Qué expresión más dulce el Rey Harald de pequeñín!
Es que no se parece en nada al abuelo y el pobrecico parece que lo tiene todo. No solo son los kilos de más, tiene una expresión terrible y es muy poco agraciado. Tanto el padre como la madre han sido muy guapos. La tía es de las princesas más guapas que ha habido. La abuela, la hermana. Pero el chiquillo espero que haya sacado otros talentos, aunque para la vidorra que le espera siendo el segundo y sin las obligaciones de ser el heredero, tampoco los va a necesitar. Es una pena que sea mucho más joven que los Marichalar, porque con Froilán seguro que congeniaba.