En cualquier otro lugar o comunidad autónoma ese detalle no hubiera tenido más trascendencia, y habría sido una anécdota puntual. En andalucía no, ciertas tradiciones y costumbres ancestrales están muy asentadas, y para algunos políticos son las grandes olvidadas, y tocan el corazoncito del pueblo...
Y claro, como el Fachascal es andaluz de la Betis celtíbera y romana más puras (de la morisma no, que eso a él no le gusta aunque le pirren los dineros de fundamentalistas iranís y saudís), tiene mucho sentido que salga haciendo semejante alarde de folclorismo en plan Rodrigo Díaz de Vivar de la era Instagram. Yo jamás he visto a ningún otro político hacer una campaña tan chabacana, vulgar y simplona. Ni el Farlopito se hubiera atrevido a recurrir al "toros, flamenco y Patria bajo Dios Nuestro Señor" para encandilar al electorado. Al menos el PP hablaba del Estado de Derecho y el Farlopito de constitucionalismo.
Por lo visto, los poderes fácticos que controlan la política internacional habían sobreestimado a España y se han dado cuenta de que somos un país de gañanes, charanga y pandereta, y si no hay sangre, represión, pacatería, s*x*, racismo, atavismos apolillados novecentistas, homofobia, costumbrismo y chulería, aquí nadie entiende nada.
Menuda vergüenza.