Ahora que llega Semana Santa hay quien aprovecha para ir a casa de los parientes, sobre todo si estos viven en algún sitio "turístico".
Lo malo es que a veces uno termina pasando las vacaciones en un barrio de las afueras de Sevilla, o en una ciudad dormitorio a 40km del mar cuya mayor atracción es el Centro Comercial cuando lo que quería era vivir a tope las procesiones o tomar el sol en la playa.
Al final, lo barato es caro.
Lo malo es que a veces uno termina pasando las vacaciones en un barrio de las afueras de Sevilla, o en una ciudad dormitorio a 40km del mar cuya mayor atracción es el Centro Comercial cuando lo que quería era vivir a tope las procesiones o tomar el sol en la playa.
Al final, lo barato es caro.