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Mal lugar eligieron estos dos payasos.
'Pesadilla en Sussex Street': la aterradora historia del nuevo barrio de Harry y Meghan
El vecindario elegido por los duques para su nueva vida puede parecer tranquilo pero esconde un pasado digno de 'Poltergeist' o 'Historias para no dormir'
Los duques, en una imagen de archivo. (Reuters)
AUTOR
J. DÍAZ
Contacta al autor
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TIEMPO DE LECTURA2 min
18/08/2020 19:03
La nueva casa americana de Meghan Markle y el príncipe Harry está siendo una auténtica pesadilla, y no solo la suya, sino la que tienen al lado. La pareja compró una nueva vivienda en Santa Bárbara, en la zona conocida como Riven Rock (El Montecito), una de las más exclusivas del condado donde vive también su amiga Oprah Winfrey y por la que podrían haber pagado unos 12,4 millones de euros.
Poco después de la compra, el diario británico 'The Sun' publicaba que el antiguo propietario del inmueble era el oligarca ruso-estadounidense Sergey Grishin, acusado por su ex, Anna Fedoseeva, de violencia doméstica y extorsión. La mujer asegura que ella y su ex socia comercial, Jennifer Sulkess, recibieron amenazas de muerte por parte de este hombre. Así que el escándalo estaba servido. Una vuelta por el vecindario nos abrió los ojos a nuevos detalles que hacían pensar que no es oro todo lo que reluce, ni felicidad en Sussex Street. Más bien lo contrario.
La nueva mansión de Meghan y Harry en Santa Bárbara. (Google Earth)
Para empezar algunos medios han publicado que la propiedad está construida sobre una zona peligrosa e inestable y que hace algún tiempo estuvo a punto de quedar sepultada. Y, lo que es peor, que la vivienda que se situaba justo al lado de la de los duques esconde una oscura y terrorífica historia.
Esquizofrenia y obsesión
Según publica el diario Daily Mail, la mansión perteneció a Stanley McCormick, un esquizofrénico adicto al s*x* que heredó la fortuna (y la propiedad) de su padre quién inventó la segadora mecánica. Debido a su enfermedad, Stanley estuvo recluido en el segundo piso de su mansión durante cuatro décadas.
Portada de la novela 'Riven Rock'
Tenía una personalidad obsesiva, mostraba episodios de violencia y era considerado como una amenaza para las mujeres, incluyendo a su esposa y sus hermanas.
En 1998 se publicó la novela 'Riven Rock' donde se reveló que los cuidadores obligaban a McCormick a dormir con un arnés para mantener las manos junto a sus tobillos toda la noche y evitar así que se tocara. En la misma novela se recoge cómo su familia contrató a un médico que trabajaba con primates, para buscar una solución.
La mansión en la que vivía Stanley, de estilo neocolonial española, se acondicionó para que el paciente estuviera atendido de la mejor manera posible. Ante el deterioro del enfermo, su familia dejó de visitarle y solo le veían desde la distancia. Stanley desarrolló, además de otros TOCs como lavarse las manos de forma compulsiva, un potente fetichismo por los pies por lo que siempre llevaba sus pantuflas como si fueran una mascota. Murió en 1947 de una neumonía.
'Pesadilla en Sussex Street': la aterradora historia del nuevo barrio de Harry y Meghan
El vecindario elegido por los duques para su nueva vida puede parecer tranquilo pero esconde un pasado digno de 'Poltergeist' o 'Historias para no dormir'
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18/08/2020 19:03
La nueva casa americana de Meghan Markle y el príncipe Harry está siendo una auténtica pesadilla, y no solo la suya, sino la que tienen al lado. La pareja compró una nueva vivienda en Santa Bárbara, en la zona conocida como Riven Rock (El Montecito), una de las más exclusivas del condado donde vive también su amiga Oprah Winfrey y por la que podrían haber pagado unos 12,4 millones de euros.
Poco después de la compra, el diario británico 'The Sun' publicaba que el antiguo propietario del inmueble era el oligarca ruso-estadounidense Sergey Grishin, acusado por su ex, Anna Fedoseeva, de violencia doméstica y extorsión. La mujer asegura que ella y su ex socia comercial, Jennifer Sulkess, recibieron amenazas de muerte por parte de este hombre. Así que el escándalo estaba servido. Una vuelta por el vecindario nos abrió los ojos a nuevos detalles que hacían pensar que no es oro todo lo que reluce, ni felicidad en Sussex Street. Más bien lo contrario.
Para empezar algunos medios han publicado que la propiedad está construida sobre una zona peligrosa e inestable y que hace algún tiempo estuvo a punto de quedar sepultada. Y, lo que es peor, que la vivienda que se situaba justo al lado de la de los duques esconde una oscura y terrorífica historia.
Esquizofrenia y obsesión
Según publica el diario Daily Mail, la mansión perteneció a Stanley McCormick, un esquizofrénico adicto al s*x* que heredó la fortuna (y la propiedad) de su padre quién inventó la segadora mecánica. Debido a su enfermedad, Stanley estuvo recluido en el segundo piso de su mansión durante cuatro décadas.
Tenía una personalidad obsesiva, mostraba episodios de violencia y era considerado como una amenaza para las mujeres, incluyendo a su esposa y sus hermanas.
En 1998 se publicó la novela 'Riven Rock' donde se reveló que los cuidadores obligaban a McCormick a dormir con un arnés para mantener las manos junto a sus tobillos toda la noche y evitar así que se tocara. En la misma novela se recoge cómo su familia contrató a un médico que trabajaba con primates, para buscar una solución.
La mansión en la que vivía Stanley, de estilo neocolonial española, se acondicionó para que el paciente estuviera atendido de la mejor manera posible. Ante el deterioro del enfermo, su familia dejó de visitarle y solo le veían desde la distancia. Stanley desarrolló, además de otros TOCs como lavarse las manos de forma compulsiva, un potente fetichismo por los pies por lo que siempre llevaba sus pantuflas como si fueran una mascota. Murió en 1947 de una neumonía.
