Excelente reportaje fotográfico sobre la Visita de Estado del Presidente de Rumanía y su esposa al Gran Ducado de Luxemburgo. Por lo visto en esta ocasión ambos Jefes de Estado estuvieron muy comedidos en lo que respecta al intercambio de condecoraciones. El Gran Duque Henri otorgó al Presidente rumano la Gran Cruz de la Orden del León de Oro, la máxima condecoración que se otorga en el Gran Ducado, pero en cambio a la Primera Dama rumana no le otorgó la Gran Cruz de la Orden del Mérito de Adolfo de Nassau, lo que se hace habitualmente con las esposas o cónyuges de los Jefes de Estado en Visita de Estado.
Por su parte, el Presidente de Rumanía, tampoco estuvo muy espléndido en la repartición de condecoraciones, pues sólo otorgó al Gran Duque Henri el Collar de la Orden de la Estrella de Rumanía, máxima condecoración de dicha República. El Gran Duque Henri lucía en la solapa la Gran Cruz de la Orden del León de Oro. A los Grandes Duques Herederos Guillaume (quien lucía la Gran Cruz y Banda de la Orden del León de Oro) y Stéphanie no les otorgó ninguna condecoración.
No me deja de asombrar el hecho que después de varios años casada con el Gran Duque Heredero de Luxemburgo, Stéphanie no haya recibido ninguna condecoración luxemburguesa de la parte de su suegro. Lo lógico es que ostentara ya la Gran Cruz de la Orden del Meŕito de Adolfo de Nassau.
También me asombra todavía lo sencilla que se muestra en ocasiones oficiales, cuando la Casa Gran Ducal de Luxemburgo dispone de un inmenso y magnífico joyero. La Gran Duquesa heredera apareció con una sencilla diadema floral de diamantes a juego con unos sencillos pendientes.
Por su parte, el Presidente de Rumanía, tampoco estuvo muy espléndido en la repartición de condecoraciones, pues sólo otorgó al Gran Duque Henri el Collar de la Orden de la Estrella de Rumanía, máxima condecoración de dicha República. El Gran Duque Henri lucía en la solapa la Gran Cruz de la Orden del León de Oro. A los Grandes Duques Herederos Guillaume (quien lucía la Gran Cruz y Banda de la Orden del León de Oro) y Stéphanie no les otorgó ninguna condecoración.
No me deja de asombrar el hecho que después de varios años casada con el Gran Duque Heredero de Luxemburgo, Stéphanie no haya recibido ninguna condecoración luxemburguesa de la parte de su suegro. Lo lógico es que ostentara ya la Gran Cruz de la Orden del Meŕito de Adolfo de Nassau.
También me asombra todavía lo sencilla que se muestra en ocasiones oficiales, cuando la Casa Gran Ducal de Luxemburgo dispone de un inmenso y magnífico joyero. La Gran Duquesa heredera apareció con una sencilla diadema floral de diamantes a juego con unos sencillos pendientes.