey del país en Bucarest. En 2015, el parlamento rumano votó una ley que convertía el 10 de mayo en feriado nacional. Es el Día del Rey y el Día de la monarquía.