Turismo sostenible: planes para viajeros eco-concienciados

Apalaches, el sendero que cruza océanos
Uno de los caminos más largos del mundo, que recorre la fachada occidental de Estados Unidos a lo largo de más de 3.500 kilómetros
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El paquete de un mochilero descansa contra un poste indicador del sendero de Los Apalaches en el suroeste de Virginia. EE.UU. (Joel Carillet / Getty Images/iStockphoto)
SERGI RAMIS
29/04/2019 06:00
Actualizado a 29/04/2019 09:26

Para los caminantes de largas distancias por la naturaleza, el sendero de los Apalaches es como el Shangri-La. Se trata de uno de los caminos más largos del mundo, que recorre la fachada occidental de Estados Unidos a los largo de más de 3.500 kilómetros.

El sendero es veterano, pues lo ideó el ingeniero forestal Benton McKaye en 1921. Dos años más tarde ya se abría el primer tramo acondicionado y señalizado. Con el tiempo, se unieron todos los segmentos que conectan la montaña Springer (Georgia) con el pico Katahdin, en Maine. Por el camino, hay que transitar los estados de Tennesee, Virginia, Pennsylvania, Nueva York, Connecticut, Massachusetts, Vermon y New Hampshire. En el argot de los caminantes, a este trayecto se le conoce como el ‘Túnel Verde’, pues prácticamente todo él discurre por tupidos bosques.

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El sendero de Los Apalaches está repleto de bosques frondoses donde habitan osos (CHBD / Getty Images)
Precisamente uno de los riesgos más evidentes de intentar completarlo –además del cansancio y las inclemencias meteorológicas– es la presencia de osos negros. Para evitarlos, las autoridades animan a los caminantes a ir siempre haciendo algún ruido, silbando, cantando, hablando en voz alta o incluso portando cascabeles en las botas que los ahuyenten, lo que parece una fatiga adicional a los seis meses de media que se tarda en conseguirlo. Además, todas las noches hay que guardar los alimentos en bidones herméticos que no desprendan ningún olor y alejarlos de la zona en la que los senderistas duermen.

El sendero está señalizado desde el primer metro hasta el último con unas discretas plaquitas en las que sobre fondo blanco aparece una flecha azul formada por las iniciales A y T (Appalachian Trail). Cada año son miles de personas las que intentan recorrer de un tirón los 3.500 kilómetros del Sendero de los Apalaches. Se calcula que no lo consigue más que un 25% de ellas. Hay unos 250 refugios muy básicos a lo largo del camino para que los montañeros encuentren casi cada día una zona en la que acampar a refugio del viento y la lluvia.

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Cuatro excursionistas descansan dentro de refugio Mollies Ridge, situado en el sendero de Los Apalache dentro del parque nacional de Great Smoky Mountains, EE.UU. (Joel Carillet / Getty Images)
La aparición de caminos señalizados en otras partes de Estados Unidos que le superaron en kilometraje (Senda del Macizo del Pacífico, 4.286; y Senda de la Divisoria Continental, 4.990) tocó la moral de los promotores de los Apalaches, que en 1993 decidierontraspasar la frontera con Canadá y continuar marcando el camino por Quebec y New Bruswick. Así, el camino se renombró como Senda Internacional de los Apalaches. Pero la ambición no terminó ahí, y entonces los geólogos hicieron caer en la cuenta de que esa cordillera había dejado parte de sus formaciones rocosas en el otro lado del Atlántico cuando el originario continente Pangea se fracturó. Era posible hacer ‘saltar’ al Sendero de los Apalaches al otro lado del mar y prolongarlo por aquellas tierras europeas que tengan trazas de conexión con los materiales originales.

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Las Villuercas, Extremadura (guillermo varela - Flickr)
Así, Groenlandia, Islandia. Irlanda, Gran Bretaña, Francia, España y Portugal se unieron al proyecto, y los estudios para finalizar el sendero llegan hasta las montañas marroquíes. Quedan muchas cosas por concretar y miles de kilómetros por marcar, pero en España ya hay un comité que se ha puesto manos a la obra. Desde hace casi una década intenta dar a conocer el ‘paso’ de los Apalaches por Las Villuercas (Extremadura) y Tierras de Calatrava (Ciudad Real), ha celebrado dos encuentros de estudiosos y lucha por la implicación de las administraciones públicas en la adecuación, señalización y mantenimiento de este sendero que se atreve a salvar océanos.

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Espectacular vista de las montañas de Los Apalaches, EE.UU. (SeanPavonePhoto / Getty Images/iStockphoto

https://www.lavanguardia.com/ocio/v...aches-sendero-cruza-oceanos-norteamerica.html
 
Un viaje por las rutas de los antiguos exploradores de África Oriental
Tanzania es la tierra de los safaris donde ver a los ‘cinco grandes’
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Parque nacional del Serengueti. África (Henk Bogaard / Getty Images/iStockphoto)
XAVIER MORET
01/05/2019 06:00
Actualizado a 01/05/2019 07:52

Fue en 1858 cuando el explorador inglés John Speke divisó por primera vez el lago Victoria, el más grande de África. Era la época dorada de la exploración, cuando los británicos pugnaban por desvelar los misterios del corazón de África; Speke regresaba con Richard F. Burton de una expedición al lago Tanganica cuando se desvió para comprobar si era cierto que había otra gran extensión de agua al oeste. En cuanto vio el lago, Speke tuvo la certeza que alimentaba el Nilo. Regresó cuatro años después, ya sin Burton, para localizar las fuentes del Nilo en la actual Uganda.

Fue cerca de Mwanza donde Speke contempló lo que parecía un gran mar interior. Hoy Mwanza ha crecido hasta convertirse en la segunda ciudad de Tanzania, con medio millón de habitantes, un centro caótico y un montón de rocas redondeadas que parecen esparcidas al azar entre las casas para añadir al lugar unas dosis de misterio.

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Lago Victoria en Mwanza, Tanzania (X.Moret)
Navegar por el lago permite ver de cerca algunas de sus muchas islas y recordar la aventura del explorador Henry Stanley, que en 1874 circunnavegó el Victoria para certificar que tenía un único desagüe: las fuentes del Nilo descubiertas por Speke.

Se está bien en Mwanza, pero para ver lo mejor de África hay que alejarse de las ciudades. Esto es lo que hice, en compañía de mi amigo Miquel Ribas, uno de los hombres que mejor conoce este continente. Íbamos en un vehículo de la agencia Kananga con destino al parque nacional del Serengueti, la gran llanura de casi quince mil kilómetros cuadrados (la mitad de la superficie de Catalunya) en la que viven un millón de ñus, un millón de gacelas y un cuarto de millón de cebras, además de otros muchos animales, entre ellos cientos de leones que se pasan el día holgazaneando.

El Serengueti sobrecoge por su inmensidad

El Serengueti sobrecoge por su inmensidad y por la belleza de una sabana punteada de acacias parasol que alcanza su punto máximo en la gran migración, cuando centenares de miles de animales se desplazan hacia Masai Mara (en Kenia) en busca de nuevos pastos.

A medida que avanza el safari, constatas que es lo más parecido a un viaje a la prehistoria que despierta emociones olvidadas. Hay que estar siempre atento, ya que en cualquier momento puede aparecer uno de los cinco grandes (león, leopardo, elefante, búfalo y rinoceronte), o manadas de cebras, ñus, impalas o cualquier otro animal que levantan polvaredas mientras subrayan el encanto de África.

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Parque nacional del Serengueti. Tanzania (X.Moret)
El Serengueti es uno de los grandes santuarios de la naturaleza, tal como narran Bernhard y Michael Grzimek en Serengueti no debe morir, un libro de 1959 en el que el que fuera director del Zoológico de Berlín cuenta como, junto con su hijo a los mandos de una avioneta, se dedicó a la ímproba tarea de contar toda la fauna que albergaba este ecosistema y, de paso, a insistir en la necesidad de preservarlo.

En el camino hacia el Ngorongoro pasamos por dos hitos importantes: la garganta de Olduvai, donde hay las primeras evidencias del origen del hombre, y los poblados masáis, una de las etnias más conocidas de África.

A los masáis, que hoy te acogen con sonrisas y danzas, se les tuvo durante años por guerreros irreductibles. Lo cuenta el explorador escocés Joseph Thompson en Through Maasai Land, un libro de 1885 donde afirma que solía resolver sus problemas con el ingenioso sistema de echar una cucharada de sal de frutas a un vaso de agua. Cuando los masáis veían la efervescencia, abrían unos ojos como platos, lo tomaban por un mago y le franqueaban el camino.

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Un elefante en la zona de conservación de Ngorongoro, Tanzania (X,Moret)
La llegada al Ngorongoro, uno de los paisajes más maravillosos de África, es el momento culminante del viaje. Desde la terraza del Ngorongoro Wildlife Lodge no me cansaba de admirar la inmensidad de este mundo perdido. Mientras lo contemplaba, volví a acordarme de Bernhard Grzimek, que en los años cincuenta tuvo que pasar una noche solo en el cráter, después de que se averiara la avioneta de su hijo. Sobrevivió gracias a la ayuda de unos pastores masái, que entonces vivían en el interior del cráter.

El descenso al cráter, poco a poco para salvar el fuerte desnivel, tiene algo de ritual iniciático. Al llegar abajo, la visión de las manadas de cebras y ñus, los leones al acecho, los elefantes, los rinocerontes negros, las hienas, los chacales y otros muchos animales me convenció de que estaba en lo más parecido al Jardín del Edén.

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Garganta de Olduvai, Tanzania (ChrisCrafter / Getty Images/iStockphoto)
Una avioneta nos llevó desde una pista cercana al lago Manyara hasta Bagamoyo, una ciudad de la costa de Tanzania que fue a finales del XIX capital del África colonial alemana. Las ruinas de las antiguas edificaciones alemanas se levantan todavía hoy, como un contrasentido, entre la playa y las palmeras. Remiten a un pasado olvidado, como la iglesia en la que estuvo expuesto el cadáver de Livingstone en 1873.

Bagamoyo significa en suajili “abandonad toda esperanza”, un triste nombre que recuerda las caravanas de esclavos cazados en el interior del continente que llegaban aquí antes de embarcarlos para Zanzíbar.

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Pueto de Bagamoyo, Tanzania (RolfJohansson / Getty Images/iStockphoto)
Jo Turner, propietaria de un hotel de Bagamoyo, el Firefly Lodge, me explica que compró hace unos años un caserón de principios del XIX y lo adaptó para convertirlo en hotel. “Es probable que esta casa fuera un almacén de esclavos, pero prefiero no saberlo”, reflexiona. “Desde el primer día he procurado contagiarle energía positiva. Hay que olvidar el trágico pasado y apostar por un nuevo Bagamoyo”.

El viaje terminó en Zanzíbar, una isla en la que se superponen las culturas suajili, omaní, portuguesa, alemana, británica... En el pasado Zanzíbar fue centro del tráfico de esclavos, hasta que, después de la prohibición, pasó a ser isla de las especias y base de los exploradores. Hoy, sin embargo, es un cotizado destino turístico que apuesta por unas paradisíacas playas que invitan a la desconexión.

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Playa al norte de Zanzíbar, cerca de Nungwi (X.Moret)
Stonetown, la capital de la isla, es un contrapunto maravilloso que propone una ciudad laberíntica con tiendas que parecen escapadas de las mil y una noches y antiguos palacios transformados en hoteles con encanto, como el Swahili House, el Emerson Spice o el Africa House. La terraza de este último, antiguo cuartel general de las tropas británicas, es el lugar ideal para contemplar la puesta de sol sobre un mar cruzado por las velas triangulares de los dhows.

En pleno centro de Stonetown, en el antiguo consulado británico, una placa recuerda que allí durmieron Burton, Speke y Livingstone. En el interior, sin embargo, reinan la suciedad, el olvido y el desorden, aunque en un extremo del edificio, abierto a la playa, se levanta el Livingstone Beach Restaurant, uno de los lugares más animados de Zanzíbar, con actuaciones en directo y África a flor de piel.

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Stonetown, Zanzíbar, Tanzania. (MariusLtu / Getty Images/iStockphoto)
No muy lejos se encuentra el Capital Art Studio, un estudio fotográfico en el que Rameh Oza se esfuerza en continuar la labor iniciada por su padre, Ranchod, en 1930. Ambos han hecho miles de fotos en blanco y negro que resumen la historia de la isla. El empuje del turismo, sin embargo, alimenta el pesimismo de Rameh. “Aquí hay cada día más turismo y menos espacio para otras actividades”, se lamenta. “La próxima vez que vengas a Zanzíbar es muy probable que mi estudio ya esté cerrado”.

Sería una lástima, desde luego, pero en África el paso del tiempo no entiende de sentimentalismos.

Cómo llegar
Turkish Airlines vuela a Tanzania desde España. Son tres horas y media de vuelo de Barcelona a Estambul y siete horas más de Estambul a Dar Es Salaam.

Una vez en Tanzania, Air Tanzania y otras compañías locales cubren los vuelos internos.

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Kananga. C/ de la Cendra, 30. 08001 Barcelona.

Dónde dormir

En Mwanza: Hotel Tilapia. A orillas del lago Victoria.

En Serengueti: Kananga Special Tented Camp.

En Ngorongoro: Ngorongoro Wildlife Lodge. Situación y vistas increíbles.

En Bagamoyo: Firefly Lodge. Hotel con encanto, entre el centro y la playa.

En Zanzibar: Swahili House. Antiguo palacio transformado en hotel.

En Stonetown. Emerson Spice Hotel. Hotel de lujo reformado con gusto.

En el norte de la isla. Hotel de lujo con buena playa y habitaciones bungalows agradables y bien decoradas.

En el nordeste de la isla. Hotel con bungalows junto a la playa.

https://www.lavanguardia.com/ocio/v...ores-africa-serengueti-tanzania-zanzibar.html

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Cinco pueblos marineros de Asturias para perderte esta primavera
Acogedoras localidades pesqueras con un interesante patrimonio histórico y cultural y una excelente gastronomía invitan a visitar el Principado
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Barcas de pesca en el puerto asturiano de Luarca (charliemarcos / Getty Images)
MAGDA BIGAS
02/05/2019 07:00
Actualizado a 02/05/2019 09:41

Este año, la primavera se nos resiste. Aunque hace más de un mes que estrenamos estación y los días son más largos, las temperaturas todavía no han despegado. Las ganas de oler a mar, de pasear por la playa y de tomar los primeros baños de sol aumentan cada día que pasa, conscientes de que se trata simplemente de una cuestión de tiempo.

Lejos de las aglomeraciones del verano, esta es una época ideal para conocer y disfrutar de la tranquilidad que respiran los pueblos marineros, por lo que proponemos poner rumbo a Asturias, donde acogen al foráneo con los brazos abiertos. De Castropol a Ribadedeva, la Costa Verde nos regala playas, acantilados y hermosos pueblos pesqueros. Si dispones de tiempo, recórrela de punta a punta -te encantará-, pero si no es este el caso, te sugerimos cinco pueblos que no debes perderte.

Sea cual sea tu elección disfrutarás sin ninguna duda de una de las cocinas más suculentas de la Península. Junto a la fabada, el capocho, el pitu de caleya -pollo criado sin pienso-, el pote o el chorizo a la sidra, platos que han traspasado las fronteras del Principado, la calidad de sus pescados y mariscos frescos y de sus verduras y hortalizas permiten comer platos de auténtico lujo.

Llanes
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Puerto de Llanes, Asturias (saiko3p / Getty Images)
Situado en la costa oriental, la más abrupta y repleta de acantilados de roca caliza de la comunidad, Llanes es en esta ocasión el primero de nuestros destinos. Su casco antiguo resulta especialmente interesante, por lo que se pasear por él nos permite descubrir una villa hermosa, con un casco antiguo declarado conjunto histórico-artístico con construcciones, como la muralla del siglo XII, o numerosos palacios e iglesias.

Junto al muelle, la localidad nos sorprende con una escultura más reciente, pero no por ello menos interesante: Los Cubos de la Memoria del pintor vasco Agustín Ibarrola, un conjunto de bloques de hormigón que protegen el puerto.

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Playa de Ballota, en el concejo de Llanes (viledevil / Getty Images/iStockphoto)
El concejo de Llanes, uno de los más turísticos del Principado, cuenta con algunas de las mejores playas del litoral, con enclaves casi vírgenes. Recomendamos especialmente las de Torimba, Poo, Gulpiyuri, Niembro, Ballota o Cuevas del Mar, pero existen muchísimas más.

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Lastres al atardecer (cineuno / Getty Images/iStockphoto)
La siguiente parada es Lastres, una localidad situada a medio centenar de kilómetros al oeste de Llanes. Aquí encontramos una de las estampas más famosas de Asturias, un pueblo cuyas calles estrechas y empinadas se elevan hasta la cima de un acantiladofrente a las costas del Cantábrico. Quedarás prendado de su casco histórico, sus iglesias -como la de Santa María de Sábada, o la capilla del Buen Suceso-, la Torre del Reloj, que data del siglo XVIII, los palacios y las casas blasonadas.

En Lastres se respira mar. La importancia de su puerto pesquero se percibe en cada rincón. Contemplar la llegada de las embarcaciones y el ajetreo de las descargas tras una jornada de trabajo resulta todo un espectáculo que no debes perderte. Aquí se impone aposentarse en alguno de sus locales y saborear pescado o marisco recién pescado regado con una buena sidra.

Cudillero


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Puerto de Cudillero (Photitos2016 / Getty Images/iStockphoto)
Ya en la costa occidental, a unos 130 kilómetros de Llanes, nos detenemos en Cudillero, un pintoresco pueblo pesquero, cuyascasas de colores ofrecen desde el puerto una visión singular, y que algunos comparan con Cinque Terre, la bucólica villa italiana. Es, en opinión de una amplia mayoría, la localidad más bonita de la Costa Verde, un rincón declarado conjunto histórico-artístico.

Entre los atractivos de Cudillero, no debes perderte el palacio de Selgas, la playa del Silencio, el mirador de Garita, desde el que te maravillarás de sus vistas, o un sinfín de tabernas y restaurantes alrededor del puerto. Tómatelo con calma y relájate, vale la pena.

[paste:font size="5"]Luarca
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Luarca (Sima_ha / Getty Images/iStockphoto)
Llegamos a nuestro cuarto destino, Luarca, tras conducir algo más de 30 kilómetros. Aquí nació Severo Ochoa, el ilustre premio Nobel de Medicina -en 1905- y más de un siglo después continuaremos contemplando las espectaculares casas de indianos, jóvenes que partieron hacia América en el siglo XVII y, a su regreso, enriquecidos, construyeron hermosas mansiones.

Su cementerio romántico, el barrio marinero de la Pescadería -uno de los más típicos del Principado-, su faro y los siete puentes que cruzan el río Negro justo antes de desembocar en el Cantábrico no te dejarán indiferentes. No abandones la localidad sin pasar por el puerto: está lleno de bares y restaurantes en los que podrás comer algunos de los mejores pescados del litoral.

Castropol

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Panorámica de Castropol (Photitos2016 / Getty Images/iStockphoto)
La quinta y última propuesta es Castropol, donde la ría Eo ejerce de frontera entre Asturias y Galicia. Aquí se respira tranquilidad. La capital del concejo del mismo nombre cuenta, como el resto de pueblos en los que nos hemos detenido, con un interesante centro histórico y un conjunto de arquitectura indiana envidiable.

Capillas centenarias, como la de Santa María del Campo, que data del siglo XV, palacios como el de las Cuatro Torres, un astillero y un puerto deportivo destacables, y por supuesto, la reserva natural que lo rodea convierten esta villa en un buen punto final de nuestro breve recorrido por los pueblos de la Costa Verde.
https://www.lavanguardia.com/ocio/v...860/pueblos-pesqueros-asturias-primavera.html
 
La empresa que te reserva vuelo y hotel sin salir de WhatsApp o Facebook
Nixi1 ofrece un ‘chatbot’ de viajes 100% automatizado para usuarios finales, empresas y agencias de viajes
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Nixi 1 lleva el turismo a las aplicaciones de mensajería instantáneainstantánea (Luis Tato)
LORENA FARRÀS
03/05/2019 06:00
Actualizado a 03/05/2019 07:08

Si gran parte de las comunicaciones diarias tienen lugar a través de aplicaciones móviles de mensajería instantánea, como WhatsApp, Facebook o Telegram ¿por qué no usar también estas herramientas para llevar a cabo otras acciones como la reserva de vuelos y hoteles? Con esta idea en mente nació en junio del 2016 la start-up barcelonesa Nixi1, que utiliza la inteligencia artificial para ofrecer un chatbot de viajes 100% automatizado que se dirige tanto a usuarios finales como a empresas.

Nixi1 ha sido seleccionada para participar en la primera edición del programa de aceleración TrenLab, impulsado por Renfe y Wayra (Telefónica). Nixi1 y las otras tres empresas participantes en el TrenLab –que han sido seleccionadas de entre 240 proyectos– recibirán un premio de hasta 50.000 euros en un programa de seis meses de duración, acceso global a 11 hubs de Wayra distribuidos en 10 países y la oportunidad de hacer negocio conjunto con Renfe y Telefónica.

Modelo
“Somos una agencia de viajes que funciona mediante aplicaciones de mensajería”, explican los fundadores

En concreto, Nixi1 está trabajando para “llevar nuestra tecnología a los canales de venta de Renfe”, avanza Juan Prim, cofundador de la empresa junto a Carlos Núñez. Previamente, Nixi1 participó en la segunda edición del programa de aceleración Impact Growth, que está financiado por la Comisión Europea y es liderado por Isdi y FundingBox.

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La empresa trabaja tanto con apps de terceros como propias (Jenny Kane / AP)
Prim y Núnez fundaron Nixi1 en junio del 2016. “Somos una agencia de viajes que funciona mediante aplicaciones de mensajería instantánea, como Whatsapps, Facebook, Telegram, mensajes SMS, y también apps propias”, explica Prim. En lugar de una persona respondiendo estos mensajes, Nixi1 utiliza máquinas, puesto que el suyo es un sistema inteligente totalmente automatizado.

Inicialmente la start-up se dirigía al consumidor final, público entre el que cuenta “con más de 100.000 usuarios”, según el cofundador. “Hace un par de meses lanzamos dos nuevas líneas de negocio, una para agencias de viajes y otra para compañías que quieran organizar viajes de empresa”, explica Juan Prim.

Cifras
La empresa ha supuesto una inversión de 1,7 millones de euros

El desarrollo de la start-up ha supuesto hasta la fecha una inversión de 1,7 millones entre ayudas, un crédito Enisa y aportaciones de business angels y fondos de inversión. La empresa, que ocupa a una docena de personas, tiene su sede central en Barcelona y cuenta con unas oficinas en la sede de Wayra en Madrid. La start-up no revela su cifra de facturación.

https://www.lavanguardia.com/econom...uelo-hotel-whatsapp-facebook-sms-mensaje.html
 
Ruta en ‘furgo’ por el Delta del Ebro
Manel, creador junto a Maeva del blog Viajandonuestravida , ha hecho de los viajes en su nueva Camper un estilo de vida. Aquí nos explica su última experiencia por el Delta del Ebro
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Atardecer junto a la neta en el Delta (Manel García)
MANEL GARCÍA
03/05/2019 06:00
Actualizado a03/05/2019 08:44

Cada verano cuando bajaba con mi familia a Andalucía siempre me asomaba para ver el río por la ventana del coche. El Ebro me parecía enorme. Pero no sabía hacia dónde llevaba. Para mí era una zona de paso con el río más grande que había visto jamás. El Delta del Ebroera un completo desconocido. Y no ha podido haber mejor manera de descubrirlo hasta ahora con mi nueva neta.

Un entorno natural único
Nacido en el Pico Tres Mares, el río Ebro ha arrastrado durante cientos de años sedimentos cántabros, castellanoleoneses, vascos, navarros, aragoneses y catalanes. Se podría decir que cada uno ha puesto su granito de arena -nunca mejor dicho- para ver nacer uno de los hábitats más importantes del Mediterráneo: el Delta del Ebro.

La diversidad natural propia del Delta hace brotar y atraer vida. En concreto los birdwatchers tienen aquí un tesoro. Y es que esta reserva de la biosfera es el hogar de más de 350 especies de aves diferentes. Algunas de ellas llegando en miles de ejemplares.

Esta heterogeneidad de la naturaleza ha convivido en una armonía centenaria entre la tradicional estampa de arrozales y campos de cultivo. Un equilibrio que desde hace unos 50 años se ve amenazado por varios flancos y todos apuntando al ser humano como responsable. Algo que entre todos debemos revertir si queremos preservar este tesoro natural.

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Flamencos en el Delta (Manel García)

Cuando ir


Tengo la suerte de haber podido ver el Delta en sus cuatro estaciones y la verdad no sé con cuál quedarme. En primavera los campos de arroz anegados de agua crean reflejos espectaculares. Y a parte de la llegada de muchas aves, en esta época del año, aparece otra especie: los instagramers.

En verano, los arrozales rebosan de verde pero deberás combatir los mosquitos y te encontrarás más gente en tu ruta. En otoño, el Delta explosiona en gamas cromáticas. Invierno es el mejor momento para el avistamiento de flamencos en la laguna de la Tancada. Eso sí, en cualquier época del año te van a regalar momentos que no olvidaras.

En neta por el Delta del Ebro

Bajo mi punto de vista, la neta es la mejor manera de visitar el Delta del Ebro. Aunque, siendo sincero, las carreteras no están pensadas para estos vehículos: no tienen los mejores asfaltados ni están pensadas para grandes tráficos. Están pensadas para que disfrutes del entorno.

Estrechas, elevadas, de cunetas un tanto altas y lindando con campos de arroz o lagunas, hacen viajar al netero o netera sin prisas. Y es como debe ser, ya que aquí no se corre, se disfruta. Al Delta del Ebro se le puede dedicar todo el tiempo del mundo, pero la ruta que te propongo puede hacerse perfectamente durante un fin de semana.

Punta del Fangar y el faro entre las dunas


En la punta norte de la flecha del Delta del Ebro, se encuentra laPunta del Fangar. Una extensión en su mayoría formada por dunas y playa salvaje. En esta punta, donde el viento azota con fuerza cuando le da por soplar, se eleva un imponente faro de 20 metros con el que Don Quijote se las hubiera tenido muy seriamente.

Para llegar al faro del Fangar debes dejar tu furgo en la playa de les Marqueses y caminar unos cuatro kilómetros a través de las dunas. Un paseo que bien merece la pena si el viento está calmado, ya que si no es así puede resultar muy molesto.

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Faro del Delta del Ebro (Manel García)

La Desembocadura

Donde Ebro y Mediterráneo mezclan sus aguas se hallan los ecosistemas más delicados. El Ebro se ensancha en su parte final para dar lugar a los espacios naturales protegidos de las islas de Buda y Sant Antoni y la zona húmeda del Garxal.

Pero en el lugar donde el río muere, aflora la vida. Aquí se puede disfrutar de miradores para el avistamiento de aves sobre todo en el Garxal, donde entre sus cañaverales, abundante vegetación y aguas muy poco profundas, se pueden apreciar un buen abanico de especies.


Arrozales

Los arrozales son una estampa típica y esencial en el ecosistema del Delta del Ebro. Los campos de arroz que se extienden alrededor del río, además de ser de una importancia vital para el desarrollo económico, también lo son en el alimento de las aves. Y evidentemente no solo estas sacan partido del arroz.

La gastronomía en esta zona, a parte de ser rica en mariscos, pescado y en general por los frutos que regala el mar, el arroz tiene especial peso en ella. Hay una gran variedad de platos, pero para mí el arròs sejat , tan típico de la costa de Tarragona y Castellón, es mi predilecto. Se trata de una receta muy sencilla que preparaban los pescadores con lo que les sobraba del pescado que no se vendía. Un plato humilde y delicioso a partes iguales.

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Desembocadura del Ebro (Manel García)

Poblenou del Delta, un oasis dentro parque

La primera vez que vi a lo lejos Poblenou del Delta me recordó a un oasis. En la lejanía ves las casitas bajas, blancas y cuadradas superadas en altura por palmeras que se esparcen por todo el pueblo. Sobresaliendo y coronando la visión en las alturas, el campanario de la iglesia. Al adentrarme con mi neta en este tranquilo pueblo, descubrí sus calles estrechas y ajardinadas. Y al bajar la ventanilla me llegó el olor de sus cocinas que invitaban a detener la ruta.

Esta pequeña población que se extiende alrededor de la iglesia nació tras acabar la Guerra Civil con el fin de que fuera el hogar de los agricultores que trabajaban en los arrozales. Hoy en día se dedica al turismo del parque natural del Delta d’Ebre y es un muy buen lugar para los amantes del buen comer.

La Tancada


El parque natural del Delta d’Ebre tiene como uno de los principales reclamos turísticos el avistamiento de aves. Y aunque unas se van y otras llegan según la estación, vas a poder disfrutar de ello sin problemas.

Una familia que permanece en la zona durante cualquier época del año es la de los flamencos. La laguna de la Tancada es un lugar clave para disfrutar de estas gráciles aves y se han construido diversos miradores con vistas espectaculares para la observación. En el situado más al sur, puedes aparcar la furgo en un parking que recientemente han habilitado.

El Trabucador, mi lugar favorito

Para acabar la ruta, mi lugar preferido de todo el Delta del Ebro es el Trabucador, sin duda, uno de los espacios naturales más bonitos de la zona. La playa del Trabucador es la punta sur del Delta, una lengua de arena de 6,5 km de playa salvaje que se adentra en el mar para acabar en las Salinas de la Trinitat y la Punta de la Banya.

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Puesta de sol en el Delta del Ebro (Manel García)

Esta lengua da lugar a la tranquila bahía dels Alfacs que, entre otras cosas, es una delicia al atardecer. La llamada hora dorada aquí es sencillamente espectacular. El cielo se tiñe paulatinamente de tonos naranjas, amarillos, rojos, rosas, púrpuras y azules y esta paleta de colores se refleja como un espejo en las aguas de la bahía. Si además tienes la suerte de que en ese momento te pase una bandada de flamencos volando por delante, es una imagen que no olvidarás jamás.

Consejos para dormir en la ‘furgo’


Antes de despedirme, quiero añadir que en las zonas protegidas del parque natural del Delta de l’Ebre, no está permitida la pernocta libre. Pero no sufras, ya que tienes un montón de alternativas y facilidades para poder pasar la noche.

En el Delta puedes encontrar varias opciones de campings con todos los servicios. Pero si lo prefieres, también tienes la opción de las “áreas camper” para pasar la noche. Es el caso del área camper Amposta, junto a la laguna de l’Encanyissada, que además es gratis.

Eso sí, es responsabilidad de todos los furgoneteros y furgoneteras que nuestro impacto sea el mínimo- o nulo-, para que seamos cada vez más bienvenidos en muchos más lugares.

Este artículo es fruto de la colaboración entre La Vanguardia.com y Travelzoo, portal especializado en ofertas de viajes. Puedes acceder a Travelzoo aquí.

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El Delta del Ebro en furgoneta (Manel García)

https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20190503/461995270806/ruta-forgoneta-delta-del-ebro.html
 
Un viaje a las Cataratas Victoria y las riberas del Río Zambeze


Las tribus locales las llaman ‘el humo que truena’, uno de los espectáculos naturales más soberbios de la imponente África y un hito imprescindible en el currículo de cualquier viajero que se precie

Con más de cien metros de altura y 1,7 kilómetros de anchura son una de las cataratas más grandes del mundo

Viajar Ahora
30/04/2019 - 22:45h
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Las Cataratas Victoria desde las inmediaciones del puente internacional. Marcos Vinícius Silva
  • Son una de las maravillas naturales del mundo. En occidente, la existencia de este descomunal salto de agua se supo después del legendario viajero de finales del siglo XIX David Livingstone las visitara en 1885. A partir de ahí se las conoce como cataratas Victoria, en honor de la reina de Inglaterra por aquellos tiempos. Pero los descendientes de los hombres y mujeres que la descubrieron y vivieron aquí miles de años antes de la llegada de los europeos la llaman Mosi-oa-Tunya, el humo que truena. El Zambeze sirve de frontera entre los países de Zambia y Zimbabue durante un buen trecho describiendo una sucesión de sinuosas curvas hasta llegar a un terreno llano que crea una especie de área inundada de miles de hectáreas de extensión. Aquí el agua del río se disemina en una amplísima llanura que, de golpe, se interrumpe en un tajo vertical de poco más de 100 metros de altura. El agua cae a plomo y se encajona en una estrecha garganta en la que las aguas se agitan. Como media, unos 600 millones de litros de agua por minuto se desploman al vacío en este escalón prodigioso.


Entre los meses de noviembre y marzo las lluvias cargan de manera importante esa llanura y las cataratas arrojan tal cantidad de agua que es difícil verlas. Sólo puede verse una importante cantidad de gotitas de agua que vuelan por todas tapando la visión del agua que cae con estrépito: El humo de truena. Es difícil mantenerse seco hasta a ochocientos metros de la caída. Por eso la mejor época para ver las Cataratas Victoria son durante la época seca que se extiende entre los meses de mayo y octubre. Pero si vas cuando hay menos agua (septiembre-octubre) apenas veras caer agua desde el lado de Zambia, aunque al otro lado de la frontera habrá agua de sobra para asombrarte. Junio y la primera quincena de julio son buenos meses para ir. Hay agua en el río y no llueve; el caudal aumenta en noviembre, pero corres el riesgo de que haya lluvia.



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El Zambeze se estanca en la llanura poco antes de caer por las cataratas. dsopfe

Las cataratas victoria son uno de los saltos de agua más caudaloso del mundo. El punto máximo de caída se sitúa en 108 metros y la anchura de las cataratas es de 1.708 metros. Las hay más altas y más anchas; pero la combinación de caudal de agua, anchura y altura las convierte en unas de las más espectaculares del mundo rivalizando con las impresionantes Cataratas del Iguazú. Se puede visitar los dos lados, aunque el más espectacular es el de Zimbabue en el que a través de una red de senderos pueden visitarse hasta 16 miradores e, incluso, asomarse al abismo dentro del agua en puntos como la Piscina del Diablo (a la que se accede en barco en temporada de caudal bajo). Se puede cruzar de un lado a otro a pie aunque hay que pagar el visado fronterizo y la entrada correspondiente a cada sector del parque natural. Entrar al lado de Zimbabue cuesta 30 dólares estadounidenses y al de Zambia, 20. Hay tours nocturnos durante las noches de luna llena que cuestan 40 y 25 dólares, respectivamente.



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El agua cae por una estrecha trinchera que encajona el cauce durante varios kilómetros. dsopfe

Ya una vez en los parques, el catálogo de actividades es amplia pero, eso sí, a precios bastante elevados. Un paseo en helicóptero ronda los 150 euros; hacer rafting unos 160; el salto base desde el puente internacional unos 150; un paseo en ultraligero cerca de los 170; un crucero por el Zambeze para ver la puesta de sol como unos 150… Hay para todos los gustos; pero para presupuestos ajustados el paseo por los miradores es ya todo un espectáculo. La fauna que se mueve en el entorno del río cuenta con residentes ilustres como el hipopótamo, el elefante o los búfalos (tres de los ‘Big Five’) a parte de multitud de aves y otros pequeños animales. Los paseos en barco suelen llevarte a zonas dónde puedes ver hipopótamos y cocodrilos, toda una gozada. Si sólo puedes elegir una actividad más allá de la propia visita a los parques, nosotros te recomendamos uno de estos cruceros fluviales.

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Un turista mira los satos de agua desde uno de los miradores de las Cataratas Victoria. Ninara

ENTRAR Y SALIR DE ZAMBIA Y ZIMBAWE.- Hay una posibilidad llamada Visado Kasa Univisa que cuesta 50 dólares estadounidenses y que permite el libre tránsito por Zambia y por un periodo de 50 días. Entrar a Zambia cuesta 50 dólares estadounidenses y tienes la posibilidad de pagar una visa doble por 80 dólares. En el caso de Zimbabue, la visa simple cuesta 30 dólares y la doble 45. Ambos países ofrecen una visa simplificada por 24 horas llamada Daytripper que cuesta en ambos casos 20 dólares. Esta es la opción más recomendable para los que pasan a ver las cataratas el otro lado de la frontera por sólo un día. En ambos casos, la visa puede tramitarse en los aeropuertos o puestos fronterizos.

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El arco de luna, una de las maravillas que pueden verse en Victoria Falls durante los días de Luna llena.

EN BUSCA DEL MOONBOW.- Si tienes la oportunidad de visitar las cataratas coincidiendo con la luna llena no dejes pasar la oportunidad de hacer el tour nocturno. Es guiado y sólo vas a un par de miradores, pero merece la pena (20 dólares en Zambia y 40 en Zimbabue). La recompensa es poder ver el Moonbow, el arco de la luna. La cantidad de agua que flota por todos lados es de tal magnitud que la luz de la luna crea tenues arcoíris que son una auténtica pasada.

LA VILLA MUKUNI Y EL PASO DE LOS ELEFANTES.- Otro imprescindible. A Apenas unos kilómetros de Livingstone (del lado de Zambia) se encuentra la aldea tradicional de Mukuni, dónde uno puede hacerse una idea de las formas de vida tradicional de la comarca pese a la turistificación. Muy cerca de Mukuni hay varias sendas de elefantes dónde es fácil toparse con estos gigantes majestuosos.

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Entrada principal del Victoria Falls Hotel, un establecimiento histórico de época colonial. Benjamin Hollis

UN CLÁSICO VIAJERO Y UN TEMPLO PARA MOCHILEROS.- La oferta turística del lugar es amplia; tanto en un lado como en el otro. Si eres de los que gusta del sabor de la tradición y puedes permitirte pagar 400 euros por la habitación estándar tu opción es el Victoria Falls Hotel(lado de Zimbabue), un edificio histórico construido a principios del siglo XX por los ingleses para el exigente público de la alta sociedad británica. Los mochileros tienen aquí uno de esos templos internacionales: elShoestring Backpakers Lodge (Zimbabue). Aquí puedes desde acampar por ocho dólares hasta alojarte en suites familiares con aire acondicionado por 75.



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Hipopótamos en las orillas del río Zambeze. Andrew Moore


PARQUE NACIONAL ZAMBEZI.- Este gigantesco parque nacional ocupa buena parte de la orilla sur del río desde la frontera con Bostwana y Zambia hasta pocos kilómetros antes de las cataratas. Es uno de los parques más alucinantes de África con zonas bien diferenciadas: las riberas del gigante africano y sus habitantes habituales (cocodrilos, hipopótamos…) y una amplia superficie de bosque lluvioso.

Fotos bajo Licencia CC: dsopfe; Andrew Moore; Marcos Vinícius Silva; Benjamin Hollis; Lisa Gray; Ninara

https://www.eldiario.es/canariasaho...bezi-visados-Zambia-Zimbabue_0_894161715.html
 
Los 20 acueductos romanos más impresionantes de España
Un recorrido por obras impresionantes: algunos son famosos, pero otros apenas son conocidos por el gran público
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@abcviajar
Actualizado:08/05/2019 10:16h.https://www.abc.es/viajar/top/abci-...mas-antiguas-de-espana&vli=noticia.top.viajar

El origen de los acueductos hay que buscarlo en civilizaciones de Oriente Medio (el de Nínive, en el siglo VII aC), pero fueron los romanos quienes los extendieron por todo el Mediterráneo. España es uno de los países donde más construyó el Imperio. Los hicieron tan monumentales que en muchos de ellos seachacó su construcción al diablo (en general, encaprichado de alguna joven que acababa dándole esquinazo). Fueron útiles durante siglos y hoy dia quedan restos de varios de ellos. España conserva cuatro monumentales, pero hay muchos más.

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  1. Segovia
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    Acueducto de Segovia - Antonio Tanarro
    Es la mejor obra realizada por los romanos en España. Hecho de piedras berroqueñas, los sillares están ensamblados sin trabas ni argamasas. Con 158 arcos, ha sobrevivido a todo. El rey moro Al Mamún quiso destruirlo y solo consiguió derribar 36 arcos y abandonó el intento. Alfonso VI empleó algunas de sus piedras para levantar las murallas y los Reyes Católicos lo reconstruyeron. Hacia el Acueducto miran, y bajo él pasan, todos cuantos llegan a Segovia. La fecha de su construcción -siglo I- se conoció a finales del siglo XX, cuando un arqueólogo lo averiguó estudiando los anclajes de la lápida de la dedicatoria. El Acueducto estuvo «funcionando» hasta el siglo XIX.
Reportaje original y entero, con el resto de acueductos:
https://www.abc.es/viajar/top/abci-...presionantes-espana-201905072327_noticia.html
 
Esta es la Capital del Turismo Rural de 2019

Los viajeros han elegido Santillana del Mar como la localidad española más atractiva para una escapada alejada de la gran ciudad
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Santillana del Mar (Cantabria) (Iván Jesús Cruz Civieta / Getty Images/iStockphoto)

MAGDA BIGAS
11/05/2019 06:00 Actualizado a 11 /05/2019 08:25

Con frecuencia aparece destacada en los listados de los pueblos más bonitos de España, y es que esta bonita villa medieval de calles empedradas sorprende a los viajeros no sólo por su belleza, sino también por su patrimonio histórico. Nos referimos a Santillana del Mar, una rincón cántabro que acaba de ser reconocido por los viajeros como la Capital del Turismo Rural de 2019.

El pueblo se ha impuesto a otros nueve finalistas elegidos entre 215 candidaturas de 15 comunidades autónomas, en la tercera edición del concurso que anualmente organiza el portal turístico Escapadarural.com con un objetivo: encontrar la localidad más atractiva para una escapada alejada de la gran ciudad.


Y es que son muchos los viajeros que huyen de las aglomeraciones y buscan refugiarse en lugares tranquilos, sin necesidad de cruzar la frontera. En este tipo de destinos rurales de proximidad encuentran aire puro, gastronomía tradicional y alojamientos con encanto, algunos de los atractivos más valorados.

Santillana del Mar, que toma el relevo de Aínsa -coronada el año pasado-, se ha impuesto, por este ordren, a Cangas del Narcea (Asturias), que ha quedado en segunda aposición; Parada de Sil (Galicia); Setenil de las Bodegas (Andalucía); Trujillo (Extremadura); Navaluenga (Castilla y León); Montblanc (Catalunya); Buñol (Comunidad Valenciana); La Hiruela (Madrid), y Almagro (Castilla-La Mancha).

A Santillana se la conoce paseando por sus calles flanqueadas de robustas construcciones de piedra medievales

Conocida como la Villa de las tres mentiras -el dicho recuerda que no es santa, ni llana, ni tiene mar-, cuenta con poco más de 4.000 habitantes. Su situación privilegiada entre prados y colinas -se encuentra a escasos kilómetros de la costa y a 30 minutos de Santander- la convierte en un buen lugar para detenerse y en un atractivo punto de partida para descubrir la comunidad antes de adentrarse en los Picos de Europa. Y es que, a pesar de su tamaño, el forastero tiene una buena oferta de alojamientos donde pasar la noche: 43 posadas cántabras y ocho casas rurales.

A Santillana se la conoce paseando por sus calles flanqueadas de robustas construcciones de piedra medievales, palacios señoriales, casas de hidalgos y torres centenarias. Requiere un mención especial la bella colegiata de Santa Juliana -el monumento más representativo del románico de la región- una edificación del siglo XI-XII, cuyo claustro es una auténtica maravilla.

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Colegiata de santa Juliana, Santillana del Mar (Vilches / Getty Images)
A solo dos kilómetros del centro, se esconde la cueva de Altamira, uno de los grandes tesoros del arte prehistórico europeo, declarada patrimonio de la humanidad. Aunque la “capilla sixtina” del arte rupestre no puede ser visitada por el gran público (se llevan a cabo incursiones de carácter exclusivo en contadas ocasiones), existe una réplica que atrae a turistas de todo el mundo.

Una buena forma de completar el viaje es aprovechar la ocasión para degustar algunas de las especialidades gastronómicas más típicas de la zona. Platos de carne, de caza y de mar, con los mariscos, lubinas y merluza como protagonistas; quesadas pasiegas, sobaos y leche fría y, por supuesto, un buen vino de la tierra... ¡ y un orujo!

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Detalle de una réplica de las pinturas de la cueva de Altamira (JESUSDEFUENSANTA / Getty Images/iStockphoto)

https://www.lavanguardia.com/ocio/v...al-turismo-rural-2019-santillana-del-mar.html
 
El Tenerife con más encanto para escapadas en pareja
  • YOLANDA CARDO
    I. Canarias
Sábado, 11 mayo 2019 - 02:18
En la zona más septentrional de la isla canaria el proyecto Be Tenerife ofrece alojamientos boutique y experiencias personalizadas con guías de excepción.

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Hacienda El Jardín de la Palapa, a orillas del Atlántico. FOTOS: BE TENERIFE
"Preservar la identidad cultural y buscar lo que les hace únicos" es el leitmotiv de Alberto del Hoyo, fotógrafo y empresario, en todos sus proyectos. Ya sea en Pics 4 Pills, una iniciativa solidaria para recaudar fondos destinados a la comunidad de Omo Valley en Etiopía; mediante diversas iniciativas como la publicación de un bellísimo libro de fotografía Mystic Valley; o en Be Tenerife, un concepto de alojamientos boutique y experiencias personalizadas en el norte de la isla de Tenerife.

Este último proyecto está formado por seis exclusivas villascamufladas entre extensas plataneras, alfombradas por jardines botánicos, en el corazón de localidades con mucha historia o frente a playas de arena negra como la de El Socorro.

Empecemos por La Hacienda Cuatro Ventanas, el germen de Be Tenerife. Del Hoyo decidió un buen día abandonar su trabajo como consultor en Madrid para dedicarle toda su energía a recuperar una tradicional casa canaria del XVII que había heredado.

Tras una exquisita rehabilitación, el resultado fueron dos villas dobles y cuatro individuales. Todas independientes, todas diferentes. Concebidas para que el huésped se sienta como en casa. Eclécticas, elegantes, armoniosas.... rodeadas por un jardín obra de Maribel Mora, madre de Alberto, y cuyo foco de atracción es una piscina infinity con unas vistas insuperables. Para quedarse a vivir.

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Una de las habitaciones dobles de la Hacienda Cuatro Ventanas.
ESCAPADAS EN PAREJA
La de El Cardón es quizás la apuesta más íntima pero no por ello menos atractiva. Escondida en medio de una plantación de plátanos al borde del Atlántico, este alojamiento es un ejercicio de tradición y diseño contemporáneo. Un lugar de sosiego y disfrute en sintonía con la naturaleza. En esta línea, la Hacienda del Socorro parece esquivar cualquier distracción desde su piscina frente al azul del océano. Discreta, romántica, perfecta para una escapada en pareja.

En un entorno más urbano, si bien esa percepción es historia en cuanto traspasamos las puertas, Suites de Franchy es una casa señorial con mucha historia situada en el centro de la villa de La Orotava. Nobles salones en los que podrán disfrutar de jazz en directo mientras degustan originales cócteles de autor. Y a sus pies, jardines de inspiración clásicacon gran variedad de plantas (espectaculares las hortensias) y singulares especies arbóreas.

Antonio e Isabel, madrileños pero tinerfeños de corazón, son los propietarios de El Jardín de la Palapa. Una villa de lujorodeada de un jardín botánico que asoma a un sobrecogedor acantilado. La casa contempla a través de sus ventanales el extraordinario vergel que se extiende a sus pies. Diez hectáreas que albergan una gran variedad de plantas y árboles por las que pasear, leer, charlar...

La última en incorporase a esta selecta red de alojamientos es Garachico Colors, un funcional y acogedor apartamento situado en el centro histórico de la localidad de Garachico, de la que toma el nombre. Desde su terraza podrás disfrutar de las que son, sin duda, las mejores vistas del centro del pueblo.

EXPERIENCIAS SINGULARES
A pesar de que el magnetismo de estas villas resultaría suficiente, Be Tenerife pone a disposición de sus huéspedes un menú de actividades nada desdeñable para tomarle el pulso a la isla de una manera diferente. "Subir el Teide, bajar un barranco, bucear, coger un kayak... este es un lugar mágico para todas estas actividades", nos cuenta Nayra González, enamorada y entusiasta guía de la isla.

Como también los es Francis Pérez, reputado fotógrafo ganador en 2017 del World Press Photo. Con él podrán lanzarse al mar y observar de cerca de las maravillosas criaturas que lo habitan. ¿Y qué les parecería disfrutar de una velada junto a Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias, bajo la presencia de los cielos canarios? O una didáctica cata de vinos con Agustín García Farrais, dueño de Bodegas Tajinaste. Magníficos vinos incluidos en la D.O Origen Valle de La Orotava.

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Buceo con guía experto en las aguas del océano.
Masajes, sesiones de yoga, avistamiento de aves... todo esto es posible bajo demanda y sujeto a la disponibilidad de agendas de estos excepcionales guías. Experiencias sorprendentes, únicas, en escenarios perfectos para pensar y para pensarse.

| Más información: BeTenerife cuenta con seis haciendas totalmente equipadas. Desde 85 euros/noche. Reservas de alojamiento y experiencias en su web.

https://www.elmundo.es/viajes/hoteles/2019/05/11/5cd2c63efdddff2b968b47e2.html
 
La construcción de un nuevo aeropuerto para turistas en Perú pone en peligro la supervivencia de Machu Picchu


Historiadores, arqueólogos y lugareños se oponen a la construcción del aeropuerto internacional en el pueblo de Chinchero, que amenaza las ruinas incas

Pone en peligro el modo de vida de la zona y podría causar daños incalculables a otros yacimientos cercanos, además de que agotar el río que suministra agua a Cuzco

Ya hay un aeropuerto cercano para la entrada de turistas, pero su tamaño no permite aterrizar a aviones de gran fuselaje

Dan Collyns - Chinchero
18/05/2019 - 20:33h
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Imagen aérea de las ruinas incas de Machu Picchu.

La construcción de un aeropuerto internacional, con un presupuesto de miles de millones de euros que facilite el acceso a los turistas a Machu Picchu, ha levantado la indignación entre arqueólogos, historiadores y lugareños. Perú cuenta con una gran cantidad de lugares de interés arqueológico de la época Inca, pero ninguno tan conocido como la ciudadela de Machu Picchu. En 2017 la visitaron más de 1,5 millones de turistas, casi el doble del límite recomendado por la Unesco, una enorme carga para las frágiles ruinas y la ecología local.

Las excavadoras ya han empezado a levantar millones de toneladas de tierra en Chinchero, un pueblo inca situado a unos 3.800 metros sobre el nivel del mar que hace las veces de entrada al Valle Sagrado. En el pasado, fue el corazón de una civilización que se extendió desde la actual Colombia hasta Argentina, convirtiéndose en el siglo XV en el imperio más grande del mundo.

"Este es un paisaje construido de terrazas y rutas que fueron diseñadas por los incas", indica la peruana Natalia Majluf, historiadora del arte en la Universidad de Cambridge que coordina la campaña contra el nuevo aeropuerto. "Un aeropuerto destruiría este lugar", apunta.

La mayoría de los turistas que visitan las ruinas llegan desde el aeropuerto de Cuzco, que cuenta con una sola pista de aterrizaje y al que solo pueden acceder aviones de fuselaje estrecho en vuelos de escala desde Lima, la capital de Perú, y ciudades cercanas como La Paz en Bolivia.

El nuevo proyecto, que se disputan constructoras de Corea del Sur y Canadá, permitiría vuelos directos desde las principales ciudades de América Latina y de Estados Unidos.

Los detractores del plan argumentan que los aviones tendrían que pasar por encima del cercano pueblo de Ollantaytambo, con un parque arqueológico de 348 kilómetros cuadrados, lo que podría causar daños potencialmente incalculables a las ruinas incas. También preocupa que la construcción agote la cuenca del lago Piuray, de la que depende prácticamente la mitad del suministro de agua de Cuzco.

"Parece irónico y en cierto modo contradictorio que aquí, a sólo 20 minutos del Valle Sagrado, el núcleo de la cultura Inca, se quiera construir un aeropuerto, justo encima de lo que los turistas han venido a ver", indica el antropólogo cuzqueño Pablo Del Valle. La campaña, liderada por Natalia Majluf, insta al presidente peruano, Martín Vizcarra, a reconsiderar o reubicar el aeropuerto. "No creo que haya ningún arqueólogo o historiador relevante trabajando en el área de Cuzco que no haya firmado la petición", señala Majluf.

Chinchero, la localidad donde quiere construirse el aeropuerto, fue una propiedad real del gobernante inca Túpac Inca Yupanqui construida hace seis siglos y que se mantiene en buen estado de conservación. La economía local se basa en la agricultura y el turismo, pero incluso aquellos que dependen de los turistas se muestran reticentes.

Alejandrina Contreras, teje con un telar manual una manta muy cerca de la iglesia colonial de la plaza del pueblo. "Tenemos una vida tranquila, no hay ladrones, no hay criminales. El aeropuerto traerá progreso, pero también muchos cambios", cuenta. "Piensen en el ruido, la contaminación y las enfermedades que este aeropuerto puede traer", opina Karen Auccapuma, de 20 años, mientras observa cómo un grupo de turistas pasea por la plaza.

Un plan que ya está en marcha
No es la primera vez que se intenta construir un aeropuerto cerca de Machu Picchu. Un primer proyecto quedó estancado después de que la empresa responsable se viera envuelta en un escándalo de corrupción y fuera criticada por engordar el presupuesto inicial. El Gobierno ha puesto en marcha esta vez una serie de medidas de supervisión, de manera que sigue con sus planes y espera que esté construido para 2023.

"Este aeropuerto se construirá lo antes posible porque es muy necesario para la ciudad de Cuzco", indicó el ministro de Economía de Perú, Carlos Oliva, en una rueda de prensa. "Contamos con una serie de estudios técnicos que apoyan la construcción de este aeropuerto", señaló.

Por su parte, el alcalde Luis Cusicuna señala que los líderes locales llevan presionando por un segundo aeropuerto más grande en Cuzco desde la década de 1970. Muchos lugareños confían en la promesa de que las obras van a generar 2.500 puestos de trabajo y otros se han beneficiado con esta operación: Yanacona, una de las tres comunidades indígenas de Chinchero, vendió prácticamente todas sus tierras al Estado por más de 31 millones de euros, y algunas familias campesinas han logrado amasar una pequeña fortuna vendiendo hectáreas de tierras que antes se utilizaban para el cultivo de patatas.

Existe una "preocupación legítima de que la infraestructura turística de Cuzco está al límite", puntualiza Mark Rice, autor de 'Making Machu Picchu: The Politics of Tourism in Twentieth Century Peru', 'Construyendo Machu Picchu: las políticas turísticas de Perú en el siglo XX'. La ubicación del nuevo aeropuerto hará "mucho daño a una de las ofertas turísticas clave de Cuzco, que es su belleza escénica", considera.

El problema es que Machu Picchu es "prácticamente el único imán de la oferta turística del país", señala el experto, "la mejor manera para que se entienda es compararlo con lo que pasaría si todos los turistas que visitan el Reino Unido solo fueran a Stonehenge".

En un esfuerzo por gestionar el creciente número de visitantes, y después de que la Unesco amenazara con incluir a Machu Picchu en una lista de sitios del patrimonio mundial en peligro, Perú endureció los requisitos de entrada al sitio, limitando las visitas de los turnos de la mañana y de la tarde.

No obstante, y ante los inminentes planes para la construcción de un nuevo aeropuerto y la previsión de que aumente la afluencia de turistas, en Chinchero se están construyendo a contrarreloj viviendas y hoteles.

https://www.eldiario.es/theguardian/Peru-aeropuerto-supervivencia-Machu-Picchu_0_899760951.html
 
Cómo ser un viajero eco responsable
Sencillos gestos que todos podemos realizar
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Viajeros eco sostenibles (swissmediavision / Getty Images/iStockphoto)
VIAJES
25/05/2019 08:00
Actualizado a 25/05/2019 08:22

El respeto al medio ambiente y la sensibilidad por conservarlo gana -afortunadamente- cada día más adeptos, también entre los viajeros.Según una encuesta de Skycanner, 8 de cada 10 españoles muestra una alta sensibilidad ante la sostenibilidad a la hora de viajar, son turistas que pretenden moverse por el mundo de forma más sostenible y contaminar lo menos posible. Pero, aunque preocupa cuál es la huella que se deja en los destinos visitados, muchos creen que es complicado o no saben cómo hacerlo.

Aquí os dejamos algunos consejos muy sencillos de llevar a cabo y que permitirán recorrer el mundo minimizando el impacto sobre el entorno.

Equipaje más ligero
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Maletas más ligeras para que pesen menos y utilicen menos combustible (Ismailciydem / Getty Images/iStockphoto)

Olvidarse de llenar la maleta hasta que no se pueda cerrar, cuanto más ligera mejor, dejar en casa los “por si acaso” e incluir prendas básicas que se puedan combinar perfectamente. Cuanto menos pese el equipaje, menos combustible se consume, con lo que hay menos emisiones de CO2, sea cual sea el medio de transporte elegido. Además, siempre podemos llevar algún que otro recuerdo de vuelta porque habrá más espacio.

Adiós al plástico


Otro de los grandes problemas del planeta es el plástico, la mayoría son artículos de vida muy corta y lo cierto es que puede tardar hasta 1.000 años en degradarse lo que afecta directamente al medio ambiente. Además, según Seas at Risk, la mitad de la basura marina son plásticos de un solo uso. Así que hay que evitar utilizarlo de manera indiscriminada empezando por cubrir la maleta con una bolsa de tela en lugar del papel film de los aeropuertos. Se protege igual, las hay de mil y un colores, y por supuesto son reutilizables.

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Fundas de ropa para el equipaje evita utilizar film protector de plástico (forudesign-s. - Flickr)

También recomendamos llevar bolsas y mochilas de ropa plegables que ocupan poco espacio, pesan poco, y que sustituyen a las odiosas bolsas de plástico. Incluso para guardar la ropa limpia o los productos de aseo personal.

Y otro consejo que ayuda a no utilizar plásticos es el de llevar una botella de acero inoxidable para rellenarla con agua de las fuentes o baños, no libera componentes tóxicos, es resistente, higiénico (no coge olores) y es de larga duración. Incluso se pueden rellena con bebida fría o caliente de los establecimientos y llevarla encima para disfrutarlo en cualquier lugar.

Menos papel


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Hacer el 'check-in' con el móvil evita utilizar papel (Daviles / Getty Images/iStockphoto)

Hacer uso del check- in online y llevar la confirmación en el móvil permite prescindir del papel del billete de avión impreso, además tu paso por el aeropuerto será más ágil, te ahorrará filas y tiempos de espera. Menos papel significa menos deforestación y menor impacto en el cambio climático. Vale la pena.

Además de los billetes de avión, en el móvil se puede llevar la información de la reserva del hotel, de las actividades, o cualquier otra información necesaria como guías electrónicas y aplicaciones de viaje que se pueden consultar en cualquier momento.


Productos ecológicos

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Productos de limpieza respetuosos con el medio ambiente (Bogdan Kurylo - IStock)

En lo que a higiene se refiere, existen muchas opciones sin plástico: jabones y champús sólidos (si son líquidos no pueden superar los 100 ml), utilizar cepillos de dientes de bambú, cuchillas de afeitar de acero inoxidable en lugar de las de usar y tirar, tollitas 100% biodegradables, desodorante de piedra de alumbre... hay una gran oferta en el mercado, solo hay que buscar.

Las empresas turísticas toman conciencia
Se ha tomado conciencia del problema que supone el uso del plástico, por este motivo aerolíneas y hoteles desean eliminar su consumo aplicando medidas que van desde eliminar la protección plástica de los auriculares y los antifaces para envolverlos en papel, sustituir la protección de mantas y almohadas y el envoltorio de cubiertos y prescindir de las botellas de agua o pajitas de plástico sustituyéndolas por las de papel o biodegradables son algunas de las principales modificaciones que se han realizado en los últimos meses.
https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20190525/462421237425/como-ser-viajero-eco-responsable.html

 
"Cerrado por mantenimiento": turismo sostenible en las islas Feroe


Las islas Feroe ponen en marcha proyectos en los que turistas voluntarios conocen las aldeas, a la población local y participan en labores de mantenimiento de las islas

Los promotores del proyecto 'Visita las islas Feroe' tratan de buscar una fórmula para mantener un turismo sostenible en un país que lucha contra la despoblación

"Me quedo atascado en el tráfico y tengo que andar revisando que no haya nadie al otro lado de mi ventana cuando me ducho", cuenta un lugareño

Tim Ecott - Islas Feroe
25/05/2019 - 21:20h
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Casada de Gasadalur, en las islas Feroe. JETIVERI (PIXABAY)

El túnel que lleva a Gasadalur, en la isla de Vagar, se construyó hace ya quince años. Antes, los habitantes de esta pequeña aldea en las Islas Feroe usaban un barco que nunca sabían cuando pasaba, al que llegaban caminando por una pendiente de medio kilómetro en la montaña al sur del pueblo.

El cartero, que subía esa cuesta tres veces a la semana, ya era uno de los hombres con mejor estado físico del archipiélago. Y no solo el correo tenía que hacer ese camino. Los ataúdes también subían la montaña hasta el cementerio de Bøur, a cinco kilómetros, y los enfermos que acudían a ver al médico.

Hoy solo quedan 11 personas viviendo en Gasadalur. Y sin el túnel, lo más probable es que hoy fuera uno más de los pueblos abandonados de las Feroe.

Ahora soy yo el que hace esta escalada junto a varios feroeses. Nos acompañan tres matemáticos de Washington, un farmacéutico de Glasgow, un funcionario de Londres, dos estudiantes de Finlandia y dos bioquímicos de Bratislava. Todos voluntarios llegados a las islas como parte del programa turístico que ha declarado al país "cerrado por mantenimiento" durante un fin de semana de abril.

"Nos apuntamos en cuanto nos enteramos", cuenta Rachel Levy, una de las voluntarias estadounidenses, que ha venido con Sam, su marido, y su hija Miriam, universitaria. "Nos gusta viajar así, conociendo a gente local y sintiendo que hemos hecho una contribución positiva", comenta.

La de "los volunturistas", como nos llaman los responsables del programa 'Visit Faroe Islands', es retirar las piedras sueltas del camino y clavar estacas de madera para hacer visible la senda más segura de la montaña. La gente del pueblo se encargaba antes de limpiar la cuesta, pero desde que llegó la carretera, rara vez utilizan este acceso. La restauración no es tanto para ellos sino para el creciente número de turistas que vienen a explorar este archipiélago de abundantes aves marinas, ovejas salvajes y montañas escarpadas. Gasadalur también es conocido por tener uno de los paisajes más fotografiados de las Feroe: una cascada que brota de la pared del acantilado y cae sobre el Atlántico.

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Paisaje de las islas Feroe. ADRIHANI RASHID

Alcanzamos la cima tras cincuenta minutos de dura caminata. El viento es fuerte y nos tenemos que guarecer detrás de un macizo de piedra para evitar que nos arrastre. Sobre estas islas soplan a menudo los vientos más fuertes de Europa.

Johan Pauli Helgason, gerente de desarrollo de 'Visit Faroe Islands', fue uno de los promotores de este fin de semana. “Fue una campaña de marketing pero también se trataba de mejorar de verdad la experiencia turística, y permitir que los visitantes y la población local tuvieran un intercambio cultural adecuado”, cuenta sobre los distintos objetivos del proyecto. “Vemos esto como una versión sostenible de turismo para un país que solo tiene 50.000 habitantes”, añade.

Helgason fue el responsable de la logística, el que logró que 105 voluntarios de 25 países llegaran y partieran sin problemas, participando en 10 programas distintos y en colaboración con los organismos de administración local.

Había proyectos en la colonia de frailes de la isla de Mykines, en el puerto natural de Gjogv, y en los altos acantilados de Trælanipa, donde el lago más grande del archipiélago parece flotar a cientos de metros sobre el Atlántico (el mejor para las fotos de Instagram). Un grupo de voluntarios también viajó a Suđuroy, la isla más al sur a dos horas en ferry de la capital, Torshavn. Todos se alojaron en pensiones y casas de la gente del lugar y, muy importante, nadie cayó rodando por la montaña ni se torció un tobillo en el barro.

Uno de los objetivos principales era delimitar los caminos y hacerlos seguros. Especialmente en Mykines y Trælanipa. El suelo del norte, cubierto por una escasa capa de hierba y erosionado por una cantidad creciente de viandantes, hace resbaladizos los caminos en un país donde llueve 300 días al año. Antes solo los pastores y sus rebaños transitaban la zona pero el aumento significativo de excursionistas y turistas convierte en desafío minimizar el impacto ecológico negativo. La vegetación tarda en recuperarse porque la zona está a 62 grados de latitud norte. En estos campos anidan, además, aves como la agachadiza, el ostrero y el págalo grande.

Los senderos que unen la mayoría de los asentamientos no están restringidos, aunque en las Feroe casi todos los pastos de montaña son privados. Algunos agricultores ya han comenzado a cobrar el paso por las rutas más populares. No existe un consenso sobre la forma de gestionar el aumento de visitantes que se espera para los próximos años, las islas reciben hoy unos 110.000 visitantes y la mitad vienen de cruceros que pasan unas horas en Torshavn.

El objetivo de duplicar los ingresos del turismo para el año 2020, parece muy plausible. En parte, por el trabajo que se ha llevado a cabo para convertir a las islas en destino obligado de instagrammers e influencers. "Sabemos que nuestras islas son especiales y creemos que podemos aumentar nuestro mercado sin dañar la esencia de lo que significa ser feroés", cuenta optimista el director de 'Visit Faroe Islands', Guđriđ Højgaard.

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Pueblo de las islas Feroe. VINCENT VAN ZEIJST

Johan Jogvansson cultiva las tierras alrededor del asentamiento histórico de Saksun, un grupo de casas pequeñas con hierba en el techo que mira hacia la antigua iglesia encalada. Más abajo, un lago y una carretera de un solo carril. Jogvansson cuenta que el tráfico de turistas interrumpe sus labores agrícolas. "Los turistas vienen aquí por un solo motivo", narra mientras toma el té en su cuidada cocina de paneles de madera. "Sacar fotos de mi granja", responde, "¿pero qué gano yo con eso? Me quedo atascado con el tractor en el tráfico y tengo que andar revisando que no haya nadie al otro lado de mi ventana cuando me ducho".

La Asociación de Agricultores de las Islas Feroe pretende que sus miembros también saquen provecho de la creciente economía turística. Su presidente, Sigert Patursson, es un hombre con aspecto de vikingo, mejillas rosadas y una espesa barba rubia. Camina por los campos de su granja, en las afueras de Torshavn, con un jersey de punto grueso, indemne al frío de la brisa.

"Queremos que los agricultores piensen en ofrecer a los caminantes algo que pueda aportarles un poco de dinero extra; alojamiento y desayuno, almuerzos para llevar o visitas guiadas... Aquí es bastante difícil ganarse la vida con la tierra y necesitamos garantizarnos una parte del negocio del turismo", explica.

Para cualquiera que venga de otra parte del mundo, está claro que en las Islas Feroe no hay un exceso de turismo. La mayoría de los feroeses aún ve a los turistas como un valor y se sienten halagados de que haya personas que quieran conocer su cultura. A través de su compañía Veingir, Ditte Mathilda Joensen organiza pequeños paseos para sacar fotos. "Quiero que los visitantes conozcan a los locales y se hagan amigos", expone. "Para mí, el turismo tiene que ser un proceso en las dos direcciones, espero que no lo perdamos de vista a medida que crecemos", apunta.

El fin de semana 'Cerrado por mantenimiento' puede ser la clave del desarrollo turístico para comunidades pequeñas. Una de las voluntarias, Lene Finnestad, médico en Oslo, señala que estaría encantada de repetir un proyecto similar. "Trabajamos en colaboración, hicimos amistad con los feroeses y con otros voluntarios; todos teníamos valores muy parecidos", subraya. "Sientes que has devuelto algo en lugar de limitarte a consumir lo que el país tiene para ofrecer", sentencia.

He conocido bien las Feroe y me he preguntado acerca de la eficacia del 'volunturismo' en términos prácticos. Tjóðhild Patursson, habitante de la isla de Nolsoy, me ayudó a entender que la ayuda de los visitantes a su pequeña comunidad era perfectamente tangible. "Muchos visitantes se equivocan de camino en las montañas y cuando se pierden o se lesionan, tenemos que ocuparnos de ellos", argumenta. "Nuestro ayuntamiento no ha tenido el tiempo, el dinero o la mano de obra para marcar la ruta, pese a que llevamos hablando de ello desde hace años; es notable lo que en sólo dos días lograron los visitantes", cuenta.

https://www.eldiario.es/theguardian/Cerrado-mantenimiento-turismo-sostenible-Feroe_0_901510613.html
 
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