Bingo! Con la brasa que dio para recuperar su preciada biblioteca de las garras de Makoke. Parece que no le ha dado tiempo a “diseñar” un mueble acorde al volumen y categoría de sus libros. Por otra parte resulta que la niña es estudiante y tampoco se ve rastro de libro, libreta o librillo.Después de leer aquellas declaraciones del anciano drogadicto en las que afirmaba que, gracias a su nefasto hábito, era capaz de leerse un libro entero en una noche... estuve examinando con mucho interés las fotografías de su casa para morirme de envidia contemplando la monumental biblioteca que imaginaba yo que poseía. Craso error: ni una humilde estantería con las consabidas "Selecciones del Reader's Digest". ¿Dónde los guardará?