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Casi terminando la segunda semana de mi estancia con Bob, se podía ver que tenía muchísimo mejor aspecto. La herida de la pata estaba cicatrizando bien, y las calvas estaban también desapareciendo bajo el pelo que volvía a crecer. También se le veía más feliz, tenía un bonito brillo amarillento en sus ojos que nunca antes había visto.
Definitivamente, iba camino de la recuperación, y sus carrerillas alrededor del piso eran prueba de ello. De vez en cuando se convertía en un torbellino andante, pero durante los últimos días, era una bola de energía, saltaba, trepaba y brincaba como una especie de maniaco. También le clavaba las uñas a todo lo que caía entre sus garras, incluído yo.
No me importaba en absoluto, sabía que no era algo malicioso y que tan solo estaba jugando. Tuve que comprar unos cuantos seguros para niños, para bloquear armarios, porque se había convertido en una verdadera amenaza para la cocina. Supongo que no era de extrañar, sabiendo que era un macho jóven y rebosante de testosterona. Un par de días antes del fin de su programa medicinal, lo llevé a la clínica de Dalston Lane para castrarlo.
Me había informado de los pros y los contras de mantenerlo "entero", y la verdad, había más contras que pros. Si no lo castraba, habría momentos en que sus hormonas tomasen el control, y lo harían deambular por las calles en busca de hembras, lo que significaba que podrían atropellarlo o meterse en problemas con otros gatos. También estaba el asunto de marcar el territorio, los gatos macho lo hacían a menudo. Bob podría meterse en el territorio de otros y pagar un precio muy alto. Sin olvidarnos de que interactuar con gatos callejeros podría contagiarle con alguna enfermedad como leucemia o VIF.
En la lista de pros solo pude anotar una cosa. Requería un poco de cirugía. Eso era todo.
Llamé a la clínica para pedir cita y habé con una enfermera. Le expliqué mi situación, y que el gato había sido elegido para una castración gratuita. Ella dijo que no habría problema siempre que trajese la carta conmigo.
Me dio cita para el día siguiente.
"Traelo por la mañana y déjalo con nosotros. Si todo va bien, podrás recogerlo por la tarde" dijo. También me explicó que la operación podría tener complicaciones pero que eso era muy raro.
Por la mañana, me levanté temprano, sabiendo que tenía que estar allí para las 10. El tiempo era horrible, así que metí a Bob en la misma cesta que usé para ir al centro RSPCA la otra vez para que no se mojase. Le gustó tanto como la otra vez, y de vez en cuando intentaba salir.
La clínica veterinaria era un lugar pequeño, aplastado entre un quiosco y una tienda de ropa. Llegamos con bastante antelación, pero igual nos encontramos el sitio a rebosar. Era la misma escena de la otra vez, perros tirando de la correa de sus dueños y gruñendo a los gatos que estaban dentro de sus transportines. Había algunos staffordshire terriers junto a sus dueños de aspecto Neanderthal.
Cuando la enfermera dijo mi nombre, me condujo a una habitación donde me hizo unas cuantas preguntas. También quería asegurarme que yo había entendido que el procedimiento era irreversible por si en el futuro tenía deseos de usarlo para monta.
Sonreí y asentí mientras acariciaba la cabeza de Bob.
"¿Qué edad tiene Bob?" Fue su siguiente pregunta.
"La verdad es que no lo se" Dije contándole la historia brevemente.
La enfermera explicó que el hecho de que no estaba castrado era una pista importante para saber su edad.
"Los gatos alcanzan la madurez sexual a los 6 meses de edad. Si se les deja enteros después de eso, el cuerpo les sufre algunos cambios. Por ejemplo, los machos adquieren una musculatura facial más desarrollada, sobre todo en la zona de las mejillas. También tienen la nariz más prominente, la piel más gruesa y suelen alcanzar un tamaño mayor. Mucho mayor que aquellos machos que han sido castrados. Bob no es tan grande, así que yo diría que tiene unos 9 o 10 meses".
La enfermera también me explicó que le harían un análisis de sangre antes de proceder. Que si encontrasen algún problema, me llamaría.
"Ok" Dije, pero en mi interior, me decía a mí mismo que sin un teléfono iban a tener algo complicado el contactarme.
Después, se puso a hablarme sobre el procedimiento en sí.
"Todo se hace bajo anestesia general, y normalmente no hay incidentes. Se hacen dos incisiones en el escroto para eliminar los testículos"
"Ouch, Bob" Dije alborotándole el pelo.
"Ven dentro de 6 horas, y si todo ha ido bien, podrás llevarte a Bob"
"Entonces, para las 4 y media?" Pregunté.
"Sí, a esa hora va bien, nos vemos luego entonces."
Le di a Bob un achuchón de despedida y salí a la calle. Afuera seguía lloviendo. Decidí ir a tocar a una estación de tren cercana, ya que no me daba tiempo ir a Covent Garden. Además allí estaría resguardado de la lluvia. Fue duro concentrarse mientras tocaba. Bob era un gato que había vivido toda su vida en la calle. Quién sabe si no tendría otros problemas... de vez en cuando se encontraban historias de perros y gatos que iban al veterinario por cualquier tontería y no volvían a salir. Traté de pensar en positivo y que todo iba a salir bien, aunque era dificil de hacer cuando estas bajo una gigantesca nube gris que te lanza agua sin parar.
El tiempo pasó muy, muy despacio. En cuanto el reloj marcó las 4:15, empecé a recoger. Hice el camino de vuelta andando a paso ligero.
"¿Cómo está? ¿Ha salido todo bien?" Dije a la enfermera.
"Está perfectamente. Nada de qué preocuparse" Contestó.
La enfermera me condujo hasta Bob. Era raro, pero nunca había estado tan preocupado por alguien en años. Encontré a Bob dentro de una jaula grande.
"Hola Bob, amigo, ¿Cómo estás?" Le dije.
Aún seguía algo aletargado y somnoliento. Al principio no me reconoció. Pero al cabo de un rato, empezó a volver en sí mismo y se puso a arañar los barrotes de la jaula, como diciendo "Sácame de aquí".
La enfermera me hizo firmar unas cuantas hojas más, y después examinó a Bob una vez más para asegurarse de que todo estaba bien. Fue muy amable con nosotros, a diferencia de nuestra primera experiencia en el veterinario.
"Estará algo hinchado y puede que tenga molestias durante un par de días" Dijo "Es algo normal, solo asegurate de que no hay ninguna secreción. Si encuentras algo raro, traelo de vuelta, pero estoy segura de que todo irá bien.
"¿Cuánto tiempo va a estar adormilado?" Le pregunté.
"Un par de días. Después volverá a ser el mismo de siempre. Depende de cada gato, pero en casi todos sucede antes de las 48 horas." Dijo
Iba a meter a Bob otra vez dentro de la cesta, cuando ella me detuvo.
"Creo que tengo algo más adecuado"
Se fue un momento y cuando volvió, traía un transportín de color azul.
"Oh, no importa, la cesta está bien" Dije.
"No pasa nada, tenemos cientos de ellas, puedes llevártela y otro día que pases por aquí, la traes"
No tenía ni idea de como podían acumular tantas. Quizá de gente que las olvida. O quizá pertenecían a gente que trajo a sus gatos y cuando volvieron descubrieron que nunca más las iban a necesitar... No quise pensar mucho en ello.
Era obvio que la operación había afectado a Bob. En el camino de vuelta, se mantuvo muy quieto, medio dormido. En el momento en que llegamos a casa y lo dejé salir, se fue derecho a su sitio favorito bajo el radiador, y durmió de un tirón toda la noche.
Me di el día libre al día siguiente para asegurarme de que iba a estar bien. El consejo de la veterinaria fue que debía ser vigilado unas 48 horas para asegurarse de que no había efectos secundarios.
Afortunadamente, estuvo bien. A la mañana siguiente estaba un poco más animado tras tomar su desayuno. Como la enfermera había predicho, no tenía el apetito de siempre, pero se comió medio plato de su comida favorita. También dio unos cuantos paseos por el piso, pero no con la energía de siempre.
Con el transcurso de los días, Bob volvía a ser el de siempre, a los tres días de la operación ya estaba zampándose su comida como siempre. Pude comprobar que a veces aún le dolía si hacía algún movimiento brusco, pero no fue a mayores.
No obstante, de vez en cuando aún le seguían entrando locuras transitorias.
Ayyyy, se me pone el ojo de Remi, caray, qué precioso relato gracias por traerlo :content: