El día en el que una chica me dió una lección de humildad

A mí lo que me flipa es el patio de tu instituto. Árboles, arbustos, muros, suelo que se puede cavar... En vez de patio teníais un parquecito. Yo recuerdo los patios de mi escuela y de mi insti, ahí bien pelados y asfaltados, y nada que ver 🥺
Y lo mejor era la falta de control que había por parte del profesorado.... Alumnos trepando por las vallas para escaparse, gente fumando a escondidas....

Además de que nuestro patio era jodidamente enorme. Era un solar prácticamente
 
No sabía muy bien como titular esta anécdota, pero creo que "Lección de humildad", es el título más adecuado para contar como la inteligencia, puede con la velocidad, y como la perseverancia es de gran importancia, como la que tenía esta chica. Pero no me adelanto a los acontecimientos y empiezo contándolo desde 0.

Esto ocurrió cuando estaba en 4to de la ESO, con 15 años. En mi clase, a pesar de ser ya unos adolescentes ya entrados en edad, se seguía jugando al pilla-pilla en el recreo, o más bien, "al policía y al ladrón", aunque en nuestra clase se llamaba "Las cazadoras y Los ladrones" (ahora os explico porqué), y me encantaba, porque jugaban casi todos los de la clase, y eso hacía que el juego fuese muy divertido!

Para hacer el juego aún más entretenido, "las cazadoras" eran siempre chicas, y "Los ladrones", eran siempre chicos, como dije antes... ¿Y por qué era esto así? Pues básicamente para que el juego fuese más entretenido y durase más tiempo, puesto que todos los chicos eran más veloces que las chicas, y por lo tanto, era lógico que ellas fuesen las perseguidoras.

Cada chica se asignaba un chico (o lo hablaban entre ellas), para "cazarlo", por ejemplo "la chica más lenta, va a por el chico más lento, y la más rápida a por el más rápido", así había más opciones de poder pillar.

Por supuesto que, acordaron entre ellas que a mí "cazadora" sería Sandra: Una chica de piel blanca, ojos azules y cabello castaño ondulado, y que, al ser la más alta y delgada de la clase (medía lo mismo que yo más o menos), era la más veloz (entre comillas🤣) , así que decidieron que ella sería la encargada de perseguirme.

Veréis.... Yo era un chico por aquel entonces, muy quema-sangres y muy toca-pelotas, y por eso ninguna quería ser la que le tocase pillarme en el recreo, porque encima hacía burlas y podía llegar a ser molesto, y claro, Sandra no iba a ser la excepción, y más ahora que sabía que ella iba a ser mi perseguidora en el recreo a partir de ahora:


Y bueno, como ya os podéis imaginar, obviamente esta chica, por mucho que corriese y me persiguiera, era imposible.

Fijaos si había diferencia de velocidad, que cuando estaba detrás mía, yo aminoraba un poco la velocidad a propósito, y cuando me estaba a punto de coger, volvía a acelerar jajaja, y la pobre Sandra se quedaba atrás, sin aliento, y mirandome con desesperación.

Pero lo que no tenía esta chica de rápida (que en realidad si lo era, y podía pillar a muchos chicos incluso, pero obviamente no le daba para cogerme a mí en particular), lo tenía de lista y de ingeniosa. Y dado que no me podía pillar por velocidad, (y se dió cuenta bien temprano de esto), cada día inventaba una nueva "artimaña" o nuevas "trampas" para pillarme, como si del Coyote y el Correcaminos se tratase.

Bicicletas, patines, balones de fútbol, cuerdas, botellas de agua.... Cada día un nuevo invento.

Algunas de las tácticas de ella que recuerdo, son por ejemplo:

El día que se escondió tras una pared y me intentó poner la zancadilla (creo que una forera me preguntó en otro hilo si me había conseguido pillar así), y la repuesta es NO, puesto que la vi a tiempo y la salté.

El día que se trajo unos patines (si, unos putos patines, cómo estáis leyendo), y se puso a perseguirme con ellos xd. En su cabeza era espectacular, pero al final se acabó pegando una trompada contra el poste de una portería de fútbol 🤣 en su intento por perseguirme.

Y me acuerdo que justo a día o a los dos días siguientes, se trajo hasta una put* bicicleta al instituto! Y viendo que está vez si que me podía pillar (puesto que por mucho que corriese, llevaba ella una bicicleta), me puse a correr en círculos en vez de en línea recta, y se cayó al suelo la pobre jajaja.


Y las trampas que iba poniendo ella, cada vez eran más de ciencia ficción, y más ingeniosas, para tener solo 15 años.

Una de las más ingeniosas que recuerdo, fue la de la cuerda:

La chica (o la genia), ató una comba (las cuerdas estas que se utilizan para saltar y hacer ejercicio), a un extremo de un árbol que había en el patio, a ras de suelo, y se escondió en un arbusto (todo esto lo sé, porque al final de curso, ella me explicó todo esto, y yo flipando en colores, porque yo no sabía lo elaborado que ella lo hacía todo).

El plan de ella, era que cuando yo pasase corriendo a través de la cuerda, ella tiraría, la cuerda se tensaría y yo tropezaría.

A ver, yo muy listo no soy, pero ver una comba, tensada como estaba, y y no ver a dónde estaba atada, muy buena espina no me daba, así que cuando la vi, decidí dar marcha atrás y no pasar por ahí.

No sé cómo reaccionaría Sandra, pero imagino que después de las molestias en elaborar aquello, su frustración debió ser evidente jajaja.


Luego la verdad es que yo también le daba motivos a la chica para estar tan enfuscada conmigo, puesto que, por poner un ejemplo, cuando ella estaba sentada descansando, agotada luego de intentar perseguirme, y yo lo que hacía era acercarme por la espalda, y tirarme un pedo en su oreja xd, cosa que la cabreaba muchísimo, así que lo normal es que tuviese ganas de pillarme y bajarme los humos.


Así que bueno, por ir adelantando acontecimientos.... (Por qué está anécdota tiene un final, y no es precisamente feliz, para mí, claro).


Ya estabamos llegando a finales de curso (faltaban 3 semanas para acabar creo, o por ahí), y obviamente Sandra seguía todos los días (porque a "cazadoras y presas jugábamos todos los días), intentando e intentando pillarme, y nada, no había manera.


Hasta que un caluroso recreo de Junio, la cerebrito hizo la trampa definitiva con la que, *spoiler*, me pilló por fin, y la cura de humildad me llegó:

Según me contó ella (porque todo esto me lo contó después, ya que en ese momento yo no me enteré de nada), cavó un pequeño hoyo donde ella se había dado cuenta que yo solía pasar siempre, con la esperanza de que me tropezase algún día (porque el hoyo lo cavó hacía ya meses), y era un hoyo que hacía esquina con una pared de hormigón.


Bueno, pues iba yo corriendo el fatídico día, y fijaos que sobrado y que confiado, que ya iba corriendo mirando hacia atrás, viendo a ver si me perseguía Sandra🙄, hasta que en una de estas no miré el hoyo, tropecé a toda pastilla que iba, y me di UN HOSTION de proporciones bíblicas contra la pared.

Lo que pasó a continuación me lo contó ella, ya que me dejó tan noqueado el golpe, que no recuerdo muy bien esos instantes:

Me eché la boca abajo, me doblé el tabique nasal..... Todo con sangre... Tenía la cara echa un cromo.

Y mira tú por dónde, que estaba ella viéndolo todo este la otra esquina de la pared, y aprovechó para agarrarme fuerte de la camiseta, para que no puediese escapar cuando recobrarse la consciencia.

De esto ya sí me acuerdo: Recobré la consciencia, y cuando me giré y vi la cara de Sandra, con una expresión de mala hostia y un "ahora sí, cabron".

Casi se me salen los ojos de las órbitas 🤣 y pegué un grito del susto. Intenté escapar, pero no tenía ya fuerzas para correr, obviamente. Recuerdo estar sumamente mareado.


Y por fin, Sandra me había cazado.

Fuimos a la sala de profesores, a por una bolsas de hielo, para mí cara, y luego ella fue al aula de educación física a por una comba.

Me puso el hielo en la cara, y me llevó por fin a la "cárcel", junto a las demás "cazadoras" y los demás "presos", y que estaban flipando en colores, a ver qué, no sólo por fin una chica había conseguido atraparme, si no también, el ver mi cara hecha un desastre.

Una hizo la broma de "te ha dado tu merecida paliza después de tanto tiempo de burlas".

Y la cosa no acaba ahí: La chavala en realidad había cogido la comba para ATARME (te descojonas), a una columna de la "cárcel", y que así no pudiese escapar (aunque en el estado en el que estaba, ni aunque quisiese).


Fijaos el panorama: Había pasado de yo estar burlandome de Sandra todos los recreos, y ella agotaba de perseguirme; A tener la cara echa una mierda, estar noqueado y atado por mi perseguidora.


Luego de ese horrible final (horrible para mí, y fantástico para ella), se me quitaron las ganas de jugar otra vez, en las tres semanas que quedaban de curso.


El último día de clases, le pedí unas medio disculpas así medio en coña y medio en serio, y ya me explicó todas las trampas que me había puesto (y por ejemplo, lo de la cuerda en medio del patio, ya me cuadró).

Le dije en coña que estaba chalada y nos reímos ambos.


Y así es, como la Coyote, atrapó al Correcaminos (yo).

Lección de karma, que no se me va a olvidar jamás, y también aprendí, que la inteligencia, puede con la velocidad.
Yo creía que al final iba a ser una historia de amor 🤔🤭
 

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