Un vestido metalizado siempre es una buena opción para el fondo de armario. Este, de favorecedora silueta, con fajín, fue estrenado por doña Sofía en Túnez, en 1983, y nos encantaría vérselo a doña Letizia.
Los volúmenes que marcaron los años 80 están de vuelta así que por qué no ver a doña Letizia con alguno de los vestidos de fiesta de doña Sofía de aquella década, como este con falda princesa y cuerpo de pedrería en gris y un suave rosa pastel.
Este sencillo pero impecable diseño plisado, de cuello redondo y cintura marcada fue el gran acierto de doña Sofía para una cita histórica con el presidente de Estados Unidos, John Kennedy.
Para visitar Bolonia en 1988, doña Sofía llevó este vestido blanco de largo midi con hombros marcados y detalle drapeado en lunares negros. Los drapeados están de vuelta y este diseño conserva toda su vigencia.
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Las faldas de cuadros siempre vuelven. Esta de tablas y corte evasé que lució doña Sofía en su visita a Washington sigue siendo perfecta para un look working.
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En el año 80, doña Sofía recibía a Julio Iglesias y a su familia en Zarzuela. Y nada de looks discretos: apostó por un vestido rojo con flores de colores y detalles de cuadros en cuello, cinturón y volantes de las mangas.
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Este es, quizás, uno de los outfit más maximalistas de doña Sofía. Un vestido negro de pedrería con una pieza superpuestas en fucsia y un gran cinturón con lazo.
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Con sus mangas acampanadas y el detalle pañuelo en el cuello, doña Sofía firmó este sobresaliente look a su llegada a Kuwait a finales de los años setenta del siglo XX.
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