Una mujer escolta denuncia a IRENE MONTERO por explotacion

Quejarse porque se publican noticias que dejan mal a Podemas nos da una idea de lo que se avecina si entran en el gobierno. Es muy de dictadura, recuerda tanto a Cubazuela que asusta.
 
Hablaron los que rabian cuando se publican las estafas del señorito Iván
Claro que debe publicarse, quién ha dicho que no? como lo del asistente de Echenique, que estuvo muy bien para darse cuenta de que aquí jetas somos todos. Pero se necesita más claridad en todo esto e Inda no despeja las dudas.
 
De todas formas andar pidiendo cierres de televisiones, vetar medios, vetar periodistas como hace vox con el aplauso de sus palmeros ya da una imagen de fascismo que tira para atrás. Y una cosa es la libertad de expresión y otra el insulto, pero los voxeros tampoco parecen tenerlo claro.
 
Pablo Iglesias e Irene Montero: niñera, escolta-recadera, chalé...

Pablo Iglesias defendía a los políticos que vivían al lado de los ciudadanos y nunca entendió "el rollo de los políticos que viven en Somosaguas, en chalés donde no cogen el transporte público". Era septiembre de 2015 y Pablo Iglesias le confesaba a Ana Rosa Quintana abriéndole las puertas de su hogar que estaba "bien a gustito" en su piso de 60 metros cuadrados. Antes, en 2012, dejó escrito en Twitter: "¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 euros en un ático de lujo?", en referencia al entonces ministro de Economía Luis De Guindos. Y añadió, respondiendo a una interpelación tuitera: "Que la política económica la dirija un millonario es como entregar a un pirómano el Ministerio de Medio Ambiente". La austeridad se convirtió en una de sus señas de identidad y reconocía que le importaba "un cuerno que le criticaran por comprar ropa en el Alcampo".

Pero Pablo Iglesias pasó de saludar a los vecinos por la calle como un vallecano más, a 'blindarse' en su chalé de Galapagar, un chalé de 268 metros cuadrados con piscina situado en una parcela de más de 2.000 y en una de las urbanizaciones más exclusivas, La Navata, en Galapagar, próxima al río Guadarrama.
 
Última edición:
Irene Montero se sentará en el banquillo el 20 de enero

Irene Montero tendrá que comparecer el próximo 20 de enero a las 9.00 de la mañana en el juzgado por el caso de la escolta, contratada por Podemos, a la que convirtió en recadera, chófer de familiares y amigos y mecánica de sus vehículos particulares. El magistrado titular del Juzgado de lo Social número 3 de Madrid ha fijado la vista laboral en enero ante la inexistencia de un acuerdo entre las partes por el despido de la trabajadora. Montero ha sido citada como testigo.

Montero le encomendaba, de forma continuada y habitual, asumir tareas personales que excedían de sus funciones como escolta. Entre ellas, adquirir “productos de parafarmacia y droguería para bebés” o “alimentación” de determinadas marcas y supermercados, llevarle la cena a casa desde varios establecimientos concretos de Madrid o “comprar comida para los perros”. Durante los casi dos años en los que la escolta, contratada por Podemos, trabajó para Montero, también se le pidió que adelantase el comienzo de su jornada laboral para “calentar el habitáculo del coche” que la portavoz parlamentaria de Podemos utilizaba, a diario, en sus desplazamientos.
 
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Irene Montero se sentará en el banquillo el 20 de enero

Irene Montero tendrá que comparecer el próximo 20 de enero a las 9.00 de la mañana en el juzgado por el caso de la escolta, contratada por Podemos, a la que convirtió en recadera, chófer de familiares y amigos y mecánica de sus vehículos particulares. El magistrado titular del Juzgado de lo Social número 3 de Madrid ha fijado la vista laboral en enero ante la inexistencia de un acuerdo entre las partes por el despido de la trabajadora. Montero ha sido citada como testigo.

Montero le encomendaba, de forma continuada y habitual, asumir tareas personales que excedían de sus funciones como escolta. Entre ellas, adquirir “productos de parafarmacia y droguería para bebés” o “alimentación” de determinadas marcas y supermercados, llevarle la cena a casa desde varios establecimientos concretos de Madrid o “comprar comida para los perros”. Durante los casi dos años en los que la escolta, contratada por Podemos, trabajó para Montero, también se le pidió que adelantase el comienzo de su jornada laboral para “calentar el habitáculo del coche” que la portavoz parlamentaria de Podemos utilizaba, a diario, en sus desplazamientos.

Los testigos no se sientan en el banquillo. ;)
 
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