Vacaciones dentro de europa

De Altamira a la Alhambra: estas son las joyas que se pueden visitar en España
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08.08.2017 – 05:00 H.
La Unesco ha declarado 46 lugares en España como Patrimonio de la Humanidad desde 1984. Se trata de edificios, obras culturales y parajes naturales que las Naciones Unidas han reconocido por su gran belleza. En esta galería recogemos algunos de ellos.

GALERIA FOTOS:
https://www.elconfidencial.com/mult...patrimonio-unesco-monumentos-espana_1426414#0
 
la Alhambra y Granada.. .es impresionante....
volveré sin dudarlo..

¡¡¡¡

sino habéis estado...muy muy recomendable..
 
Después de ver las fotos de Frederik, Mary y sus hijos, estoy pensando en viajar a Dinamarca con los niños...
¿Tenéis una pequeña guía?
No de los lugares a visitar (eso viene en todas las guías...), sino de cosas prácticas, como ropa, clima, zonas, alquiler de autocaravanas, qué llevar y qué no llevar...
 
ESPAÑA VISTA DESDE...
. CASTILLA Y LEÓN
Castilla, la eterna coartada
JORGE BUSTOS
14 AGO. 2017 03:12
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Estampa de campo en Villalón de Campos, con un caballo en primer plano. ANTONIO HEREDIA



CASTILLA Y LEÓN
De estos reinos nació la mitad de España, y con ella la identidad central contra la que se han forjado todas las identidades periféricas. Castilla sigue siendo espíritu, cultura, pero también industria, gastronomía y hasta minería. Del 98 al progreso.

¿Por qué una genial generación de escritores la señaló como quintaesencia de la identidad española? ¿Cuánto noventayochismo resiste la Castilla de hoy? La autonomía más extensa de España es por eso mismo difícil de definir, pero la historia nos facilita una taxonomía de urgencia: el Reino de León por un lado (León, Zamora y Salamanca) y el de Castilla por otro (Valladolid, Palencia, Burgos, Soria, Segovia y Ávila). ¿Hay diferencias entre un abulense y un segoviano? Seguramente haya más entre un leonés y un vallisoletano. O entre un vallisoletano y los demás.

La historia afirma que Castilla y León asumió el control político de la Península a fuerza de luchar contra el moro y lo expandió por el mundo, coaligándose con Aragón en virtud de un matrimonio católico y visionario: el de Isabel y Fernando. El imperio español empieza a nacer en Madrigal de las Altas Torres, antaño bastión en la frontera leonesa, hoy villa monumental azotada por la canícula. Paseando por sus calles desiertas cuesta creer que en aquel palacio de austero ladrillo, propiedad de Juan II de Trastámara, viniera al mundo Isabel de Castilla, artífice de la unidad nacional. Quien vino a morir un poco más allá, en Medina del Campo, (Valladolid), que ostenta la capitalidad con carácter propio al decir del resto de castellanos. «Los pucelanos son muy estirados. Se llevan siempre todas las ventajas. Su plaza tiene que ser la mejor», se queja una señora en plena plaza Mayor de Salamanca, que poco tiene que envidiar a ninguna. Y menos desde que Miquel Barceló le plantó un elefante que se sujeta sobre su trompa y escupe humo blanco por el tafanario. A Salamanca le cambió la vida el día lejano de hace ¡800! años en que se abrió la universidad. Pasaron Fray Luis y Unamuno, y la ciudad del Tormes sigue bullendo con la energía de los estudiantes. No descansa ni cuando acaba el curso. Es dinámica, profunda, turística y esencial.


Los vallisoletanos arrastran una fama similar a la que sobrellevan los parisinos en el resto de Francia. En el centro de su soberbia plaza soportalada imaginó Delibes las quemas de herejes que el noble pueblo tanto disfrutaba a falta de Twitter. A ella se asoma el ayuntamiento que hoy gobierna el portavoz de Ferraz, Óscar Puente, vencedor de la apuesta sanchista que desmiente la reputación derechista de la ciudad: Fachadolid.

ALTIVEZ PUCELANA
El peso de los siglos se hace notar a cada paso. Desde la solidez imperial de la catedral nueva hasta el palacio de Pimentel -hoy Diputación- donde nació Felipe II, que fue bautizado en la cercana iglesia de San Pablo. Iglesias, conventos, palacios, colegios universitarios, museos, librerías y edificios públicos informan de un pasado aristocrático que se actualiza en forma de cantera de poder cuyos frutos se extienden hasta la vicepresidencia del Gobierno. ¿Fue Umbral quien propaló la tesis de que en Valladolid se hablaba el mejor castellano del país? Estamos tentados de darle la razón con solo preguntar por la calle. «¿Cataluña? En la misma urna donde quieren echar el voto, que echen también el dinero para comprar el solar de su Estado. El suelo español es de todos», razona un vigilante de parquímetro. Un jubilado tercia así en la cuestión identitaria: «Soy europeo, yo no mato por España. Nada me han hecho los catalanes: de Madrid y Barcelona vive Castilla». José Ramón, segurata del palacio de Pimentel, se expresa de este modo: «España es el solar de mis antepasados. Hay un sustrato común que demuestra que los españoles compartimos más de lo que nos gustaría creer, más allá de los matices diferenciales». Aquí hay una calle que se llama Librerías.

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Ángel Gutiérrez en el vestuario del pozo Calderón donde trabajó como minero. ANTONIO HEREDIA
Pero la verdadera villa del libro no es Pucela sino Urueña, una ciudadela cultural cuyas almenas vigilan la gran llanura amarilla. El responsable del milagro es el músico y folclorista Joaquín Díaz. «Yo buscaba un lugar relacionado con el medio rural. La Diputación me ofreció una vieja casona y pusimos en marcha la Fundación. Se creó una industria librera y de turismo rural. La verdad es que Urueña ha cambiado mucho», cuenta Díaz con la modestia de los sabios. No ha cambiado: la ha cambiado Joaquín Díaz. Urueña, que habría desaparecido en el vientre de la España vacía, hoy es una arcadia inverosímil donde las librerías brotan de lienzos de muralla y fragmentos de obras clásicas decoran los muros. Allí encontramos a un fotero legendario de este periódico, Fidel Raso, que regenta con su mujer Tamara una librería de periodismo y narrativa de viajes: Primera Página. Algunas fotos enmarcadas en la pared le recuerdan quién fue: el Muro de Berlín, la primera guerra de Irak, el entierro de Miguel Ángel Blanco. Tamara mata el gusanillo del oficio dirigiendo un periódico local, El Cisco, donde caben hasta exclusivas internacionales: fue ella la primera en informar de que el equipo de localizaciones de Juego de Tronos andaba por el pueblo.

Castilla y León lidera los resultados nacionales del Informe Pisa. El centro concertado Nuestra Señora del Pilar, en Soria, logra mejor puntuación que la admirada Finlandia en Lectura y Matemáticas. Su secreto es tan antiguo como la paideia griega: profesores excelentes y comprometidos, alumnos motivados por el placer del conocimiento. Bécquer no era idiota ni Machado un ganapán, cantaba Urrutia de camino a Soria.

Pero no solo de cultura vive el hombre. También vive del jamón. Y para eso está Guijuelo, en Salamanca, por donde pace en libertad el mejor amigo del hombre: el ibérico de bellota. Manuel Montellano, 28 años, representa la cuarta generación de Ibéricos Montellano. Nos cita en un encinar donde retozan 300 marranos negrísimos. Se le hace a uno la boca agua. «Esto es artesanía. Ahora se meten muchas multinacionales que crían a los cerdos en ciclos cerrados. Los animales ni ven el campo, se les modifica genéticamente. Aquí todo lo hacemos a mano. El animal está fibroso de subir y bajar por el monte. Tenemos un cerdo por hectárea», explica Manuel. Su tío Juan asiente, garrota en mano: «Hay que estar todo el día pendiente de ellos. Ayer mismo se nos ahogó una cochina. Y el año pasado un jabalí preñó a otra y hubo que sacrificar a la camada». La ciencia del cerdo, como cualquier otra, está rodeada de superstición. «El 100% ibérico es una moda que han impuesto algunos, pero para mí el sabor ideal es el 75%».

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Dos jóvenes tocan la guitarra junto al río Duero, al anochecer. ANTONIO HEREDIA

Paramos en Villalar para homenajear a los comuneros, cuya derrota a manos de las tropas imperiales marca el día de la fiesta regional. «Vienen los políticos, se hacen la foto y se van», lamenta Félix, que vive al lado de la picota donde dicen que colgaron las cabezas de Padilla, Bravo y Maldonado. Si hubiera un nacionalismo castellano, Villalar sería su cuna. Pero Tierra Comunera ya se extinguió. Por todo romanticismo castellanista nos queda el emotivo lienzo de Gisbert en El Prado.

Llegamos a Zamora, con su bello perfil de roca recortado sobre el Duero. Nadie ha hecho tanto por remozar Zamora como Paco Somoza, arquitecto, coleccionista, superviviente de la Movida, humanista. Sabe bien dónde vive y por eso deplora la «patológica humildad» que atenaza al español que no se atreve a decir su nombre. «La vergüenza de ser castellano, o español, solo puede fundamentarse en el desconocimiento», sentencia. Somoza puede demorarse horas enumerando las maravillas de su tierra, desde los viñedos de Vega Sicilia hasta la genialidad ingenieril de las aceñas, que molían el trigo y alimentaban al pueblo. El nacionalismo se cura viajando, pero el papanatismo se cura quedándose. Así, todos asociamos Burgos a la catedral, al Cid y a Atapuerca; pero quizá desconozcamos que también es el motor industrial de Castilla, junto con Palencia. En su barrio de Gamonal, famoso por aquella revuelta de vecinos, tienen su sede Campofrío o el Grupo Antolín, que nació hace 50 años. Hoy es una multinacional de componentes de automóvil con presencia en 26 países que factura 5.200 millones al año -el 12% del PIB de Burgos-, pero sigue siendo la empresa de una familia burgalesa que preside don Ernesto Antolín.


El viaje culmina en León, en la comarca minera de Laciana, fronteriza con El Bierzo. Ángel Gutiérrez, concejal socialista en Villablino y minero prejubilado, nos lleva hasta la bocamina aún activa de La Escondida, y nos muestra también el abandono del pozo Calderón, donde una noche de 2008 su cuerpo quedó atrapado por un desprendimiento. El pozo cerró. Aunque el castillete está aún en buen estado, los vestuarios ofrecen una escena posnuclear: cristales rotos, pájaros muertos, almanaques de mujeres desnudas en las taquillas. Los monos aún cuelgan de las perchas como si los mineros hubieran tenido que abandonar el lugar precipitadamente. «Bruselas ha dicho que se acabó, pero confiamos en que se haga bien la reconversión. Estamos abocados a la ganadería y el turismo», se resigna Juan, minero y concejal también. Su acento es ya casi asturiano, pero él reivindica el valle de Laciana, la izquierda obrera y la pertenencia sin complejos a España. Habríamos deseado recorrer también la romana Segovia del lechazo y la mística Ávila del chuletón. El cuerpo y el espíritu inagotables de Castilla, cuya identidad consiste quizá en resistir como coartada central de todas las identidades periféricas.

VIDEO:
http://www.elmundo.es/espana/2017/08/14/59906145e5fdea4e798b458f.html
 
RUTA
Los 10 imprescindibles de La Puglia, el destino al que todos quieren ir
    • VIS MOLINA
    • Italia
    • 24 AGO. 2017 16:30
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La villa marinera de Polignano in Mare. KIKE PALACIO



Rural y marinera, esta región italiana conserva la pureza mediterránea mezclada con la belleza de sus edificios barrocos, las aguas turquesas del Jónico y la costa abrupta del Adriático

La Puglia, cocina sublime y 800 kilómetros de costa

Portofino, el refugio de la 'jet set' donde se hinchaba a pasta Liz Taylor

Cuando en una reciente entrevista a Helen Mirren le preguntaron por su rincón favorito para descansar, la actriz británica esquivó la respuesta. Pero sabemos de buena tinta que hace cinco años encontró "su lugar en el mundo", y ese lugar se llama Tricase, en el sur de La Puglia. Recorremos este y otros nueve lugares imprescindibles del tacón de la bota italiana, uno de los destino más de moda este verano.


1. Bari

Empezamos en su capital, Bari. En la época medieval fue lombarda, sarracena y bizantina, una interesante mezcla que ha dejado su impronta en múltiples iglesias. Recorremos el Borgo Murattiano, el corazón económico de la urbe moderna, con sus teatros t su Palazzo Municipale. Pero es en Bari Vecchia (el barrio antiguo, a pocos pasos del puerto) donde la esencia mediterránea es visible en cada rincón. Por la Piazza Ferrarese, llena de palmeras que proporcionan una agradable sombra, nos adentramos en un laberinto de calles estrechas que parecen sacadas de una película de Fellini: niños jugando al balón, algún carabinieri aburrido apurando una colilla y mujeres sentadas en la acera preparando a mano los orechiette (pasta típica de La Puglia), que luego venden a los restaurantes.

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Una mujer elaborando 'orechiette', la pasta típica de La Puglia, en Bari. KIKE PALACIO
2. Alberobello
Desde Bari nos trasladamos al Valle de Itria, el corazón de La Puglia. Su horizonte está cuajado de trulli, cabañas con forma de cono, muchas levantadas en la segunda mitad del siglo XVI, a base de piedras colocadas estratégicamente para sostenerse en seco. Estas antiguas viviendas de campesinos fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1996 y ahora muchas se han convertido en segundas residencias y en alojamientos turísticos. Empezamos visitando Alberobello, un enclave algo artificial a base de pequeñas calles flanqueadas por trulli restaurados que hoy son tiendas de souvenirs. Lo más curioso es la Iglesia de San Antonio, también ubicada en un trullo. Si te apetece probar la gastronomía de la zona en versión sofisticada reserva en Il Poeta Contadino (Via Independenza, 21).

3. Martina Franca
Nos dirigimos después a la vecina Locorotondo, dónde verás los trulli en un entorno más auténtico, salpicando misteriosamente los campos de olivos y amapolas. Seguidamente visitaremos Martina Franca, otra de las poblaciones atractivas de la zona, gracias en parte al Festival de Música que acoge todos los veranos desde hace cuarenta años y a su imponente muralla de puertas barrocas. Para coger fuerzas, un capuccino en el Café Tripoli (Via Garibaldi, 10), una visita a la basílica barroca de San Martino y un paseo por la Piazza Roma, donde se sitúan el Palazzo Ducale (siglo XVII) y el Teatro Verdi.

4. Ostuni
Proseguimos ruta en Ostuni, también llamada «la ciudad blanca». Vista en perspectiva desde la carretera da la sensación de que se llega a una ciudad griega debido a sus fachadas encaladas. Se encuentra a sólo seis kilómetros del mar Adriático, así que el baño está asegurado en las calas de Torre Pocella y de la playa de Monticelli. En el capítulo gastronómico, destaca L'Osteria Il Tempo Perso (Gaetano Tanzarella Vitale, 47), una gruta con una excelente cocina tradicional pugliesa; o El Cielo (en el hotel La Sommitá), uno de los restaurantes más sofisticados de la región, con cocina de autor.


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Los típicos trulli del Valle de Itria. KIKE PALACIO
5. Polignano in Mare

Desde ahí ponemos rumbo a Polignano in Mare, una villa de pescadores a orillas del Adriático que fue cuna del Arte Povera y donde se suceden las galerías de arte contemporáneo. El pueblo se erige sobre unos imponentes acantilados, por lo que las vistas al mar dejan sin respiración. Aquí se ha celebrado durante muchos años el campeonato de saltos desde acantilados Red Bull Cliff Diving World Series. Un lugar que merece la pena es el restaurante Grotta Palazzese, excavado en las rocas, con grandes vistas sobre el pueblo y el mar.

6. Lecce
Nos adentramos ahora en el Salento, la zona más de moda de esta región, con Lecce como capital. Dicen que es una de las ciudades más bellas de Italia y lo cierto es que su casco histórico es de una riqueza deslumbrante, con imponentes fachadas construidas con la piedra local de un curioso color dorado. Comenzamos por la monumental Puerta de Nápoles para continuar hasta la Piazza del Duomo, rodeada de preciosos edificios barrocos. En Lecce las iglesias suman más de 40, a cada cual más majestuosa. Para la más que necesaria pausa, una dirección: el restaurante Alle Due Corti (Corte dei Giugni, 1), regido por Rosalba de Carlo y con una excelente cocina a base de platos populares hechos con materia prima de primera clase que se ha ganado una clientela de la talla de Meryl Streep o Quentin Tarantino.

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Doppiozero, un bar 'hipster' de Lecce. KIKE PALACIO
7. Savelletri di Fasano
La siguiente parada: Savelletri di Fasano, a orillas del Adriático. Aquí abre sus puertas Borgo Egnazia, definido por muchos cómo nel hotel más bello del mudo. Madonna, Ivana Trump y Justin Timberlake suelen visitar este paraíso durante sus vacaciones. "Nuestros clientes buscan ante todo privacidad y aquí la tienen asegurada. Velamos por su intimidad y su descanso y, entre otras cosas, estamos pendientes de que nadie haga fotos con su móvil para hacerlas circular por las RRSS", nos cuenta Ersilia Panetta, miembro del servicio de seguridad.

8. Monopoli
Y, cómo broche a esta fantástica jornada, decidimos poner rumbo a Monopoli, un encantador pueblo de pescadores reconvertido en destino de moda para los italianos del norte. Dirígete al hotel Don Ferrante (Via San Vito, 27) y te quedarás con la boca abierta: jazmines y más jazmines en todo su esplendor y una terraza que parece un barco fondeado en alta mar. Un cóctel al atardecer con semejante panorama hará que te sientas la persona más afortunada de este mundo.

9. Tricase
El último día de este periplo pugliense nos dirigimos al sur del tacón, conocido como el Bajo Salento y lugar escogido por los ricos y famosos para recobrar la paz y el anonimato. Otranto es una población amurallada sobre el mar. De ahí llegamos a Castro, lleno de chiringuitos para tomar pescado en su puerto. A seis kilómetros se encuentra Tricase, el lugar elegido por Helen Mirren y su marido, Taylor Hackford, para abrir un bar: Farmacia Balboa (el local antes era una botica) tiene una agradable terraza arbolada donde se reúne la gente del mundo del cine y de las letras. Su carta ofrece tapas y excelentes cócteles. Para cenar, nada cómo la cocina greco-libanesa de la Locanda del Levante (Piazza della Verdure).

10. Santa Maria de Leuca
Nos despedimos de La Puglia con una visita a Santa Maria de Leuca, la población más al sur de Italia, abierta a los dos mares, Jónico y Adriático. Si va fuera de temporada le impresionará el silencio que rodea el faro y la iglesia de Santa María. En verano el pueblo se transforma y está animadísimo, lleno de terrazas junto al mar para tomar buen pescado.

GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Vueling (www.vueling.com/es) tiene vuelos directos a Bari y a Brindisi diariamente desde Barcelona.

Dónde dormir
Hotel Patria Palace (Piazzeta Riccardi, 13, Lecce). Se encuentra en el mismo centro histórico de la ciudad. Precio aprox. 150 euros. Masseria San Domenico(Strada Provinciale, 90, Savelletri). La antigua casa de vacaciones de la familia Melpignano se ha convertido en un fantástico hotel de lujo. Precio aprox. A partir de 300 euros.

Dónde comer
Cibus (Via Chianche di Scorano, 7, Ceglie). Cocina tradicional pugliese en un ambiente bohemio y chic. Le Lampare al Fortino (Via Tiepolo, Trani). Cocina de autor, frecuentado por gente guapa. Osteria dei Coco Pazzo (Via Arco Mastrovito, 18, Martina Franca). Cocina típica de la región pero con un punto de sofisticación.

Más información
En las páginas de Turismo www.italia.it y www.viaggiareinpuglia.it

http://www.elmundo.es/viajes/europa/2017/08/24/59786ec9e5fdea66208b459c.html
 
Después de ver las fotos de Frederik, Mary y sus hijos, estoy pensando en viajar a Dinamarca con los niños...
¿Tenéis una pequeña guía?
No de los lugares a visitar (eso viene en todas las guías...), sino de cosas prácticas, como ropa, clima, zonas, alquiler de autocaravanas, qué llevar y qué no llevar...
Yo no te puedo ayudar con consejos, porque estuve muy poco, la visité solo dos días y yendo y viniendo desde un hotel al norte de Alemania. Solo visité tres localidades: Ribe, Odense y Sonderborg. Me parecieron tres preciosidades, cada una en su estilo. Pero me gustó tanto el clima, la tranquilidad, la gente..., que estoy deseando volver. A mí me llovió el día de Ribe (lluvia fina, maravillosa) y me hizo sol el día que fuimos a Odense.
Poco más te puedo decir, más que reiterar que me dejó maravillada.
 
Hola!
La semana que viene viajo a Polonia, concretamente a Varsovia y Cracovia. ¿Alguien ha estado? ¿Alguna recomendación mas allá de lo que encuentro en las guías?
Gracias!
 
VIAJES POR ESPAÑA
Teruel sí existe: si ya conoces Albarracín, no te pierdas Cantavieja ni Calaceite
Francamente son de película. Y de hecho han sido escenario de 'Tierra y libertad', de Ken Loach, y 'Libertarias', de Vicente Aranda. Están llenitos de casas solariegas y muros centenarios. Un lujo
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Allá en el fondo, Cantavieja, territorio a conquistar. (Foto: Turismo de Aragón)

AUTOR
ÁNGELES CASTILLO
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Claro que existe. Lo que pasa es que está escondido como un tesoro y hay que lanzarse cual Indiana en su búsqueda. Todo lo que ofrece es auténtico, sorprendente y monumental. A Teruel hay que quererlo, sí o sí. Ahora verás por qué. Como nos imaginamos que ya conoces el bello y pintoresco Albarracín, no te pierdas Cantavieja ni Calaceite, el Cadaqués de Aragón, que hasta Vargas Llosa y García Márquez pasaron por aquí. Sinceramente son de película. Nos vamos de viaje por esta ¿olvidada? provincia de Aragón. Los tambores de la vecina Calanda suenan de fondo. Por Buñuel.

1. Primer destino: el Maestrazgo. Para dar con Cantavieja hay que aventurarse por esta comarca compartida con Castellón; de hecho es su capital. Aquí están también Alcañiz (con parador), el amurallado Mirambel (escenario de 'Tierra y libertad', de Ken Loach), Tronchón (de donde el queso que ya citó Cervantes en el Quijote) o La Iglesuela del Cid, donde termina el Camino del Cid y con una hospedería alojada en un palacio, el de los Matutano-Daudén, del siglo XVIII, con escalera imperial y majestuosos salones (y spa). Ni lo dudes, quédate a dormir aquí, en el hotel palacio Iglesuela. ¿Y comer? Por ejemplo, en el asador Casa Sastre, en la calle Mayor de Cantavieja (sopa de pelotas, parrillada de cerdo guisada...). Estamos ya a más de 1200 metros sobre el nivel del mar.

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De piedra y con flores, así es Cantavieja. (Foto: Turismo de Aragón)


2. De película. Lo decíamos a propósito del singular Mirambel, todo un descubrimiento, pero atención a tantas piedras centenarias como hay en Cantavieja. A su castillo, a su plaza Mayor porticada que dibujan el ayuntamiento, la iglesia (“ni una igual en Roma”, dijo su arquitecto) y la Casa del Bayle, a las cuevas de La Masía del Tosco y Cerradico de Casa Granja, las dos con restos rupestres, y a un monumental patrimonio religioso, con iglesias y ermitas por doquier. Caminando por sus calles perderás la cuenta de las casas solariegas y blasonadas, y por sus campos, las de los molinos y batanes. Te parecerá que estás en los decorados de una serie de televisión de esas de época que tanto suben los audímetros.



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Solo le faltaba la bruma a Cantavieja. (Foto: Los Pueblos más Bonitos de España)


3. ¿Y el castillo? Más que castillo es lo que queda de él, de lo que se mantuvo en pie tras los encarnizados combates de las guerras carlistas que se libraron por estos pagos. Pero ahí están la ruinas, con forma de triángulo, sobre un espolón rocoso, sobresaliendo, con su torre, que fue convertida en la ermita del Calvario. Así pues, no preguntes por el castillo, sino por el Calvario. Fue de los templarios y es del siglo XIII. Hay que asaltarlo. Por cierto, si te gusta la historia, en plena calle Mayor tienes el Museo de la Guerras Carlistas: sabrás más de sus escenarios y sus protagonistas. Al general Ramón Cabrera, un dato, le llamaban el Tigre del Maestrazgo.



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El castillo que es ermita. (Foto: Patrimonio Cultural de Aragón)


4. Contando masías fortificadas. A esto hay que sumar las masías fortificadas que salpican el Maestrazgo turolense, de varios siglos de antigüedad, y que también puedes jugar a encontrar. ¿Cómo reconocerlas? Por su torre. En total hay 10: la de Castellote, Perucho, Camañes, Huerta... Pero Cantavieja también es naturaleza. Ahí están sus árboles monumentales, sus barrancos y los senderos que atraviesan sus parajes. Es el momento de patear el tramo del GR-8, que une esta villa con Mirambel, La Iglesuela y Fortanete, convirtiendo la ruta de gran recorrido en una suerte de camino de Santiago, por la espectacularidad del patrimonio arquitectónico a su paso. Hay bonitos paseos hasta el Mirador de la Tarayuela, la fuente de la Faldrija o por las orillas del río llamado igual, Cantavieja.

5. Segundo destino: Matarraña. Nos dirijimos ahora más al norte y virando ligeramente hacia el este. A esta comarca que toma el nombre de su río, que tanto gusta a la nutrias. Ahí, en esta tierra entre Aragón y Cataluña, con restos íberos y romanos, más misteriosa aún, y nos referimos a la simbología esotérica que adorna sus casas palaciegas, se encuentra Calaceite, centro cultural igualmente ajeno al turismo efusivo y apabullante. Y con tres puertas para entrar.

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La casa de José Donoso. (Foto: Ayto Calaceite/Lluis)


6. A solo 50 kilómetros del mar. Parece un pueblo de interior interior (dos veces) y lo es, pero curiosamente está solo a medio centenar de kilómetros del Mediterráneo, así que su clima solo podía ser así. Bien lo sabían los antepasados de los escritores Terenci y Ana María Moix, con su correspondiente casa solariega; uno de los hermanos del cineasta Luis Buñuel y el escritor chileno José Donoso, el autor de 'El obsceno pájaro de la noche', que cayó rendido ante su silenciosa belleza. Tanto que con lo que le pagaron de adelanto por dicha novela compró tres casas del siglo XVII, que arregló para quedarse a vivir junto a su mujer y su hija.

7. El Cadaqués de Aragón. El que Donoso se fuera a vivir a Calaceite también fue un 'boom' y precisamente para los autores del latinoamericano, que se dejaron caer por aquí: Vargas Llosa, García Márquez, Jorge Edwards, Bryce Echenique... Y más allá de estos, los integrantes de la Gauche Divine barcelonesa, en respuesta a a la llamada del novelista y traductor Mauricio Wacquez. A saber: Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Juan Marsé, Carlos Barral... O el poeta Ángel Crespo, que está enterrado aquí. Total, que esto se llenó, y en cierta manera se sigue llenando, de intelectuales, escritores, pintores, artesanos y directores de cine. En Calaceite rodó Vicente Aranda su película 'Libertarias' (1996) y el propio Donoso lo inmortalizó en su novela 'Casa de campo' (1978). Cuando estés allí y la recorras, entenderás rápidamente por qué.

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No podía ser más monumental. (Foto Ayto Calaceite/Lluis)


8. Lo que hay que ver. Es mucho, desde el ayuntamiento y la plaza de España, donde se cocía todo, y la iglesia parroquial barroca, hasta la Balsa, que recogía el agua de la lluvia y servía para criar peces, el interesantísimo casco urbano, la torre que fue parte de la muralla y el abundante patrimonio arqueológico (no te pierdas los poblados ibéricos, toda una sesión en vivo y en directo de la televisiva e inolvidable 'Érase una vez el hombre').

9. ¿Para dormir? En un convento de 1613 que ahora es hotel, El Convent. Tiene suelos de barro cocido o baldosas hidráulicas, techos abuhardillados con revoltón aragonés, alcobas como las de antes y un patio acristalado 360 grados que deja ver la nave central de la vieja iglesia. En La Fresneda (desde 115 euros). En el mismo Calaceite, el hotel del Sitjar, una casa solariega del siglo XVIII en la plaza (desde 75 euros). ¿Y comer? En la Fonda Alcalá, premiado recientemente como el mejor restaurante de comida familiar de todo Aragón por la Academia Aragonesa de Gastronomía. Te esperan las judías con sardina, el ternasco de Aragón a baja temperatura o la mousse de turrón con chocolate caliente.



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El hotel El Convent, en La Fresneda, al ladito de Calaceite.

https://www.vanitatis.elconfidencia...-encanto-teruel-cantavieja-calaceite_1438643/
 
Hola!
La semana que viene viajo a Polonia, concretamente a Varsovia y Cracovia. ¿Alguien ha estado? ¿Alguna recomendación mas allá de lo que encuentro en las guías?
Gracias!
Es el destino que quiere mi hija mayor para el año que viene. Yo he estado solamente en un par de pueblos fronterizos con Alemania uno y con Eslovaquia otro. Poca cosa, claro. La zona al sur de Cracovia debe de ser maravillosa, porque es la prolongación de la cordillera de los Tatras eslovacos. Si yo fuera a Polonia, visitaría Gdansk.

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Cuéntanos algo cuando vuelvas.
 
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Teruel sí existe: si ya conoces Albarracín, no te pierdas Cantavieja ni Calaceite
Francamente son de película. Y de hecho han sido escenario de 'Tierra y libertad', de Ken Loach, y 'Libertarias', de Vicente Aranda. Están llenitos de casas solariegas y muros centenarios. Un lujo
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Allá en el fondo, Cantavieja, territorio a conquistar. (Foto: Turismo de Aragón)

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ÁNGELES CASTILLO
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Claro que existe. Lo que pasa es que está escondido como un tesoro y hay que lanzarse cual Indiana en su búsqueda. Todo lo que ofrece es auténtico, sorprendente y monumental. A Teruel hay que quererlo, sí o sí. Ahora verás por qué. Como nos imaginamos que ya conoces el bello y pintoresco Albarracín, no te pierdas Cantavieja ni Calaceite, el Cadaqués de Aragón, que hasta Vargas Llosa y García Márquez pasaron por aquí. Sinceramente son de película. Nos vamos de viaje por esta ¿olvidada? provincia de Aragón. Los tambores de la vecina Calanda suenan de fondo. Por Buñuel.

1. Primer destino: el Maestrazgo. Para dar con Cantavieja hay que aventurarse por esta comarca compartida con Castellón; de hecho es su capital. Aquí están también Alcañiz (con parador), el amurallado Mirambel (escenario de 'Tierra y libertad', de Ken Loach), Tronchón (de donde el queso que ya citó Cervantes en el Quijote) o La Iglesuela del Cid, donde termina el Camino del Cid y con una hospedería alojada en un palacio, el de los Matutano-Daudén, del siglo XVIII, con escalera imperial y majestuosos salones (y spa). Ni lo dudes, quédate a dormir aquí, en el hotel palacio Iglesuela. ¿Y comer? Por ejemplo, en el asador Casa Sastre, en la calle Mayor de Cantavieja (sopa de pelotas, parrillada de cerdo guisada...). Estamos ya a más de 1200 metros sobre el nivel del mar.

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De piedra y con flores, así es Cantavieja. (Foto: Turismo de Aragón)


2. De película. Lo decíamos a propósito del singular Mirambel, todo un descubrimiento, pero atención a tantas piedras centenarias como hay en Cantavieja. A su castillo, a su plaza Mayor porticada que dibujan el ayuntamiento, la iglesia (“ni una igual en Roma”, dijo su arquitecto) y la Casa del Bayle, a las cuevas de La Masía del Tosco y Cerradico de Casa Granja, las dos con restos rupestres, y a un monumental patrimonio religioso, con iglesias y ermitas por doquier. Caminando por sus calles perderás la cuenta de las casas solariegas y blasonadas, y por sus campos, las de los molinos y batanes. Te parecerá que estás en los decorados de una serie de televisión de esas de época que tanto suben los audímetros.



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Solo le faltaba la bruma a Cantavieja. (Foto: Los Pueblos más Bonitos de España)


3. ¿Y el castillo? Más que castillo es lo que queda de él, de lo que se mantuvo en pie tras los encarnizados combates de las guerras carlistas que se libraron por estos pagos. Pero ahí están la ruinas, con forma de triángulo, sobre un espolón rocoso, sobresaliendo, con su torre, que fue convertida en la ermita del Calvario. Así pues, no preguntes por el castillo, sino por el Calvario. Fue de los templarios y es del siglo XIII. Hay que asaltarlo. Por cierto, si te gusta la historia, en plena calle Mayor tienes el Museo de la Guerras Carlistas: sabrás más de sus escenarios y sus protagonistas. Al general Ramón Cabrera, un dato, le llamaban el Tigre del Maestrazgo.



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El castillo que es ermita. (Foto: Patrimonio Cultural de Aragón)


4. Contando masías fortificadas. A esto hay que sumar las masías fortificadas que salpican el Maestrazgo turolense, de varios siglos de antigüedad, y que también puedes jugar a encontrar. ¿Cómo reconocerlas? Por su torre. En total hay 10: la de Castellote, Perucho, Camañes, Huerta... Pero Cantavieja también es naturaleza. Ahí están sus árboles monumentales, sus barrancos y los senderos que atraviesan sus parajes. Es el momento de patear el tramo del GR-8, que une esta villa con Mirambel, La Iglesuela y Fortanete, convirtiendo la ruta de gran recorrido en una suerte de camino de Santiago, por la espectacularidad del patrimonio arquitectónico a su paso. Hay bonitos paseos hasta el Mirador de la Tarayuela, la fuente de la Faldrija o por las orillas del río llamado igual, Cantavieja.

5. Segundo destino: Matarraña. Nos dirijimos ahora más al norte y virando ligeramente hacia el este. A esta comarca que toma el nombre de su río, que tanto gusta a la nutrias. Ahí, en esta tierra entre Aragón y Cataluña, con restos íberos y romanos, más misteriosa aún, y nos referimos a la simbología esotérica que adorna sus casas palaciegas, se encuentra Calaceite, centro cultural igualmente ajeno al turismo efusivo y apabullante. Y con tres puertas para entrar.

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La casa de José Donoso. (Foto: Ayto Calaceite/Lluis)


6. A solo 50 kilómetros del mar. Parece un pueblo de interior interior (dos veces) y lo es, pero curiosamente está solo a medio centenar de kilómetros del Mediterráneo, así que su clima solo podía ser así. Bien lo sabían los antepasados de los escritores Terenci y Ana María Moix, con su correspondiente casa solariega; uno de los hermanos del cineasta Luis Buñuel y el escritor chileno José Donoso, el autor de 'El obsceno pájaro de la noche', que cayó rendido ante su silenciosa belleza. Tanto que con lo que le pagaron de adelanto por dicha novela compró tres casas del siglo XVII, que arregló para quedarse a vivir junto a su mujer y su hija.

7. El Cadaqués de Aragón. El que Donoso se fuera a vivir a Calaceite también fue un 'boom' y precisamente para los autores del latinoamericano, que se dejaron caer por aquí: Vargas Llosa, García Márquez, Jorge Edwards, Bryce Echenique... Y más allá de estos, los integrantes de la Gauche Divine barcelonesa, en respuesta a a la llamada del novelista y traductor Mauricio Wacquez. A saber: Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Juan Marsé, Carlos Barral... O el poeta Ángel Crespo, que está enterrado aquí. Total, que esto se llenó, y en cierta manera se sigue llenando, de intelectuales, escritores, pintores, artesanos y directores de cine. En Calaceite rodó Vicente Aranda su película 'Libertarias' (1996) y el propio Donoso lo inmortalizó en su novela 'Casa de campo' (1978). Cuando estés allí y la recorras, entenderás rápidamente por qué.

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No podía ser más monumental. (Foto Ayto Calaceite/Lluis)


8. Lo que hay que ver. Es mucho, desde el ayuntamiento y la plaza de España, donde se cocía todo, y la iglesia parroquial barroca, hasta la Balsa, que recogía el agua de la lluvia y servía para criar peces, el interesantísimo casco urbano, la torre que fue parte de la muralla y el abundante patrimonio arqueológico (no te pierdas los poblados ibéricos, toda una sesión en vivo y en directo de la televisiva e inolvidable 'Érase una vez el hombre').

9. ¿Para dormir? En un convento de 1613 que ahora es hotel, El Convent. Tiene suelos de barro cocido o baldosas hidráulicas, techos abuhardillados con revoltón aragonés, alcobas como las de antes y un patio acristalado 360 grados que deja ver la nave central de la vieja iglesia. En La Fresneda (desde 115 euros). En el mismo Calaceite, el hotel del Sitjar, una casa solariega del siglo XVIII en la plaza (desde 75 euros). ¿Y comer? En la Fonda Alcalá, premiado recientemente como el mejor restaurante de comida familiar de todo Aragón por la Academia Aragonesa de Gastronomía. Te esperan las judías con sardina, el ternasco de Aragón a baja temperatura o la mousse de turrón con chocolate caliente.



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El hotel El Convent, en La Fresneda, al ladito de Calaceite.

https://www.vanitatis.elconfidencia...-encanto-teruel-cantavieja-calaceite_1438643/
Teruel no solo existe, sino que es una auténtica maravilla.
Mora de Rubielos

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Rubielos de Mora

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La mayor fortaleza terrestre del mundo está a media hora de Badajoz




El Fuerte de Graça fue construido en Elvas (Portugal) en el siglo XVIII y reabierto al público tras su rehabilitación a finales de 2015

CARLOS GARCÍA /EFE Elvas31/08/2017 12:16h - Actualizado: 04/09/2017 10:37h. Guardado en: Actualidad Europa


La mayor fortificación terrestre del mundo, situada en la ciudad portuguesa de Elvas -justo en la frontera con Badajoz- ya ha superado las cien mil visitas desde que fue reabierta al público tras su rehabilitación a finales de 2015.

El responsable de Patrimonio en Elvas, Rui Jesuíno, explicó a Efe que se trata del Fuerte de Graça, considerado la ópera prima de las fortalezas ibéricas y construido entre 1763 y 1792 como zona defensiva de Elvas, ciudad testigo de innumerables conflictos bélicos.

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Es uno de los elementos que han propiciado que Elvas sea considerada la «ciudad-cuartel» por excelencia ya que, según recuerda el historiador Rui Jesuíno, en la segunda mitad del siglo XVII, la ciudad tenía una población de 12.000 civiles y en el interior de murallas vivían 15.000 militares.

Las personas que nacían allí «ya nacían soldados», según Jesuíno, quien precisa que, por ejemplo, en 1710 la Corona de Portugal eliminó la obligación de hacer la mili entre los jóvenes de la ciudad debido a que no era necesario el reclutamiento, dado que estaban en contacto diario con los militares.

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El Fuerte de Graça, la mayor fortificación terrestre del mundo construido entre 1763 y 1792- EFE/CARLOS GARCÍA
Elvas se ha consolidado en los últimos años como uno de los destinos turísticos patrimoniales más relevantes de la península Ibérica gracias a su entorno amurallado, construido desde el período islámico del siglo IX hasta la época de la Restauración, en 1640, cuando Portugal logra independizarse de España.

Posteriormente, entre 1641 y 1663, se construyeron en Elvas decenas de cuarteles, polvorines, un hospital militar y nuevas murallas, ya que este enclave era un lugar estratégico fronterizo entre ambos reinos.

Según el historiador luso, «Elvas es Patrimonio de la Humanidad por tres razones: es el mayor baluarte del mundo, es el mejor ejemplo del método de fortificación holandesa y, además, es el lugar fronterizo mejor conservado como cuartel de frontera».

La ciudad, en plena línea de frontera con Badajoz, también ofrece al visitante una clara muestra de la convivencia de las religiones cristiana, musulmana y judía.

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Incluso, añade, «en Elvas está la mayor sinagoga medieval de Portugal, denominada Casa de la Historia Judaica y que es un centro de interpretación de la historia de los judíos en Elvas».

De la cultura islámica aún se pueden recorrer sus dos murallas árabes y su principal mezquita, que conserva su cisterna de más de un milenio de antigüedad y que fue transformada en el siglo XIII en la iglesia de Santa María de Alcáçova. Y por parte cristiana, el mejor ejemplo de esta sede diocesana es su catedral, de principios del siglo XVI.

La ciudad de Elvas, que en este verano de 2017 cumple su quinto aniversario como ciudad Patrimonio de la Humanidad, sobresale asimismo por su Acueducto de la Amoreira, de 10 kilómetros de extensión y que supera los 40 metros de altitud en su parte más elevada, que corresponde a una vaguada al oeste de la población.

Rui Jesuíno recuerda que cuando fue evaluada para ser Patrimonio Mundial se llegó a decir que «si los soldados del siglo XVII volviesen a sus murallas y cuarteles, las reconocerían, ya que registraron muy pocos cambios en más de tres siglos».

http://www.abc.es/viajar/destinos/e...-media-hora-badajoz-201708311216_noticia.html
 
VIAJEROS URBANOS
Las tres torres de Gante
Del esplendor medieval de su campanario a las agradables terrazas del puerto viejo, un apacible paseo por la ciudad belga

Vista del centro histórico de Gante, en Bélgica, desde el puente de San Miguel. RUDY BALASTO GETTY

MARTA SABATÉ ESCALÉ
11 SEP 2017 - 00:00 CEST


Resultan habituales las comparaciones entre Gante, capital de Flandes Oriental, y Brujas como las ciudades más bonitas de Bélgica. Es cierto que ambas cuentan con una red de canales y hermosos centros históricos, pero, en esencia, son dos urbes diferentes: Brujas es romántica e intimista mientras que Gante resulta imponente y monumental.

No son pocos los que, después de visitar ambas ciudades, coinciden en que, en parte, Brujas tiene la fama y Gante carda la lana. Por ello, proponemos una ruta de un día por los lugares más destacados de Gante, que permite llevarse una idea completa del animado ambiente de la ciudad belga.

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Plaza de Sint-Baafsplein, en Gante, con la torre del Campanario al fondo. WESTEND61 GETTY

Sint-Baafsplein
La ruta comienza en la plaza de Sint-Baafsplein, corazón de Gante, donde encontramos dos de las tres famosas torres medievales que dominan el centro histórico de la ciudad: la de la Catedral de San Bavón, y el Belfort, un precioso campanario de 91 metros de altura y testigo de la riqueza y el poder que alcanzaron los gremios medievales. En su interior se encuentra la campana de Roland, utilizada históricamente para advertir a los habitantes de la ciudad cuando se aproximaban peligros o enemigos, o que se había ganado una batalla. Esta torre forma parte del conjunto de campanarios belgas y franceses declarados patrimonio mundial por la Unesco. Desde arriba, regala una de las mejores visitas de la ciudad.

Al bajar del Belfort merece la pena entrar en la Catedral de San Bavón para contemplar La Adoración del Cordero,de los hermanos Van Eyck, uno de los máximos exponentes de la pintura flamenca medieval. Curiosamente, es conocida también por ser una de las obras de arte más robadas de la historia. Dentro de la Catedral hay que visitar también la cripta, del siglo X, único elemento que se conserva de la iglesia románica sobre la que se construyó el templo actual. La entrada a la Catedral es gratuita y el precio para ver el cuadro de los Van Eyck es de 4 euros.

Justo al lado de la catedral se encuentra la Lonja de los Paños, testigo de la floreciente industria y comercio textil que enriqueció a la ciudad durante la Edad Media. Era el sitio en el que se celebraban los mercados de los tejidos, las transacciones y donde se reunían los miembros del gremio.

Cogiendo la Cataloniëstraatse llega a la tercera torre de la ciudad, la de la Iglesia de San Nicolás, uno de los edificios más antiguos y majestuosos de Gante. Justo detrás de la iglesia se encuentran la plaza del Korenmarkty la calle Klein Turkije, dos de los sitios con más ambiente de la ciudad. Si llegados a este punto se nos abre el apetito, estamos de suerte: es el lugar adecuado para degustar alguna de las especialidades culinarias de Gante. La más conocida es, seguramente, el waterzooi, plato original de la Edad Media que se cocinaba con pescado fresco procedente del río Lys, que cruza la ciudad. En la actualidad se cocina con pollo, aunque quedan todavía establecimientos que permiten elegir entre ambas variantes. Antes de dejar la Korenmarkt atrás hay que prestar atención al antiguo edificio de correos y su torre del reloj, preciosa mezcla de estilos gótico y renacentista.

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Turistas frente al antiguo muelle de Graslei, en el puerto viejo de Gante (Bélgica). PHILIPPE CLÉMENTGETTY

Paseo por el puerto
El recorrido continúa nuestro camino por Sint-Michelshelling hasta desembocar en las preciosas calles Graslei y Korenlei, los muelles del viejo puerto comercial de Gante y, actualmente, dos de las calles más pintorescas de la ciudad y uno de los mejores paseos que puede disfrutar el viajero. Se puede cruzar de una calle a otra por cualquiera de las pasarelas que unen ambas orillas del río, pero resulta recomendable hacerlo por el famoso puente de San Miguel. Ofrece una de las vistas más bonitas de Gante: se pueden contemplar las tres torres de la ciudad en una sola panorámica.

Antes de acabar el callejeo por el centro histórico hay que deslizarse por la calle Werregarenstraat, repleta de grafitis. Está muy cerca de los muelles y es un lienzo urbano cedido por las autoridades de la ciudad para los artistas locales, que tienen carta blanca para decorar sus muros. Un pasadizo curioso y un tanto especial.

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Entrada al museo de la ciudad de Gante (STAM). STAMGENT.BE

Tres museos
La abundante oferta cultural de Gante puede complicar la elección al viajero, por ejemplo, entre sus museos. Entre los más destacados e interesantes están el Museo de Bellas Artes(MSK), con una colección muy diversa; el Museo de la ciudad de Gante(STAM), alojado en una abadía del siglo XIV que fue reconvertida en un moderno centro expositivo, y por último el S.M.A.K., el más atrevido de todos, cuya colección permanente de artistas internacionales y exposiciones temporales resultan, en ocasiones, un tanto provocativas.

Tomarse el tiempo de perderse por el centro de Gante cuando cae la noche es una de las mejores maneras de culminar la visita. El cuidado alumbrado de sus calles y casco histórico consigue sacarle el lado más imponente, elegante y romántico a esta ciudad que respira sed de historia, de cultura y de actividad las 24 horas del día.

https://elviajero.elpais.com/elviajero/2017/09/08/actualidad/1504885610_919268.html
 
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