Este poema de Hamdan a su padre, entreverado como escriben ellos la poesía es notoriamente un mensaje
"Y vea con un ojo enojado, o con un ojo satisfecho, escuche sobre el malhechor y escuche sobre el sordo, pero su padre lo escucha.
La poesía sacude el vacío, no reclama injusticia ...
Dios está por encima del demandante".
"Y vea con un ojo enojado, o con un ojo satisfecho, escuche sobre el malhechor y escuche sobre el sordo, pero su padre lo escucha.
La poesía sacude el vacío, no reclama injusticia ...
Dios está por encima del demandante".