Pues si es así, lo único que demuestra es que su " buen hacer" depende de si le da la real gana, no obstante le de o no la real gana cobra todos los años su asignación y a nosotros no se nos pregunta si nos la gana de pagárselo ni de si se lo gana... lo único que demuestra es que trabaja si le sale del bolo y como le sale del bolo. Toda una reina del paripé , una caprichosa y una chula. Muy bien reina, ya te pasará la vida factura donde mas te duele. Vete a estirar los párpados que es para lo único que tienes ganas.Chicas, Mónica Vergara nos lee o es Coti??
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La última decepción de Letizia Ortiz ante su público más exigente: del sobresaliente al suspenso
MÓNIKA VERGARA
Cómo era de esperar -y así lo saben los misteriosos “órganos” de Zarzuela que acaban de redefinir el nuevo papel de la reina doña Letizia- ha sido todo un triunfo la presencia de la ex periodista en el país vecino. La importancia de la visita de los reyes a Portugal no solo recae en que se abre una nueva agenda internacional para los monarcas, sino en que doña Letiziahaya descuidado tanto su estilismo. Sí, porque la Reina Austera, ha decidido -otra vez- desempolvar varios modelos que llevaban ocultos en su armario varios años, dejándonos con las ganas de verla ataviada con algún trapo nuevo.
A pesar de que Portugal es una república desde 1910, lo cierto es que nuestra monarquía es muy querida y admirada y goza de la simpatía del pueblo luso. Hay que reconocer que, además, tanto el pueblo como la prensa portuguesa han caído rendidos ante la naturalidad y simpatía (a la que no nos tiene muy acostumbrados) derrochada por la Reina. Tanto es así que, si hace tan solo seis meses la tachaban abiertamente como una mujer frívola, ahora las páginas de la prensa se llenan de halagos, no solo por su evidente cercanía, sino porque se ha podido ver cómo disfrutaba y se manejaba con soltura ante el presidente Marcelo Rebelo de Sousa.
La Reina Letizia quiso demostrar, una vez más, que su presencia en los actos institucionales es importante.
Una actitud que para muchos no es más que una bofetada sin mano a los mandatarios que han decidido relegarla a una posición casi anecdótica que su presencia sí es necesaria. Que ella como consorte sí puede sumar a la Institución, pues ya se sabe que en las distancias cortas y con una buena comunicación se consiguen más propósitos. Es evidente que en esta visita lo ha conseguido.
Pero doña Letizia siempre va más allá. Precisamente por este motivo ha decidido utilizar su estilismo para darnos una lección de estilo. Desde que puso el pie el Portugal su vestuario ha sido escogido como una forma más de comunicación. Ha tirado de fondo de armario para demostrar cuál es su papel en tiempos económicos revueltos. De hecho nada más aterrizar, la vimos con un modelo de 2012. El mismo –complementos incluidos- lo lució en la boda luxemburguesa del heredero Guillermo y la aristócrata Stéphanie. Se trata de un abrigo de guipur lila con flores en 3D y un vestido morado firmado por Varela.
Para la cena de gala, en la que brillaron por su ausencia las grandes tiaras -puesto que la reina entiende que la joya más bella que puede lucir una mujer es su formación intelectual- rescató un diseño de encaje negro y cintura alta, que ya lució en 2014 con motivo de la primera gala como reina.
Y no contenta con ello, repitió una prenda de 2013, para la cena que ofreció el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en el Palacio de las Necesidades. Se trata de un vestido de vuelo realizado en georgette de seda en verde veronés, bordado en cristal de jade esmeralda y diamantes negros, con el que nos sorprendió en los premios Príncipe de Asturias.
Ella también opina que fue una bofetada a quienes han querido apartarla.
Visita de Estado a Portugal los días 28 al 30 de noviembre.
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Y a ella se le ve super incómoda.
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Extiendes la mano con una sonrisa y ya creas distancia. Sería muy fuerte que si la señora no hace ademán de besar, el tío se le eche encima. Este señor me parece que se pasa 10 pueblos con el saludo. No creo que sea culpa de ella. A no ser que sea un niño o familiar no creo que la reina de España tenga por qué besar a nadie en público.
Uffff... Y el parón porque la señora necesita controlar quién tiene su bolso... Y la escenita discutiendo con el portugués sobre si el niño del jersey azul se colocó bien o mal y si eso justifica que lo ignore 
Todo muy fuerte.
Me da la impresión que esta señora no sólo es maleducada, sino muy torpe y poco actualizada. Se nota que la periodista de raza fue a la facultad en el siglo XX y que a partir de ahí no ha vuelto a coger un libro. Ella, que cree que controla a la perfección su imagen porque posa como una modelito de catálogo de Venca para las fotos, no se ha dado cuenta todavía que no basta con la foto, que también hay que currarse a las cámaras de video. No es capaz de disimular.
Todo muy fuerte.Me da la impresión que esta señora no sólo es maleducada, sino muy torpe y poco actualizada. Se nota que la periodista de raza fue a la facultad en el siglo XX y que a partir de ahí no ha vuelto a coger un libro. Ella, que cree que controla a la perfección su imagen porque posa como una modelito de catálogo de Venca para las fotos, no se ha dado cuenta todavía que no basta con la foto, que también hay que currarse a las cámaras de video. No es capaz de disimular.
Chicas, Mónica Vergara nos lee o es Coti??
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La última decepción de Letizia Ortiz ante su público más exigente: del sobresaliente al suspenso
MÓNIKA VERGARA
Cómo era de esperar -y así lo saben los misteriosos “órganos” de Zarzuela que acaban de redefinir el nuevo papel de la reina doña Letizia- ha sido todo un triunfo la presencia de la ex periodista en el país vecino. La importancia de la visita de los reyes a Portugal no solo recae en que se abre una nueva agenda internacional para los monarcas, sino en que doña Letiziahaya descuidado tanto su estilismo. Sí, porque la Reina Austera, ha decidido -otra vez- desempolvar varios modelos que llevaban ocultos en su armario varios años, dejándonos con las ganas de verla ataviada con algún trapo nuevo.
A pesar de que Portugal es una república desde 1910, lo cierto es que nuestra monarquía es muy querida y admirada y goza de la simpatía del pueblo luso. Hay que reconocer que, además, tanto el pueblo como la prensa portuguesa han caído rendidos ante la naturalidad y simpatía (a la que no nos tiene muy acostumbrados) derrochada por la Reina. Tanto es así que, si hace tan solo seis meses la tachaban abiertamente como una mujer frívola, ahora las páginas de la prensa se llenan de halagos, no solo por su evidente cercanía, sino porque se ha podido ver cómo disfrutaba y se manejaba con soltura ante el presidente Marcelo Rebelo de Sousa.
La Reina Letizia quiso demostrar, una vez más, que su presencia en los actos institucionales es importante.
Una actitud que para muchos no es más que una bofetada sin mano a los mandatarios que han decidido relegarla a una posición casi anecdótica que su presencia sí es necesaria. Que ella como consorte sí puede sumar a la Institución, pues ya se sabe que en las distancias cortas y con una buena comunicación se consiguen más propósitos. Es evidente que en esta visita lo ha conseguido.
Pero doña Letizia siempre va más allá. Precisamente por este motivo ha decidido utilizar su estilismo para darnos una lección de estilo. Desde que puso el pie el Portugal su vestuario ha sido escogido como una forma más de comunicación. Ha tirado de fondo de armario para demostrar cuál es su papel en tiempos económicos revueltos. De hecho nada más aterrizar, la vimos con un modelo de 2012. El mismo –complementos incluidos- lo lució en la boda luxemburguesa del heredero Guillermo y la aristócrata Stéphanie. Se trata de un abrigo de guipur lila con flores en 3D y un vestido morado firmado por Varela.
Para la cena de gala, en la que brillaron por su ausencia las grandes tiaras -puesto que la reina entiende que la joya más bella que puede lucir una mujer es su formación intelectual- rescató un diseño de encaje negro y cintura alta, que ya lució en 2014 con motivo de la primera gala como reina.
Y no contenta con ello, repitió una prenda de 2013, para la cena que ofreció el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en el Palacio de las Necesidades. Se trata de un vestido de vuelo realizado en georgette de seda en verde veronés, bordado en cristal de jade esmeralda y diamantes negros, con el que nos sorprendió en los premios Príncipe de Asturias.
Ella también opina que fue una bofetada a quienes han querido apartarla.
Sí, pero después de leerlo un par de veces todavía no sé de qué palo va esta Vergara. Por ejemplo, esto:
Para la cena de gala, en la que brillaron por su ausencia las grandes tiaras -puesto que la reina entiende que la joya más bella que puede lucir una mujer es su formación intelectual- rescató un diseño de encaje negro y cintura alta, que ya lució en 2014 con motivo de la primera gala como reina.
Chicas, Mónica Vergara nos lee o es Coti??
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La última decepción de Letizia Ortiz ante su público más exigente: del sobresaliente al suspenso
MÓNIKA VERGARA
Cómo era de esperar -y así lo saben los misteriosos “órganos” de Zarzuela que acaban de redefinir el nuevo papel de la reina doña Letizia- ha sido todo un triunfo la presencia de la ex periodista en el país vecino. La importancia de la visita de los reyes a Portugal no solo recae en que se abre una nueva agenda internacional para los monarcas, sino en que doña Letiziahaya descuidado tanto su estilismo. Sí, porque la Reina Austera, ha decidido -otra vez- desempolvar varios modelos que llevaban ocultos en su armario varios años, dejándonos con las ganas de verla ataviada con algún trapo nuevo.
A pesar de que Portugal es una república desde 1910, lo cierto es que nuestra monarquía es muy querida y admirada y goza de la simpatía del pueblo luso. Hay que reconocer que, además, tanto el pueblo como la prensa portuguesa han caído rendidos ante la naturalidad y simpatía (a la que no nos tiene muy acostumbrados) derrochada por la Reina. Tanto es así que, si hace tan solo seis meses la tachaban abiertamente como una mujer frívola, ahora las páginas de la prensa se llenan de halagos, no solo por su evidente cercanía, sino porque se ha podido ver cómo disfrutaba y se manejaba con soltura ante el presidente Marcelo Rebelo de Sousa.
La Reina Letizia quiso demostrar, una vez más, que su presencia en los actos institucionales es importante.
Una actitud que para muchos no es más que una bofetada sin mano a los mandatarios que han decidido relegarla a una posición casi anecdótica que su presencia sí es necesaria. Que ella como consorte sí puede sumar a la Institución, pues ya se sabe que en las distancias cortas y con una buena comunicación se consiguen más propósitos. Es evidente que en esta visita lo ha conseguido.
Pero doña Letizia siempre va más allá. Precisamente por este motivo ha decidido utilizar su estilismo para darnos una lección de estilo. Desde que puso el pie el Portugal su vestuario ha sido escogido como una forma más de comunicación. Ha tirado de fondo de armario para demostrar cuál es su papel en tiempos económicos revueltos. De hecho nada más aterrizar, la vimos con un modelo de 2012. El mismo –complementos incluidos- lo lució en la boda luxemburguesa del heredero Guillermo y la aristócrata Stéphanie. Se trata de un abrigo de guipur lila con flores en 3D y un vestido morado firmado por Varela.
Para la cena de gala, en la que brillaron por su ausencia las grandes tiaras -puesto que la reina entiende que la joya más bella que puede lucir una mujer es su formación intelectual- rescató un diseño de encaje negro y cintura alta, que ya lució en 2014 con motivo de la primera gala como reina.
Y no contenta con ello, repitió una prenda de 2013, para la cena que ofreció el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, en el Palacio de las Necesidades. Se trata de un vestido de vuelo realizado en georgette de seda en verde veronés, bordado en cristal de jade esmeralda y diamantes negros, con el que nos sorprendió en los premios Príncipe de Asturias.
Ella también opina que fue una bofetada a quienes han querido apartarla.
Oiga usted, Monica, haga el favor de no ofender a los españoles.
TODO SU ESCRITO ES OFENSIVO.
ES USTED UNA FALTONA IMPRESENTABLE.
DA USTED VERGUENZA, TANTA COMO A LA QUE USTED INTENTA DEFENDER.
Esto fue predecir las cosas.
Hay que ver,,,,,,lo que estrechó,,,,,entre sus brazos,,,,
Por favor la proxima vez, puntualicen bien lo que es estrechar una relación diplomatica,,,,o está irå por el mundo ,,,, calentando,,,,todos los motores,,,,,
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Es que la pobre es muy ordinaria y carece de educación y clase.
Va más allá... Se puede ser bruto, pero sanote y buena persona.
Todas estas majaderías, al final, lo que dejan ver, son malos sentimientos.
Sí, pero después de leerlo un par de veces todavía no sé de qué palo va esta Vergara. Por ejemplo, esto:
Para la cena de gala, en la que brillaron por su ausencia las grandes tiaras -puesto que la reina entiende que la joya más bella que puede lucir una mujer es su formación intelectual- rescató un diseño de encaje negro y cintura alta, que ya lució en 2014 con motivo de la primera gala como reina.
Entiendo que la defiendas por que tus razones tendrás.Pero culpar a Marcelo,para que este provoque un conflicto diplomático...pues no.Este señor es muy inteligente y a cualquier hombre si no le dan pie no se tira a la piscina.Si fuera una señora Guerrero...pues bueno,pero en un viaje de Estado,que es lo que estaba representando es una actitud que da vergüenza ajena.No son remilgos,es dignidad cuando no es tu persona la que estas representando,es tan solo saber estar y representar con respeto al país que estas representando.
En ese video en concreto, si.
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