Un gato callejero llamado Bob

Todos los gatos son excelentes como compañía, SC. Su personalidad enamora.

Si te unes al cat club, no te arrepentirás. :happy:


Tengo una, cazadora, se trepa a los arboles, me trae los *trofeos* y no me gustan pero nada puedo hacer. Es su naturaleza.
 
Pues yo no había oído hablar de Jackson Galaxy! Es como Cesar Millan pero con gatos? :p

Si, su nombre real es Sebastián Castro, y es similar a César Millàn como piensas, sus programas se pueden ver en youtube buscando "mi gato endemoniado", te dejo el inicio de uno de los capìtulos:
 
Tras el drama de Piccadilly, Bob y yo nos aferramos el uno al otro como un naufrago agarrando un trozo de madera. Ambos nos quedamos conmocionados por el incidente.

Lo bueno fue que me dio la oportunidad para pensar sobre nuestra amistad. Bob podía irse y no volver cuando él quisiese, y yo no podría hacer nada para evitarlo. Sin embargo, siempre escogía quedarse a mi lado.

Bob también, decidió no venirse conmigo por unos días. Cuando iba a por el harnés para ponérselo se iba hacia el sofá. Era su forma de decirme que ese día no podía ir. Pero después empezó a venirse de nuevo, aunque su comportamiento era algo diferente, estaba como más alerta en ocasiones, pero el resto del tiempo estaba extrañamente relajado.

A pesar del incidente, no le tomó miedo a la multitud. Quizá porque ahora amarraba la correa a mi mochila con el clip, y porque lo mantenía más cerca de mí para poder controlar mejor que no le pasase nada. Sinceramente pienso que desde entonces, más que nunca, Bob quiso quedarse conmigo. Se puso a prueba nuestra amistad, y sobrevivió.

Unas semanas después, mientras tocaba, pasaron por allí unas cuantas personas vestidas con ropa colorida, máscaras raras y zancos. Me recordaron a la persona inflada de Piccadilly. Eran artistas franceses, yendo a alguna parte para hacer un espectáculo, pero desde el instante en que Bob los vio, se pegó mucho a mí. Como lo vi asustado, paré de tocar y lo traté de calmar. Me tuve que disculpar ante un par de personas que se habían parado a escuchar, pero para mi suerte, ellos pensaron que era gracioso, y que formaba parte del mismo show.

Cuando las figuras desaparecieron, Bob se volvió a calmar y se sentó donde estaba antes. Me hizo feliz saber que ahora en vez de correr, venía a mí en busca de consuelo.

-------

La navidad 2007 estaba a la vuelta de la esquina, y casi también, nuestro primer año juntos. En nuestra rutina diaria, nos levantábamos, desayunábamos, y luego después de que Bob se lamiese bien, lo llevaba abajo al baño. Seguía sin querer usar el arenero. Después, recogía mi guitarra y mis cosas, y nos ibamos a la ciudad.

Faltaban unos cuantos días para navidad, y la gente en las calles se había multiplicado. Y con ello, el número de regalos que Bob recibía de la gente. A la gente le gustaba hacerle regalos a Bob.

El primero vino de una mujer de mediana edad que trabajaba en una oficina no lejos de James Street, y que se paraba a menudo a hablar con nosotros. En el pasado tuvo un gato pelirrojo, y decía que Bob le recordaba a él.

Un día, vino con una sonrisa de oreja a oreja y una bolsa de una tienda pija de animales. "Espero que no te importe que le haya traido algo a Bob" dijo.

"No es mucho" dijo sacando un ratoncillo de juguete de la bolsa. "Lleva un poco de nébeda dentro, pero no mucha, no te preocupes"

Una parte de aquel comentario me hizo sentir incómodo. Había oido que los gatos se podían volver adictos a la nébeda. Podían hacer cosas realmente locas si se enganchaban a su consumo. Ya había suficiente conmigo tratando de salir de mi adicción. No quería que Bob desarrollase otra.

Pero la chica había sido muy amable con nosotros, así que no lo rechacé. Se quedó con nosotros un rato más, encantada viendo como Bob jugaba con su nuevo ratón.

Cuando el tiempo empeoró, la gente empezó a traerle a Bob regalos más prácticos. Una señora rusa se nos acercó un día.

"Espero que no te importe, pero con este frío que hace, pensé en tejer algo para Bob, para que estuviese calentito" dijo sacando una bonita bufanda azul tamaño Bob de su bolso.

"Guau" dije tomado genuinamente por sorpresa "es genial!"

Inmediatamente se la puse a Bob alrededor del cuello. Le venía perfecta y le quedaba muy bien. La mujer estaba entusiasmada. Vino unas semanas más tarde con un chaleco a juego. Incluso yo, que no era un experto en moda, podía discernir que a Bob le quedaba genial. Enseguida, la gente se estaba amontonando para sacarle fotos. Si les hubiese cobrado, habría hecho una fortuna.

Desde entonces, mucha gente tejía cosas para Bob. Una mujer bordó su nombre en una bufanda que ella misma hizo para él. Parecía que Bob se estaba convirtiendo en un gato modelo.

Parecía ser, que yo no era el único que había desarrollado una amistad con Bob. Donde quiera que fuesemos, él hacía nuevos amigos. Era un don que hubiese deseado tener yo mismo. Siempre me había costado relacionarme con las personas.

Nadie se había enamorado tanto de Bob como mi ex novia Belle. Aún éramos buenos amigos. Quizá mejores amigos que cuando estábamos juntos, y muchas veces venía a mi casa a verme. Aunque a veces sospechaba que venía a ver a Bob.

Los dos podían pasarse las horas jugando en el sofá. A Bob le gustaba ella, lo podía intuir.

Unas semanas antes de navidad vino a mi apartamento con una sonrisa en la cara y una bolsa roja de compras.

"¿qué llevas ahí?" le dije intuyendo que tramaba algo.

"No es para tí, es para Bob" dijo bromeando.

Bob estaba acostado bajo el radiador, pero en cuanto oyó su nombre, vino a husmear.

"Mira Bob, tengo una cosa para tí" Dijo Belle sentándose en el sofá. En seguida Bob estaba tratando de ver lo que había dentro de la bolsa.

Belle sacó un par de camisetas para animales. En una había un dibujo de un gatito. La otra era roja con adornos verdes, y ponía "Santa Miau" y un dibujo de una huella debajo.

"¿Te gustan Bob?" le dije "son perfectas para llevar en Covent Garden en Navidad. Eso pondrá una sonrisa en la cara de la gente"

Y ya lo creo que lo hizo.

No se si era la camiseta, o el espíritu de la navidad, pero el resultado fue sorprendente.

"¡Oh, mira, es Santa Miau!" Decían algunos.

Mucha gente se paraba a echarme algo de dinero, o darle algo a Bob.

En una ocasión, una mujer muy elegante se paró a alabar a Bob.

"Es un gato muy guapo" dijo "¿Qué le gustaría para Navidad?"

"No lo se, señora" respondí

"Bueno ¿Necesita algo entonces?"

"Supongo que un arnés extra le iría bien. O algo para mantenerlo caliente cuando el tiempo sea realmente malo. O quizá juguetes. A todo el mundo le gusta que le den juguetes por navidad" dije.

No pensé mucho más en ello. Pero entonces, una hora después, la mujer apareció de nuevo, con una bolsa en la mano y una gran sonrisa. Dentro llevaba una media navideña con gatos dibujados.

"Me tienes que prometer una cosa" dijo seriamente "No lo abrireis hasta el día de navidad. Lo podeis colocar en el árbol y lo dejais ahí hasta la mañana de navidad".

No tuve el valor de decirle que no me podía permitir comprar un árbol o cualquier tipo de decoración navideña. Lo único que tenía era un pequeño árbol de plástico USB que se enganchaba a mi vieja Xbox.

Pero en los siguientes días, pensé que ella tenía razón. Debía tener una navidad decente de una vez por todas. Al menos para celebrar que ahora tenía a Bob.

Supongo que mi falta de espíritu navideño se debía a que no había tenido una decente en años. Así que me había convertido en una de esas personas que repudian la navidad.

En la pasada década, había pasado buena parte de mi tiempo en albergues para sin techo. Normalmente, hacían cenas navideñas para todos. Era todo muy bien intencionado, por supuesto, incluso tenía algunos buenos recuerdos de aquello. Pero era un recordatorio constante de lo anormal que era mi vida. De la familia que no tenía.

Alguna que otra vez, la pasé solo, siendo consciente de que mi familia, o la mayor parte de ella, estaban en el otro lado del mundo. También pasé alguna que otra con mi padre. Seguía en contacto con él, aunque muy raramente. Y también había estado en su casa, al sur de Londres. Pero no pensaba mucho en mí. Y era normal. Yo no era un hijo del que estar orgulloso.

Aún así, yo agradecía que me invitase, una comida, una bebida, algo de charla, algo de compañía... pero como normalmente no nos sentiamos muy cercanos, era algo que no haciamos a menudo.

Este año fue diferente. Invité a Belle a mi apartamento y compré unas bebidas el día de Noche Buena. Y para navidad, compré unas raciones de pavo relleno preparado en el supermercado. Yo no se cocinar muy bien, así que era la mejor opción. Para Bob, compré su comida favorita de pollo.

El día de navidad, nos levantamos temprano y saqué a Bob a que hiciese sus cosas. Había otras familias de la vecindad, preparándose para visitar familiares, y nos saludamos con un "Feliz navidad" y una sonrisa.

De vuelta en el apartamento, le di a Bob su media. Ya le había echado el ojo unos días antes, y había adivinado que era para él. Saqué el contenido, uno por uno. Había galletitas, pelotas, juguetes y nébeda en bolsitas. A Bob le encantaron y se pasó la mañana jugando con sus nuevos juguetes. Como un niño en navidad. Era adorable de ver.

Hice la comida y luego me puse un gorro de papá Noel y otro a Bob. Abrí una lata de cerveza y nos sentamos a ver la tele. Fue la mejor navidad que tuve en años.
 
Gracias Nuevamente Nerielia!, este capìtulo me ha hecho recordar que no solamente hay que aprender a dar, si no tambien a recibir (el amor de los que nos rodean), y a reflexionar sobre algunos momentos "Grinch" en mi vida.

Muy bonito capìtulo, un abrazo!.

:love:
 
Por fin he podido leer el capitulo... Entre el hilo del terrible accidente de Santiago y tareas personales que me han tenido bastante ocupada no había tenido tiempo para leerlo a conciencia.

¿Sabeis una cosa? Me he comprado el ejemplar en inglés (y eso que nunca he leído libros en inglés a no ser que fueran los obligatorios en BUP y en la EOI), así también me voy familiarizando más si cabe con el idioma...

Aunque, por supuesto, no dejaré de leer a Nerielia. Su traducción es mi referencia y me encanta leer sus capítulos y vuestras opiniones. Así que trataré, si nada lo impide, de compaginar las dos cosas. :happy:

Del capítulo se me ha quedado la imagen de James cerveza en mano y Bob, los dos con el gorro de Papá Noel, sentados en un sofá y mirando la tele, jeje... en algo así como un anuncio de cervezas o de canales de tv sobre el mundo animal en promoción navideña. Tierna imagen y mejor capítulo, que hace que creamos que todavía existe el espíritu de la Navidad (y los regalos desinteresados, ni que sean sólo para gatos guapos ;) ).
 
A mi, como a SC, me pasaba lo mismo, no sabia de que se trataba y siempre pasaba por alto el hilo...y eso que yo soy una amante de los gatos! No se de como no entre al hilo antes.
Es mas, tengo uno pelirrojo que es identico a Bob. Ya les subire alguna foto. Por ahora voy por el segundo capitulo que tan amablemente Nerielia ha traducido. Muchisimas gracias por todo el esfuerzo, por tomarte tu tiempo para la correcta traduccion del libro y sobre todo por darnos a concer esta hermosa historia de James y su amigo Bob.
Ya con el primer capitulo se me solto un lagrimon, no quiero imaginar como sera con el resto.

Una vez mas, muchas gracias, y a la espera de mas capis y noticias del gatito!
 

Temas Similares

Respuestas
9
Visitas
366
Back