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Ah! Sí! El gran Piers Morgan
Lo que opinan de él desde Forbes... Artículo de 2017
sep 22, 2017 12:50 pm
Piers Morgan es un troll profesional. Deja de alimentarlo.
Dani Di Placido Colaborador Sénior
Piers Morgan estuvo de moda en Twitter ayer. Esto nunca es bueno. Cuando Piers Morgan está en tendencia, significa que ha dicho algo deliberadamente inflamatorio con el pretexto de comenzar una discusión. Y a veces realmente hace un punto decente, pero siempre está envuelto en una capa burda y ofensiva, destinada a inflamar los ánimos del ejército de Twitter de los perpetuamente indignados. Él es realmente bueno en eso.
Decir algo controvertido, que va en contra de la opinión pública, no es inherentemente algo malo, ni mucho menos. Debemos leer artículos con los que no estamos de acuerdo y desafiarnos con opiniones que nos incomodan. Ambos lados del espectro político son culpables de gritar a la oposición y negarse a escuchar.
A Morgan le gusta criticar la indignación de la izquierda, y ciertamente debería hacerlo; Hay mucho que criticar. Hay tanta indignación hirviente y ácida por ahí, derramándose en nuestras pantallas y enfureciendo a casi todo el mundo, todo el tiempo. Pero en lugar de hacer un argumento cuidadosamente considerado para desinflar la ira en línea, Morgan trolls. Molesta a las personas que normalmente ni siquiera tendrían una opinión, y los empuja a unirse a un lado. Divide deliberadamente a las personas, porque le interesa hacerlo.
Se parece un poco a Pennywise, el payaso de la película It , excepto que reúne su fuerza de la ira en lugar del miedo. Él experto toma la forma de lo que sea más probable que moleste a los liberales, y mira con júbilo mientras hacen rabietas, devoran la atención y se hacen cada vez más fuertes. La única forma de derrotar a Pennywise es controlar tu miedo, tal vez deberíamos aprender a controlar nuestro genio.
Ayer, Morgan señaló la hipocresía de las hermanas de hermandad de mujeres blancas que fueron criticadas por cantar canciones de música popular, y tiene toda la razón. Puedes argumentar que las letras de "Gold Digger" de Kanye West son racistas, si quieres, pero la canción fue un gran éxito y es sin duda una parte de la cultura pop. No se puede decretar que solo ciertos miembros del público pueden cantar juntos, ya que la cultura pop es de todos. Entonces, sí, la indignación de Twitter fue ridícula, como de costumbre.
Pero en lugar de apelar a los indignados, tratando de hacerlos ver con sentido, Morgan regocijó alegremente su artículo con la palabra n, como un colegial que acaba de aprender a dibujar un pexx, y está decorando los libros de texto de la escuela.
Sabía lo que iba a pasar. Sabía que no estaba cambiando la mente de nadie, solo estaba provocando furia como siempre lo hace, encendiendo a Twitter con controversia y observando con deleite su nombre en las listas de tendencias.
Piers Morgan es un troll profesional, como Katie Hopkins. Ha estado jugando el juego durante años, y se ha vuelto muy bueno en eso. Cuando era más joven, solía leer compulsivamente su columna semanal, y me mostraba incansablemente indignado por su cara de adoración de celebridades. Me enfurecería, cada vez. Y, sin embargo, cuando llegara el correo el domingo, pasaría directamente a su sección. Hasta que me pregunté, ¿qué diablos estás haciendo? ¿Por qué amas / odias leer la opinión de este chico? Porque quería molestarme, de verdad; No hubo otra respuesta. Para provocar una reacción emocional, haz latir mi corazón, fluye la sangre, bombea adrenalina.
La ira es extrañamente adictiva. Así es la justicia propia. En ninguna parte es esto más evidente que Twitter, el hogar de los presumidos y satisfechos. En Twitter, todo el mundo con el que no está de acuerdo es un nazi racista o un agente de la Policía del Pensamiento. En la vida real, encontrarás que la mayoría de las personas no son como ninguna de estas cosas. En Twitter, todo el mundo es. Aparentemente.
Los trolls, como Morgan, surfean las olas de indignación y se benefician enormemente de dividir al público. Nos empujan a odiarnos, incluso más de lo que ya lo hacemos. Y nos levantamos a ella cada vez. Nos encanta, nos encanta la ira candente, nos encanta etiquetar al otro lado como ignorantes, locos con el lavado de cerebro, porque refuerza nuestra visión del mundo. A todos nos gusta sentirnos inteligentes y moralmente correctos, y la forma más fácil de hacerlo es condenar a la oposición.
Bueno, la vida no es tan simple, como nos gustaría que fuera. No vivimos en una especie de tierra de fantasía tolkienesca, donde cada hombre malo es un monstruo horrible. El mundo es un lugar complejo, y nadie puede pretender entenderlo completamente. Como Jon Snow, todos no sabemos nada, pero lamentablemente no lo sabemos.
Nuestras opiniones deben estar sujetas a cambios, basadas en la evidencia que nos rodea, en lugar de endurecerse en una cáscara impenetrable. Y la mayoría de las personas están felices de cambiar su opinión, siempre que haya un argumento contrario razonable. Pero los trolls odiosos como Morgan endurecen nuestras conchas, como la arena gruesa que irrita a una ostra. Y ciertamente no producen perlas, producen úlceras, llenas de pus caliente y enojado.
Ahora, si me disculpan, voy a desplazarme por la línea de tiempo de Twitter de Morgan; Necesito poner en marcha mi ritmo cardíaco.
