Pelayo Díaz

Los espacios que ahora frecuenta no son tan lujosos como lo eran cuando vivía con Ghesquière:

12063256_166254987058929_44767439_n.jpg


"Ir de compras en Rodeo Drive, darme un baño en la piscina de Chateau Marmont y comer en restaurantes increíbles ha sido un paso intermedio a conocer lugares (privados) maravillosos y gente nueva brillante". Estas eran las perlas que soltaba cuando convivía con el francés.
yo solo veo las juntas :nailbiting: baldosinín, el de bruger, el de ceys pero hagan algo con esas juntas.
blanqueador-juntas-rotulador-ceys-tp_7820920117604407019f.jpg
 
Es verdad!! mucho Cowshed pero la zona alrededor del lavabo se ve bastante mugrienta.
por Dior, Pelayo, como se te ocurre???
El francés debe haber salido escopetado por eso.
-- Pelayo, pogque tienes esos asulejos neggos en el baño??? Que asssskkko. no pienso Volveggg nunca mas a este apagtamento tan susio. compga Baldosinin ahoga mismo. maggano, mas que maggano!!!
Me voy a Pagis ahoga mismo.
 
Coñas aparte, CITROEN, tu por que tiene esa fijación con el pobre Pelayo?? Te ha dado calabazas?
No le conozco. Y yo no soy un hombre homosexual, sino una mujer heterosexual; luego no tengo ningún interés sentimental en este chico (ni en Ghesquière).
 
Última edición:
Si examinamos su Instagram vemos que últimamente pasa su tiempo libre en Asturias con su hermana Natalia: http://ink361.com/app/users/ig-28424700/princepelayo/photos No volvió a encontrarse con Ghesquière desde julio. Parece que él y el francés no están en plan amigable, porque Pelayo no va ningún finde a París a visitarle.
Acaba de decir: "Everything happens for a reason and time puts everything in its place." ¿Está quemado por algo?
 
Pelayo Díaz: «Trabajar con Delfín era una oportunidad y estaba superenamorado» http://www.lavozdegalicia.es/notici...ad-superenamorado/00031437126565767435107.htm

EL PRÍNCIPE DE LA MODA Se apoda a sí mismo como «Prince», y no le podemos negar el título. Con solo 29 años, Pelayo ha viajado desde Oviedo a las entrañas de Luis Vuitton. Puro sueño americano

Noelia Silvosa 19/07/2015



No ha llovido tanto desde que Pelayo Díaz se convirtió en uno de los primeros blogueros españoles con su blog katelovesme.net. Lo hizo en el 2005, cuando estaba estudiando en la Central Saint Martins de Londres y, como dice él, «todo explotó». Ahora su vida transcurre entre su silla de Cámbiame y el olimpo de la moda. Le hemos visto viajar en jet privado, portando su inseparable bolsa de Luis Vuitton con las iniciales bordadas. Giles Deacon, McQ Alexander, Armani o Loewe son ya parte de su currículum, pero sin duda su colaboración más especial fue la de David Delfín. «Sería de tontos haber rechazado esa oportunidad, porque los bolsos son mi vida y no quería hacer otra cosa que pasar todas las horas del mundo a su lado». Sin nada que ocultar. Así se presenta Prince Pelayo.

-En «Cámbiame» te tienen que convencer para que les cambies el look, pero a veces, ¿con una mirada basta?

-Aquí intentamos no juzgar solamente por el look, porque hay cada persona que la ves y piensas: «madre mía... necesita un cambio no... ¡un milagro!» Yo cuando escucho la historia de cada persona necesito identificar un interés y una emoción, un entusiasmo, porque por muy triste que sea la historia o muchas cosas que le hayan pasado, hay gente que al final vive estancada y no tienen interés por salir. Y yo necesito identificar a esa gente para la que de verdad seamos su última esperanza, que de verdad viene al programa no por un minuto de televisión, sino porque realmente necesitan nuestra ayuda.

-¿Porque realmente crees que tu look de cada día puede cambiarte la vida?

-Yo creo que sí, si tú te paras a pensar la ropa y la comida es lo único que el ser humano consume a diario. Entonces la ropa es fundamental, es tu carta de presentación, y la gente tiene un concepto de ti cuando vas por la calle y sabes quién trabaja cuidando niños, quién va a hacer deporte... Cómo no va a ser importante a la hora de ir en una dirección o en otra.

-Pero también cabe mucho margen de error en eso, ¿no?

-Es verdad que hay mucha gente que crees que tiene una vida maravillosa y es todo perfecto y detrás de ese outfit tan limpio y ordenado hay alguien que se está demoliendo, que está a trozos.

-Ahora que juzgas a la gente, además de por su historia, también por su aspecto, ¿qué crees que aportaste tú a la moda?

-Yo no juzgo a la gente. Nuestra posición no es como jurado, es más coach, asesor de moda. Lo que yo he podido aportar a la moda es ayudar a los chicos como yo a ser más valientes y ponerse lo que realmente les apetece. La mayoría de emails, cartas y mensajes que recibo es de chicos que me agradecen el haberles abierto los ojos, el haber abierto un camino y el mostrarme tan libre y tan sin prejuicios ante la moda.

-¿Eres de los que planta cara como hiciste cuando una chica mormona dijo que el matrimonio es entre un hombre y una mujer?

-Hoy en día la televisión es muy poderosa, y creo que es muy peligroso que una persona que tiene tres segundos diga que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer, porque no sabemos nunca quién nos puede estar escuchando y qué podemos causar en esa persona cuando escucha esto. Creo que yo tengo una responsabilidad al estar en televisión, al escuchar eso, de plantar cara y de explicar a la gente que el matrimonio es tanto entre hombre y mujer como entre hombre con hombre y mujer con mujer.

-¿Cuál es la barrera que separa el buen del mal gusto? Tus calcetines fueron muy comentados, y hay quien no los ve en un look.

-El mal gusto no está relacionado con la moda, el mal gusto está relacionado con las personas. Yo creo que es de mucho peor gusto criticar a alguien por llevar unos calcetines blancos que esa persona que los lleva. Y creo que si pusiéramos un poco más de imaginación, o de historia de la moda, sabríamos perfectamente que genios como Michael Jackson los llevaron con los zapatos negros... No sé, no todo es tan literal. Yo también entiendo que no todo el mundo lo va a captar, y casi que me alegra. Creo que es muy de antiguo vetar prendas o vetar a gente solamente por su manera de vestir. Yo odiaría salir a la calle y que todo el mundo vistiera como yo.

-Tu estilo ha cambiado un poco.

-Creo que después de todos estos meses que he estado en París se ha depurado y se ha vuelto un poco más clásico. Igual tiene que ver con que me acerco a los treinta, también te lo digo. Aunque siga atreviéndome con cosas.

-¿Cómo empezó todo?

-Cuando mis padres me apoyaron en la decisión de entrar en la Central Saint Martins en Londres. Me mudé sin conocer a nadie y sentía que tenía que compartir con mis amigos lo que me estaba pasando, así que creé el blog, katelovesme, contando la gente que conocía, los viajes... Y por lo visto a la gente le gustó y todo explotó.

-Y tanto que explotó. Desde Oviedo llegaste a lo más alto de la moda. ¿Cómo fue? ¿Conociendo gente?

-Conociendo gente como en todas las profesiones. Pero no me voy a quitar mérito, porque son diez años trabajando para Alexander MacQueen, Armani... he hecho colaboraciones con marcas que no he firmado... He trabajado, de verdad, muchísimo. Se llega trabajando. Te ayuda conocer a gente, pero tiene que ser una persona preparada. Si no, no duraría en el trabajo.

-¿Cuál es tu papel en Louis Vuitton?

-Estoy de consulting para proyectos puntuales. No tengo contrato cerrado, hago productos y trabajo en eventos determinados, como la Fashion Week.

-Por cierto... A estas alturas habrás conocido a tu ídolo, Kate Moss, ¿no?

-¡No, no la conozco! Y casi prefiero eh, te lo aseguro. Tengo un poco de miedo de que se caiga el mito. Así que casi prefiero dejarla tranquilita y seguir admirando sus fotos y su trabajo.

-No es oro todo lo que reluce.

-Exacto, hay algunos mitos que es mejor tenerlos de lejos.

-¿Crees que tu colaboración con David Delfín marcó un antes y un después, o ha sido solo un paso más dentro de una carrera de fondo?

-Ha sido súper importante. David se ha portado siempre súper bien conmigo. En la universidad me ofreció trabajo como director creativo de accesorios para la firma, y eso para alguien que se acaba de graduar es la oportunidad de su vida. Y además había otros factores, que es que estaba súper enamorado de él, y sería de tontos haber rechazado eso, porque no quería hacer otra cosa que pasar todas las horas del mundo a su lado.

-Era la combinación perfecta.

-Él tenía claro que yo estaba preparado. Los bolsos son mi vida, me encantan. Y mira, que la gente comente. Puede comentar lo que quiera. Puede hablar de las cinco temporadas que hicimos, que no son una ni dos. Y no sé, yo creo que en realidad si también hablas con él, te dirá lo mucho que las ventas internacionales crecieron mientras trabajamos juntos. Creo que ha sido también un beneficio mutuo.

-Él habla igual de bien de ti. Suele pasar esto, ¿no? Que piensen que alguien se aprovecha de su pareja por ser famosa y dedicarse a lo mismo

-Yo te mentiría si te dijese que no fue así, todo el mundo sabe que hemos estado juntos. Pero fui tan feliz haciendo eso, y sé que David fue también tan feliz haciéndolo, y lo pasamos tan bien, con tanto entusiasmo, con tanta alegría, tanto fervor, con tanto trabajo detrás que me hace hasta gracia que la gente piense otra cosa. Yo sé que David disfrutó muchísimo, que le encantó lo que hacíamos juntos, y eso es lo que me quedo. Yo siempre que hable de eso voy a hablar con todo el amor del mundo, y para mí David es la persona más talentosa no solo de España, sino que creo que está en un podio muy elevado internacionalmente hablando. Estoy seguro que dentro de poco se le reconocerá fuera y espero que alguna casa le haga director creativo.

-¿Cómo te ves dentro de diez años?

-Lo único que quiero es ser feliz y trabajar muchísimo. Comprarme una casa, un coche, tener una familia... Lo más básico que te puedes imaginar. No tengo ningún tipo de locura en mente.
 
Vestida en ropa interior, con tacones y labios rojos. De esta guisa Elena, su madre y gran referente, le daba el desayuno. Con ella, más que tener una relación madre-hijo ha tenido una relación casi de pareja: "Cuando me fui a Londres a vivir hace años se produjo entre nosotros una ruptura. Era como si fuéramos pareja". Pero no tiene más que palabras buenas para ella: "Es muy guay y muy enrollada". "Siempre le ha interesado la moda (...) No era la típica paleta que se pinta y hala".

Fuente: Lecturas
 
Me fijé en este detalle: "Después de todos estos meses que he estado en París (mi estilo) se ha depurado." Habla en pasado, luego cuando se publicó la entrevista (19 de julio) ya no vivía en París con Ghesquière.
 
Back