Urkullu visita el vertedero seis días después de la tragedia

EUSKADI

La tragedia de Zaldibar, punta del iceberg de la precariedad y el descontrol en los vertederos


Los dos trabajadores sepultados por el derrumbe siguen desaparecidos. Organizaciones ecologistas advierten sobre la "falta de seguimiento" por parte de las instituciones ante la realidad de esos espacios de almacenamiento de residuos. La indignación social va en aumento.



Vertedero de Zaldibar
Continúan los trabajos para hallar a los operarios desaparecidos tras el derrumbe en el vertedero de Zaldibar. EFE/Juan Herrero
BILBAO

17/02/2020 22:01 ACTUALIZADO: 17/02/2020 22:40
DANILO ALBIN

El dolor sigue confundido con la incertidumbre. Desde hace ya 11 días, el vertedero de Zaldibar aparece, una y otra vez, en los titulares de los medios. Abre informativos y siembra preocupación. Entre nubes tóxicas y dudas en el aire, la crisis generada tras el fatídico derrumbe del pasado 6 de febrero impregna el ambiente de Euskadi.

Aquí están las claves de la pesadilla que se llevó por delante a Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, los dos obreros que siguen sepultados bajo esa pesada capa de tierra.


Los hechos

Era jueves y el reloj marcaba las 16.00 h. Sololuze y Beltrán se encontraban en su lugar de trabajo, el vertedero de la empresa Verter Recycling situado en el barrio Eitzaga de Zaldibar, un pequeño municipio vizcaíno situado a unos 40 kilómetros de Bilbao.


De repente, el suelo se movió. O no tan de repente: el diario El Correo dio a conocer que uno de los trabajadores ahora desaparecidos había advertido a la empresa sobre la existencia de grietas y corrimientos de tierras. El desprendimiento se llevó por delante a Sololuze y Beltrán y llegó hasta la AP-8. El drama acababa de comenzar.

Amianto en la tierra

A la 01.00 h de la madrugada del viernes 7, los equipos de rescate se vieron obligados a paralizar la búsqueda de ambos ante un hecho inesperado entre quienes realizaban esas tareas de búsqueda, aunque conocido por los propietarios del vertedero: en la zona había amianto, una sustancia peligrosa.

De hecho, los participantes en las primeras actuaciones para tratar de encontrar a ambos trabajadores estuvieron expuestos al contacto con el amianto, lo que supone un grave riesgo para la salud. En ese contexto, las labores de rescate se reiniciaron el mismo viernes 7. Once días después, Sololuze y Beltrán seguían sin ser localizados.

Responsabilidades

"Cuando llegué el primer día pensé: Pero, ¿qué es esto? Al regresar a casa le dije a mi pareja: ¿Para qué estamos reciclando? En Zaldibar depositan amianto en cualquier sitio y lo cubren con tierra". Así se expresaba en las últimas horas uno de los camioneros que acudía a ese vertedero en declaraciones realizadas al programa Amarauna de Euskadi Irratia. Otro camionero relató al diario Berria que el vertedero ubicado en ese municipio recogía "los residuos que no quería nadie".


En ese contexto, el juzgado de Durango ha abierto diligencias contra la empresa ante la posible comisión de delitos de carácter medioambiental y laboral. El Gobierno Vasco no ha ocultado sus críticas hacia la gestión de la crisis por parte de los propietarios del vertedero. Mientras tanto, grupos políticos de la oposición, sindicatos y colectivos ecologistas han criticado al Ejecutivo autonómico por su papel en este caso.

"Todos los hechos acaecidos desde el derrumbe están rodeados de un halo opaco que ha tenido sus consecuencias tanto en la gestión de la situación como en la gestión informativa", advertía el grupo ecologista Eguzki en un comunicado. Por su parte, Ekologistak Martxan (Ecologistas en Acción) advertía que este caso "demuestra claramente la falta de seguimiento y el absoluto descontrol que las administraciones tienen sobre estos espacios de acumulación de residuos".

Aire contaminado

Ocho días después del derrumbe, el Gobierno vasco dio a conocer los resultados del análisis de calidad del aire efectuado en la zona. La alarma social cobró entonces aún mayor fuerza: el Ejecutivo autonómico recomendó no abrir las ventanas de los hogares ni realizar deporte al aire libre en los municipios de Zaldibar, Ermua, Eibar y Mallabia, lo que afecta a 48.000 personas. Incluso se suspendió el encuentro que tenían previsto disputar Eibar y Real Sociedad.

Este lunes, los escolares de la zona no han salido al patio. El motivo: la presencia de dioxinas y furanos a raíz del incendio que se desató en el vertedero. Los análisis habían detectado unas cantidades tóxicas cincuenta veces por encima de los valores normales en una zona urbana. El subdirector de Salud Pública de Bizkaia, Joseba Bidaurrazaga, dijo públicamente que esta situación no tendrá repercusiones sobre la salud de la población ni a corto, medio ni largo plazo.


Sin embargo, sus declaraciones no han convencido a todos. "Las personas que se encuentran trabajando en el rescate de los dos desaparecidos y en la extinción de los incendios deben emplear medidas de protección respiratoria específicas. Sin embargo, las instituciones públicas omiten indicación alguna para proteger a la población que se encuentra trabajando en el entorno del derrumbe. Es inaceptable", criticó por su parte el sindicato ELA.

Repercusión social

En ese contexto, los habitantes de las poblaciones afectadas no ocultan su nerviosismo e impotencia. El sábado hubo una movilización en señal de protesta que juntó a vecinas y vecinos de distintas localidades. Al mismo tiempo, las familias de los trabajadores desaparecidos han criticado el papel del Gobierno vasco en esta crisis.

Por su parte, Ekologistak Martxan denunció que "las administraciones vascas no ejercen el control necesario de los vertederos, ni de las sustancias que en ellos se depositan, así como tampoco realizan el imprescindible seguimiento de estos lugares una vez dadas las autorizaciones".


Mientras tanto, los principales sindicatos vascos han apuntado hacia la precariedad laboral como un factor clave para explicar la siniestralidad en los puestos de trabajo. "Exigimos al Gobierno vasco que utilice todos los recursos disponibles para hacer frente a la precariedad y que inmediatamente apruebe un plan de emergencia contra la precariedad de cara a conseguir los recursos necesarios para hacer frente a esta pandemia. Ya es hora de empezar a defender la mayoría trabajadora de este país", señalaron en un comunicado conjunto los sindicatos ELA, LAB, EHNE, Steilas e Hiru.

Repercusión política

Cuando se produjo la tragedia de Zaldibar, el lehendakari manejaba ya convocar elecciones anticipadas para el 5 de abril. El calendario indicaba que como muy tarde debía firmar la convocatoria el lunes 10 de febrero. Y así fue.

Mientras las máquinas trabajaban sobre el terreno, Urkullu convocó a los medios y anunció que la cita con las urnas tendría lugar el primer domingo de abril. En el turno de preguntas, el periodista del diario Gara Iñaki Iriondo le preguntó al lehendakari si no había sentido la necesidad de acudir al lugar del siniestro. "Estoy. No físicamente, pero estoy", respondió. "No se trata de estar por estar. Se trata de que seamos operativos", subrayó.

Tras aquella rueda de prensa, el Gobierno vasco ha centrado la gestión de la tragedia en manos de la mesa técnica de coordinación y seguimiento sobre el derrumbe, que se reúne diariamente. En cualquier caso, el lehendakari y varios de sus consejeros han sido llamados a dar explicaciones en la Diputación Permanente del Parlamento Vasco.


Se hicieron inspecciones el año pasado y al parecer no se ha puesto solución a las irregularidades que encontraron, y por supuesto tampoco multa.

Por muchos perdones que emita el lehendakari esa es la verdad. ¿Y ahora con dos desaparecidos y la contaminación ¿Que hacemos?

¿Para qué reciclamos? Al hilo de ésto me comentaba mi marido que en la empresa les obligan a separar los residuos para que luego se lo retiren de allí. Lo curioso del tema es que cuando va el camión lo echan todo junto, lo de un contenedor y lo de los otros al camión...

¿Para qué les exigen en la fábrica reciclar si luego va todo amontonado en el camión?
 
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Residuos tóxicos, gobernantes y ciudadanía

Urkullu no contaba con este accidente, con este destrozo de personas y para el medio ambiente y con la crisis política de consecuencias aún impredecibles.

Parques sin niños, información con cuentagotas y sin Carnaval: la vida se para junto al derrumbe de Zaldibar

José María Calleja
18/02/2020 - 21:35h
El Gobierno vasco espera que se pueda apagar el fuego de Zaldibar pronto: No podemos decir si hoy, mañana o pasado

Imagen de las labores de extinción en el vertedero.

Estaba el PNV casi sesteando, relamiéndose ante el previsible éxito en la próximas elecciones del 5 de abril, cuando la realidad ha venido a visitar al Gobierno vasco en forma de alud de productos tóxicos en una zona densamente poblada y transitada.

De momento, la quiebra del vertedero ha provocado la desaparición de dos personas, Alberto Soraluze y Joaquín Beltrán, ha sembrado el pánico y la angustia en, como mínimo, los habitantes de la zona y ha supuesto una quiebra en la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.




Urkullu, al alimón con Nuñez Feijóo, había convocado las elecciones de manera anticipada con la voluntad de evitar así el contagio, no deseado por ambos, con el proceso de los comicios catalanes, anunciados, pero sin fecha. Desde luego que Urkullu no contaba con este accidente, con este destrozo de personas y para el medio ambiente y con la crisis política de consecuencias aún impredecibles que se ha desatado. Hay en Euskadi una densa trama institucional que une a los ayuntamientos y al gobierno autonómico de otras comunidades, las potentes diputaciones, que recaudan los impuestos de los ciudadanos y se supone que ejercen un control de cada una de las tres provincias.


Se diría que no hay un metro cuadrado del territorio que no esté controlado por un poder político que presume de arraigo en la tierra.

Pues bien, a esa amazacotada trama institucional se le ha escapado detectar a tiempo las primeras fallas del depósito, controlar las consecuencias de haber volcado en 13 años los vertidos previstos para 35 o haber realizado una mínima prospectiva sobre los riesgos del desastre.

En un día, la brecha del vertedero se ensanchó en 20 centímetros a pesar de lo cual se siguieron depositando residuos. Ha dicho Urkullu, consciente de los riesgos que implica una crisis de esta magnitud, que pide disculpas por los errores, algo necesario pero tardío.

Los ciudadanos de la zona no saben si pueden abrir o no las ventanas, restringen las salidas a la calle y hasta se ha suspendido en Eibar un partido de fútbol entre el Eibar y la Real, síntoma máximo de la preocupación que suscita el alud de medio millón de metros cúbicos de residuos y tierra.

La propia ubicación del vertedero, pegado a una zona de tráfico infernal, plantea también interrogantes, como también plantea incertidumbre el hecho de no saber qué hacer a partir de ahora con otros vertidos tóxicos.

La población de la zona tiene síntomas evidentes de miedo, a salir a la calle, a beber el agua del grifo, que desde luego no se palían con explicaciones que hacen referencia al material empleado para intentar asesinar a espías soviéticos.
Si hacer política es tratar de resolver los problemas de la gente realmente existente, no parece que aquí se haya sido precisamente diligente a la hora de evitar el derrumbe, de regular los depósitos de residuos o dar explicaciones ajustadas a la población, que de eso se trata.


El PNV tiene una red clientelar de intereses gigantesca y eso provoca que se haga la vista gorda para no incomodar a sus aliados, en especial al PSE que es quien le apoya la mayor parte de las veces en sus decisiones de gobierno.

Claro, que tantos favores e intereses ha provocado en éste caso el asunto del vertedero con dos desaparecidos, que ya veremos si aparecen y en que condiciones sus restos.

Aparte de la incidencia en la salud que tiene ésto en la población a corto, medio y largo plazo.
 
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Vecinos de Ermua alertan de un nuevo foco de fuego en el vertedero
Vecinos de Ermua alertan de un nuevo foco de fuego en el vertedero

A las once de esta noche se encontraba un retén trabajando en el terreno, según ha confirmado el Ayuntamiento

EL CORREOJueves, 20 febrero 2020, 23:49

Vecinos de Ermua han alertado esta noche de un nuevo foco de fuego en la parte alta del vertedero de Zaldibar. Los primeros avisos se registraron en torno a las 22.00 horas, y según fuentes de la Policía Municipal se activó de inmediato el protocolo previsto.

El incendio que se declaró el 6 de febrero al derrumbarse la escombrera, provocando un episodio de contaminación por dioxinas, se dio por sofocado el martes. Sin embargo, las autoridades ya advirtieron de que se podrían reactivar algunos rescoldos, por lo que en la zona se mantenía un retén de guardia. Cerca ya de la medianoche, bomberos del parque de Iurreta fueron movilizados en labores de supervisión


Normal.....Hay mucho metano en un vertedero.....No le han dado salida. Los controles y la gestión han brillado por su ausencia. Es como una carbonera con gas debajo y con el corrimiento de basura ...¡mejor ni pensar!
 
Zaldibar ilustra años de gestión "errática, ineficaz y cara" de la basura que satura los vertederos en España
Medio ambiente

Accidentes, sentencias y expedientes europeos jalonan una política de residuos por la que la mitad de las 22 millones de toneladas generadas al año acaban en depósitos

Los vertederos vascos suben sus tarifas tras la catástrofe de Zaldibar


Raúl Rejón
20/02/2020 - 21:46h
Arriola espera que se pueda apagar el fuego de Zaldibar próximamente, aunque no puede decir si hoy, mañana o pasado

Trabajos en el vertedero industrial de Zaldibar (Bizkaia).

España arrastra, al menos, una década de gestión errática de los residuos que produce. Una senda que ha derivado en accidentes como el de Zaldibar, expedientes y condenas del Tribunal Europeo por saltarse la normativa comunitaria. Cuando estalla un crisis salta a la primera línea. Luego decae. Mientras, se aproxima el plazo para cumplir la última legislación para la reducción del vertido de residuos: 2035.

El desprendimiento de basura industrial en Bizkaia –con dos víctimas mortales– y el incendio posterior que ha liberado tóxicos al aire es el último episodio de una secuencia funesta. Ya en 2016 y 2017 el Tribunal Europeo de Justicia condenó a España –tras sendos procesos de años instados por la Comisión– por no haber cerrado 90 vertederos irregulares. En 2018, Bruselas conminó de nuevo a España a corregir la situación de, no menos, 1.511 vertederos ilegales: "Cierre, sellado y regeneración", indicaba el expediente abierto por "incumplir sistemática y continuadamente la normativa".




"La alfombra bajo la que se escondía el problema es ya una montaña que rebosa por los lados", reflexiona Julio Barea, encargado de la materia en Greenpeace. Barea recuerda que la manera en que España está manejando los residuos es "ineficiente, ineficaz y cara".

Cada año se generan unos 22 millones de toneladas de residuos urbanos, según los datos de Transición Ecológica. Más de la mitad acaba en vertederos, quebrando la cadena de una economía circular que vuelva a poner en valor los materiales de objetos desechados: metales, textiles, plásticos, maderas...etc.

De esos 22 millones de toneladas, el 84% son residuos mezclados. "Eso los convierte en muy poco reutilizables más allá de los metales que se sacan con imán", indica Barea. La directiva europea obligará a que en 2035 no llegue a vertederos más de un 10% de toda la basura que se cree. El Gobierno tiene en proyecto el real decreto para adaptar a España esta norma, pero la reducción de basura no está activada. La basura crece y crece.

El depósito de Zaldibar tenía una vida útil de 35 años, a razón de 118.000 toneladas anuales. El ritmo de llenado estaba disparado: en nueve años había superado la mitad de la capacidad de depósito.

No es algo extraño. En Madrid, la saturación en 2019 del vertedero de Alcalá de Henares, que da servicio a más de 600.000 habitantes, desató una tormenta política y social. ¿Dónde iban a ir las 260.000 toneladas anuales de basura? La solución fue llevar los desechos a otro vertedero (el de Valdemingómez) en vías de llenarse. El basurero del norte en Colmenar Viejo está a punto de colmatarse (el sellado está previsto para 2024) y el del sureste en Pinto va a recrecerse 12 metros. El 80% de los residuos en esta comunidad acaba en vertederos, según la Estrategia de Residuos de la Comunidad de Madrid.

En la Comunidad Valenciana, los principales depósitos se acercan al máximo de su capacidad. Les quedan menos seis años de actividad, según la Consejería de Medio Ambiente. En la provincia de Alicante, el vertedero de Fontcalent está al 99%.
Vista del incendio producido hoy en el cementerio de neumáticos de Seseña (Toledo), un tercio del cual se encuentra en el término municipal de Valdemoro (Madrid) y que acumula miles de toneladas de ruedas.

Vista del incendio producido hoy en el cementerio de neumáticos de Seseña (Toledo), un tercio del cual se encuentra en el término municipal de Valdemoro (Madrid) y que acumula miles de toneladas de ruedas.

Entre Castilla-La Mancha y Madrid, el incendio de un enorme vertedero de neumáticos en Seseña en 2016 reveló una historia de dejadez política que alimentó desde 2002 la acumulación de neumáticos: 90.000 toneladas en 11 hectáreas que ardieron durante días liberando grandes cantidades de dioxinas y metales pesados. En 2005 se había ordenado detener la actividad, pero el vertedero no se vació durante esos 11 años que desembocaron en el incendio.

Del 50 al 10% en 15 años

Contener el llenado de vertederos no se limita a reducir residuos. La economía circular se basa en otras dos erres: reutilizar y reciclar para limitar el desperdicio de materiales cuando son todavía útiles. El sistema de reutilización de envases y botellas de plástico, por ejemplo, ha encontrado muchos obstáculos para impulsarse en España. Respecto al reciclaje, las estadísticas del Ministerio de Transición Ecológica indican que el reciclado de vidrio, cartón, metal, plástico, madera, telas, pilas o restos biodegradables, todo junto, suma un 18% de los residuos generados en los municipios: 4 millones de toneladas. Otros 3,9 se de dedican al compostaje.

"La producción es tan grande que parece que los responsables dicen: dejo el problema para el siguiente. Además, no es una materia muy popular", resume Julio Barea. A partir de ahora restan 15 años para rebajar de manera drástica la entrada de residuos a vertederos. El proyecto de real decreto de Transición Ecológica traslada a España el objetivo marcado legalmente en la Unión Europea de limitarlo a una de cada 100 toneladas generadas.

"Será muy difícil conseguir ese objetivo sin aproximaciones previas", analiza Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción. La organización entiende que, partiendo desde los niveles actuales, es preciso marcar objetivos intermedios obligatorios si se quiere llegar al 10% en 2035.


#3 Txoketan | 21/02/2020 - 00:20h
El vertedero de Zaldibar ha sido un despropósito desde que en 1997 comienzan el tándem PNV - PSE con los primeros intentos para permitir su construcción en el municipio de Zaldibar. Después han vuelto a la carga y seguido haciendo malabarismos en los plenos municipales, para que finalmente en el año 2011, la entonces alcaldesa del PNV, concediese la licencia de actividad, tan solo 16 días antes de unas nuevas elecciones municipales.

#12 nekanee | 21/02/2020 - 09:54h
Esta foralidad, fijense en lo que emplea el dinero!, ahora ya tira de la caja de pensiones también en su desmesurada ambición de ser más nacionalista que todos! y para ello solo le faltan unos apoyos de nada al gobierno central, sea del color que sea, a ellos les dá igual! qué asco y ahora !!tiene dos hombres enterrados.. ;el desespero, en su día, por sacar al niño Julen en un terreno dificilísimo no cejó, aquí se tiró al toalla enseguida que fueron los más doctos que corrían peligro.. qué asco de mundo!, reciclen pobación, metrallean día sí día también, mentalícense o les multamos, así educan, imponiendo y luego ellos de todas todas nos la pegan...
Queremos ver que el asunto tan feo cunde, por los cuerpos de los obreros enterrados en su puesto de trabajo, por llas poblacioens colindantes que les han estropeado su aire y sus ganados y terrenos fértiles, porque los estados, presumidos, minúsculos, onnipotentes, dá igual!, de todas todas nos la pegan.. queremos DIMISIONES ya!, queremos que nuestros impuestos sirvan para mejorar el entorno no sus propios bolsillos y estatus, queremos dar la vuelta a éste asco que votamos creyendo que nos beneficia algo, queremos que no nos vendan más plástico, ni más materiales que se vuelven contra nosotros, probemos una renta universal y a dedicarnos en masa a sanear lo estropeado y los polítocos, -culpables todos!! idem, arremangados y adelante!
La mayor parte de las libertades que se dan al pobre son como manjares que no puede tocar, cosa que al parecer no advierten los que en su obsequio preparan el festín. Concepción Arenal

 
Culpas y disculpas de Urkullu. Lo que se ha derrumbado en Zaldibar

No hemos escuchado disculpas, porque no tenemos "culpa" reconocida, no sabemos cuáles son esos "errores" que se han podido cometer, ni sus responsables

Garbiñe Biurrun Mancisidor
23/02/2020 - 21:11h
Extinguido el fuego que se había reactivado esta noche en lo alto del vertedero de Zaldibar

EUROPA PRESS

Pedir disculpas por los errores cometidos es importante. E imprescindible para la sana convivencia en todos los terrenos. Pedir disculpas supone admitir las debilidades propias y saber comprender las ajenas, exige humildad para mostrarnos como somos y también la seguridad de tener la fuerza para intentar no volver a caer en el mismo error.
En el mundo de la política no es frecuente escuchar peticiones de disculpas. Más bien es muy raro. Tanto, que muy pocas veces son disculpas de verdad, sin matices que las empañen. Menos frecuente es aún que a la petición de disculpas se una la consiguiente asunción de responsabilidades de cualquier tipo.




Pues bien, una vez más –o una menos, según se mire– en Euskadi se ha perdido otra oportunidad de superar la estadística y someterse al escrutinio ciudadano e institucional, asumiendo seriamente errores y responsabilidades.

Me refiero a lo acontecido en torno al derrumbe del vertedero en Zaldibar, el pasado 6 de febrero, en el que han resultado sepultados Alberto y Joaquín, dos trabajadores que prestaban servicios en el lugar, y que ha generado una crisis de salud pública sin precedentes –superada en este momento en su manifestación más grave–, así como un debate social y político de relevancia.

En este marco, se presentaron el pasado martes el lehendakari Urkullu y miembros de su Gobierno ante la Diputación Permanente del Parlamento Vasco en una comparecencia solicitada por varios grupos parlamentarios: EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP. Urkullu manifestó sentir mucho "los errores que hemos podido cometer" y haber estado "más pendiente de hacer que de decir", expresó su "voluntad e intención de ayudar" y apeló a su "buena fe", recordando que, en todo caso, había que "responder a una situación inédita y de máxima complejidad".


En mi apreciación, es una muy curiosa manera de pedir disculpas, pero es la manera que parece haber hecho fortuna en el mundo de la política institucional o de partido. ¿Qué significa "los errores que hemos podido cometer"? ¿Se han cometido errores o no? Si así ha sido, ¿de qué concretos errores se trata, quién los ha cometido y por qué razón, y cómo se tendrían que haber solventado?

Por otra parte, cada vez es más frecuente oír hablar de "errores de comunicación". Pero, ¿qué es exactamente esto? No soy conocedora de la materia, desde luego, pero me da la sensación de que cuando se apela a estos errores se está queriendo significar solamente que las cosas se han expresado mal públicamente y que habría que haberlo dicho de otra manera, pero sin abordar la cuestión de fondo.

Tal vez es lo que quiso decir Urkullu al distinguir entre el "hacer" y el "decir". Lo malo es que se ha ido sabiendo lo que se decía, pero no tanto lo que se hacía o se había hecho antes, lo cual es extraordinariamente grave desde el punto de vista de la imprescindible transparencia.

Sin embargo, comunicar no debiera ser tan difícil si lo que se hace se hace bien. Basta con expresarlo con claridad y sencillez, sin apaños, composturas o enredos. Otra cosa es intentar expresar lo que no se ha hecho o contar medias verdades sobre lo mal hecho.

Y es lo que en este caso ocurre. No es que se haya comunicado mal o que se haya estado más pendiente de hacer que de decir. Lo que ha ocurrido es que no debía de ser fácil decir algunas cosas. Por ejemplo, por qué se iniciaron las labores de rescate de los dos trabajadores desaparecidos y se suspendieron al conocer que había amianto depositado en el vertedero. ¿Es que no se conocía este dato con anterioridad o en todo su alcance? Este primer gravísimo error de actuación y toda la situación posteriormente conocida ha dado pie a un buen número de preguntas que se plantean no solo los grupos parlamentarios, sino también la ciudadanía.

Demasiadas incógnitas aún sobre este vertedero –y, por extensión, sobre el resto. Incógnitas que caen como una losa sobre una ciudadanía muy concienciada y sensibilizada sobre la gestión de los residuos de todo tipo en un debate social muy amplio y no resuelto satisfactoriamente aún.

Incógnitas no despejadas todavía acerca de los concretos materiales que se depositaban en este vertedero, sus volúmenes y su peligrosidad, pues leemos testimonios de personas que han trabajado allí que señalan que se recibían residuos peligrosos, como amianto u otros corrosivos e inflamables, sin ser debidamente procesados y sin control de separación y que solo un porcentaje de en torno al 20% sería de materias inertes. O sobre todos los controles del Gobierno Vasco en este vertedero y el contenido de todos los informes al respecto. O una duda previa sobre si es adecuado que un vertedero de estas características se sitúe en la parte alta de una ladera, con el peligro de deslizamiento o derrumbe que ahora se ha materializado. O que se halle situado tan cerca de una autopista y, sobre todo, de núcleos urbanos. O, ¿por qué no?, también algunas conexiones personales que se han apuntado entre los propietarios de la empresa que gestiona el vertedero y algunos representantes y grupos políticos.

Sin duda, hay muchas más preguntas y mejor formuladas por quienes conocen la materia. Yo me he limitado a señalar algunas que no han sido debidamente respondidas –aún. Lo que no se salva por el hecho de que el Gobierno Vasco –desde su Departamento de Medio Ambiente, a cuyo frente se halla el socialista Arriola– traslade a la Fiscalía un informe sobre posibles delitos de la empresa que gestiona el vertedero por las grietas ya detectadas un par de días antes del derrumbe y no informadas. Sin duda habrá que analizar si se han producido tales delitos y algunos otros, como, por ejemplo, contra la seguridad de las personas trabajadoras. Pero no deben terminar ahí las actuaciones.

En fin, que no hemos escuchado disculpas –en el sentido del DRAE, de "razón que se da o causa que se alega para excusar o purgar una culpa"–, porque no tenemos "culpa" reconocida, no sabemos cuáles son esos "errores" que se han podido cometer, ni sus responsables.

Y esto es lo que se ha derrumbado también en Zaldibar: la confianza ciudadana en la protección de nuestra salud y nuestra seguridad por parte de las instituciones. Ah, y nuestra confianza en que podíamos confiar.


Errores yo los concibo cuando se hace algo y te equivocas. No considero errores cuando hay negligencias porque no se ha hecho nada, es decir, que no se ha incomodado a nadie de nuestros amiguitos cuando han hecho algo que no debiera ser consentido como por ejemplo no resolver las irregularidades detectadas hace ya meses, es decir, desde el año pasado.

Eso no son ERRORES, son FAVORITISMOS hacia gente afin a tus intereses políticos.

El tema es que hay dos muertos, y mucha contaminación tanto para personas, animales, plantas, etc etc. y NO POR ERRORES precisamente.

¿Como se puede cuantificar la contaminación que ha generado en el ambiente esas substancias emanadas del vertedero? ¿Quien controla que no se vendan verduras que han sido contaminadas?

¿Las van a tirar los baserritarras a la basura o las van a intentar vender? ¿Quien va a controlar eso?

MUCHOS INTERROGANTES.
 
Gasteiz podría admitir la entrada de 23.000 toneladas de residuos no peligrosos en el vertededo municipal de Gardelegi


EP / GASTEIZ 25.02.2020 | 20:35



 Los equipos de rescate continúan la búsqueda de los dos trabajadores sepultados en el derrumbe del vertedero de Zaldibar

Los equipos de rescate continúan la búsqueda de los dos trabajadores sepultados en el derrumbe del vertedero de Zaldibar EFE

Representaría un aumento del 23% sobre la cantidad que se recibe actualmente en la infraestructura municipal


El vertedero municipal de Gardelegi (Gasteiz) podría llegar a admitir la entrada de 23.000 toneladas de residuos catalogados como 'No Peligrosos', según el informe técnico que ha redactado el Departamento de Territorio y Acción por el Clima del Ayuntamiento de Gasteiz tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar el pasado día 6.
En un comunicado, el Consistorio ha informado de que este informe es la respuesta al último requerimiento de la viceconsejería de Medio Ambiente a los responsables de los vertederos públicos de Euskadi para que concreten su capacidad para acoger a corto y medio plazo los residuos que numerosas empresas industriales llevaban a la instalación de Verter Recycling siniestrada en Zaldibar.


El concejal de Acción por el Clima, César Fernández de Landa, ha explicado que el Ayuntamiento de Gasteiz podría asumir una cantidad superior de residuos, "siempre y cuando se respeten las condiciones de admisión que vienen determinadas en la Autorización Ambiental Integrada (AAI), y en el Reglamento de explotación del servicio".




Los condicionantes de admisión establecen que los residuos sean admisibles en el vertedero según las condiciones de aceptación marcadas en la AAI; que los residuos cumplan los requisitos establecidos en el reglamento de explotación del vertedero; y que no incluya ningún residuo peligroso, ni siquiera el fibrocemento con fibras de amianto, en ninguna de sus presentaciones, "puesto que el vertedero de Gardelegui ni tiene autorización para recepcionarlo ni contempla solicitarlo".
Asimismo, ha detallado que en las dos reuniones técnicas que el Departamento municipal ha tenido con la viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, se ha trasladado que con estas limitaciones, en la actualidad existen alrededor de 23.000 toneladas de residuos catalogados como 'No Peligrosos' generados en el Territorio Histórico de Araba, que no estaban entrando en el vertedero de Gardelegi y que, "a priori", podrían ser admisibles en el vertedero público municipal.



Según ha informado, estas 23.000 toneladas supondrían un 23% más de las que actualmente recibe la infraestructura municipal cada año y un 3% de la capacidad restante del vertedero.




Los productores de estos residuos deberían solicitar el vertido de sus residuos en Gardelegui y, en caso de que realmente cumpliesen los requisitos marcados en el Reglamento de Servicio y en la AAI, serían admisibles.

Además, el informe plantea que se va a trabajar "en todo momento" en la hipótesis de que estas entradas se produzcan en un único año, "debiéndose de hacer un nuevo estudio, adicionando las experiencias obtenidas en caso de que se desee prorrogar".



Pero ¿De que van? La semana pasada dijeron que a Gardelegui no iba a ir nada de Zaldivar, y ahora han cambiado de opinión y dice que van a llevar residuos no peligrosos.

¡Que broma es ésta! ¿Como vamos a confiar en quien un día dice una cosa y al día siguiente la contraria?
 
Gasteiz podría admitir la entrada de 23.000 toneladas de residuos no peligrosos en el vertededo municipal de Gardelegi


EP / GASTEIZ 25.02.2020 | 20:35



 Los equipos de rescate continúan la búsqueda de los dos trabajadores sepultados en el derrumbe del vertedero de Zaldibar

Los equipos de rescate continúan la búsqueda de los dos trabajadores sepultados en el derrumbe del vertedero de Zaldibar EFE

Representaría un aumento del 23% sobre la cantidad que se recibe actualmente en la infraestructura municipal


El vertedero municipal de Gardelegi (Gasteiz) podría llegar a admitir la entrada de 23.000 toneladas de residuos catalogados como 'No Peligrosos', según el informe técnico que ha redactado el Departamento de Territorio y Acción por el Clima del Ayuntamiento de Gasteiz tras el derrumbe del vertedero de Zaldibar el pasado día 6.
En un comunicado, el Consistorio ha informado de que este informe es la respuesta al último requerimiento de la viceconsejería de Medio Ambiente a los responsables de los vertederos públicos de Euskadi para que concreten su capacidad para acoger a corto y medio plazo los residuos que numerosas empresas industriales llevaban a la instalación de Verter Recycling siniestrada en Zaldibar.


El concejal de Acción por el Clima, César Fernández de Landa, ha explicado que el Ayuntamiento de Gasteiz podría asumir una cantidad superior de residuos, "siempre y cuando se respeten las condiciones de admisión que vienen determinadas en la Autorización Ambiental Integrada (AAI), y en el Reglamento de explotación del servicio".




Los condicionantes de admisión establecen que los residuos sean admisibles en el vertedero según las condiciones de aceptación marcadas en la AAI; que los residuos cumplan los requisitos establecidos en el reglamento de explotación del vertedero; y que no incluya ningún residuo peligroso, ni siquiera el fibrocemento con fibras de amianto, en ninguna de sus presentaciones, "puesto que el vertedero de Gardelegui ni tiene autorización para recepcionarlo ni contempla solicitarlo".
Asimismo, ha detallado que en las dos reuniones técnicas que el Departamento municipal ha tenido con la viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, se ha trasladado que con estas limitaciones, en la actualidad existen alrededor de 23.000 toneladas de residuos catalogados como 'No Peligrosos' generados en el Territorio Histórico de Araba, que no estaban entrando en el vertedero de Gardelegi y que, "a priori", podrían ser admisibles en el vertedero público municipal.

Según ha informado, estas 23.000 toneladas supondrían un 23% más de las que actualmente recibe la infraestructura municipal cada año y un 3% de la capacidad restante del vertedero.




Los productores de estos residuos deberían solicitar el vertido de sus residuos en Gardelegui y, en caso de que realmente cumpliesen los requisitos marcados en el Reglamento de Servicio y en la AAI, serían admisibles.

Además, el informe plantea que se va a trabajar "en todo momento" en la hipótesis de que estas entradas se produzcan en un único año, "debiéndose de hacer un nuevo estudio, adicionando las experiencias obtenidas en caso de que se desee prorrogar".



Pero ¿De que van? La semana pasada dijeron que a Gardelegui no iba a ir nada de Zaldivar, y ahora han cambiado de opinión y dice que van a llevar residuos no peligrosos.

¡Que broma es ésta! ¿Como vamos a confiar en quien un día dice una cosa y al día siguiente la contraria?
Nada del vertedero de Zaldibar de lo que tiene allí.
Pero como ese vertedero está inutilizado y el alcalde de Vitoria ha ofrecido Gardelegui pues para allí (dicen que son residuos generados en Alava) y pueden obligar a otros vertederos públicos y privados a recoger también lo que Recogía el vertedero de Zaldibar.

Así lo he entendido residuos que ya están en Zaldibar no, los residuos que recogían.....
 
Gracias por la información que aportais . Da la sensación que a través de la tele hay un pelín apagón informativo.
Apenas se trata el tema con dos personas sepultadas ,me parece terrible.
 
La familia de Beltrán denuncia el «despropósito absoluto» de la gestión política del rescate

La familia de Joaquín Beltrán, uno de los trabajadores desaparecidos en el derrumbe del vertedero de Zaldibar ha denunciado «el despropósito absoluto» de «los comisarios políticos» del operativo de rescate y el «bochornoso espectáculo» de desinformación de partidos y del Gobierno de Lakua.

NAIZ|03/03/2020 23:25
Zaldibar-concentracion

Protesta de la mayoría sindical por la desaparición de los trabajadores del vertedero (Andoni CANELLADA/FOKU)


La familia de Joaquín Beltrán, uno de los dos trabajadores desaparecidos en el derrumbe del vertedero de Zaldibar el pasado 6 de febrero, ha denunciado este martes el «despropósito absoluto» de los «comisarios políticos» del operativo de rescate.

En un comunicado hecho público este noche, la familia del trabajador atrapado en el desprendimiento de miles de toneladas de residuos afirma que las labores de búsqueda han estado «totalmente descoordinadas desde arriba» y han sido «inadecuadas e insuficientes», por lo que considera que se puede y debe hacerse mucho más de lo que se está haciendo.

Transcurrido casi un mes desde el derrumbe del vertedero, «la realidad es que Alberto (Sololuce) y Joaquín siguen enterrados entre basura», lamentan los familiares.

Critican asimismo el «bochornoso espectáculo de las comparecencias, dimes y diretes, información y desinformación de los portavoces de los distintos partidos políticos, y qué decir de las palabras de viceconsejeros y consejeros del Gobierno Vasco. Qué decir de las palabras del propio lehendakari».

A su juicio, se ha tratado de «una puesta en escena vacía de contenido con la que cubrir las apariencias ante la inminencia del escenario electoral. No vale la 'autocrítica' si no se critica nada, si no se corrige nada».

Por el contrario, los familiares de Joaquín Beltrán expresan su agradecimiento a todo el personal de emergencia, bomberos, Ertzaintza, forenses, agentes y perros de la Unidad Canina, así como a los voluntarios que participan en las tareas de rescate, «dotados de una especial sensibilidad».

También agradecen su trabajo a los profesionales de los medios de comunicación, que han sabido respetar sus sentimientos y trasladar adecuadamente a la calle la dura realidad.

Al margen de las responsabilidades políticas y operativas a depurar en cuanto a la gestión y dirección de la crisis del vertedero de Zaldibar, «muchas y de gran envergadura», la familia hace hincapié en que lo prioritario es encontrar a los dos desaparecidos, por lo que señala que "«no se pueden parar las labores de búsqueda y no se puede hacer que se hace».

«No se trata de preguntar por qué se ha rechazado, o no se ha pedido, tanto da, la ayuda del Ejército, por qué no hay más perros de la admirable unidad canina, por qué no se ha dotado de personal suficiente y experimentado las labores de búsqueda, por qué ha habido máquinas paradas por falta de palistas y combustible y han tenido que ser utilizadas las de las propias víctimas...», reprochan.

La familia de Joaquín Beltrán advierte de que no se va a mantener «observando el espectáculo de la política, viendo cómo unos y otros se acusan mutuamente en plena precampaña electoral».

Tampoco va a «consentir que una vez se celebren las elecciones y la tragedia deje de molestar o de poder rentabilizarse políticamente» sus familiares caigan en el olvido, y recuerda que «hay ejemplos recientes de cómo no se ha escatimado en medios para rescatar a desaparecidos».

 
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