Victoria Federica, su primera ilusión

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Victoria Federica, su primera ilusión
La hija de la Infanta Elena acudió junto a su madre al estreno de la película «Lo que de verdad importa», pero no se sentó con ella, sino con un amigo, al que se la vio cogida de la mano

Carmen Duerto.

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Victoria Federica y su amigo en el cine Capitol, en el estreno de la película «Lo que de verdad importa»

Unos minutos antes de que se apagasen las luces del cine Capitol el día del estreno de la película «Lo que la verdad importa», de Paco Arango, entraban en el patio de butacas la Infanta Elena y su hija Victoria Federica. Ellas eran las figuras sobresalientes del pequeño séquito, que además de un par de amigos lo completaban unos guardaespaldas. Ni aplausos, ni himnos, ni perros detectores de bombas. Nada de nada al paso de Doña Elena. Un perfil tan discreto que Victoria Federica pasaba casi desapercibida, si no fuera porque está igual de alta que su madre y llevan el mismo peinado, una trenza. En cuanto aparecieron en la sala de proyecciones, María Zurita, que estaba en la fila de butacas reservada a los VIPS, justo detrás de ellas, junto al joyero Miguel Mas, se levantó para hacerle una reverencia a su prima Elena y plantarle un beso a su sobrina Victoria. Hechos los saludos, la sala se apagó y comenzó la proyección.

La Infanta estaba en un extremo de la fila de butacas cerca del pasillo, pero a su lado no se sentó Victoria Federica, que lo hizo a un par de butacas de distancia junto a un atractivo moreno que iba en el grupo. Ambos cogieron su caja de palomitas y cuando la ocasión lo merecía se les veía cuchichear al oído. La película, aunque trata el tema del cáncer, es una historia romántica que les encantó. Se notaba que entre ellos había complicidad y que el joven se había arreglado para la ocasión porque, así como Victoria iba con vaqueros, cazadora y bufanda de punto, él se puso sus pantalones beige, una camisa blanca, un jersey verde y una chaqueta. Sabía que no era una cita para ir al cine solos, pero sí parecía tener claro que era el acompañante de una joven de 16 años, con tratamiento de Excelentísima Señora, nieta y sobrina de reyes. La juventud no impide seguir la etiqueta.

Al terminar la proyección no parecían tener prisa por abandonar el cine. Tanto es así que salieron casi los últimos. Mientras Doña Elena se hacía unas fotos con una mujer discapacitada que se lo pedía, Victoria Federica y su amigo acariciaban a Supermán, el perro de Paco Arango que actúa en el filme. Los jóvenes siempre se mantuvieron en un segundo plano. Inevitablemente, cada vez que aparece la Infanta Elena en un lugar público se genera una pequeña aglomeración y como Victoria Federica vio que su amigo, no acostumbrado a vivir esos revuelos en primera persona, se perdía entre la marabunta, le buscó rápidamente y le cogió de la mano para rescatarle. Así, cogidos de la mano, regresaron a la zona por donde se movía su madre. ¿Victoria Federica tiene una ilusión? Pues podría ser, porque está en la edad de empezar a salir con chicos.

La joven es discreta, lo contrario que Felipe. La llaman Vic o Victoria, sin Federica. Comparten amistades, como no podía ser de otra forma, al llevarse muy bien y ser su hermano mayor el líder de las reuniones. Seas Excelentisima o plebeyísima, si tienes uno con gancho sueles contar con mucha gente en el ámbito social. Te llueven las amistades. En el caso de Victoria Federica, a sus grandes cualidades como persona se une el atractivo que supone su estatus de ser sobrina del Rey y nieta de monarcas. Se lleva estupendamente con sus primos Urdangarín-Borbón, también con los de la rama Marichalar. Estos días no están siendo fáciles para ellos. Victoria Federica es Grande de España y es cariñosa, respetuosa con las costumbres, no duda en hacerle una reverencia en público a su abuelo, y es una cría muy pegada a su madre, tanto es así que parece un calco de Doña Elena en aficiones, ya que le gustan los toros, participa en concursos de saltos a caballo, es una forofa de la fotografía y buena repostera. En físico también son muy parecidas, es alta y con la melena rizada, que también suele llevar con trenza. Estuvo interna en Inglaterra por decisión de la Infanta, algo con lo que no estaba de acuerdo su padre, Jaime de Marichalar. A cambio, ha terminado la educación secundaria por el sistema inglés.

Hermanos con amigos comunes
Los hermanos Marichalar Borbón, Victoria Federica, de 16, y Felipe Juan, de 18 años, están en la edad de salir y tontear con amigos. Felipe ya empezó, pero a Victoria aún no se le conocía un «amigo especial». Los dos están muy unidos y tienen cuentas en las redes sociales, aunque las mantienen privadas. Ella atiende como «vicmabor» (Victoria Marichalar Borbón, se quita el Federica) y su hermano, al que llaman Filip, se identifica como «fmb98» (Sus iniciales y el año de nacimiento). Han estado siempre muy unidos, pero cada uno tiene su grupo de amigos. Los de Victoria parecen del barrio de Salamanca y los de Felipe, más alternativos. Aun así, Victoria les conoce. De hecho, el torero Gonzalo Caballero no ha dudado en subir una foto de ella con un capote en su Instagram.


http://www.larazon.es/lifestyle/gente/victoria-federica-su-primera-ilusion-DI14588874
 
Y después una se sorprende cuando terminan casadas con oportunistas (ella o cualquiera en su condición)... si este pobre muchacho salió en la foto sin quererlo! cualquier tipo con ganas de figurar se le pega un rato y bum! fama inmediata.
 
Victoria Federica, su primera ilusión
La hija de la Infanta Elena acudió junto a su madre al estreno de la película «Lo que de verdad importa», pero no se sentó con ella, sino con un amigo, al que se la vio cogida de la mano

Carmen Duerto.

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Victoria Federica y su amigo en el cine Capitol, en el estreno de la película «Lo que de verdad importa»

Unos minutos antes de que se apagasen las luces del cine Capitol el día del estreno de la película «Lo que la verdad importa», de Paco Arango, entraban en el patio de butacas la Infanta Elena y su hija Victoria Federica. Ellas eran las figuras sobresalientes del pequeño séquito, que además de un par de amigos lo completaban unos guardaespaldas. Ni aplausos, ni himnos, ni perros detectores de bombas. Nada de nada al paso de Doña Elena. Un perfil tan discreto que Victoria Federica pasaba casi desapercibida, si no fuera porque está igual de alta que su madre y llevan el mismo peinado, una trenza. En cuanto aparecieron en la sala de proyecciones, María Zurita, que estaba en la fila de butacas reservada a los VIPS, justo detrás de ellas, junto al joyero Miguel Mas, se levantó para hacerle una reverencia a su prima Elena y plantarle un beso a su sobrina Victoria. Hechos los saludos, la sala se apagó y comenzó la proyección.

La Infanta estaba en un extremo de la fila de butacas cerca del pasillo, pero a su lado no se sentó Victoria Federica, que lo hizo a un par de butacas de distancia junto a un atractivo moreno que iba en el grupo. Ambos cogieron su caja de palomitas y cuando la ocasión lo merecía se les veía cuchichear al oído. La película, aunque trata el tema del cáncer, es una historia romántica que les encantó. Se notaba que entre ellos había complicidad y que el joven se había arreglado para la ocasión porque, así como Victoria iba con vaqueros, cazadora y bufanda de punto, él se puso sus pantalones beige, una camisa blanca, un jersey verde y una chaqueta. Sabía que no era una cita para ir al cine solos, pero sí parecía tener claro que era el acompañante de una joven de 16 años, con tratamiento de Excelentísima Señora, nieta y sobrina de reyes. La juventud no impide seguir la etiqueta.

Al terminar la proyección no parecían tener prisa por abandonar el cine. Tanto es así que salieron casi los últimos. Mientras Doña Elena se hacía unas fotos con una mujer discapacitada que se lo pedía, Victoria Federica y su amigo acariciaban a Supermán, el perro de Paco Arango que actúa en el filme. Los jóvenes siempre se mantuvieron en un segundo plano. Inevitablemente, cada vez que aparece la Infanta Elena en un lugar público se genera una pequeña aglomeración y como Victoria Federica vio que su amigo, no acostumbrado a vivir esos revuelos en primera persona, se perdía entre la marabunta, le buscó rápidamente y le cogió de la mano para rescatarle. Así, cogidos de la mano, regresaron a la zona por donde se movía su madre. ¿Victoria Federica tiene una ilusión? Pues podría ser, porque está en la edad de empezar a salir con chicos.

La joven es discreta, lo contrario que Felipe. La llaman Vic o Victoria, sin Federica. Comparten amistades, como no podía ser de otra forma, al llevarse muy bien y ser su hermano mayor el líder de las reuniones. Seas Excelentisima o plebeyísima, si tienes uno con gancho sueles contar con mucha gente en el ámbito social. Te llueven las amistades. En el caso de Victoria Federica, a sus grandes cualidades como persona se une el atractivo que supone su estatus de ser sobrina del Rey y nieta de monarcas. Se lleva estupendamente con sus primos Urdangarín-Borbón, también con los de la rama Marichalar. Estos días no están siendo fáciles para ellos. Victoria Federica es Grande de España y es cariñosa, respetuosa con las costumbres, no duda en hacerle una reverencia en público a su abuelo, y es una cría muy pegada a su madre, tanto es así que parece un calco de Doña Elena en aficiones, ya que le gustan los toros, participa en concursos de saltos a caballo, es una forofa de la fotografía y buena repostera. En físico también son muy parecidas, es alta y con la melena rizada, que también suele llevar con trenza. Estuvo interna en Inglaterra por decisión de la Infanta, algo con lo que no estaba de acuerdo su padre, Jaime de Marichalar. A cambio, ha terminado la educación secundaria por el sistema inglés.

Hermanos con amigos comunes

Los hermanos Marichalar Borbón, Victoria Federica, de 16, y Felipe Juan, de 18 años, están en la edad de salir y tontear con amigos. Felipe ya empezó, pero a Victoria aún no se le conocía un «amigo especial». Los dos están muy unidos y tienen cuentas en las redes sociales, aunque las mantienen privadas. Ella atiende como «vicmabor» (Victoria Marichalar Borbón, se quita el Federica) y su hermano, al que llaman Filip, se identifica como «fmb98» (Sus iniciales y el año de nacimiento). Han estado siempre muy unidos, pero cada uno tiene su grupo de amigos. Los de Victoria parecen del barrio de Salamanca y los de Felipe, más alternativos. Aun así, Victoria les conoce. De hecho, el torero Gonzalo Caballero no ha dudado en subir una foto de ella con un capote en su Instagram.


http://www.larazon.es/lifestyle/gente/victoria-federica-su-primera-ilusion-DI14588874


Que gentecitas, no tienen nada sobre que escribir y ya comenzaron a jo..der a la jovencita que ni pinta en nada para
andar especulando acerca de sus amistades. Ojala buscaran algun sujeto de interes para asi hacer algo bueno con sus escritos.
 
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