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Porque su padre, cuando acepto la corona de Franco desplazándose a el, le negó el principado de Asturias y, con ello, el status de sucesor legítimo, así que Franco le inventó un nuevo título y fue idea de Sofía, quien tanto había trabajado al viejo dictador, para que nombrase sucesor a su marido, que fuese Príncipe de España. Un título fugaz que no volverá a ser usado porque fue un postizo sin tradición.
Es absurdo mezclar a Letizia en un hilo sobre el príncipe Alfonso. En todo caso,más "parecido" tendría con la suegra de Victoria Eugenia, con la que tuvo que convivir en palacio durante 23 años de su matrimonio en pésimas relaciones entre ambas - la suegra defendía a su sagrado hijo pese a haber sido ella misma una celosa cornuda, y era post-absolutista (solo apoyaba la restringida Constitución de 1876 - con solo los dos partidos liberales legalizados que sostenían el trono alfonsino-) frente a la mentalidad parlamentaria británica de Ena.
Que Juan Carlos tenía 4 tíos por delante? A menos que cuentes a un par de bastardos de su abuelo, como Leandro, no me salen las cuentas: Alfonso, Jaime y?
El raro conde de Barcelona
<p>El título de conde de Barcelona es un título regio, porque desde 1164 fue exclusivo del rey de Aragón y luego, por razones de sucesión hereditaria, del rey de España.</p>www.heraldo.es
MUY INTERESANTE ARTÍCULO CON SUSTENTO HISTÓRICO.
El raro conde de Barcelona
El título de conde de Barcelona es un título regio, porque desde 1164 fue exclusivo del rey de Aragón y luego, por razones de sucesión hereditaria, del rey de España.
ACTUALIZADA 5/11/2017 A LAS 06:00El conde de Barcelona y el de Aragón tienen el mismo origen. Son jefes de comarcas fronterizas con el islam, que se defienden de su ataque en los territorios lindantes con el Pirineo. En el año 711, el poder de los monarcas godos en Hispania es desbaratado y los musulmanes ocupan casi enteramente la Península sin apenas resistencia. Los focos donde se continúa luchando están en zonas poco accesibles y escasamente pobladas.
- GUILLERMO FATÁS
Un raro conde
Con el tiempo, la evolución histórica generó en España un raro título de conde. Su rango está por encima no solo de cualquier conde, sino de todo marqués, duque, infante y aun príncipe. Históricamente, es el rey quien da y quita estos títulos y puede exaltarlos concediéndoles la grandeza. Pero nada de esto reza, ni puede rezar, para el citado conde. El motivo es que ostentar ese condado exige un requisito insólito: primero hay que ser rey. No hay otra forma de lograrlo. En efecto, el conde de Barcelona la Ciudad Condal por antonomasia era el rey de Aragón. Y luego (por transmisión directa de Fernando II el Católico a su nieto mayor Carlos I), el rey de España.
Juan III... de Barcelona
Bien avanzado el siglo XX, aún cumplió el título condal barcelonés funciones políticas. Los monárquicos a machamartillo negaban (en voz baja) al general Franco la legitimidad en la jefatura del Estado. Lo tildaban de usurpador abusivo y llamaban Juan III a Juan de Borbón y Battenberg, hijo de Alfonso XIII y padre de Juan Carlos I. Esto es, que le ponían un numeral, como se hace con los reyes, aunque él no lo era. Cuando se dirigían a él de forma ceremonial, le daban el tratamiento regio de Majestad. Por su parte, la burocracia y el protocolo del régimen del general Franco una especie de monárquico con retardo, cuyo padrino de boda había sido Alfonso XIII lo denominaban Su Alteza Real el Conde de Barcelona y así se resolvía el asunto. Una solución, pues, a la manera catalana, decidida por un gallego, con sí pero no incluido.
Cuando, al cabo de los años, Juan Carlos I fue proclamado rey, su padre entendió que ya no reinaría nunca. Cedió ante la realidad y, en una breve ceremonia dinástica (discreta, pero no secreta), renunció a sus derechos al trono. Habló durante cinco minutos, leyendo unos folios que sujetó con manos temblorosas; cedió a su vástago la jefatura de la Casa Real, lo llamó Majestad y se cuadró militarmente ante él (aunque vestían ambos de paisano) en señal de acatamiento. Probablemente recurrió a ese ademán castrense para no hacer el gesto tradicional que correspondía: la inclinación de cabeza. Y añadió una observación, que no fue exactamente una petición de permiso, sino una manifestación de voluntad: "Deseo conservar para mí y usar como hasta ahora el título de conde de Barcelona". Era el 14 de mayo de 1977.
El rey, hasta la muerte de su padre en 1993, no lo utilizó. Es la última muestra del aprecio que el condado barcelonés, hoy mero honor formal, despertó siempre en las personas reales. En el panteón de los reyes, sito en la cripta del monasterio escurialense de San Lorenzo, un sarcófago vacío espera el plazo fijado para que los despojos de Juan III, hechos ya osamenta monda en el oscuro pudridero anejo, se depositen junto a los reyes de su linaje. Juan de Borbón no reinó vivo, pero lo parecerá después de muerto, por esta inscripción tan ambigua pintada en la caja: Ioannes III, comes Barcinonae. En la lista condal de Barcelona solo ha habido tres Juan. Mas, por otro lado, el sepelio póstumo en ese lugar es para quien reinó, lo que él no hizo.
Tal para cual
Desde 1164, el conde de Barcelona fue siempre el rey aragonés. En esa remota fecha, y por vez primera, el joven Alfonso II, hijo de la reina Petronila y del conde Ramón Berenguer IV, fue al tiempo rey de Aragón y conde de Barcelona, por este orden de precedencia. Hasta hoy. Hay nacionalistas que se atormentan por el hecho de que el principal de los nobles catalanes, antes de tener un hijo con la reina de Aragón, no fuera rey, ni Cataluña reino, sino un conjunto de condados que fueron aunándose por los soberanos comunes, herederos de los linajes de Aragón y Barcelona. Es una visión anacrónica, en la que también incurren, a contrario sensu, quienes miden con esta vara la importancia de los países. (¿No es más un rey -dicen, ufanos- que un conde?).
El de conde de Barcelona es uno de los títulos del rey de Aragón, especialmente preciado del soberano, porque lo recibió en el siglo XII al mismo tiempo que el de rey y de ahí le vino su grandeza. La dignidad condal barcelonesa no tenía parangón en España, pues la conditio sine qua non para ser conde de Barcelona era ser rey de Aragón. Es como preguntarse qué es más, si ser papa u obispo de Roma. El remedio es estudiar un poquito.
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No veo que tiene que ver el condado de Barcelona en este hilo.
Es inútil pretender que algunas personas se interesen por leer la Historia. Sus prejuicios les escriben la "historia" a su medida.
Repitiendo que no sé a qué viene hablar de este tema en este hilo, solo preguntar a quienes se ríen de la soberanía del condado de Barcelona si han oído hablar de los condados carolingios de la Marca Hispánica del reino de los francos. Se configuró en el siglo VIII como frontera con el emirato, después califato, de Al-Andalus. Fueron conquistados por los francos a los visigodos que se habían establecido como dueños de esa parte de la Hispania Tarraconense romana. Era una zona riquísima y prospera por el comercio mediterráneo desde la época en que fenicios e griegos habían establecido contactos comerciales con los iberos, es decir, antes de la conquista romana.
La Marca Hispánica de tiempos de Carlomagno - siglo VIII - estaba compuesta por condados con gran autonomía encabezados por condes señores de sus territorios y con la gran responsabilidad de contener a los árabes para que no rebasasen las fronteras del reino franco. Sin embargo, tras la muerte del emperador, sus hijos y nietos disputaron entre ellos el trono, el reino franco cayó en gran inestabilidad y los fronterizos condes de la Marca Hispánica empezaron a desear ser independientes. El conde de Barcelona iría logrando el dominio sobre los demás, fuese por matrimonios o conquista, y Wilfredo el Velloso - debía ser un auténtico oso para que entonces llamase la atención por la cantidad de pelo que le cubria- se declaró independiente del reino franco. De modo que el título de conde de Barcelona se convirtió en título de soberania, igual que hoy día el soberano de Luxemburgo es Gran Duque y no rey. Desde entonces, Cataluña, fue reconocida independiente como Condado de Barcelona.
El conde Ramón Berenguer IV se casó con la reina-bebe Petronila de Aragón, de dos años de edad, porque a la muerte sin hijos legítimos de Alfonso I el Batallador, rey de Aragon, su hermano Ramiro fue sacado del convento donde era monje, secularizado y obligado a casarse y procrear. Una vez nacida Petronila, decidió casarla con un partido fuerte y poderoso que defendiera el reino de Aragón de sus vecinos y así poder volver al convento. Ramiro II el Monje y las Cortes aragonesas eligieron al fuerte y poderoso vecino conde de Barcelona. Así se unieron bajo un solo monarca - que no como reinos autónomos, el reino de Aragón y el Condado de Barcelona, en la llamada Corona aragonesa, a la que el rey Jaime I el Conquistador, descendiente de Ramón Berenguer IV y Petronila, añadiría la conquista del reino de Valencia y el de Baleares.
Pero a lo largo de los siglos, Aragón y el condado de Barcelona o Cataluña siguieron sendas muy distintas: Cataluña, volcada hacia el comercio marítimo,llegó a conquistar Nápoles y Sicilia - aunque el titular conde de Barcelona fuese el rey de Aragón - y se implicó en las luchas de hegemonía frente a Francia en Italia, dirigida desde la Generalitat de ricos burgueses comerciantes, mientras que Aragón siguió siendo un reino fundamentalmente rural, que llevaba mal el poder que los ricos comerciantes catalanes ostentaban en las corte aragonesas, imponiendo la política exterior mediterránea a Aragón. Pero los reyes tenían claro dónde estaba el poder y el prestigio y siempre apoyaron la política conquistadora en el Mediterráneo e Italia. Alfonso V llegó a residir en Nápoles de forma permanente.
Esta política antifrancesa por el dominio del Mediterráneo chocó con la política profrancesa de Castilla cuando Isabel y Fernando se casaron y reinaron como Fernando II de Aragón y V de Castilla e Isabel I de Castilla y reina consorte de Aragón (en Aragón no podían reinar las mujeres). En el momento de su matrimonio, Fernando había sido coronado rey de Sicilia por su padre, Juan II, que había abdicado de esa corona en el.
La Corona de Aragón siguió siendo una unión de reinos autónomos - Aragón, condado de Barcelona, reino de Valencia, reino de Baleares y reinos mediterráneos, con sus propias leyes o fueros. Estos no fueron anulados y puestos bajo el derecho castellano hasta 1714, por el primer Borbón, quien respeto los fueros vascos y navarros por su apoyo a su causa. Había sido el miedo a ser abolidos y dominados por las leyes castellanas la que había impulsado a los reinos y condado de la Corona de Aragón a oponerse al centralizador Borbón y apoyar a su rival, Carlos de Austria, quien prometió respetar la idiosincrasia tradicional.
Pero esto ya es otra historia. Sólo he querido exponer por qué el condado de Barcelona es un título de soberanía, no es como ser conde Spencer. Los Reyes de España, por eso, lo ostentan entre todos títulos de reinos conquistados e incluso perdidos a lo largo de los siglos, y Don Juan, exiliado sin poder ser coronado, escogió usar el "conde de Barcelona" porque era una forma de llamarse a si mismo rey, por ser un título del soberano y de soberania. Juan Carlos acepto - de forma irregular- que continuase usándolo hasta la muerte, después revirtió en el y hoy lo ostenta Felipe VI.
Que fuerte ha sido leer que antes de la Corona de Aragón en Cataluña no había vida, ni siquiera visigodos,ni antes hispanorromanos, ni antes iberos, ni antes culturas prehistoricas...que era un desierto...fifififi, jajaja...
Paréntesis que espero regrese al tema del príncipe Alfonso.
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