Claro, podría hacerlo si quiere, pero no es tan simple como lo planteas. El papel de Albert es como una especie de mezcla entre CEO de una multinacional con una jefatura de Estado. Si él hubiera querido hacer algo así en algún punto, el momento de hacerlo era en cuanto murió su padre; podría haber propuesto la iniciativa para legitimar a hijos adoptados de nuevo y sin necesidad de casarse con Nicole, hubiera podido adoptar a Alexandre y hacerlo heredero (tal como pasó con su abuela Charlotte) e incluso hacer lo mismo con Jazmin, para que ella fuera la segunda en la línea, y hubiera dejado más que asegurada la sucesión. No hubiera tenido que casarse y empezar a formar una familia a los 53 años y podría haber seguido living la vida loca sin presiones por traer más hijos al mundo a una edad en lo que lo natural es empezar a tener nietos. Pero no lo hizo, y tampoco creo que lo haga ahora.Así como Rainiero cambió las leyes, ahora el jefe de estado es Albert y también puede cambiar las leyes como le dé la gana y apoyado por la tendencia mundial de igualdad de derechos para los hijos ilegítimos.
Si bien el príncipe soberano goza de mucha libertad para proponer acciones en lo que es el manejo del billonario negocio que es Mónaco Inc (como se le llama sarcásticamente en el mundo de las finanzas y gobiernos), el príncipe tampoco puede tomar ese tipo de decisiones unilateralmente sin tomar en cuenta tanto al consejo de estado (que representa la estructura gubernamental que muestra a Mónaco en el mundo como un país con todos los derechos y obligaciones que ello genera) como a los millonarios y gente que invierten enormes capitales en el principado (los socios de "la empresa"), ya que se trata precisamente de quién después de él, heredará tanto el ser el CEO de la compañía, como el jefe de estado. No es tan simple.
El cuestionamiento (e incluso parar una decisión así antes siquiera de que se le de difusión), empezaría por el consejo de estado y terminaría (antes de llegar a los demás "socios") en su propia familia y los Pastor, (que prácticamente son dueños de medio Mónaco), ya que Caroline, sus hijos y sus nueras (recordemos que la residente más rica del principado se llama Tatiana Santo Domingo, incluso por encima del príncipe soberano) son de los inversionistas más prominentes del principado y seguramente tanto como familia como por ser "socios", su opinión es de sumo peso para este tipo de decisiones tan delicadas. Si no me crees, ve como el propio CEO de Apple (Steve Jobs) fue despedido de su empresa, al no convenir sus acciones a los intereses de las demás personas que ya formaban parte de la mesa de accionistas de la compañía (que en su momento, fue lo correcto, porque el hombre estaba llevando a la quiebra a la compañía con su obsesión ).
Así funciona el mundo y así funciona (y muy bien) Mónaco, por lo que no me creo que Albert a estas alturas pusiera en riesgo todo (y su propia familia, gobierno e inversionistas no se lo permitirían) por darle un lugar a un hijo que nunca tuvo previsto figurar como heredero. Imagínate el hipotético caso en que él decidiera poner en riesgo la estabilidad política y económica de Mónaco y nombrar heredero a Alexandre usando la carta de la discriminación (y teniendo la madre que tiene detrás): imagino la fuga de capitales migrando a Luxemburgo, Liechtenstein o Suiza en menos de lo que canta un gallo y entonces Mónaco quedaría reducido a nada y pasando a ser territorio francés.
Por todo esto veo ese panorama muy muy difícil que se de (por no decir imposible). Esos intereses mayores del principado (que son de nivel mundial y de todos los ámbitos) están muy por encima de lo que Albert quiera hacer y mucho más por encima, sobre las aspiraciones "woke" que pudieran tener su hijo y la madre de éste, y si fuese necesario, moverían hilos a niveles que los simples mortales ni siquiera imaginamos, para garantizar la estabilidad de sus patrimonios y sus fortunas.
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